Un blog de mitos, leyendas, costumbres y tradiciones de México

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El Señor de Matehuala

El mero día 6 de enero se celebra al santo Cristo de Matehuala. Es una fiesta muy animada a la cual viene mucha gente de otras partes del estado, de la república y de los Estados Unidos, principalmente lugareños que han emigrado en busca de una vida mejor. (Leyenda encontrada en un blog de Homero Adame).

Según algunas versiones, le hacen la fiesta en esa fecha porque es cuando dicen que el Cristo se apareció; eso fue cuando la catedral no existía como tal sino que era una iglesia más humilde y pequeña. La gente de antes contaba que un día 6 de enero se apareció la imagen del santo Cristo en la puerta de la iglesia, pero no exactamente en la puerta sino más bien en una pared junto pegada a la puerta.

Pero no se apareció así grande como está ahora en la cruz del altar. Más bien se dice que se apareció como una figura tipo silueta y al mirarla la gente le hallaba forma y a partir de entonces le empezaron a traer veladoras y flores. Según se cuenta, a más veladoras que le prendían ahí donde estaba la figura, ésta se fue haciendo más grande y agarró el tamaño que ahora tiene. Hay quienes suponen que ese fenómeno fue, quizá, por efecto del tizne. También cuentan que cuando la figura ya estaba grande, cuando iban a tumbar la iglesia vieja para construir la catedral, entonces sacaron la imagen de la pared y la pusieron en la cruz del altar.

Nota: esta leyenda fue publicada originalmente en la plaquette “Leyendas del Festival de Desierto” de Homero Adame, por la Secretaría de Cultura del estado de San Luis Potosí, 2005.

Leyendas jaliscienses: Santo Toribio Romo

SANTO TORIBIO ROMO

(Leyenda de Altos de Jalisco)

Tengo un sobrino que se fue de mojado p’al otro lado con otros amigos d’él. Dice que cuando estaban en el desierto, allá por Sonora, que los llevaba un pollero que les había cobrado mil dólares por cruzarlos la frontera, pero qu’el pollero ese se largó una mañana y se fue con todo el dinero. Y es que ya estaban del otro lado y vieron una camioneta de la Migra que ahí venía. Entonces todos los muchachos se asustaron, pero no supieron pa’ dónde correr, ni tampoco había dónde esconderse. No’mbre, según mi sobrino qu’en ese lugar ni siquiera hay un méndigo árbol que dé sombrita –cuenta el Sr. Lorenzo Ornelas Ledezma, canterero de oficio radicado en San Miguel el Alto.

Total, ya estaba la Migra cerquitas cuando mi sobrino se hincó y se puso a rezar. Dijo que s’encomendó a santo Toribio porque mi hermana –su mamá de él, ¿verdad?– le dijo que s’encomendara a este santito que ahora veneran en un pueblo de por aquí que se llama Santa Ana –está entre aquí y Jalostotitlán. Y mire que se le concedió un milagro, el primer milagro ese día, porque los de la Migra llegaron en la camioneta y detuvieron a todos pero a mi sobrino no porque ni siquiera lo vieron, y eso qu’estaba ahí entre la bola, pero hincado rece y rece.

Los de la Migra se llevaron a todos y Neto, mi sobrino, se quedó solo en el desierto; se quedó sin agua ni comida, solo, solito y perdido. Dice que se sentó a llorar cuando de pronto que llegó un señor joven y que le dijo que qué le pasaba. Neto mi sobrino le contó su desventura al extraño aquél y el hombre le dijo: “No te apures. Vente, yo te llevo hasta una ciudad y te voy a conseguir trabajo.” Mi sobrino le dijo que no traía ni un centavo pa’ pagarle, pero el señor le dijo: “No te apures que yo no cobro.” Ese fue el otro milagro. (Blog de Homero Adame.)

Y así fue como Neto salió del enredo aquel. El hombre desconocido lo llevó hast’un lugar que se llama Ajo, en Arizona, y allí l’encontró empleo. Mi sobrino ni tiempo tuvo pa’ darle las gracias porqu’el señor se desapareció y nunca lo volvió a ver. Luego pasaron los meses y Neto se fue a California donde está trabajando muy bien. Con el tiempo arregló sus papeles y hace poco que vino a visitarnos y nos contó lo que le pasó. Ah, pero no se imagina la sorpresota que se llevó cuando vio la imagen de Santo Toribio porque, dice, es la del hombre que le ayudó cuando estaba solo en el desierto. ¿Y sabe por qué Santo Toribio es ahora muy venerado? Porqu’es el que ayuda a los migrantes y los ayuda así como ayudó a Neto mi sobrino.

Entonces ya fue él a Santa Ana a dejarle una ofrenda a santo Toribio Romo como pago de una manda por la ayuda que le dio aquella vez que estuvo solo en el desierto.

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Toribio Romo nació el 16 de abril de 1900, en Santa Ana de Guadalupe, una comunidad en el municipio de Jalostotitlán, perteneciente a la zona de Los Altos de Jalisco. Ya siendo sacerdote, murió como mártir durante la guerra cristera, el 25 de febrero de 1928. Fue beatificado en 1992 y canonizado el 21 de mayo de 2000, junto con 24 compañeros.

Notas: Una versión editada de esta leyenda fue publicada en el libro Mitos y leyendas de todo México, por Editorial Trillas, en 2010. El libro, con 64 leyendas mexicanas, se puede conseguir directamente de la tienda en línea de Editorial siguiendo este enlace: Mitos y leyendas de todo México, de Homero Adame.

2. La foto del templo en Santa Ana de Guadalupe, Jalisco, fue tomada del sitio de Internet pueblosofmexico.smuygsmug. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a sus creadores.

3. La imagen de Santo Toribio Romo con la oración del migrante fue tomada de la página My Catholic Gifts. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a sus creadores.

Milagros de San Antonio en la hacienda La Sauceda, SLP

LOS MILAGROS DE SAN ANTONIO

Leyenda de Zaragoza, SLP

 

Aquí en el pueblo hay tres iglesias, la de San Antonio, la de la Virgen de Guadalupe y la parroquia que está dedicada a San José. Los tres son muy milagrosos, pero más, San Antonio. Cuentan que él es desde la época de los hacendados, que los antiguos hacendados trajeron la imagen original y que la que ahora tenemos es otra porque la antigua creo que se la llevaron a otra parte –dice doña Toñita.

Yo me acuerdo que nuestras gentes de más antes platicaban de los milagros que obró San AntonioSan Antonio de Padua, Zaragoza, SLP - foto de Homero Adame (2) a favor de la gente. Ya ve que cada quien le pide algo y a cada quien le cumple, pero también hizo milagros para el pueblo porque en aquellos tiempos de antes la gente le tenía mucha fe. Platicaban de un milagro de un tiempo muy pero muy atrás cuando hubo que una epidemia y mucha gente se enfermó. En otras haciendas la gente se estaba muriendo y aquí casi no hubo muertitos porque los hacendados de ese entonces sacaron la imagen y juntaron a toda la gente para hacer procesión de casa en casa donde hubiera un enfermo. Y así, con la fe de la gente y con el poder milagroso de San Antonio, los enfermos se curaron y mire que en ese entonces no había tanta medicina ni clínicas y tampoco había médicos aquí. (Leyenda recopilada por Homero Adame.)

Otros milagros fueron cuando las guerras de la Revolución y también la Cristera. Cuentan que los revolucionarios llegaban a las haciendas, robaban lo que podían, abusaban de las muchachas y mataban a los hombres, pero aquí hubo muy poco de eso porque la gente se encomendó a San Antonio y él, con su poder milagroso, hizo que los revoltosos se fueran a otra parte.

Pero esto que le cuento son pláticas de más antes y ahora muy poquita gente habla de esto porque ya no tiene fe, ya no cree en los grandes milagros de los santos como nuestro San Antonio, ya no lo procuran. Y yo digo que ahora, con tanta gente mala, con tantos robos, con tanta violencia, con tantos muchachos que se dan a los vicios o al dinero fácil pero mal habido de las drogas, digo que es cuando deberíamos volver a encomendarnos a San Antonio porque su poder es grande y él desde siempre ha protegido a la gente de La Sauceda y de Villa de Zaragoza.

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Reseña histórica de la hacienda La Sauceda

 

El origen de esta Hacienda La Sauceda - Zaragoza, SLP - foto de Homero Adame (1)hacienda es minero y se remonta a finales del siglo XVI, cuando el propietario de estas tierras era Gabriel Ortiz de Fuenmayor. Hacia 1610 pasó a formar parte del latifundio de Pedro Arizmendi Gogorrón, quien la heredó a su hijo Antonio, quien no supo administrarla.

No se sabe con exactitud cuándo cambió su nombre por San Antonio de la Sauceda, pero hacia finales del siglo XVIII ya se le conocía así, cuando su dueño era José Pablo de la Serna y el giro económico de la hacienda ya era ganadero y agrícola. Sus herederos tuvieron que rematar la hacienda a favor del ayuntamiento de San Luis Potosí, en 1841. Posteriormente tuvo otros dueños y otro giro económico fue la producción de mezcal. El último propietario fue Luis Dávila, quien hacia 1950 cerró la fábrica de mezcal.

Mitos y leyendas de Michoacán: Milagros en Pátzcuaro

MILAGROS EN PÁTZCUARO

Leyenda de Pátzcuaro, Michoacán

Una de las muchas leyendas que tenemos aquí en Pátzcuaro habla de que la Virgen de la Salud se le aparecía a la gente así como una mujer en forma natural y después decía: “Cuando quieras veme a ver y estoy en tal parte.” Luego la gente iba adonde ella les había dicho. No, pues cuando llegaban y veían la imagen de la virgen se daban cuenta que ella se les había aparecido porque era igualita aunque en forma de imagen y no de carne y hueso natural; entonces por eso sabían que era una aparición. Leyenda de Homero Adame.

Se cuenta que la virgen tuvo un atentador. Foto de Homero AdameParece que alguien entró una vez a la iglesia con pistola o carabina y le disparó a la virgen. Nadie sabe quién haya sido ni tampoco cuáles fueron sus malas intenciones, pero lo cierto es que la bala no quebró el vidrio; la bala se incrustó en el vidrio y a ella no la tocó.

Luego, por ejemplo, también en Pátzcuaro está la leyenda del templo de San Francisco. De las tantas imágenes que hay ahí en el templo está la de un Cristo de caña y dentro de los milagros o prodigios que se le atribuyen a ese Cristo es que estando normal así crucificado en su cruz, de repente se inclinaba. Eso está anotado en la historia porque hubo muchos testimonios de gente que le tocó ver cuando el Cristo se inclinaba. Nadie sabe por cuál razón se daba ese fenómeno porque, por ejemplo, aquí nosotros en el museo también tenemos otros cristos de caña que fueron hechos en la misma época y ninguno de éstos se inclina. Uno luego piensa que a lo mejor aquél del templo de San Francisco se trata de un Cristo que fue mal hecho y por eso hace que se incline, que se doble. Leyenda de Homero Adame.

Según los testimonios, una tarde el sacerdote de aquel tiempoFoto de Homero Adame estaba oficiando misa cuando de repente el Cristo comenzó a inclinarse y que mucha gente así como que se asustó; hasta el mismo sacerdote se quedó bien sorprendido. Ahora imaginemos nosotros quién soportó ver un Cristo en movimiento. No, de haber sido cierto, de seguro fue algo muy impresionante para todos los que estuvieron ahí. Quedaron los testimonios de la gente que vio ese milagro y aunque haya quedado registrado en la historia ahora no sabemos si es de veracidad o una leyenda. Es lo mismo, por ejemplo, que se dice que Tata Vasco descubrió un manantial con su báculo y así sacó agua, el manantial lo encontró aquí en donde está la noria afuerita de esta casa. Según la leyenda, don Vasco venía caminando, o sea subiendo para acá, cuando se detuvo y con el báculo golpeó fuerte en el suelo, que en aquel tiempo era pura tierra, y brotó el agua. Leyenda de Homero Adame tomada de su blog: https://adameleyendas.wordpress.com/2010/10/16/mitos-y-leyendas-de-michoacan-milagros-en-patzcuaro/

Nota: estas leyendas fueron narradas por el señor Javier Hernández, custodio del Museo de Artes Populares.

Foto de Homero Adame– – – – – –

La Virgen de la Salud fue realizada por artesanos nativos de Pátzcuaro bajo las órdenes de don Vasco de Quiroga, en 1540. Al poco tiempo y gracias a las curaciones milagrosas reportadas por los enfermos indígenas, se mandó grabar a los pies este epígrafe: salus infirmorum. En 1737 la Virgen de la Salud se convirtió en la patrona de Pátzcuaro. El 8 de diciembre de 1899 fue coronada.

Por otra parte, tenemos al Cristo de caña del templo de San Francisco. Fue manufacturado en el siglo XVI, también por artesanos nativos, siguiendo la tradición regional de utilizar pasta de maíz para elaborar artesanías, dígase religiosas o comerciales. El milagro que se narra aparentemente ocurrió en 1656.

En cuanto a Vasco de Quiroga, él es uno de los personajes más ilustres de Michoacán en el siglo XVI. Por su labor evangelizadora y su excelente trato con los purépechas le valieron el apodo de Tata Vasco. Nació en Madrigal de las Altas Torres, provincia española de Ávila, posiblemente en 1470, y murió en Uruapan, en 1565.