Un blog de mitos, leyendas, costumbres y tradiciones de México

Archivo para la Categoría "Personajes mitológicos y legendarios"

Anécdota de Matehuala, SLP: doña Natalia Calvillo

En la casa de los portales, donde están ahora las oficinas de la comisión de electricidad, vivió una señora que se llamaba Natalia Calvillo viuda de Arrieta, quien murió a los 104 años de edad. Dicen que era muy agarrada y eso que tenía bastante dinero –anticipa Tomás Ferrándiz.

Vivía sola en ese caserón que, se dice, tenía 16 cuartos –añade doña Carmen Alcocer. Cuentan que era tan agarrada que casi ni comía para no gastar. Siempre que alguien la iba a visitar ella le decía: “Ay, a la próxima vez que vayas a venir avísame para tenerte tan siquiera un rompope porque no tengo más que darles; con eso que vivo aquí sola…”

Era muy singular esa Natalia Calvillo viuda de Arrieta y tenía una curiosidad, una curiosidad que a los que la conocían les daba risa, pero si alguien no la conocía de seguro se asustaba. A ella le gustaba llenarse de polvo blanco toda la cara, y así se polveaba porque tal vez creía que de esa manera se veía más guapa. Lo cierto es que se veía tan blanca pero tan blanca con ese polvo que parecía muerta. Y aparte también le gustaba asustar a la gente: cuando alguien tocaba a la puerta ella salía toda vestida de negro, de largo y con la cara toda polveada de blanco. El que no sabía pegaba un grito y se iba corriendo, y los que sí sabían y estaban sentados en la plaza se tiraban de risa.

Aquí en Matehuala hay un dicho que se lo atribuyen a ella porque supuestamente les decía a las jovencitas que anhelaban casarse: “Muchachas, no os desesperéis, que Natalia Calvillo casó a los 66.” (Leyenda publicada en un blog de Homero Adame)

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Nota: esta leyenda fue publicada en la plaquette “Leyendas del Festival de Desierto” de Homero Adame, por la Secretaría de Cultura del estado de San Luis Potosí, 2005.

Puedes encontrar más leyendas de Matehuala y del estado de San Luis Potosí en Mitos, relatos y leyendas de todo San Luis Potosí, de Homero Adame publicado en 2023. El libro se consigue a través de Amazon, tanto en formato digital (Kindle) como en impreso.

Mitos, relatos y leyendas de todo San Luis Potosí

Dada la riqueza cultural y la diversidad étnica, en el estado de San Luis Potosí se cuentan infinidad de historias muy variadas que abarcan el gran espectro de la mitología y el folklore del mundo entero. No son simples pláticas de fantasmas o aparecidos, de castigos divinos, de tesoros y túneles, de milagros o apariciones de santos y vírgenes, de la creación del mundo, de animales, del ser humano o de creencias en torno al clima y los fenómenos naturales. Son más que eso: tales historias contemplan los arquetipos de teofanías y hierofanías, explican el pensamiento mágico-religioso o las supersticiones, hablan del tiempo mítico, del tiempo profano, del tiempo sagrado, recrean una paradoja temporal, narran hazañas de personajes heroicos –humanos o animales– y, de tal modo, ponen a San Luis Potosí en el contexto de la mitología universal.

Homero Adame ahora nos presenta esta obra que es, en sí, una versión revisada, corregida, mejorada y aumentada de la coedición publicada por las secretarías de Educación y de Cultura del estado de San Luis Potosí en 2007 con el título Mitos, relatos y leyendas del estado de San Luis Potosí. Para esta nueva edición modificó el título, conservó todas las historias originalmente publicadas, agregó algunas inéditas y cambió el diseño.

Casi todas las historias seleccionadas para este libro, y escritas en un estilo personal, no son exclusivas de una ciudad o de un municipio de San Luis Potosí, y ni siquiera de México, ya que muchas se cuentan en diversas partes del mundo, a pesar de tener diferencias de contenido y hablar de contextos geográficos distintos. La mitología y la tradición oral son universales, aunque en muchos casos pueden ser nacionales, regionales o locales. Por ejemplo, las historias de gigantes se cuentan en todo el mundo; las de la Llorona, en todo México; las del Jergas, en centros mineros del país; las de Xantolo, en varios lugares de la Huasteca, y la de la Taconuda, solamente en Cedral.

El libro está disponible en Amazon para formato impreso: https://www.amazon.com/dp/6072949789

Y también en Kindle, para formato electrónico:https://www.amazon.com.mx/dp/B0CV4S78Q9

El libro se puede conseguir en San Luis Potosí, en Librería Ochoa y Librería Española. En Monterrey: en la librería PubliArte (en Calzada Vasconcelos de San Pedro Garza García).

Leyendas tamaulipecas: el venado enano

Yo ya tengo munchos años de trabajar aquí con su papá y su tío –nos contó  Juan Rivera, un vaquero que trabajaba en el rancho llamado Tanque de Flores, en el municipio de Burgos, Tamaulipas. Mire cómo le gusta la cacería a él. Usté bien sabe, sus amigos vienen y a mí me toca llevarlos a las brechas y en la noche a fanalear. Uno ya conoce bien el ojo del venao en la noche.

No, pa’ venaos hay munchos. Cuando uno no tiene qué comer porque la seca ‘tá dura, pos nomás se va pa’ la presa y ai seguro que mata un venao, y ya con eso pos ai mata uno l’hambre, ¿no? (Leyenda encontrada en un blog de Homero Adame.)

Pero fíjese bien lo que le voy a contar… Hay allá en el monte, rumbo a la sierra (de San Carlos), un venao enano, ansina de chaparro que es bien mañoso. Uno le tira un pelotazo (balazo) y nomás se mueve y hasta se oye que se ríe de uno. ¡Por Dios santito!

Y eso no me lo platicaron, yo lo vide con mis propios ojos. Una vez andábanos campiando unas vacas allá pa’ la sierra Chiquita (sierra de San Carlos) y pos era tiempo medio friíto; ‘taba el cielo todo encapotado. Y de repente que vemos un venao chaparrito que hasta créibanos qu’era una venadita y a esas hay que respetarlas, uno no las mata. Pero tenía un canastón (cornamenta) que ni pa’ qué le cuento. Como unas doce puntas de perdido; y punta gruesa, ansina de gruesa. Mire que yo nunca he visto una canasta igual. (Leyenda en un blog de Homero Adame.)

Pero bueno, como uno siempre carga con el rifle, pos ¡bolas chingao! que le suelto un pelotazo, y el cabrón venao ni se movió. Y !pum¡, otro pelotazo y nomás se empezó a reír. L’oímos bien clarito. Le tiré un tercer tiro y nada, el venao cabrón nomás se dio la vuelta y se jue, rise y rise el muy méndigo.

Se m’hizo bien raro, pero mi compadre ‘taba risa y risa también, y me dijo que es porqu’era el venao enano que se aparece de vez en cuando. Quién sabe si será cierto, pero de que el cabrón venao se rió de mí, eso sí es cierto.

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El venado es un personaje muy popular en las mitologías de las tribus de Norteamérica; normalmente es un espíritu benefactor de género masculino, aunque en ocasiones puede ser femenino y se le atribuyen poderes mágicos.

Como parte del folklore, en estas regiones norestenses todavía se conservan algunas tradiciones antañas, como el uso de la piel de venado para manufacturar objetos de diversa índole. Antiguamente dichos objetos eran de orden ritual o servían como amuleto; en la actualidad son más bien decorativos.

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Nota: esta leyenda fue publicada en mi libro Mitos, cuentos y leyendas. Tradición oral de Nuevo León por Ediciones Castillo, en Monterrey, 1998.

Si buscas más historias relacionadas con la fauna y el folklore, puedes leer el libro Creencias, mitos y leyendas de animales, de Homero Adame. Está disponible en Amazon en dos formatos: electrónico (Kindle) y formato impreso.

Leyenda de Chihuahua: El columpio del diablo

Leyenda de Cerocahui, municipio de Urique, Chihuahua

Sabemos que hay leyes universales y divinas que todos deben respetar, incluso el diablo. Por ejemplo, los días 1° y 2 de noviembre son sagrados en todo México y en muchas partes del mundo porque se festeja a Todos los Santos y a los Fieles Difuntos. De acuerdo con la tradición, en esas fechas Dios les da permiso a los difuntos para que sus ánimas vengan a la Tierra y convivan con sus seres queridos que los recuerdan. El permiso es igual para todos, los que están en el cielo, en el purgatorio y hasta en el infierno –explica Juan Manuel Andrade, un guía de turistas.

En cualquier parte de Chihuahua, la gente va al panteón a dejar ofrendas a sus difuntos. El día 1° lo consagran a los niños y el día 2 a los adultos, cumpliendo así con la tradición, pero en algunos pueblos tienen creencias muy especiales. Por ejemplo, algunas personas de Cerocahui me han contado que allá evitan ir al panteón una vez oscureciendo o estar adentro del mismo ya en la noche, principalmente el día 1°, porque tienen una creencia que a la mayoría le provoca terror. De hecho, cuando se mete el sol, mucha gente prefiere no salir de sus casas, cerrando puertas y ventanas. La creencia es que se oyen los gritos del diablo que desde un columpio vigila que sus difuntos no se desbalaguen o traten de no volver al infierno.

No sé si la creencia venga de los tarahumara o sea católica, pero cuentan que desde hace muchos años, en la tarde del día 1° de noviembre el diablo tiende una cuerda muy larga, de la cima de un cañón hasta la cima de otro, y se columpia para vigilar a las ánimas que están en el infierno, pero en esos dos días tienen permiso de venir a este mundo. Hay quienes afirman que lo han visto, mientras que la mayoría de la gente sólo dice haberlo escuchado. Los que lo han visto dicen que es como una sombra muy grande que se mueve en el cielo, algo así como una nube en vaivén. Y los que lo han escuchado cuentan que los gritos son aterradores, que dice muchas maldiciones y blasfemias, y que lo hace así porque sabe bien que las ánimas del infierno son tramposas, traicioneras, y tratan de hacer hasta lo imposible para escaparse y quedarse en este mundo asustando gente o provocando desgracias. Pero esas ánimas no pueden escabullirse sin ser sorprendidas por el diablo porque él, desde su columpio, vigila y vigila, y grita de la manera más horrible cuando se da cuenta que alguna de esas ánimas tiene la intención de escapar. También cuentan que esa noche del 1° de noviembre corre un viento muy raro en los alrededores del panteón, y cree la gente que es provocado por el mismo diablo al columpiarse. (Leyenda de Homero Adame en un libro publicado por Trillas).

Nota: una versión editada de esta leyenda fue publicada por Editorial Trillas en mi libro Leyendas de todo México. Aparecidos y fantasmas que se puede adquirir siguiendo el enlace.

La lechuza (leyenda de brujas)

Las creencias de búhos o tecolotes y lechuzas como mensajeros de la muerte no son propias de nuestro país, sino que se repiten con frecuencia en el folklore de muchas otras culturas del mundo. De igual forma, hay pueblos que asocian al tecolote con la sabiduría y como compañero de brujos y hechiceros. Mientras que en otras zonas geográficas, principalmente en México, se les asocia con brujas que se convierten en esas aves y vuelan por las noches. Aquí en el Noreste, la palabra “lechuza” se utiliza indistintamente para designar a las aves nocturnas que emiten un sonido ululante, trátese de lechuza o tecolote.

A continuación tenemos tres ejemplos de leyendas de lechuzas: una escuchada en Hidalgo, Tamaulipas y dos de La Petaca, comunidad aledaña a Linares, N.L.

Allá en mi tierra pasan muchas cosas curiosas. Dice mi papá que una noche iba con otros señores a caballo y agarraron un atajo pa’ llegar a la casa más rápido. Se fueron por una vereda que cruzaba la casa vieja y que en eso vieron un pájaro, blanco como el algodón, que les volaba arriba de los sombreros. Y dijo que ese animal se le paró primero en la cabeza de su caballo, y que hacía bien feo. Nombre, ¡que los caballos estaban reteasustados y relinche y relinche! Que mi papá agarra el machete y que le tira un machetazo al pájaro, pero voló. Luego que el tecolote ese baja otra vez y se le para arriba del sombrero a otro señor. Se lo quitó de un manotazo, y la lechuza siguió molestándolos hasta que salieron del límite de la casa vieja. Nomás pasaron el arco ese que ve allá y el pájaro se desapareció. Que todos dijeron que había sido el diablo.

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Las lechuzas son aves de mal agüero, anuncian la muerte. Yo recuerdo que cuando mi papá murió, andaba una lechuza ahí. Y también el día que un tío se estaba petatiando la lechuza estaba parada en la barda, cantando. Y es que esos animales son emisarios de la Muerte, y cuando alguien va a morir, la lechuza canta y se para afuera de la casa del moribundo.

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Había un señor que se llamaba don Iginio González que vivía aquí cerca. Cuentan que una vez se le arrimó una lechuza y él se puso a rezar las doce verdades. Y pos no cree que se le acercaron más lechuzas y que andaban vuele y vuele arriba, y se prendían de las varillas. Y pos se asustó bien requetefeo y no terminó de rezar pos tuvo miedo y se fue corre y corre.

Esto yo creo que pasa porque como ellas [las lechuzas] son brujas convertidas, entonces cuando alguien les empieza a rezar las doce verdades pos ellas se tienen que proteger para que no las maten. Por eso llegan a ayudarle las otras viejas esas que andan volando.

Nota: estas relatos fueron publicados originalmente en mi libro Mitos, cuentos y leyendas. Tradición oral de Nuevo León por Ediciones Castillo, en Monterrey, 1998. Para leer más sobre animales en el folklore, consulta Creencias, mitos y leyendas de animales, un libro de Homero Adame que se enfoca en un aspecto muy específico del folkore: la etno-zoología, es decir, las muchas creencias y supersticiones que existen sobre animales e insectos y forman parte de la cultura popular o, incluso, de la conciencia colectiva.

El autor aborda este trabajo desde más allá de lo antropológico, desde la perspectiva de la leyenda, es decir, muchos de los relatos incluidos le fueron narrados como leyenda. Puesto que por muchos años Homero Adame se ha dedicado a recopilar historias y leyendas en todas las regiones de México, se le conoce como «el hombre leyenda» o «el arqueólogo de la conciencia colectiva».

Creencias, mitos y leyendas de animales fue publicado originalmente en 2015 por la Dirección de Publicaciones de la Secretaría de Cultura de San Luis Potosí. Ahora, en 2024, el autor ha hecho una segunda edición con material inédito que enriquece aún más el acervo del folklore potosino y mexicano.

El libro está disponible en librerías y también en Amazon para formato impreso y para formato electrónico Kindle:

La virgen que decidió irse a otro lugar – leyenda morelense

En la pequeña ciudad de Tlayacapan, Morelos, cercana a Tepoztlán, se encuentra el ex convento agustino del siglo XVI dedicadoa San Juan Bautista. Allí se resguarda una imagen de la virgen del Tránsito, la cual tiene una leyenda colonial. Cuenta esa leyenda que un día la virgen decidió dejar su hogar original en Tepoztlán, sin saberse por qué, y decidió irse a radicar a Tlayacapan.

Se dice que esa virgen del Tránsito era la patrona de Tepoztlán y un día los tepoztecos la llevaron a Tlayacapan porque la imagen estaba en mal estado y había un artesano de Tlayacapan que sabía restaurar ese tipo de figuras religiosas de bulto. La imagen pronto quedó como nueva y los tepoztecos emprendieron el viaje para llevarla de regreso a casa, pero los sorprendió la noche en el camino y tuvieron que dormir a la intemperie bajo las estrellas. Cuál no habrá sido su consternación cuando despertaron a la mañana siguiente y descubrieron que la imagen había desaparecido, como si se hubiera desvanecido en el aire porque no había huellas ni rastro de ella o de ladrones, aunque sospecharon que los habitantes de Tlayacapan, envidiosos de tan bella imagen, se la habían robado mientras todos dormían.

Regresaron a Tlayacapan y… ¡allí estaba la estatua! Los tepoztecos estaban furiosos y amenazaron a sus vecinos con la guerra si intentaban robar de nuevo la imagen de su amada virgen. Los tlayacapanenses se quedaron sin habla. No podían explicarse el regreso de la figura.

Los tepoztecos partieron de nuevo para llevarse la imagen a Tepoztlán. Como en aquel tiempo era un viaje largo, por supuesto tuvieron que acampar de nuevo en las montañas. Esta vez, sin embargo, decidieron que alguien hiciera guardia toda la noche. Pero en la mañana descubrieron que la figura había vuelto a desaparecer y el guardián no podía explicar cómo había desaparecido porque juró haber estado en vela toda la noche. Leyenda escrita por Homero Adame y encontrada en uno de sus blogs.

Los tepoztecos, ahora muy enfadados, vieron unas pequeñas huellas y decidieron seguirlas. Y, por supuesto, el rastro conducía directamente a… ¡Tlayacapan! Sin embargo, vieron las huellas aún frescas alrededor de la poza del cerro Tlatoani, como si la virgen se hubiera detenido a regrescarse y descansar allí… El enojo se convirtió en incredulidad ante el descubrimiento, pues se dieron cuenta de que nadie había robado la estatua, sino que había regresado a Tlayacapan por su propio pie. Esta vez no se sorprendieron en lo más mínimo encontrar a la virgen de nuevo en el convento, donde estuvo por muchos años hasta que le hicieron su propia capilla.

Al final no hubo guerra ni nada entre ambos pueblos. Al contrario, desde aquel día, la gente de Tepoztlán hace peregrinaciones especiales a Tlayacapan ¡para honrar a su propia patrona!».

Nota: la foto del convento fue tomada de México desconocido. Y la foto de la virgen del Tránsito fue tomada del blog El color de la fe. Que los enlaces sirvan de crédito a quien corresponda.

Una leyenda de las gatitas cálico o carey

Cuenta una leyenda que hace mucho, mucho tiempo el Sol, tras observar la actividad en la Tierra, decidió venir a pasar una temporada y participar en lo quehaceres de los seres vivos en nuestro planeta. Como no podía dejar vacante su puesto en el firmamento, le pidió a la Luna que tomara su lugar y así cubriera su ausencia para que, de tal modo, los humanos no se dieran cuenta de que no estaba en su lugar. La Luna aceptó con mucho gusto y se ubicó en la trayectoria del Sol, pero su ritmo era más lento y no irradiaba tanta luz ni calor. Entretanto, cuando llegó a la Tierra, el Sol decidió tomar la forma de una gata negra para pasar inadvertido y así poder moverse en el mundo y convivir con los seres vivos.

Con el paso de los días, mientras el Sol disfrutaba de todo lo que veía y hacía desde la óptica y movimientos de aquella gata negra, la Luna perdió el interés de seguir ocupando el puesto del Sol y mejor regresó a lo suyo para seguir iluminando las noches y dejarse ver de vez en cuando durante el día. (Leyenda tomada de un blog de Homero Adame)

Al percatarse de que la Luna ya no estaba en su lugar, el Sol tuvo que regresar de inmediato al Cielo y lo hizo saliéndose rapidísimo del cuerpo de la gata negra. Fue tan rápida su salida que cientos de rayos luminosos, de tonalidades doradas, quedaron impresos en la piel y en el pelaje de la gata negra.

Desde entonces, las descendientes de aquella gata negra nacen con el sello del Sol, es decir, nacen con los destellos dorados que el Sol dejó en el pelo y la piel de la gata negra, pero no sólo eso, sino que también nacen con parte del temperamento y sabiduría que el Sol había dejado en ella y eso se transmite de generación en generación, como también se transmite el carácter tímido, reservado y hasta huraño típico de las gatas carey o cálico que, además, no hay iguales o idénticas, pues su pelaje es diferente de cualquier otra, tan diferente como fueron los cientos de rayos que el Sol dejó en la gata original.

Algo que poca gente sabe, pero sí lo saben quienes tienen una gata de estas características, es que por su legendario origen solar se les atribuyen propiedades mágicas y curativas, ya que atraen las energías positivas y la buena suerte.

Si quieres saber más sobre las gatas carey o cálico, visita este sitio: https://www.feelcats.com/gato-carey/

Fotografías de Homero Adame: Kétzleh (2022) y Kárviah (2019).

El Señor de Matehuala

El mero día 6 de enero se celebra al santo Cristo de Matehuala. Es una fiesta muy animada a la cual viene mucha gente de otras partes del estado, de la república y de los Estados Unidos, principalmente lugareños que han emigrado en busca de una vida mejor. (Leyenda encontrada en un blog de Homero Adame).

Según algunas versiones, le hacen la fiesta en esa fecha porque es cuando dicen que el Cristo se apareció; eso fue cuando la catedral no existía como tal sino que era una iglesia más humilde y pequeña. La gente de antes contaba que un día 6 de enero se apareció la imagen del santo Cristo en la puerta de la iglesia, pero no exactamente en la puerta sino más bien en una pared junto pegada a la puerta.

Pero no se apareció así grande como está ahora en la cruz del altar. Más bien se dice que se apareció como una figura tipo silueta y al mirarla la gente le hallaba forma y a partir de entonces le empezaron a traer veladoras y flores. Según se cuenta, a más veladoras que le prendían ahí donde estaba la figura, ésta se fue haciendo más grande y agarró el tamaño que ahora tiene. Hay quienes suponen que ese fenómeno fue, quizá, por efecto del tizne. También cuentan que cuando la figura ya estaba grande, cuando iban a tumbar la iglesia vieja para construir la catedral, entonces sacaron la imagen de la pared y la pusieron en la cruz del altar.

Nota: esta leyenda fue publicada originalmente en la plaquette “Leyendas del Festival de Desierto” de Homero Adame, por la Secretaría de Cultura del estado de San Luis Potosí, 2005.

Fray Toribio de Motolinía, historia y leyenda

En la pequeña ciudad española de Benavente, en la provincia de Zamora que es parte de la comunidad autónoma de Castilla y León ubicada al noroeste de Madrid, existe un bajorrelieve labrado en cantera, dedicado a un personaje local que formó parte de las primeras expediciones de conquista de la Nueva España y considerado uno de los grandes cronistas e historiadores de la época. Su nombre: fray Toribio de Benavente, mejor conocido como fray Toribio de Motolinía. Él nació en 1482 e ingresó a la orden de los franciscanos en su misma ciudad natal. En 1523 se conformó una expedición evangelizadora con doce misioneros franciscanos, la cual sería conocida como los “doce apóstoles de México”, siendo fray Toribio uno de ellos. Zarparon de España el 25 de enero de 1524 y llegaron a San Juan de Ulúa, Veracruz el 13 de mayo. Se dice que el grupo venía tan desnutrido y en mal estado que al pasar por Tlaxcala los lugareños se referían a ellos como “motolinía”, término náhuatl que significa afligido o pobre. A partir de entonces, fray Toribio se hizo llamar Toribio de Motolinía. La expedición franciscana fue recibida por Hernán Cortés en la ciudad de México en junio de ese mismo año.

A lo largo de su trayectoria, fray Toribio de Motolinía participó en hechos históricos de gran relevancia, como la fundación de la ciudad de Puebla donde a la postre fundó un convento y más tarde también fundó algunos conventos más en otras regiones del centro y sur de México, así como en Guatemala. Aprendió náhuatl y otras lenguas nativas para así propagar la fe cristiana. Apoyó a los indígenas contra los abusos de los conquistadores, lo cual le trajo problemas con personajes como Nuño de Guzmán y fray Bartolomé de las Casas, éste de la orden dominica que tenía serias diferencias con la franciscana. También rechazó que los indígenas pagaran impuestos o “diezmo” a la Corona, lo cual le trajo más problemas y fue perseguido y tenía una orden de aprehensión dictada en España, pero supo librarla y continuó su labor misional hasta su muerte el 9 de agosto de 1569, sucedida al terminar de oficiar su última misa en el convento de San Francisco de México. Sus restos fueron sepultados en Cañada Morelos, Puebla. (Texto en blog de Homero Adame).

En el campo donde se mezcla la historia con la leyenda, por voz de un lugareño llamado Gabriel, quien nos mostró el bajorrelieve que se encuentra frente a un costado del templo de San Juan en Benavente, nos contó su versión de esta historia, diciendo que fray Toribio de M. acompañó a Cristóbal Colón en la travesía que devino en el descubrimiento de América. También explicó el contenido del monumento, con las velas de una carabela, diciendo que era la Pinta, capitaneada por el mismo Colón. En el monumento se ven unas alas y cuatro manos, dos del fraile y dos de un ángel que protege al fraile durante la travesía y el encuentro con el nuevo mundo.

A los pies del fraile aparece una tortuga que, según Gabriel, representa el sostén del mundo espiritual. Y encima de la cabeza de la tortuga sobresalen las fauces de una serpiente “azteca” que, explicó, representa el demonio con cuyo cuerpo trata de envolver el cuerpo del fraile y el árbol de la vida (¿o es un tallo de maíz?) del cual brota la cruz.

El bajorrelieve fue obra del pintor y escultor mexicano Carlos Terrés (Lagos de Moreno, Jalisco 1950) y colocado en febrero de 1988.

El emperador Maximiliano I de México estuvo en San Miguel de Allende

En el libro titulado Casa Europa México. Historia de la casa desde la memoria de los sanmiguelenses, se incluyó un capítulo, casi como tema aparte e independiente, por ser un hecho aislado y a la vez de relevancia histórica que involucra la mansión sede de la fundación CEM y centro cultural. Las menciones orales que aluden la visita de Maximiliano de Habsburgo como emperador de México el 13 y 14 de septiembre de 1864 son recuentos de lo que se sabe gracias a la historia escrita por Francisco de la Maza en uno de sus libros sobre esta ciudad guanajuatense Patrimonio de la Humanidad. Al final del libro se reproduce parte del texto donde de la Maza menciona la casa.

No sabemos con exactitud cuándo se construyó esta casa, pero sí sabemos que es muy anterior a 1864 porque en ese año aquí se hospedó Maximiliano. Eso fue el 13 de septiembre. Se hospedó la noche del 13 y del 14 y se fue el día 15 para dar el primer grito oficial de Independencia en Dolores. A partir de entonces se acostumbra que en alguno de sus seis años como presidente de la República, el presidente en turno vaya a Dolores a dar el grito.

Luis Felipe Rodríguez

El nombre correcto de mi tatarabuelo y dueño de esa casa era Jesús María Vázquez Palacio. Él fue el defensor de Maximiliano en el sitio de Querétaro; era el primer jurisconsulto y el director de la Escuela de Jurisprudencia. Estuvo en Querétaro con Riva Palacio y otro abogado; eran tres y dos se fueron a San Luis a pedir el indulto a Juárez y uno de ellos se quedó en Querétaro. Creo que fue Jesús María Vázquez porque él y Maximiliano llevaban muy buena relación.

Cuando Maximiliano estuvo aquí en San Miguel se quedó en la casa de Jesús María Vázquez y le hicieron una cena de gala, con baile, en la casa de los Lámbarri, enseguida. Maximiliano bailó con mi bisabuela Dolores Lámbarri Malo. Cuentan que estaban mi bisabuela y Maximiliano bailando un vals y que le cayó a mi bisabuela en la parte del hombro del vestido la cera del candil y Maximiliano muy caballerosamente le removió la cera del hombro.

Luis Miguel Villarreal

Maximiliano se queda en la casa Lámbarri, donde pernocta, y no en la otra. Lo recibe la familia Lámbarri y le hacen fiesta y banquete. En los archivos parroquiales yo vi una carta donde se menciona que pernocta en la casa de los Lámbarri. Ahora, yo no sé si la casa Lámbarri tenía continuación con la casa vecina, ahora Casa de Europa, y fueran una misma propiedad. Sería cuestión de ver planos de cómo eran las casas en aquel tiempo.

Graciela Cruz

Jesús María Vázquez Palacio (no José) es efectivamente el abogado que radicaba en Querétaro. Su esposa era Guadalupe López Sautto y Sautto, nacida en la hacienda Noria de San José (luego conocida como Noria de Alday), en San Diego de la Unión. Este señor Vázquez es en ese tiempo dueño de esa hacienda. Su casa en San Miguel es la que estás estudiando para tu libro, segunda calle de San Francisco número 4 (ahora San Francisco 23), y por su cercanía con Maximiliano, Jesús María Vázquez lo recibe allí cuando el emperador hizo su visita oficial en camino a Dolores para dar el primer grito de Independencia.

Jesús Garza Herrera

Hay una novela histórica, Quién en San Miguel, donde se menciona que el emperador Maximiliano se hospedó en esa casa y también habla de mucha gente de época. La autora se llama Eladia González.

Gloria Tovar

Al abuelo de mi papá no le tocó, porque fue antes, pero según contaba que las gentes de más atrás contaban que don Maximiliano llegó en un carruaje muy elegante con mucha gente y caballos de lo más fino. El emperador entró caminando a la casa sobre un tapete rojo, largo, pero el caballerango dio vuelta y metió los caballos y el carruaje por atrás, por lo que es la calle de atrás, la de Correo. Luego todos los trabajadores tuvieron permiso de salir a la calle a saludar y echar “vivas” cuando más tarde el emperador salió con su gente a los asuntos oficiales en el Palacio de Gobierno.

José Guadalupe Sánchez

En aquel tiempo, cuando Maximiliano fue a dar el grito a Dolores –que fue el primer grito de Independencia que un gobernante dio de manera oficial–, una comisión recibió a Maximiliano aquí en San Miguel y él se quedó en esta casa, estuvo dos noches. Lo llevaron una tarde a pasear al parque Guadiana, que en aquel tiempo eran huertas y un lugar recreativo al que la gente de San Miguel iba a pasear. El parque Juárez no existía.

Samuel Rangel

Dicen que Su Majestad se quedó en la casa de los Vázquez y eso lo menciona de la Maza en su libro. Lo que yo sé por historias de familia es que la fiesta que le organizaron a Maximiliano fue en la casa de mis tatarabuelos los Lámbarri, en la esquina de San Francisco y Corregidora, prácticamente enseguida de los Vázquez. Todas las señoras que estaban invitadas se pulieron haciendo sus mejores platillos y una de mi familia hizo un postre de pera y por eso yo escribí ese texto que anda en Internet, “Las peritas del Emperador”.

Maruja González

Cuando fusilaron a don Maximiliano en Querétaro, mucha gente de San Miguel estuvo en apuros porque eran amigos del Imperio. Esos Vázquez parece que se fueron un tiempo, pero no vendieron la casa.

Demetrio López

El libro se puede adquirir en Casa Europa México, en el número 23 de la calle San Francisco, en San Miguel de Allende

Leyendas mexicanas de sirenas

Las sirenas en Miramar

(Leyenda de Ciudad Madero, Tamaulipas)

Aquí en toda la playa hay delfines que se acercan y un poco más lejos también hay toninas, que son más grandes que los delfines. Le cuento esto porque son peces muy nobles que ayudan a la gente en peligro. Por ponerle un ejemplo: si alguien se anda ahogando, esos pescados lo empujan a la orilla para salvarlo. Me consta, lo he visto. Otro ejemplo: si alguien anda nadando y por ahí vine un tiburón, las toninas o los delfines espantan al tiburón. Por cosas así aquí en la costera de Miramar, en la rotonda, hay un monumento de un delfín con una sirena. ¿Por qué? Déjeme le cuento…

Según los asegunes, hace muchísimos años cuando aquí no había más que chozas y enramadas de pescadores, una vez andaban los niños nadando y se vino una oleada fuerte y el mar se los empezó a llevar. Las mamás se dieron cuenta y no podían hacer nada porque los papás andaban en la pesca en sus lanchas. Se habrán puesto a rezar o lo que sea, pero se dio el milagro de que los niños llegaron a la orilla sanos y salvos. No se ahogó ninguno. ¿Qué sucedió? Uno podría pensar y lo más seguro es que los delfines o las toninas los salvaron, pero estos asegunes cuentan que fueron las sirenas las que salvaron a los niños trayéndolos a la orilla. Eso es lo que las mamás dijeron porque en su desesperación vieron a los pescados que parecían mujeres y que entre el oleaje ayudaron a los niños. Y por eso está el monumento de la sirena y el delfín porque es en recuerdo a esa vez que los niños se salvaron de morir ahogados aquí en la mera playa de Miramar.

Leyenda contada por Juan Calos Núñez, vendedor de artesanías en la playa de Miramar

La imagen, tomada del artículo Sirena en Wikipedia, es obra de John Collier. Que los enlaces sirvan de crédito a sus creadores.

Leyenda de una sirena en Baja California

Hay muchas leyendas de sirenas que cuentan en los pueblos costeros, historias de pescadores que vienen de mucho tiempo atrás. Los científicos refutan las leyendas de sirenas y explican que pueden tener su origen en los navegantes del pasado que iban a nuevos lugares y veían fauna marina desconocida, como los manatíes de acá de la costa de Baja California y luego contaban que eran mitad pez, mitad mujer.

Yo me acuerdo que hace unos veinte años dijeron que en La Misión, un centro de investigaciones entre Ensenada y Tijuana, andaban unos estudiantes y descubrieron en el fondo del mar lo que pensaron que eran los restos de una sirena porque tiene mucho de pez y la cabeza es más humana. Creo que los llevaron al instituto de la Facultad de Ciencias Marinas, en Ensenada y allí todavía tienen los restos reconstruidos de ese pez que es una especie nueva que descubrieron esos estudiantes. Yo no lo he viso, pero una vez en el Museo de las Californias en Tijuana vi la réplica y, bueno, con algo de imaginación puede uno pensar que es como un esqueleto de sirena.

Historia contada por Rosalinda Álvarez

La imagen fue tomada del sitio de Internet seresmitologicos.net. Que el enlace sirva de crédito a sus creadores.

Las hadas de Las Hadas

En lo que se conocía como Puerto de Salagua, una pequeña bahía que era punto de comercio entre el Imperio de Catay y el Señorío de Colimán, donde ahora se ubica el hotel Las Hadas que fue muy famoso en décadas pasadas, se cuentan leyendas de luces misteriosas que se ven en la playa, principalmente cuando hay luna llena. No se sabe desde cuándo se han visto, si los habitantes prehispánicos ya las conocían o si se mencionan en las crónicas hispanas, pero hay quien diga que desde la época de Hernán Cortés y hasta el virrey Antonio de Mendoza que estuvieron en esta región ya se hablaba de esas luces misteriosas. Lo cierto es que, desde hace siglos, los navegantes han dicho que en noches de luna se ven a lo lejos las figuras iridiscentes que se mueven como si danzaran sobre el agua, en la espuma de las olas o sobre las rocas. Por esa razón ese sitio recibió el bien merecido nombre de Las Hadas.

En ese sector de Manzanillo se encuentran la playa La Audiencia y la pequeña bahía de Las Hadas que es donde más se han visto las danzarinas luces misteriosas. Incluso se dice que el creador del hermoso hotel Las Hadas decidió nombrarlo así gracias a esas luces que hacen magia en las noches y dijo que eran como las hadas de los cuentos. Tan así fomentó esa leyenda que a la entrada del hotel hay dos “hadas” en esculturas, Estérala y Melusina que son las patronas del turismo en esa región colimense del Pacífico mexicano.

Si alguna vez vas a Manzanillo y en la noche andas por la playa La Audiencia o, mejor, te hospedas en Las Hadas, observa bien el mar, fíjate en las olas y, si ves esas esas luces misteriosas que se mueven como las hadas disfruta la visión y el momento que podrían ser hadas…

On how God created the Huachichiles

In 2018, Homero Adame was invited to the San Miguel Writer’s Conference as a guest speaker and participated in the oral storytellers’ section.
He told a legend about the Huachichiles, a major ethnic group of the Mexican desert that became extinct at the end of the 19th century, based on a creation myth that he himself compiled some years ago at some undetermined point in the Potosinian desert.

La Llorona en Antigua, Veracruz

La Llorona aquí la han visto no sólo en el río sino por cualquier calle. Donde la encuentre le chilla a uno porque ese es el dicho de las personas antiguas: dicen que cuando se oye cerca es porque va lejos y cuando la oye lejos es porque está cerca. Y nosotros la hemos escuchado. Yo la he escuchado cerquita ahí cerca de mi casa que está junto la capilla –la primera iglesia de América– (la ermita del Rosario) y mi suegra es la que me dice que supuestamente cuando la oye cerquita es porque está lejos, pero dice que se pierde adentro de la iglesia.

Hay muchas leyendas de ella, pero aquí lo que más se dice es que perdió a sus hijos en una inundación. Y aquí se oye todas las noches, unos lo oyen por las calles, otros lo oyen por el río, y muchos dicen que sí se pierde su chillido adentro de la iglesia y es que la pobre nunca ha podido encontrar a sus hijos.

Versión contada por la Sra. Reina Zapata Quiroga

La imagen fue tomada del muro en Facebook Turismo La Antigua Veracruz. Que el enlace sirva de crédito a sus creadores.

El Chan – leyenda de San Miguel de Allende

Leyenda de el Chan

 

En el Charco del Ingenio, que es el jardín botánico,  dicen que se aparece el Chan, un animal que vive adentro del agua, y cuando alguien se asoma o cuando anda nadando por ahí, sale el Chan y le ofrece cosas de mucho valor y así es como lo atrae. Cuando la persona va a tomar esa cosa de valor el Chan lo agarra de las manos, así de los antebrazos, y lo jala hacia el centro del agua, hacia las profundidades y la persona nunca más vuelve a salir –cuenta Gloria Tovar, quien radica en San Miguel de Allende.

 

Eso es lo que nos platicaban cuando yo estaba chica y nos daba mucho miedo. Posiblemente son sólo leyendas para dar miedo y que los niños se porten bien, pero sí, antes se sabía mucho de gente que desapareció en la presa y vaya que no es muy profunda, pero desapareció y siempre se ha dicho que era el Chan el que se los había llevado.

Leyendas de Nuevo León en Milenio – Cultura

Da click en cualquiera de los enlaces para leer el artículo sobre las leyendas neoleonesas y algunos ejemplos como «La casa del ahorcado», «El león con melena» y «La sirena».

Leyendas de Homero Adame en Milenio-Cultura

Leyendas norestenses de Homero Adame citadas en un artículo del periódico Milenio

Historias del desierto de HA parte 4

Historias del desierto de HA parte 3

Historias del desierto de HA parte 2

 

Historias del desierto de HA parte 1

Leyendas zacatecanas: El hacedor de lluvia

EL HACEDOR DE LLUVIA

(Leyenda de Villa de Cos, Zacatecas)

Aquí es una tierra muy seca, pero hay aguajes de la antigua hacienda de Illescas, de la de Sierra Hermosa y hasta de la de Guanamé; aquí pues es el desierto y no es muy llovedor, ¿verdad? Pero cuentan que mucho más antes había gente que sabía traer la lluvia. Como por ejemplo hubo un hombre, que yo creo que era indio de no sé qué tribu –porque antes había aquí varias tribus, unos de Zacatecas [zacatecos o caxcanes] y otros de por el rumbo aquí del estado de San Luis [huachichiles]–. Entonces dicen que los hacendados de Illescas mandaban traer a uno de esos hombres que vivía en un ranchito serrano de Villa de Cos –está del lado zacatecano– para que hiciera llover y se llenaran los aguajes porque había temporadas muy largas de sequías muy duras –explica la Sra. Inés Sosa Domínguez, radicada en Santo Domingo, SLP.

Este hombre sabía las danzas de la lluvia. Pero eran danzas no como de los matachines o las pastorelas que van a Catorce a las festividades de San Panchito, o los matachines que bailan aquí el 4 de agosto en la fiesta patronal. No, ese hombre que le digo era pues hacedor de lluvia porque él sabía bailar, y dicen que lo llevaban primero a la hacienda y luego a los aguajes de la hacienda. Aquí mero en Santo Domingo estaba uno de los aguajes –todavía quedan partes de las ruinas del aguaje que le digo, vaya a verlo al ratito, está de aquel lado–. Entonces ese indio zacatecano –habrá sido huichol a lo mejor–iba a los pueblos y las haciendas y ponía sus no sé, serían monitos o las plumas de algunas aves, y luego prendía candelas y que hacía un círculo con braceros y que echaba una plantita seca que creo le llaman «istafiate». Y el hombre se ponía a bailar con sus cascabeles aquí en las pantorrillas y tocaba un tamborcito. Bailaba, bailaba y bailaba toda la tarde cuando había tarde de nubes, y ya para cuando empezaba a pardear la tarde, cuando se metía el sol, empezaban los rayos y los truenos y es cuando él echaba más hojitas del istafiate ese que le digo en los braceros y de rato empezaba la lluvia. ¡Y eran aguaceros, grandes aguaceros de los que ya no se ven!, pero tampoco eran culebras, de esas culebras de agua; eran lluvias fuertes que se lograban gracias al conocimiento –o sería la magia– de ese indio del rumbo de Zacatecas que le digo. Pero se acabó o se habrá muerto o quién sabe qué habrá sido de él porque de esto que le digo fue hace muchos años, muchos muchos años. Entonces a lo mejor ya no quedó alguien que siguiera la costumbre de él o alguien a quien él le haya pasado el conocimiento ese de hacer llover. Y pues se acabó él y luego se acabaron las haciendas, y los aguajes pues ya quedaron abandonados y con eso se acabó la lluvia que este señor sabía traer.

Y ahora las lluvias vienen nomás de vez en cuando, pero ya no tanto como en aquel tiempo cuando ese hombre que le digo sabía cómo organizar las nubes para que cayera el agua e inundara todo este rumbo y llenara los aguajes.

Los llamados «graniceros» o «teciutleros» (cuyo origen viene de los teciuhtlazque nahuas) son personas que, entre otras funciones, tienen el conocimiento para hacer llover y todavía en la actualidad existen por doquier. La narración aquí presentada nos habla de un granicero, y sus rituales, que era contratado para traer los chubascos a la región de Villa de Cos, Zacatecas y Santo Domingo, SLP, una de las más áridas del Altiplano. No sabemos a cuál etnia haya pertenecido, pero entre corchetes pusimos las posibilidades.

Para saber más de la hacienda de Sierra Hermosa tenemos el libro Haciendas del Altiplano, historia(s) y leyendas, de Homero Adame. Se publicó originalmente en 2012 y la segunda edición, corregida, mejorada y aumentada salió en 2024. Está disponible en la tienda de Amazon para formato digital (Kindle) o impreso:

Si te interesa el tema de los huachichiles, Mitos y leyendas de huachichiles, libro de Homero Adame, está disponible en Amazon, tanto para formato digital (Kindle) como para impreso.

Leyendas de pescadores: La serpiente en el agua

LA SERPIENTE ERGUIDA EN EL AGUA

(Leyenda de Tamaulipas)

Una fresca noche estábamos sentados en el jardín del rancho de don Evaristo platicando sobre Quetzalcóatl, la Serpiente Emplumada, también llamada Kukulkán, entre los mayas, o Viracocha, su equivalente entre los incas. Luego de un largo silencio, don Evaristo dijo que una vez que fue a la presa Vicente Guerrero, en el antiguo pueblo de Padilla, Tamaulipas, un pescador le contó que en una ocasión andaba con unos compañeros en su lancha y para capturar pescados grandes se dirigieron al centro de la presa. En eso uno de sus compañeros exclamó: “¡Miren allá! ¡Hay una víbora de cascabel en el agua!”.

Obviamente se trataba de un evento muy extraño porque todo mundo sabe que las víboras de cascabel son terrestres. Sin embargo, luego de que los pescadores apagaron el motor para observar ese fenómeno, sin más ni más la víbora se irguió en el agua ¡hasta que quedó completamente vertical sobre su cola! Después de un rato, la víbora se dobló y se zambutió en el agua para desaparecer de la vista de esos pescadores. (Leyenda de Homero Adame.)

Cuando volvieron a sus casas le platicaron a medio mundo lo que habían visto, pero todos pensaron que era otra simple historia de pescadores, historia llena de fantasía. Sin embargo, un anciano pescador confesó que a él también le había tocado ver esa misma víbora poco después de que se inundó la presa en los años 70; y que la descripción era exactamente igual: una víbora de cascabel que se para sobre su cola en el medio de la presa…

Notas:

  1. Esta leyenda tomada del libro: Don Evaristo, el contador de historias, de Homero Adame. En impresión.
  2. La fotografía de la culebra viperina en el agua fue tomada del sitio de Internet Centro de Educación Ambiental “El Águila”. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a su autor.
  3. La pintura de las serpientes fue tomada del muro en Fb de Grazia Ardillo. El enlace es una manera de agradecimiento.
  4. Puedes leer esta misma leyenda en inglés siguiendo este enlace: The snake, legend from Tamaulipas.
  5. Si te interesa algo de la historia de Padilla, Tamaulipas, y la muerte del emperador Agustín de Iturbide, sigue este enlace: Agustín de Iturbide y la desaparición de Padilla.
  6. La fotografía de las ruinas del templo de San Antonio de Padua en Padilla, Tamps. es de Homero Adame.

Mitos y leyendas veracruzanas: La nauyaca

LA NAUYACA

(Leyenda de El Tajín, Veracruz)

Bueno, aquí también se habla de una gran serpiente que habitaba en la selva, entre las pirámides, en las milpas, en cualquier lugar despoblado y se dice que esa gran serpiente que es el espíritu de la nauyaca. La nauyaca en sí es una víbora muy peligrosa porque su mordedura causa la muerte inmediata, en menos de media hora. Entonces cuentan que en toda esta región que de repente aparece una víbora muy gruesa y larga que al hacer su silbido vibra el ambiente. Cuando ella sale es un presagio malo –dice Dimitrio García.

[…] Bueno, es un presagio malo porque el silbido anuncia que puede venir una tormenta, que alguien se va morir, que algo malo va pasar, pues. Dicen que poquito antes de la crisis (de 1995), se oía el silbido de la nauyaca por todas partes y la gente luego luego se asustó. Todos esperaban algo malo, no sé, un asesinato como el de Colosio, una guerra de los zapatistas, y nada… que se viene esa crisis que ora sí nos desgració a todos. Ya ve, ya pasaron más de seis años y seguimos igual de fregados. Entonces como el presagio era de una cosa muy grave, los que saben luego dijeron que por eso se oían los silbidos de la nauyaca por todas partes. (Blog de Homero Adame.)

[…] No, yo no la oí, ni tampoco he visto la serpiente grande. Pero sí conozco las nauyacas, son feas como ellas solas, nomás de verlas uno se asusta más que con una cascabel o una culebrita porque sabemos que la mordedura de la nauyaca es mortal.

Notas:

1. La foto de la nauyaca de árbol manchas amarillas (Bothriechis aurifer) fue tomada de la página de Internet Naturaleza curiosa. Que el enlace sirva como crédito y agradecimiento a sus creadores.

2. La ilustración de una enorme serpiente prehistórica fue tomada del blog Esencia 21. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a su autor.

Leyendas tlaxcaltecas: Un histórico encuentro fantasmal

LOS MONJES Y EL SACERDOTE TLAXCALTECA

(Leyenda de Tizatlán, Tlaxcala)

Por los estudios que han hecho, aquí nos han dicho que estas pirámides fueron más importantes que el convento dedicado a San Esteban, pero casi nadie viene a visitarlas porque mejor se van allá a Cacaxtla. De todas maneras las pinturas murales de aquí tienen su valor histórico, y dicen que hay más, pero no han explorado los arqueólogos porque dicen que el gobierno no tiene dinero para lugares que no tienen importancia turística –dice el Sr. Ruperto Andrade.

[…] Sí, hay pláticas que la gente cuenta, pero quién sabe si serán ciertas o nomás son cosas para asustar a los niños y hacerlos que se porten bien. Entre las leyendas dicen que se han visto apariciones de monjes, que los han visto allá sentados; allá en lo que es el atrio del convento, cerca de las ruinas arqueológicas. Pero hay una cosa muy curiosa: dicen que esos monjes se miran como sentados alrededor de una fogata, es en la noche, y que están hablando con un sacerdote tlaxcalteca que está de pie. Es así como si el sacerdote tlaxcalteca, con su penacho, les estuviera dando explicaciones o doctrina a los monjes españoles. Es muy curiosa esa plática, pero, como le digo, quién sabe si sea cierta.

Notas:

  1. La foto del convento de San Esteban, en Tizatlán, fue tomada del sitio Mapio.net. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a sus creadores.
  2. La recreación en blanco y negro de Cortés hablando con nativos fue tomada del blog Tizatlán. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a su creador.

Leyenda tamaulipeca: La luz errante

LA LUZ ERRANTE

(Leyenda de Jaumave, Tamaulipas)

Parroquia de Jaumave, Tamps.

No, mi amigo, por estos rumbos no hay cuevas ni cosas grandes de los indios de antes –afirma el Sr. Félix, un campesino que vive en Pentezuela–. Quién sabe si esos indios se bañaban en las aguas éstas. Lo que sí hemos visto son pedernales así d’este tamaño. Cuando uno anda en la labor luego se los encuentra por ai tiraos. Son las mentadas puntas de flecha de los indios. Allá p’aquel lao, en aquellos cerros altos, sí hay cuevas y pos cuentan cosas que se han hallao ai dentro. Pa’ que le voy a echar mentiras, yo no he entrao en ellas. Ni siquiera sé con esatitud ónde quedan.

Lo que sí hemos mirao aquí es la luz errante. Todos los rancheros de aquí hasta Burgos y San Carlos l’han visto alguna vez. Mire, ai onde andan aqueos caballos (una planicie desmontada que rodea el baño) yo he visto la luz errante en la noche. Se ve clarita. Uno pos sí se asusta las primeras veces, pero como que luego le agarra uno confianza porque esa luz es buena para uno; lo acompaña por las veredas, siempre adelantito de uno. Quién sabe qué será, pero es una luz buena que ayuda al que anda en el monte por la noche, o al que anda perdido. (Leyenda recopilada por Homero Adame.)

La luz errante. Dibujo de Jennifer Hennen

El ignis fatuus es una manifestación sobrenatural nocturna que en muchas ocasiones se le ve acompañando un funeral –a guisa de mensajero de la Muerte– o también como un espíritu de la naturaleza –como en el folclor del Noreste de México–. En esta región del país se le llama “la luz errante”, aunque se le da distintos nombres y aparece con características similares en todas las mitologías del mundo.

Contada con el sabor propio y regional de quien la haya presenciado, todos concuerdan que se le ve en el monte, en áreas despobladas; incluso se dice que algunos pilotos en pleno vuelo la han mirado sin saber exactamente qué es, ni cómo surge ni de dónde sale.

En la actualidad, con tantas historias de ovnis que escuchamos por doquier, ya casi nadie habla de la luz errante, pero para muchos ésta seguirá siendo uno de los misterios más extraños que tenemos a nuestro alcance.

Leyendas tabasqueñas: Los mayas viven en otra dimensión

LOS MAYAS SE FUERON A OTRA DIMENSIÓN

(Leyenda de Villahermosa, Tabasco)

Por las cosas que yo he leído y que cuenta la gente de estudios, entiendo que hay muchos misterios que envuelven a los mayas; es que dicen que los historiadores no se pueden explicar exactamente cómo ni por qué desaparecieron los mayas. Hay cosas que sí saben, pero no se explican cómo es posible que un pueblo tan numeroso se haya acabado así tan de repente. Entiendo que cuando llegaron los españoles, todavía había muchos mayas, pero la mayoría de las ciudades estaban abandonadas. (Leyenda publicada por Homero Adame.)

Cuando todavía vivía yo en Villahermosa –de allá soy–, una vez fue a la universidad un especialista a dar una conferencia y me acuerdo que dijo que los mayas no se acabaron con la conquista, sino que se fueron a vivir a otra dimensión y que lo hicieron a través de “puertas” que ellos mismos crearon en algunas de las pirámides. Dijo que algunas pirámides son como “puertas” o “ventanas” a otras dimensiones. Ese especialista estuvo explicando su teoría y quién sabe si sea cierto, pero lo que dijo a mí se me hizo interesante porque hay otras cosas que no tienen que ver con la gente de estudios, sino con las creencias de los mayas de ahora. Déjame explicarme:

La gente mayor platica muchas cosas y por eso sabemos que los mayas saben muchas cosas que cuentan a través de sus historias, por ejemplo, de los aluxes, los espíritus, los duendes, los dioses y cosas de sus creencias, y no es que sean nada más leyendas de estas que andas buscando, sino que son creencias que siguen vivas, ¿no? Y en esas pláticas dicen que los mayas de mucho antes de la conquista eran gente muy avanzada espiritualmente que de algún modo encontraron la manera de irse a vivir a otro mundo, a otra dimensión. (Libros de leyendas de Homero Adame.)

Esto algo de cierto ha de tener con el hecho de ciertas pláticas de personas de Tabasco, de Chiapas, de Yucatán, de toda la península, pues, que cuentan que sin proponérselo ni saber siquiera, de repente entraron a otra dimensión y cuando estuvieron allá vieron pueblos enteros llenos de vida, con gente como los mayas que podemos ver en los códices, o sea, mayas antiguos. Para explicarme mejor, es algo así como que entran a pueblos, digamos, encantados, que existen en otra dimensión; existen de verdad pero nosotros no los podemos ver ni sentir porque estamos en una dimensión diferente.

Y bueno, no es que yo crea en esas cosas así con fe ciega ni que esté convencida de que sea realidad, pero no puedo dudar que haya cosas que nuestros ojos no pueden captar, y lo de las dimensiones son cosas misteriosas, pero los científicos saben que existen. Entonces, es posible que los mayas más antiguos hayan encontrado la manera de entrar a otra dimensión para seguir viviendo allá, como cuentan en las creencias de los mayas de ahora, ¿no?

La “súbita desaparición” de los mayas prehispánicos ha dado pie a toda suerte de hipótesis y creencias, las cuales son rebatidas por los arqueólogos, quienes, a través de los vestigios y evidencias, saben que las ciudades solían ser abandonadas cíclicamente o por causa de guerras intestinas. En otras palabras, la arqueología aporta datos importantes para desentrañar un misterio que, al parecer, nada tiene de ello, aunque gran cantidad de gente sí lo afirme y esto genere leyendas que tanto nos gustan a muchos.

En este relato, la Lic. Yolanda Méndez, quien radica en el Distrito Federal, nos da a entender que al asistir a una conferencia tipo New Age, de fenomenología o de ufología, el especialista expuso su hipótesis de cómo los mayas desaparecieron a través de puertas dimensionales que ellos mismos crearon en las ahora llamadas zonas arqueológicas. Creíble o no, lo relevante y legendario es su propia aportación, pues ella añade que los ancianos en Tabasco platican muchas historias de gente que, de algún modo, ha entrado a otras dimensiones y ha visto pueblos vivientes con gente similar a los mayas de la antigüedad. Aquí se vincula con la serie de leyendas que hablan de lugares encantados.

Una versión similar fue publicada en “Mitos y leyendas de todo México”, por Editorial Trillas, 2010. Dicho libro de Homero Adame contiene 64 leyendas mexicanas (dos por cada estado de la república) y se puede conseguir a través de la Tienda en línea siguiendo este enlace: Trillas: “Mitos y leyendas de todo México” .

Notas:

  1. La foto de la pirámide de Kukulkán fue tomada del sitio de Internet elperiodico.com. Que el enlace sirva de agradecimiento a sus creadores.
  2. La ilustración de dos mayas viendo las estrellas fue tomado del sitio de Cultura colectiva. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a su autor.
  3. La imagen aérea de Tikal fue tomada del sitio de La Prensa. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a su autor.

Leyendas de naguales: La doña de Bácum, Sonora

LA DOÑA DE BÁCUM

(Leyenda de Bácum, Sonora)

Y de esto que te digo, anduve en aquel tiempo en Sinaloa y en Sonora principalmente porque andábamos en la misión por aquellos rumbos. Sí, sí estuve en Hermosillo pero no me acuerdo que me hayan platicado los compañeros de allá leyendas de la ciudad, pero teníamos una conocida que había trabajado con una señora en Bácum, un pueblo yaqui por ahí cerca de [Ciudad] Obregón, y ella nos recomendó que fuéramos a platicar de la religión [mormón] con esa señora. Y fuimos entre la curiosidad y el deseo de hablarle de nuestras propuestas; la curiosidad era porque, según la leyenda, esa señora era bruja de las que se convierten en animales. Lo cierto es que sí era curandera y muy conocida en esa región. No recuerdo su nombre y obviamente no le gustaba que le dijeran bruja pero era la doña… la doña no me acuerdo qué –recuerda David González Milán, terapeuta radicado en San Luis Potosí.

Fuimos la primera vez y nos recibió y estuvimos platicando un rato. Volvimos varias veces y siempre nos recibió muy bien y nos escuchaba y nos inquiría sobre nuestras propuestas y hasta nos invitó a comer dos veces. La señora que nos la había recomendado, que había trabajado con ella y que nos había platicado que esta doña era bruja, hasta se sorprendió de que nos haya invitado a comer. Pero el caso es que nunca nos dejó pasar a una habitación en donde supuestamente tenía animales disecados, los animales en los que ella se convertía o se convierte: un perro, un águila y parece que hasta un venado. O sea que ella se convertía en las noches en alguno de esos animales dependiendo del trabajo que tuviera que hacer.

Es que dicen que en aquella región las personas que saben de esto de la brujería, y más los indios yaqui, tienen ese conocimiento de convertirse en ciertos animales. A pesar de que la mayoría de los yaquis son personas muy cerradas y así como que te escuchan pero la verdad no te están haciendo caso, esta doña siempre fue muy amable y una vez ya entrado en confianza yo le pregunté que si era bruja y ella me contestó con otra pregunta sobre mi religión que no me dio opción para seguirle preguntando. (Blog de Homero Adame.)

Te digo, ella era y quizá sigue siendo muy conocida en aquella región y mucha gente la procuraba para solicitarle servicios de curandera. De esto fue hace más de 20 años y en aquel tiempo parte de la leyenda era que esta doña se mantenía siempre igual, más o menos con una apariencia madura de una mujer de unos 50 años, pero según la gente, con la que nosotros platicamos, nos decían que ella se conservaba siempre igual. Han pasado más de 20 años y yo no he vuelto por aquellos rumbos y no sé si todavía viva la doña y si se siga manteniendo con esa misma apariencia madura pero no de vieja. Era una mujer muy amable, a pesar de lo que se decía de ella y de que fuera yaqui.

El pueblo de Bácum es uno de los ocho tradicionales pueblos de los yaquis y fue fundado en 1617 por los misioneros jesuitas Andrés Pérez de Rivas y Tomás Basilio, con el nombre de Santa Rosa de Bácum, y con la categoría de Pueblo de Misión teniendo como lugar de visita a Cócorit. En la lengua yaqui Bácum significa “lago” o “agua estancada”.

 

Notas:

  1. La foto de la iglesia de Bácum fue tomada del sitio de Internet Pueblos América con el crédito a su autor José Luis T. Nava. Que el enlace sirva de agradecimiento.
  2. La imagen del venado fue tomada del sitio de Internet DiCYT. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a su autor.
  3. La imagen del mapa con la ubicación de Bácum fue tomada de la página de Enciclopedia de los municipios y delegaciones de México. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a su autor.

Leyendas de Mazatlán: La cueva del diablo

LA CUEVA DEL DIABLO

(Leyenda de Mazatlán, Sinaloa)

Allá en el malecón de Mazatlán hay un lugar muy famoso que es una cueva y le llaman “La cueva del diablo” –dice Georgina Gpe. Gómez Gámez, radicada en León, Gto–. Según la leyenda, se supone que esa cueva llegaba hasta el centro de la tierra, al mero punto donde vive el Diablo. Entonces cuando nosotras estábamos chiquitas y para que no nos portáramos mal siempre nos decían: “Te voy a llevar a la cueva del diablo.”

De hecho ahora esa parte de Mazatlán abarca el área donde hacen el carnaval. Es una vía bastante larga donde se hace como cantina, o sea hay carpas vendiendo cerveza y tienen música a cada 100 metros –siempre hay un grupo de música diferente–. Ahora a la entrada de la cueva ya le pusieron una puerta de herrería blanca con sus barrotes que, de hecho, tienen el trinche del diablito como decoración y durante el carnaval ahí es utilizado por la policía para meter a la gente y a los borrachos que andan echando pleito. O sea que ahí los dejan, digamos como encarcelados, por un rato hasta que se les baje la borrachera y luego ya puedan salir y se vayan a sus casas sin seguir portándose mal. Es como un castigo pero también parte del carnaval para que los revoltosos se aplaquen. (Leyenda en un blog de Homero Adame.)

Quién sabe si en verdad sea una cueva muy profunda, pero siempre se ha dicho que ahí se apareció el Diablo hace muchísimo tiempo y que por eso la cueva está encantada. Siempre se nos ha hecho creer que adentro de la cueva existen bifurcaciones o túneles que llegan hasta el centro la tierra. Yo no he sabido de algún explorador que se haya metido a esas profundidades, en caso de que su existencia sea cierta, para descubrir qué hay allá abajo.

Esa cueva está sobre el malecón, por el rumbo de Olas Altas que es la parte más vieja de Mazatlán, en la punta antes de llegar al cerro. Hay muchas lomas por ahí y hoy en día ya se han construido bastantes casas, pero antes estaba despoblado. Justo arriba de la entrada de la cueva del diablo hay como unas vías del tren que pasaban por ahí y llegaban hasta el muelle, con todas las provisiones, la materia prima y los cargamentos que venían de ese lado de Sinaloa para luego cargar los barcos que se iban a otras partes del mundo. (Leyendas recopiladas por Homero Adame.)

Notas:

  1. La foto de la cueva fue tomada del sitio de Internet Way marking. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a su autor.
  2. La fotografía del sector Olas Altas fue tomada del sitio de Internet Zona turística. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a su autor.

Historia de la Casa Europa desde la memoria de los sanmiguelenses

CASA EUROPA MÉXICO

La Fundación Casa Europa México, que opera en San Miguel de Allende desde 2011 como un programa enlace entre México y la Unión Europea, ocupa una vieja mansión sanmiguelense, construida hacia finales del siglo XVIII. A falta de archivos históricos, que se perdieron por incendios desde hace más de un siglo, podemos recurrir a la memoria histórica y es así como logré conseguir suficientes anécdotas y recuerdos que tienen a esta casa como su escenario, desde sus dueños, la visita de Maximiliano I de México, el abandono de la finca, las oficinas de gobierno, ser sede de escuelas y luego de oficinas públicas otra vez hasta que se creó la Fundación Casa Europa que, entre otras actividades, promueve la cultura de países europeos.

 

Como la historia que buscas es de la casa, ya tengo la cronología que es muy simple: fue propiedad directa o por herencia de Guadalupe López Sautto, que se casa con Jesús María Vázquez, donde éste recibe a Maximiliano en 1864. Luego la hereda Luis Felipe Vázquez López y la habita hasta 1878 aproximadamente, porque se va de San Miguel con toda su familia a Querétaro, luego de un altercado. Parientes de él viven ahí sin necesidad de pagar renta, por eso tenemos a la señorita Lazarín y a Agustín SauttoLazarín, que es sobrino de ella. Alrededor de 1920 el Gobierno la expropia porque nunca se ha pagado el timbre y no existen testamentos para que alguien la herede. El heredero natural hubiera sido Luis Vázquez Lámbarri, pero nunca se la escrituraron ni residió en San Miguel ni la reclamó. Él murió en 1969, en la Ciudad de México.

Jesús Garza Herrera

Dicen que Jesús María Vázquez era un hombre muy rico, dueño de la hacienda Noria de Alday, tenía casa en Querétaro, casa en México y yo creo que nunca vivió en esta casa de aquí; más bien la ha de haber comprado para tener presencia en San Miguel y seguramente para sus hijos o, en particular, para Luis Felipe, que para nosotros es Luis el Malo, porque este hombre tuvo un hijo llamado Luis Vázquez Lámbarri, que fue un hombre muy bueno, nada que ver con su papá.

También creo que Luis Felipe vivió en esa casa con su mamá después de que su papá murió porque recuerdo que contaban que una viejita vivía con él, o sea, de seguro su mamá. Y creo que tenía una hermana soltera que también vivió con ellos.

Maruja González

A Luis Felipe Vázquez López le gustaba mucho la jugada, las cartas. No perdió la casa en la jugada como luego dicen, fue por otra razón. Se peleó con alguien por algún motivo, se fue de San Miguel y ni el polvo dejó: se quitó los zapatos y los aventó; nunca volvió. Como no pagó los timbres, lo que ahora se llama el predial que te cobra Hacienda, después de muchos años que la casa estaba sola y abandonada y hasta cayéndose, el Gobierno se la quitó.

Ricardo Sautto

En aquel tiempo, cuando Maximiliano fue a dar el grito a Dolores –que fue el primer grito de Independencia que un gobernante dio de manera oficial–, una comisión recibió a Maximiliano aquí en San Miguel y él se quedó en esa casa, estuvo dos noches. Lo llevaron una tarde a pasear al parque Guadiana, que en aquel tiempo eran huertas y un lugar recreativo al que la gente de San Miguel iba a pasear. El parque Juárez no existía.

Samuel Rangel

Nota: este libro titulado CASA EUROPA MÉXICO Historia de la casa desde la memoria de los sanmiguelenses, de Homero Adame es tal vez un caso inédito en México y en Latinoamérica porque fue publicado en cuatro idiomas en el mismo volumen: español, inglés, alemán y francés.

 

El edificio de la calle San Francisco No. 23, que hoy en día alberga la Casa Europa en México, es uno de los espacios públicos más vivos en la memoria de los lugareños y de la gente que ha residido en San Miguel desde hace décadas. Recuerdos de familia, remembranzas de haber cursado allí la Primaria Nacional y/o la Secundaria Oficial, recuerdos de haber estado allí para realizar un trámite legal y/o burocrático, evocaciones de un concierto o una exposición…

Homero Adame

The building at 23, San Francisco Street, which today houses the Casa Europa Mexico, is one of the most alive in the memories of the local residents and of the people who have lived in San Miguel for decades. Family memories, memories of having gone to the National Primary school and/or the Official Secondary school there, recollections of having been there to carry out some legal and/or bureaucratic procedure, evocations of a memorable concert or exhibition…

Translation: Pat Grounds

Das Gebäude in der Calle San Francisco Nummer 23, das heutzutage das Casa Europa Mexico beherbergt, ist eines der lebendigsten Gebäude in der Erinnerung der San Miguelenser, die hier seit Jahrzenten gelebt haben. Erinnerungen der Familien, Geschichten als man auf der „Grundschule National” oder der „Offiziellen Mittelschule” war, Erinnerungen, dass man da war, um Behördengänge zu erledigen, Eindrücke von Konzerten oder Ausstellungen und vieles mehr…

Übersetzung: Goerdt Abel

L’édifice du numéro 23 de la rue San Francisco, qui aujourd’hui abrite la Casa Europa au Mexique, est un des lieux publics les plus ancrés dans la mémoire des habitants et des gens qui ont résidés à San Miguel depuis des décénies. Histoires de famille, mémoires d’écoliers de la Primaria Nacional et/ou de la Secundaria Oficial, souvenirs de s’y être rendu  pour réaliser une démarche juridique et/ou administrative, évocations d’un concert ou d’une exposition…

Traduction : Anaë François

El libro se puede conseguir en la misma Casa Europa, en las librerías de San Miguel de Allende o en Educal, Ghandi y Librería Española.