Un blog de mitos, leyendas, costumbres y tradiciones de México

Entradas etiquetadas como ‘Archivo fotográfico de Homero Adame’

El espíritu de la lechuguilla

Leyenda de la lechuguilla escuchada en Villa de Guadalupe, SLP

El ixtle era el porvenir de esta comunidad; aquí la gente vivía de tallar la lechuguilla y la palma –cuenta don Antonio Martínez, de Villa de Guadalupe–. La fibra tenía mucho valor en aquel tiempo; muchos compradores llegaban de todas partes porque era muy resistente para hacer costales. La gente de aquí hacía costales y mecates, pero también llegaban gentes de Ahualulco a comprar la fibra porque allá la beneficiaban; la llevaban en recuas de burros hasta Ahulaulco, a las haciendas de beneficio de Ahualulco. También venían para acá muchos mineros de Zacatecas para comprar las cuerdas muy macizas de la fibra de lechuguilla; ellos dejaban buen dinero a los comerciantes de aquí.

Ahora dicen que ya se acabó la lechuguilla; eso no es cierto: la lechuguilla no se acabó, todavía hay mucha. El petróleo fue el que la tumbó. Cuando al presidente Alemán se le ocurrió explotar el petróleo, muchos ingenieros idearon la manera de hacer mecates con fibra de petróleo y desde entonces se fueron acabando los talladores. Este pueblo se vino abajo. El licenciado Alemán trajo mucho progreso al país pero a nosotros nos amoló igual que amoló a muchas otras comunidades.

La lechuguilla no se ha acabado porque todavía hay mucha; todos los cerros que usted ve cerquita de aquí son puros lechuguillales enormes. Todavía se explota un poquito la fibra; aquí en la Villa habrá tres o cuatro talladores y ellos ahí venden mecatitos y también fibras para lavar los trastes. Casi no sacan mucho dinero, pero de eso viven y la mayoría son puros viejitos que toda su vida fueron talladores.

Esto que le digo de Miguel Alemán fue cierto, pero lo que mucha gente no sabe es que también la lechuguilla tiene un espíritu, el espíritu de la lechuguilla, ¿verdad? Este espíritu siempre fue muy beneficioso para nosotros, era como nuestro benefactor; entonces la gente lo trataba bien y él trataba bien a la gente, por eso en aquellos años había mucha prosperidad aquí en la Villa. Pero cuando el presidente Alemán descubrió el petróleo y lo explotó con sus ingenieros, ellos idearon la manera de desaparecer la lechuguilla, como ya le dije. Vinieron una vez unos ingenieros con tambos de petróleo y lo regaron en los cerros y le prendieron fuego. De esa manera ellos violaron al espíritu de la lechuguilla para matarlo porque el dios de ellos era y sigue siendo el petróleo; el dios del petróleo es también el dios del dinero, ¿verdad? Y desde entonces ya no hay talladores, ahora la gente prefiere comprar cuerdas de petróleo que no sirven para nada porque no amarran bien y también se amuelan con el sol.

Pero yo le voy a decir una cosa, y esto va a ser cierto aunque a mí ya no me va tocar vivirlo: la lechuguilla sigue viva en los lechuguillales y el espíritu está muy fuerte y algún día, cuando se acabe el petróleo, la gente va a volver a trabajar la lechuguilla y entonces, yo espero, esta villa va a entrar en prosperidad de nuevo.

«El espíritu de la lechuguilla» es una leyenda recopilada por Homero Adame y publicada por la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de San Luis Potosí en la plaquette Leyendas del Festival del Desierto, en la colección “Cantera la Voz”, como parte del Programa de Fomento a la Lectura durante la Feria del Libro de Matehuala, 2005.

Las fotografías fueron tomadas por Homero Adame en el Altiplano potosino.

Conferencia sobre haciendas del Altiplano colindantes con Coahuila

El contenido de esta charla histórica de Homero Adame con Arturo Villarreal de la Secretaría de Cultura de Coahuila está basado en la investigación de varios años sobre las haciendas ubicadas en las regiones áridas de Coahuila, Nuevo León, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas, investigación que se vio fructificada en la publicación de dos libros y hay todavía material suficiente e inédito para dos o tres tomos más que, tal vez, algún día serán publicados:

Haciendas del Altiplano – historia(s) y leyendas. Tomo I – Grandes latifundios virreinales

y

Haciendas del Altiplano – historia(s) y leyendas. Tomo II – de la Independencia a la Revolución

Leyendas zacatecanas: El hacedor de lluvia

EL HACEDOR DE LLUVIA

(Leyenda de Villa de Cos, Zacatecas)

 

Aquí es una tierra muy seca, pero hay aguajes de la antigua hacienda de Illescas, de la de Sierra Hermosa y hasta de la de Guanamé; aquí pues es el desierto y no es muy llovedor, ¿verdad? Pero cuentan que mucho más antes había gente que sabía traer la lluvia. Como por ejemplo hubo un hombre, que yo creo que era indio de no sé qué tribu –porque antes había aquí varias tribus, unos de Zacatecas [zacatecos o caxcanes] y otros de por el rumbo aquí del estado de San Luis [huachichiles]–. Entonces dicen que los hacendados de Illescas mandaban traer a uno de esos hombres que vivía en un ranchito serrano de Villa de Cos –está del lado zacatecano– para que hiciera llover y se llenaran los aguajes porque había temporadas muy largas de sequías muy duras –explica la Sra. Inés Sosa Domínguez, radicada en Santo Domingo, SLP.

Este hombre sabía las danzas de la lluvia. Pero eran danzas no como de los matachines o las pastorelas que van a Catorce a las festividades de San Panchito, o los matachines que bailan aquí el 4 de agosto en la fiesta patronal. No, ese hombre que le digo era pues hacedor de lluvia porque él sabía bailar, y dicen que lo llevaban primero a la hacienda y luego a los aguajes de la hacienda. Aquí mero en Santo Domingo estaba uno de los aguajes –todavía quedan partes de las ruinas del aguaje que le digo, vaya a verlo al ratito, está de aquel lado–. Entonces ese indio zacatecano –habrá sido huichol a lo mejor–iba a los pueblos y las haciendas y ponía sus no sé, serían monitos o las plumas de algunas aves, y luego prendía candelas y que hacía un círculo con braceros y que echaba una plantita seca que creo le llaman «istafiate». Y el hombre se ponía a bailar con sus cascabeles aquí en las pantorrillas y tocaba un tamborcito. Bailaba, bailaba y bailaba toda la tarde cuando había tarde de nubes, y ya para cuando empezaba a pardear la tarde, cuando se metía el sol, empezaban los rayos y los truenos y es cuando él echaba más hojitas del istafiate ese que le digo en los braceros y de rato empezaba la lluvia. ¡Y eran aguaceros, grandes aguaceros de los que ya no se ven!, pero tampoco eran culebras, de esas culebras de agua; eran lluvias fuertes que se lograban gracias al conocimiento –o sería la magia– de ese indio del rumbo de Zacatecas que le digo. Pero se acabó o se habrá muerto o quién sabe qué habrá sido de él porque de esto que le digo fue hace muchos años, muchos muchos años. Entonces a lo mejor ya no quedó alguien que siguiera la costumbre de él o alguien a quien él le haya pasado el conocimiento ese de hacer llover. Y pues se acabó él y luego se acabaron las haciendas, y los aguajes pues ya quedaron abandonados y con eso se acabó la lluvia que este señor sabía traer.

Y ahora las lluvias vienen nomás de vez en cuando, pero ya no tanto como en aquel tiempo cuando ese hombre que le digo sabía cómo organizar las nubes para que cayera el agua e inundara todo este rumbo y llenara los aguajes.

 

Los llamados «graniceros» o «teciutleros» (cuyo origen viene de los teciuhtlazque nahuas) son personas que, entre otras funciones, tienen el conocimiento para hacer llover y todavía en la actualidad existen por doquier. La narración que tenemos enseguida nos habla de un granicero, y sus rituales, que era contratado para traer los chubascos a la región de Villa de Cos, Zacatecas y Santo Domingo, SLP, una de las más áridas del Altiplano. No sabemos a cuál etnia haya pertenecido, pero entre corchetes pusimos las posibilidades.

Leyenda tamaulipeca: La luz errante

LA LUZ ERRANTE

(Leyenda de Jaumave, Tamaulipas)

Parroquia de Jaumave, Tamps.

No, mi amigo, por estos rumbos no hay cuevas ni cosas grandes de los indios de antes –afirma el Sr. Félix, un campesino que vive en Pentezuela–. Quién sabe si esos indios se bañaban en las aguas éstas. Lo que sí hemos visto son pedernales así d’este tamaño. Cuando uno anda en la labor luego se los encuentra por ai tiraos. Son las mentadas puntas de flecha de los indios. Allá p’aquel lao, en aquellos cerros altos, sí hay cuevas y pos cuentan cosas que se han hallao ai dentro. Pa’ que le voy a echar mentiras, yo no he entrao en ellas. Ni siquiera sé con esatitud ónde quedan.

Lo que sí hemos mirao aquí es la luz errante. Todos los rancheros de aquí hasta Burgos y San Carlos l’han visto alguna vez. Mire, ai onde andan aqueos caballos (una planicie desmontada que rodea el baño) yo he visto la luz errante en la noche. Se ve clarita. Uno pos sí se asusta las primeras veces, pero como que luego le agarra uno confianza porque esa luz es buena para uno; lo acompaña por las veredas, siempre adelantito de uno. Quién sabe qué será, pero es una luz buena que ayuda al que anda en el monte por la noche, o al que anda perdido. (Leyenda recopilada por Homero Adame.)

La luz errante. Dibujo de Jennifer Hennen

El ignis fatuus es una manifestación sobrenatural nocturna que en muchas ocasiones se le ve acompañando un funeral –a guisa de mensajero de la Muerte– o también como un espíritu de la naturaleza –como en el folclor del Noreste de México–. En esta región del país se le llama “la luz errante”, aunque se le da distintos nombres y aparece con características similares en todas las mitologías del mundo.

Contada con el sabor propio y regional de quien la haya presenciado, todos concuerdan que se le ve en el monte, en áreas despobladas; incluso se dice que algunos pilotos en pleno vuelo la han mirado sin saber exactamente qué es, ni cómo surge ni de dónde sale.

En la actualidad, con tantas historias de ovnis que escuchamos por doquier, ya casi nadie habla de la luz errante, pero para muchos ésta seguirá siendo uno de los misterios más extraños que tenemos a nuestro alcance.

Leyendas indígenas: Una maldición huichol

LA MALDICIÓN DE UN MARAAKÁME

(Leyenda de Poblazón, municipio de Catorce, SLP)

Hacienda La Poblazón. Foto de Homero Adame

Bueno, aquí no es exactamente pasadero de los huicholes; ellos más bien tienen su ruta más abajo y suben a su cerro quemado por aquel lado de la sierrita. Pero como desde siempre los hemos visto –digamos que allá por la estación [Catorce], o en Coronado o en Wadley, que también es estación–, pues nosotros nos enteramos de cosas de ellos. Pero acá nosotros tenemos una plática, que ya platicaban los viejitos de más antes, de un brujo de los huicholes que puso una maldición –anticipa el Sr. Asunción Mata Colunga, de Poblazón, municipio de Catorce.

Resulta que cuando las minas de plata de buena ley estaban en pujanza, andaban los encomenderos muy bravos atrapando indios para hacerlos esclavos y que trabajaran en las minas de Catorce, de La Luz y hasta de [Villa de] la Paz; muy méndigos esos encomenderos. Entonces resulta que venían los huicholes en grupo, todos ajilados, porque andaban cortando esa biznaguita que le mentan “peyote”, y un encomendero español los atrapó para llevarlos a las minas –creo que era el capataz de “La Purísima” o “San Agustín”, unas minas de mucha bonanza–. Pero primero se armó el pleito, pero como los huicholes son muy pacíficos, entonces los atraparon bien facilito.

 

El pueblo fantasma. Foto de Homero Adame

Bueno, la cosa estuvo en que entre los esclavos andaba el brujo de ese grupo de huicholes, y sabrá Dios nuestro Señor qué habrá dicho el brujo aquél en su idioma, que al poco tiempo se acabó toda la pujanza de las minas. No’mbre, nos platicaban los viejitos que el Real se quedó bien solo, todo abandonado, porque la plata se desapareció –o se habrá escondido– y todo por la maldición que echó ese brujo huichol que le digo.

 

No, esas son cosas que uno no entiende, pero muy fuertes las cosas que saben los brujos, y más las de los huicholes porque ellos se comunican con muchos espíritus y los espíritus de la tierra, del agua, del viento, del peyote los escuchan.

 

Objeto ritual huichol. Foto de Homero Adame

La palabra maraakáme en lengua huichol o wirrárika significa chamán o guía, y se le atribuye al sabio de una comunidad, que por sabio no necesariamente es un “brujo”, según el contexto e interpretación que en lugares cristianos se les da. En las sierras donde habitan los huicholes seguramente existen infinidad de historias sobre sus chamanes, pero no parecen ser comunes en los pueblos del Altiplano potosino. Por tal motivo, el relato que acabamos de leer resulta muy interesante, ya que nos habla de un brujo (sin duda un maraakáme) y una maldición tan fuerte que acabó con la riqueza de Real de Catorce.

Leyendas morelenses: El nagual y el chamuco

EL NAGUAL Y EL CHAMUCO

(Leyenda escuchada en Chalcatzingo, municipio de Jantetelco, Morelos)

 

No, que yo sepa por aquí no hay nada de aparecidos, ni de ruidos ni cosas malas. Yo he andado mucho por todos estos rumbos y nunca me ha tocado nada. Me gusta a mí mucho tirar y luego salgo ya en la tarde al conejo; ando yo por el monte, subo los cerros, pero lo único malo que me ha tocado ver son las víboras porque ni los tejones son malos, ¿eh? Ah, pero eso sí, el chamuco y el nagual sí son cosa de cuidado; son espíritus malos, muy malos –afirma el Sr. Ricardo Rey, quien anda pastoreando en las cercanías de la zona arqueológica de Chalcatzingo. (Blog de Homero Adame.)

Mire, aquí nos ha tocado que el nagual anda convertido en perro. Hace poquito, era un martes, como a eso de las doce de la noche que oigo un ladrido muy feo y que salgo a ver qué era. No’mbre, era un perrote pero feo de a tiro; no era un perro de acá porque uno los conoce a todos. No, ese era un nagual. Le digo, salí yo a ver qué era y se vinieron mis perros también –cuatro perros tengo–, la luna estaba brillante y se veía así como de día. No’mbre, que veo yo a ese perrote y que le tiro una pedrada y que los perros míos como que quisieron aventársele, pero, mire usted, no va a creer que nomás se le acercaron y que corren los cuatro bien asustados y se vinieron acá detrás de mí. Era un perrote blanco y alcancé a mirar que sus ojos eran como de tizón prendido, rojos rojos. Pero los vi yo de reojo porque el nagual nunca te da los ojos, nunca te mira de frente, pero como esa noche estaba la luna brillante y cuando mis perros se le aventaron entonces miré yo como que sus ojos de él eran como tizón y por eso supe que era el nagual.

La otra cosa es el chamuco. Aquí sabemos que sale allá por aquellos cerros y se ve como una lamparota. Es así como un bulto de luz y dice cosas, pero no se le entiende lo que dice. Quién sabe, pienso yo que ahí donde sale ha de tener la entrada al infierno, en una cueva que nadie conoce nomás que él y ni uno ni de loco se atreve a ir a buscarla, ¿eh?

Leyenda del Curro, en Coahuila

EL CURRO

Leyenda de Venustiano Carranza, Viesca, Coahuila

Así de historias o leyendas de Hornos, dicen que se aparece un señor muy elegante al que le dicen “el curro”, según dicen que se aparece o sale tipo como espanto –dice la Sra. Myriam Cervantes, radicada en Torreón.

Mucha gente cuenta que lo han visto que aquí, que allá, que más allá, o sea que sale en muchos lados, como en ese lugar que conocemos como “El mirador” o en la calle frente al templo, caminando por la plaza, y creen que sea el fantasma de uno de los hacendados. Algunos han dicho que también lo han visto que sale a pasear en un caballo, pero lo que más se cuenta es que lo ven parado por ahí. (Leyenda en un blog de Homero Adame.)

También le dicen “el catrín” porque anda vestido de negro muy elegante, con sombrero negro y siempre fumando un puro. Y quienes lo han visto dicen que huele a puro como si alguien estuviera fumando y, la verdad, sí ha de ser el fantasma de un hacendado porque esas gentes eran muy ricas, vestían elegantes y tenían para comprar puros.

La ex hacienda algodonera de Hornos, ahora en ruinas, se ubica en Venustiano Carranza, municipio de Viesca, Coahuila.

Puedes leer otra versión de esta misma leyenda siguiendo este enlace: Mitos y leyendas de Coahuila: El curro.

Leyendas del estado de Hidalgo: Los Frailes

Leyenda de Los Frailes

(Municipio de El Arenal, Hidalgo)

Bueno, de esos peñascos que pregunta, sí, tienen su historia, bueno, más bien su leyenda porque de historia, historia la verdad no sé, pero de las leyendas sí –anticipa el señor Ramón Uribe, en San José Tepenené–. Mire, usted bien ha de saber que las leyendas tienen muchos cambios porque yo las cuento de una manera, usted de otra, y otra gente la cuenta como ellos quieren o como se la saben, ¿verdad? Y esta leyenda de los picachos o peñascos que les dicen que los frailes, o sea que es la leyenda de unos frailes.

Una de las leyendas dice que hace muchos, pero ya muchos años estaban los frailes agustinos construyendo sus conventos y que ya habían terminado el de Atotonilco el Grande y entonces mandaron a la gente a otras partes a poner más conventos, ¿verdad? Un grupo de frailes y monjas se vinieron para acá, bueno, iban a Actopan a construir el convento, y ahí iban ellos en peregrinación y dormían donde les cayera la noche. Entonces una noche un fraile y una monja se hicieron ojitos, se fueron a lo más oscurito y como todo hombre y mujer que se gustan y tienen sus deseos, estos dos tuvieron allí su amorío aunque fueran religiosos. Pero el fraile principal –ese que parece que le dicen que el prior– se dio cuenta y les puso una santa regañiza por pecadores y dijo un conjuro tan fuerte que la tierra tronó y el fraile y la monja se quedaron convertidos en piedra. Eso dice una leyenda. (Recopilada por Homero Adame.)

Aquí le va otra, parecida, pero un poquito diferente: cuando estaban los frailes construyendo el convento de Actopan siempre tenían que ir a donde fuera a traer agua o materiales para la construcción. Resulta que uno de ellos se fue más lejos y subió a los cerros y arriba se encontró a una muchacha muy chula y con ella rompió sus votos de la castidad. Dicen que del cielo cayeron dos rayos que convirtieron al monje y a la muchacha en piedra.

Ahora, la verdad es que eso de los picachos con esa forma viene de mucho más antes, o sea que son muy pero mucho muy antiguos y sabemos por acá que hay historias que cuentan los inditos otomíes en su lengua, su lengua que nomás ellos entienden y uno se entera porque luego hay gente que cuenta las historias de ellos pero ya en español, ¿verdad? Aquí le va una de esas leyendas de los otomíes:

Según cuentan ellos, los otomíes de más antes llegaron a lo que es el Valle de Mezquital donde pusieron sus ranchitos y empezaron a cultivar las tierras. Pero había muchos de ellos que todavía no se acostumbraban a estar en un solo lugar y se iban de cacería a los montes, a las serranías. Muchas veces se iban los hombres solos o también se llevaban a sus mujeres y familias porque se iban mucho tiempo a la cacería y regresaban al pueblo con las pieles para cubrirse en los inviernos. Algo así dice la historia. Pero la leyenda de los picachos que cuentan los otomíes tiene que ver con dos de ellos que eran digamos que marido y mujer y andaban en la punta del cerro con sus chilpayates; eso fue una tarde que empezó a tronar muy feo, con rayos y lluvia. No había donde guarecerse de la tormenta y tuvieron la mala fortuna de que un rayo los mató. Estaban ellos abrazados y el rayo los partió, o sea que los separó. Cuando terminó la tormenta llegaron otros compañeros y los encontraron bien tiesos, así como carbón; no los enterraron porque antes los otomíes no tenían esas costumbres. Los dejaron allí. Y bueno, ya con el tiempo, el sol y la lluvia los cadáveres carbonizados fueron creciendo tanto que se volvieron de piedra y los demás otomíes empezaron a venir a estos rumbos a venerar a sus antepasados, o sea a esa pareja, y también a los chamacos que desde acá no se ven pero allá están, también vueltos piedra. Y es así como empezaron a quedarse los otomíes en estas tierras que ahora son los pueblos de San José Tepenené, El Arenal, Actopan y muchos más antes de que llegaran los frailes españoles con sus ideas, su religión, su cultura.

 

Nota: la segunda fotografía que acompaña este texto fue tomada del blog De ruta por México. Que el enlace sirva de agradecimiento a su creador.

Agustín de Iturbide y Padilla, Tamaulipas

Padilla, a la sombra de la muerte de un caudillo (más…)

El milagroso San Antonio de Padua

San Antonio de Padua, quien en realidad debería ser conocido como San Antonio de Lisboa por haber nacido en la capital portuguesa en 1191, falleció en Padua, Italia, el 13 de junio de 1231. Fue predicador de la orden franciscana, doctor de la Iglesia y canonizado como santo el 30 de mayo de 1232, siendo Papa Gregorio IX.

 

 

San Antonio es uno de los santos más populares del catolicismo gracias a los muchos milagros que se le atribuyen. Ayuda a encontrar objetos perdidos, es santo protector o patrón de los viajeros, panaderos, papeleros, de mujeres estériles y, sobre todo, es el santo favorito para quienes buscan pareja, es decir se le invoca e intercede para hallar una buena esposa o un buen esposo.

 

 

Muchas de las costumbres relacionadas con San Antonio de Padua para pedirle favores es llevarle ofrendas florales y hacerle una promesa a cambio. Si concede el favor, entonces hay que cumplirle con lo que uno le prometió. Muchas personas incluso elaboran personalmente o mandar hacer un ex-voto o retablo como recuerdo y testimonio del milagro concedido.

 

 

 

Le dicen el santo «casamentero» porque muchas personas, principalmente mujeres, le piden a San Antonio les ayude a conseguir novio, pareja o marido. Pero, si se dan cuenta que el santo no pone atención o se tarda en conceder lo solicitado, lo voltean de cabeza o lo ponen de espaldas como castigo hasta que les cumpla. Y dicen, dicen, que tarde o temprano sí cumple.

 

 

También cuentan que a San Antonio en realidad no le gusta que lo “castiguen”, sino que prefiere que le enciendan una vela mientras se hace la petición y así se siente más apreciado y cumple sin “respingos”.

Miguel Hidalgo en Salinas, SLP

ruta-hidalgo-salinas-1La Ruta de Hidalgo - libro de Homero Adame 2010

Esta información y mucha más de oralidad sobre el paso de Miguel Hidalgo, Ignacio Allende y otros héroes de la Independencia a principios de 1811 por tierras de San Luis Potosí (del Altiplano potosino) fue publicada en el libro La ruta menos conocida de Miguel Hidalgo, de Homero Adame, SLP 2010.

En esta muestra del libro se aborda una breve reseña histórica de la ciudad de Salinas de Hidalgo y también se da un ejemplo de la tradición oral en esa población del Altiplano sur.

Los barcos de cristal – leyenda potosina

los-barcos-de-cristal-de-homero-adameEsta versión de la leyenda sobre el origen de las carabelas de cristal que existen en la capital potosina y fueron donados como ex-votos o retablos fue publicada en el libro Misterios, leyendas de San Luis Potosí, por graphSTYLE editores, 2014. La edición estuvo a cargo de Alejandro Castillo-Vela. En dicho libro, Homero Adame ofrece 35 leyendas potosinas en versiones hasta entonces inéditas.

Del paso de Miguel Hidalgo por Cedral, SLP

ruta-de-miguel-hidalgo-cedral-1-homero-adame

Si tienes interés en la historia oral relacionada con la Independencia y el paso de Miguel Hidalgo por tierras potosinas, o si tienes interés en saber sobre la historia de Cedral, SLP puedes consultar el libroLa Ruta de Hidalgo - libro de Homero Adame 2010 La ruta menos conocida de Miguel Hidalgo, historia oral en el Altiplano potosino, de Homero Adame, publicado en 2010 como parte de los festejos del Bicentenario en San Luis Potosí y en México.

Para hacer un libro de oralidad de estas características, el investigador e incansable viajero hizo un exhaustivo trabajo de campo por toda la ruta que siguieron Miguel Hidalgo, Ignacio Allende y otros supuestos héroes de la Independencia a lo largo de tierras ahora potosinas, del desértico Altiplano, en aquel entonces incluidas en la Intendencia de San Luis Potosí (supuestos héroes porque ellos no lucharon por la independencia, como sugiere la historia oficial, sino por otros ideales). En este ejemplo se habla sobre la historia relacionada con Cedral, donde Miguel Hidalgo y algunos de sus acompañantes pernoctaron una noche de febrero de 1811 antes de seguir su camino hacia Coahuila, vía la hacienda El Salado, el punto más septentrional que tocaron en San Luis Potosí.

Nota: la foto de la imagen de Miguel Hidalgo en un monumento fue tomada en la plaza de Portezuelos, municipio de Cerro de San Pedro, SLP, y forma parte del archivo fotográfico de Homero Adame.

El primer pino navideño en México

¿Sabes cuándo se colocó el primer árbol de Navidad en México?

¿Sabías que el pino navideñopresidente-mexicano-maximiliano-de-habsburgo, igual conocido como “árbol de Navidad”, no es una tradición de origen mexicano, como tampoco lo es el Nacimiento? ¿Cómo llegó a México? ¿Desde cuándo se arraigó en nuestra cultura? Por extraño que parezca –porque hay mucha gente que incluso siglo y medio después oblitera un pasaje de nuestra historia–, el pino navideño a tierras mexicanas gracias a un austriaco, a un archiduque de los Habsburgo que fue Emperador de México durante el breve Segundo Imperio.

El origen de los Nacimientos se puede rastrear fácilmente con Giovanni Bernardone (1182-1226), mejor conocido como San Francisco de Asís (puedes leer al respecto en este enlace: Los Nacimientos en México)Nacimiento de Demetrio Velázquez en Linares, NL - Foto de Homero Adame. Mientras que el origen de la tradición relacionada con el árbol de Navidad es más difícil de precisar, pero es también europeo, germánico. Se dice que los antiguos germanos –tal vez visigodos u ostrogodos–, durante el solsticio de invierno (21 de diciembre) hacían rituales relacionados con la renovación de la vida con el propósito de pedir a las deidades el retoño de las plantas y la victoria de la luz sobre las tinieblas, para ello adornaban árboles de pino o abeto con objetos brillantes y velas encendidas, y danzaban alrededor de tales árboles. Otra interpretación afirma que los antiguos germanos solían colocar velas y pan en los árboles durante las noches de invierno para que los viajeros o peregrinos pudieran seguir su camino y alimentarse.

Aún más, royal-christmastreeuna leyenda alemana cuenta que San Bonifacio (obispo y mártir inglés 680–754) llegó como misionero evangelizador a territorios que hoy pertenecen a Alemania. Para demostrar la superioridad de su fe, en el pueblo de Geismar cortó de raíz un encino que era sagrado para los lugareños, pues a sus pies los habitantes solían depositar ofrendas y hacer sacrificios paganos cada año. Los nativos, indignados por tal atrevimiento, quisieron linchar al misionero, pero San Bonifacio no sólo logró calmarlos con su elocuencia, sino que los convenció de la llegada del hijo de Dios para salvar a los fieles y de que cuán necesario era desterrar a otras deidades no cristianas. La horda de paganos, creyendo un poco en sus palabras, lo ayudó a plantar un pino en el mismo lugar donde había estado el encino sagrado. San Bonifacio quedó muy complacido con la afabilidad de los lugareños, y jamás se dio cuenta de que, muy en el fondo, esa gente dedicó el pino recién plantado al divino Yggdrasi, el gran árbol que era en sí una de sus principales deidades paganas.

Tradición navideña

El árbol de Navidad doctor-martin-luther-and-family-in-wittenberg-at-christmas-1536como parte de las tradiciones navideñas se arraigó en Alemania y en otros países aledaños, como Austria y la parte alemana de Suiza. En el siglo XVIII llegó a los Estados Unidos, años antes de llegar a otros países europeos, como Francia, Dinamarca o Suecia. En Inglaterra se colocó el primer pino navideño en 1840, en el castillo de Windsor, gracias al príncipe Alberto, consorte de la reina Victoria. El príncipe Alberto era originario de Alemania. El ejemplo fue adoptado rápidamente por la aristocracia británica y luego por el pueblo, y en pocos años se extendió a todas las colonias del Reino Unido.

Primer árbol de Navidad en México

Para las fiestas navideñas de 1864, el Palacio Imperial de Chapultepec, remodelado al gusto de Maximiliano I de México y su esposa Carlota, presentó algo extraordinario, algo que los mexicanos no habían visto jamás: un gran pino colocado al centro de uno de los salones del palacio, y el pino decorado con listones, velas, frutas y regalos a sus pies.

Los aristócratas mexicanos que tuvieron oportunidad de ver ese árbol navideño de inmediato adoptaron la idea y colocaron en sus casas y mansiones uno similar. Así empezó esta costumbre europea, desconocida en el país, traída a México por veracruz-1864-llegada-maximiliano-memoriapoliticamexico-org-2-aguapasadaMaximiliano de Habsburgo y Carlota de Bélgica.

Bien sabemos que el Segundo Imperio Mexicano fue corto. A partir del fusilamiento en el cerro de las Campanas en Querétaro, en 1867, de inmediato el gobierno de México trató de erradicar algunas costumbres europeas traídas por el Emperador y su corte, y es así como el uso del árbol de Navidad empezó a caer en desuso y se recuperó la tradición del nacimiento, más arraigada desde la época virreinal.

Sin embargo, en 1878 reapareció públicamente un árbol de Navidad ornamentado para las fiestas. Éste fue obra de Miguel Negrete –rival político de Porfirio Díaz–, quien lo adornó de manera tan espectacular que fue mencionado en varios periódicos y visitado por muchísima gente.

Así, más de 150 años después de que el Castillo de Chapultepec se viera engalanado con el primer árbol de Navidad, hoy en día los hogares mexicanos se decoran con pinos o con nacimientos, según la preferencia familiar, aunque también es común que en muchas casas o comercios coloquen pinos y nacimientos para celebrar el natalicio de Jesús.

Nota: las imágenes fueron tomadas de diversos sitios de Internet. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a cada una de ellas.

Foto de Maximiliano I de México: Presidentes.mx.
Foto de Nacimiento: Blog de Homero Adame.
Foto de familia alrededor de un pino de Navidad: The History of Christmas Trees.
Foto de pino navideño en mesa: «The Minnigerode» and the Christmas Tree.
Foto de  Maximiliano I y Carlota llegando a México: Fotogalería de El Excelsior.

LOS ACERTIJOS: juegos tradicionales mexicanos

LOS ACERTIJOS, esos juegos difíciles de la inventiva mexicana

Texto y fotografías: Homero Adame

¿Cuándo fue la última vez que tuviste en tus manos uno de esos juegos artesanales de alambre que son difíciles de resolver? Acertijos - juegos tradicionales - foto de Homero Adame (4)Muchos lectores jóvenes tal vez ni los han visto, pero los que pasan de los 35 años de edad seguramente los recuerdan. En Pátzcuaro nos tocó conocer a Rogelio Acuña, un hombre que desde hace más de una década se ha dedicado a elaborar y vender los “acertijos”, “rompecabezas” o “laberintos”, como él los llama. Según nos comenta, quedan pocas personas que viven de este tipo de juego artesanal y sólo sabe de otros colegas artesanos en Tlaquepaque, en el Distrito Federal, en Veracruz y en Chihuahua.

Don Rogelio tiene a la mano el material necesario para elaborar los acertijos: alambre y pinzas, además de algunos elementos decorativos que añade en ciertos juegos, como las canicas. En su pequeño puesto en el Portal Guerrero, frente a la plaza Vasco de Quiroga, vemos tres líneas de acertijos, en una están los que cuestan cinco pesos y son evidentemente los más fáciles tanto de fabricar como de resolver, en otra línea se encuentran los de 10 pesos y en la tercera los de 20, que son los más complicados. Acertijos - juegos tradicionales - foto de Homero Adame (1)Entre los juegos podemos mencionar algunos de figura clásica como son los clavos, la pistolita, las tijeras, el corazón, la mano, el avión, la bicicleta, el cohete y la cruz. Mientras que en el grupo de los muy difíciles encontramos: el imposible, el súper difícil, la escalera china y la mano difícil. Aunque muchos de ellos son comunes entre los vendedores y entre quienes nos tocó jugarlos en nuestra infancia, don Rogelio ha ideado algunos diseños propios como la oruga (inspirada en “Katy la oruga”, un personaje infantil de la televisión), el resorte, el pie, la guitarra, las esposas; y en ciertos casos tomando como referencia algunos de los ya existentes como por ejemplo el imposible 2, que es una variante del imposible, o la escalera china con otras variantes para hacerla aún más complicada. También algunos diseños han surgido por petición de alguien en particular, como por ejemplo el clip, que fue idea de un cliente que al traer dos clips le pidió que le hiciera un juego con ellos.

Nos explica don Rogelio que hace muchos años llegaba a Pátzcuaro un vendedor de estos juegos acompañado por un ayudante, pero en una ocasión tal ayudante no vino y le pidió que si le ayudaba a elaborarlos y así fue cómo, sin proponérselo, se convirtió primeramente en aprendiz, en 1978, y luego en productor y vendedor, desde 1994.

Si para cualquiera de nosotros es difícil y tardado resolver un acertijo, ¿cuánto tiempo le toma elaborarlo a don Rogelio? Acertijos - juegos tradicionales - foto de Homero Adame (3)Responde que eso depende de cada figura; sin embargo, al día fabrica un promedio de 40 piezas que, para su causa, logra venderlas. Nos comenta que hay determinados acertijos que son tan complejos que sólo alcanza a fabricar cinco de ellos en un día, pero suelen ser bajo pedido ya que el cliente ocasional difícilmente los compraría y no por el precio, que es bajo, sino porque resulta muy trabajoso resolverlo.

Siendo Pátzcuaro una ciudad muy turística, muchos de estos acertijos son adquiridos por extranjeros más que nada por curiosidad, mientras que los mexicanos los compran porque les gusta tratar de resolverlos y matar el tiempo de una manera creativa.

Dice don RogeliAcertijos - juegos tradicionales - foto de Homero Adame (2)o que no tiene algún aprendiz que siga con la tradición, pero hace algunos años un joven mexicano le pidió que le enseñara porque se iba ir a vivir España y quería venderlos allá. Esa persona ha vuelto a Pátzcuaro en varias ocasiones y le cuenta que sus juguetes han resultado todo un éxito en aquel país europeo. Añade también que llegan revendedores a surtirse para llevárselos a otras partes del estado o del país, donde les duplican o triplican el precio. Asimismo, comerciantes de otros países como Francia, China y Estados Unidos le hacen pedidos especiales y muy grandes con anticipación.

Como la época turística en Pátzcuaro no es continua todo el año, hay temporadas cuando don Rogelio se dedica a elaborar otro tipo de artesanías, además de que también le gusta hacer retrato a lápiz. Por el momento trae la inquietud de resucitar otro juguete tradicional que ya ha desaparecido de los mercados: la lanchita de latón que con el calor de una vela se mueve en el agua. Por más que ha buscado una de esas lanchitas en muchos lugares para tomarla como modelo, hasta ahora no la ha podido encontrar. A la mejor alguno de nuestros lectores que tenga una de ellas en su casa y algún día ande de paseo por Pátzcuaro pueda llevársela a don Rogelio para que saque el diseño y reviva esa tradición.

Hacienda de Illescas, historia y leyenda

Illescas 1 - haciendas de Homero AdamePortada del libro de Homero Adame - Haciendas virreinales en el norte de México

Una versión más completa de esta reseña histórica sobre Illescas fue publicada en el libro Haciendas del Altiplano, historia(s) y leyenda(s). Tomo I. Grandes latifundios virreinales, de Homero Adame, por la Secretaría de Cultura de San Luis Potosí y Conculta, 2012, con diseño de Susana Cerda.

Mitos y leyendas de San Luis Potosí – El cerro de La Pez

EL CERRO DE LA PEZ

Leyenda de Ébano, SLP

 

Para tratar de entender el porqué del nombre del cerro de La Pez, así como el origen del petróleo en esa zona de la Huasteca potosina, tal vez algunas leyendas regionales nos ofrezcan una explicación.

Una versión nos dice que en la época prehispánica los habitantes de la región, los téenek o huastecos, venían a venerar al cerro porque, según sus creencias, decían que el pez más grande que jamás haya existido en la laguna se convirtió en cerro, pero que era una Ébano, SLP - foto de Homero Adame (2)pescada. Aquellos huastecos, que eran pescadores, subían al cerro a dejarle ofrendas a esa diosa para con ello asegurar una buena pesca. Entre las ofrendas siempre llevaban un pescado fresco de cada captura y lo dejaban como alimento para el gran espíritu del cerro.

Otra leyenda explica que el nombre de la laguna, “Marla”, se debe a que el cerro no era un pez, sino más bien una sirena, una mujer pez que así se llamaba y se convirtió en cerro y desde entonces es la cuidandera de la laguna.

Siglos después, cuando descubrieron el petróleo, la gente creyó que el color oscuro en el suelo, el chapopote, era por la sangre que brotaba de la sirena. Muchos aseguraron que cuando perforaron el pozo número 1 le habían cortado una vena a Marla y por causa de su dolor y mucho enojo su sangre salía de color negro.

Book by Homero Adame

Notas:

1. Otra versión de esta leyenda fue publicada en Mitos, relatos y leyendas del estado de San Luis Potosí. Secretaría de Educación del Gobierno del Estado y Secretaría de Cultura. San Luis Potosí. 2007.

2. Cuenta la historia que el primer pozo petrolero que se abrió en México fue precisamente al pie del cerro de La Pez. Puedes leer al respecto siguiendo este enlace: El cerro de La Pez y el primer pozo petrolero mexicano.

Mitos y leyendas potosinos: Un ánima que buscaba confesión

UN ÁNIMA QUE FUE A BUSCAR CONFESIÓN

Leyenda de Moctezuma, SLP

 

Moctezuma, SLP - foto de Homero Adame en julio 2009 (13)Dícese que allá por 1923 se dio un caso muy extraño en Moctezuma, según platicaba el sacristán de aquella época. Acababa de pasar la fiesta patronal y la vida ya volvía a la normalidad. Sucedió una noche que el pueblo ya dormía cuando el padre Mesas escuchó que tocaron la puerta del curato y como Leandro, el mozo y sacristán, no se levantó, entonces el sacerdote mismo fue a ver quién era a esas horas de la noche, y pensó que sin duda se trataba de un moribundo o de alguien que se estaba muriendo en alguna ranchería y habían venido a buscarlo para que fuera a darle la bendición y ponerle los santos óleos. Se asomó el padre por el postigo y se dio cuenta que era un ánima que fue en busca de confesión. Leyenda recopilada por Homero Adame.

De acuerdo con lo que Leandro contaba a sus amigos, que según el padre Mesas le había dicho, éste confesó al ánima que le dijo: “Yo soy Fulano de Tal y vengo de tal parte y quiero confesarme con usted y con San Jerónimo”…

Al terminar la confesión, y luego de haber sido absuelta, el ánima dio vuelta y se fue como con el viento; se fue desapareciendo y lo último que el padre vio de ella fue que se dirigió rumbo al panteón.

 Moctezuma, SLP - fiesta de San Jerónimo - foto de Homero Adame (1)

Puedes leer más sobre Moctezuma siguiendo este enlace: Fiestas patronales de San Jerónimo

Leyendas de Tamaulipas: La Virgen del Chorrito

LA VIRGEN DE EL CHORRITO

Leyenda de Hidalgo, Tamaulipas

El Chorrito, Tamaulipas - foto de Homero Adame - blog 2 parte 1

El Chorrito, Tamaulipas - foto de Homero Adame - blog 2 parte 2

Las fiestas dedicadas a esta virgen, con sus peregrinaciones, son el 19 de marzo y el 12 de diciembre.

Supersticiones y leyendas de animales: El tecolote

EL TECOLOTE

Leyenda de Pinos, Zacatecas

El tecolote 1 - de Homero Adame

Este Supersticiones sobre animales en el desierto (2)relato fue publicado en el libro Creencias, mitos y leyendas de animales en el Altiplano, por la Secretaría de Cultura de San Luis Potosí a través de la Dirección de Publicaciones y Literatura, en 2015. Es un interesante y singular tratado de antropología, en el cual el autor se enfoca en un aspecto muy específico del folclor: las muchas creencias y supersticiones que existen sobre animales, pero vistas y narradas como leyenda, en muchos casos. Al final de cada uno de los 57 relatos que contiene el libro, Homero Adame, el “arqueólogo de la conciencia colectiva”, añade dos apartados: un comentario sobre el animal o insecto como motivo de leyenda o del folclor universal y la ubicación geográfica y el contexto histórico del lugar donde recopiló esos relatos.

El Señor de los Rayos – tradiciones mexicanas

EL SEÑOR DE LOS RAYOS

Centro de Peregrinaje en Temastián, Jalisco

 

No importa la hora ni el día de la semana. A lo lejos se oye el rumor de un autobús. Los comerciantes, tanto establecidos como ambulantes, se preparan a tener buenas ventas.

        Cuando el camión finalmente se estaciona, las personas bajan sin prisas y esperan. Al momento que el último pasajero baja, todos se organizan y empiezan su procesión a una hora predeterminada por ellos mismos. El desfile comienza con el estandarte al frente. Los feligreses, los músicos y el resto de los participantes, entre cánticos, oraciones y paso lento, se dirigen a la iglesia. Temastián, Jalisco - foto de Homero Adame (4)Al cruzar el umbral del atrio se observa un poco de desorden: unos siguiendo a pie, con reverencia, mientras que otros continúan su marcha de rodillas, hasta llegar al altar.

        Adentro de la iglesia los rezos y cánticos se escuchan como un murmullo unificado, aunque es individual y a ritmo propio, que puede extenderse por horas y sólo ser interrumpido por el tañer de las campanas o la misa que da inicio.

        Así se llega a Temastián, un rincón del extremo noreste de Jalisco, en el municipio de Totatiche; lTemastián, Jalisco - foto de Homero Adame (2)ugar de peregrinaje donde se venera al Señor de los Rayos. Hay otros peregrinos que prefieren venir en automóvil para una rápida visita, mientras no pocos tardan hasta tres o más días en su travesía a pie desde lugares como Valparaíso, Zac. o Aguascalientes.

        Sin importar la manera de llegar, el común denominador es la devoción y el fervor cristiano que está presente en todos y cada uno de los feligreses que han venido a encontrar alivio a sus penas, a solicitar un milagro o a pagar alguna manda pendiente. (Blog de Homero Adame.)

        La historia de Temastián está íntimamente ligada a las de sus pueblos vecinos: Totatiche y Villa Guerrero, ya que los tres fueron fundados como convento para evangelizar y castrar la libertad de los indígenas, todo por cuenta de frailes franciscanos, allá a finales del lejano siglo XVI. La fundación se hizo tomando como punto de partida a Colotlán, que para entonces ya fungía como centro religioso y «político».

        Extrañamente, de los tres pueblos el que menos ha crecido como tal a través de los siglos es Temastián, aunque de los tres fue el único que se convirtió en centro de peregrinaje. A esto la historia reciente lo fecha a partir de 1857, cuando se hicieron las primeras fiestas ya dedicadas al Señor de los Rayos. Sin embargo, de acuerdo a las leyendas, Temastián, que en náhuatl significa «el lugar de los baños» (de temazcal = baño y tlan = lugar) era desde tiempos remotos un sitio ritual donde las tribus llegaban una vez al año a venerar a alguna deidad. De hecho, los campesinos cuentan diferentes versiones, como la de que los indios tenían «un santo» al que visitaban, o la que dice que en este lugar los antiguos hacían sus mitotes para asegurar la caza y las lluvias. Lo extraño es que nadie mencione al lugar como sitio de baño o purificación. (Artículo de Homero Adame.)

        Posiblemente los frailes franciscanos, al darse cuenta que los nativos frecuentaban el lugar, tal vez en ciertas fechas rituales como solisticios y equinoccios, decidieron levantar ahí el monasterio, y poco a poco, con la conquista espiritual, simplemente cambiaron las fechas rituales y la deidad, dándole continuidad al peregrinaje. Este es un hecho que se presentó en casi todas las regiones del nuevo mundo, incluyendo santos o vírgenes que simplemente fueron inventados o suplantados por los conquistadores del espíritu.

        Aparte de la participación y observación de las actividades de los feligreses en la nave principal del templo, el lugar más interesante del santuario es el Salón de los Retablos, en donde se exhiben auténticas obras de arte hechas en muchas técnicas: fresco, grabado, lápiz, óleo, pirograbado, etc. sobre materiales tan variados como el lienzo, madera, papel, piedra o vidrio. Teniendo todos en común el agradecimiento por un milagro concedido.

        Los artistas de estas obras, tanto mexicanos como chicanos, son diversos, desde aquel que a ello se dedica de manera profesional o artesanal y recibe un pago por el trabajo, hasta los espontáneos que hacen su mejor esfuerzo para plasmar una imagen. Así vemos algunas obras sobre un mismo material, cortado de forma idéntica, en el cual se utilizan los mismos colores, donde sólo el texto cambia, lo que nos dice que fueron hechos por una misma mano, posiblemente de un «profesional». Pero sin duda las más interesantes son las hechas por los espontáneos, quienes además tienen una manera muy particular de usar el idioma y la ortografía, algo que es digno de verse y leerse, como aquel ex-voto que dice Temastián, Jalisco - foto de Homero Adame (3)«Doll gracias al Sr. de los Rayos por aberme alibiado a mi hijo de un paralis infatil. Jerez, Zac. Enero de 1959».

        Este salón de los ex-votos es también un marco ideal para observar los cambios tanto pictóricos como los de la vida diaria en el arte popular y en el país. Por ejemplo, en los dibujos vemos la variación en las modas, o los medios de transporte utilizados en diversas épocas de nuestra historia, desde la humilde carreta hasta el avión, pasando por el tren y el autobús, siendo este último el que más cambios ha sufrido en su forma. (Artículo de Homero Adame.)

        La fecha más antigua para uno de estos ex-votos parecer ser febrero de 1891. Y es digno de remarcar que las obras más antiguas se exhiben en un largo muro, donde no le llega la luz del sol que se filtra por las ventanas. Asimismo, las obras están protegidas bajo una larga «vitrina», lo que demuestra un sentido de conciencia y protección por lo antiguo.

        Para todo visitante es casi obligatorio entrar a esa sala, donde se palpa un mundo de emociones traducidas en el dolor y la gratitud. Además de los ex-votos, ahí también se observan carteras, cruces, diplomas, prendas de vestir, trenzas de cabello, trofeos, yeso para pierna o brazo, zapatitos de bebé, etc. como ofrenda a los favores recibidos. Esto nos lleva a la conclusión que una promesa se hace a cambio de un milagro, para que a la postre la promesa se transforme en ofrenda. Un ciclo muy interesante en la vida ritual de cualquier lugar de peregrinaje.

        Y siempre la pregunta flota en el aire: ¿Por qué se le llama Señor de los Rayos? Como respuesta están las leyendas populares, como aquella que todos los lugareños cuentan de que al Cristo crucificado una vez le cayó un rayo y nada le pasó. Hay otras personas que dicen que hace muchísimos años, en esa región caían muchos rayos hasta que llegó la imagen y todo se calmó. Dichas leyendas son variadas en su contenido y desenlace, y no faltan las que dan una interpretación más profunda, como la que dice que al Cristo se le llama así por los rayos de luz que nos llegan de él cuando nuestra devoción es grande. Sin embargo, no falta el que asegura que esas leyendas son puros cuentos y el mote del Señor de los Rayos lo tomó de su corona compuesta de tres grupos de siete rayos cada uno; corona que por cierto da dos números mágicos dentro del ritual cristiano: el tres y el siete.

        Sin embargo, los datos históricos y algunas leyendas asentadas en un libro titulado «Historia de la Venerable Imagen del Señor de los RayosSeñor de los Rayos en Temastián, Jalisco (2)«, escrito por el canónigo Luis Enrique Orozco, libro que se puede adquirir en la tienda parroquial, dicen que originalmente a la imagen se le llamaba «El Señor del Rayo» hasta que se pluralizó a partir de una tempestad que se abatió sobre unos misioneros que estaban dando catecismo bajo un mezquite, cuando un rayo se estrelló en la imagen, rajando la cruz, que todavía se conserva en el altar principal.

        El porqué del nombre a nadie parece interesarle, lo que importa es venir a venerar al Cristo que otorga muchos milagros y además ofrece 100 días de indulgencia a todo aquel que a sus pies le rece un Credo. Cualquier día es bueno para visitarlo, pero muchos prefieren hacerlo durante las fiestas, que tradicionalmente se llevan a cabo el jueves de la Asunción, empezando tres días antes. Para esas fechas, la multitud es tal que las misas se tienen que celebrar al aire libre, en el atrio, pues la iglesia no da abasto a tanta gente.

        Los peregrinos llegan de cualquier parte de la república y pernoctan donde sea posible, preferiblemente en la Casa del Peregrino, pero si ya no hay cupo lo hacen bajo cualquier techo, en casas particulares o incluso a la intemperie. También en esos días llegan muchos vendedores ambulantes que ofrecen alimentos, veladoras, productos religiosos, etc., sin faltar los que venden baratijas. Por el contrario, en cualquier otro día del año, todo es muy tranquilo y el visitante puede tomarse todo su tiempo para conocer el templo, el Salón de los Retablos y sentir el silencio solo quebrantado por la campana o el murmullo de algún feligrés.

Como dato adicional es bueno saber que las fiestas tradicionales se llevan a cabo el 11 de enero y el jueves de la Ascensión (40 días después del domingo de Resurrección), fechas multitudinarias llenas de colorido, folclor y fe.

 

CÓMO LLEGAR A TEMASTIÁN

√ Viniendo de Guadalajara o Zacatecas, tome la carretera # 23 que va a Jerez y Tlaltenango. Cerca de Momax tome la desviación a Temastián y Villa Guerrero. Continúe hasta llegar al crucero que indica Chimaltitán o Bolaños.

√ Ninguno de los tres pueblos cuenta con hoteles, pero en los dos primeros puede encontrar cuartos de renta muy económicos aunque en condiciones bastante precarias.

√ Si desea visitar pueblos huicholes como Tuxpan o La Yesca y no cuenta con un vehículo adecuado para caminos montañosos, tanto en Bolaños como en San Martín puede conseguir servicio de transporte a precios muy razonables.

 

Este texto se publicó originalmente en la revista México en el tiempo, en el No. 17 de marzo/abril de 1997

El panteón de Belén, Museo y folclor de Guadalajara

EL PANTEÓN DE BELÉN

Museo y folclor de Guadalajara

Texto y fotografías:  Homero Adame

Dentro de las muchas curiosidades de Guadalajara existe una en forma de cementerio que hoy en día es un museo viviente. Se trata del Panteón de Belén en Guadalajara - foto de Homero Adame (1)panteón de Belén que funcionó como tal por un lapso de 130 años, a juzgar por las fechas inscritas en la primera y en la última tumba. La más antigua data del 22 de abril de 1849 y la más reciente del 14 de noviembre de 1974. Sin embargo, y de acuerdo con los datos históricos, la primera inhumación se efectuó en diciembre de 1844 y correspondió a Isidro Gómez Tortolero, un sacerdote de Tala, Jal., cuyo epitafio está perdido. Supuestamente, el panteón fue clausurado en 1896, aunque hubo entierros aislados en las siete décadas siguientes.

El cementerio actual está dividido en dos partes: una compuesta por sendas paredes laterales, o columnatas, que albergan 1,650 nichos (750 en la de acceso y 900 en la del lado norte) y la otra por el patio central donde vemos mausoleos, criptas, tumbas y, al centro, la antigua Rotonda de Hombres Ilustres, donde originalmente eran sepultados los hijos pródigos de esta capital o del estado. Muchos de esos restos fueron exhumados en algún momento para llevarlos a la actual Rotonda de los Hombres Ilustres en el centro de la ciudad.

Dicho patio estuvo seccionado en dos, una para la aristocracia y la otra para el pueblo, donde también se encontraba la fosa común, pero esta segunda sección fue demolida en 1967. La mayoría de las antiguas tumbas que aún persisten, casi todas elaboradas con cantera y en estilos disímbolos que dan en conjunto un eclecticismo muy sui generis, se hallan en un avanzado estado de deterioro y no pocas se han colapsado. Sin embargo, y como todo museo que siempre debe observar que sus piezas en exhibición se encuentren en el mejor estado posible, en el panteón de Belén ya empiezan a verse los progresos de un proyecto de restauración en determinadas tumbas, aunque a decir verdad algunas de ellas no sean muy artísticas. También hay otras sepulturas más recientes, del segundo cuarto del siglo XX, cuyo estilo es notorio y hasta chocante porque fueron hechas de granito y ya no de cantera ni tampoco mármol.

Volviendo a las columnatas, en ese sector podemos advertir que un buen número de nichos están cubiertos con Panteón de Belén en Guadalajara, Jal - imagen de Homero Adame (4)mármol de Carrara. Tal vez el más fascinante desde el punto de vista artístico sea uno fechado el 9 de junio de 1861, en memoria de José Castro quien falleció a los 29 años de edad; se trata de un fino trabajo esculpido con personajes de la mitología griega o romana.

Casi al centro de la columnata de acceso, a la izquierda, hay dos nichos que recuerdan a una pareja de escoceses (Joseph Johnston, 5 de enero de 1832 – 18 de abril de 1896 y Jean Young, 3 de mayo de 1838 – 17 de septiembre de 1896) que llegaron a radicar a esta ciudad y aquí murieron, curiosamente en el mismo año aunque no en la misma fecha. Nada se sabe de quiénes hayan sido ni cuáles las causas de los fallecimientos, sin embargo, lo único que sí sabemos, gracias a los epitafios, es que eran esposos y que nacieron en Paisley, Escocia.

Lo interesante de estos dos nichos es que en Guadalajara existe una conseja popular o singular costumbre que consiste en traer veladoras u ofrendas florales exactamente a las 12 del mediodía para solicitar algún favor a estos espíritus que se han vuelto una especie de benefactores de los tapatíos. Parte de la tradición indica que además de la ofrenda dejada es imprescindible rezar un rosario frente a sus nichos para que el deseo sea cumplido, incluso se sabe de personas que hacen el novenario completo.

Asimismo, hay que mencionar que hay otras tumbas, nichos y criptas que de algún modo se han integrado a la amplia gama de costumbres tapatías. Por ejemplo, encontramos la tumba de un niño (Ignacio Torres Altamirano, muerto el 24 de mayo de 1882) que, según la leyenda, salía de su fosa con todo y féretro porque tenía miedo a la oscuridad. A esta tumba viene la gente a traer juguetes, dulces, globos, canicas, monedas, etc., aparte de veladoras para que el ánima del infante siempre tenga luz. En otro punto vemos el sepulcro de los enamorados, dos tumbas contiguas adonde muchas personas llegan para dejar cartas y recados de amor y con ello solicitarles ayuda para encontrar la dicha en su vida amorosa; también hay quienes dejan mensajes para desearle a esta pareja felicidad en el más allá.

Y si de leyendas se trata, el panteón de Belén tiene muchas, como la del vampiro cuyo corazón fue clavado con una estaca y de ésta creció un árbol, un Panteón de Belén en Guadalajara, Jal - imagen de Homero Adame (5)tabachín, que supuestamente sangra; sus raíces han cubierto casi toda la tumba y parecen como si fueran cuadradas. O también la de la mujer que fue enterrada viva y al día siguiente su mano estaba afuera de la tierra y por eso la tumba tiene una mano labrada.

Pero también existe otro tipo de misterios que rondan en este panteón-museo. A la entrada hay una serie de fotografías, sólo una de ellas en blanco y negro, en las cuales aparecen “fenómenos” inexplicables, aunque es posible que se traten de trucos de laboratorio cuando la fotografía digital ni siquiera existía. Supuestamente, esos fenómenos son las auras de las personas que estaban siendo retratadas, y junto a las fotografías hay un escrito que explica estos fenómenos electromagnéticos, o reflejo del aura. Por su parte, la imagen en blanco y negro es muy interesante porque al parecer se ve un fantasma encapuchado caminando entre unas tumbas, lo cual ha dado pie a todo tipo de interpretaciones y más leyendas.

Así, el hecho de haber mencionado que este panteón sea un museo viviente es porque en Guadalajara existe la singular tradición entre novias, quinceañeras e incluso niñas que van a hacer su primera comunión de venir para que les tomen sus fotografías del recuerdo tanto al lado de las tumbas como en la arcada de las columnatas. Ésta es una costumbre bastante extraña porque vale hacer la referencia que en otras regiones del país se tiene la creencia de que una novia jamás debe entrar con su vestido de novia a un cementerio, ya que esto le traería mala suerte en su vida matrimonial.

El panteón se encuentra en la calle Panteón de Belén en Guadalajara, Jal - imagen de Homero Adame (3)Belén, esquina con Eulogio Parra, en el sector Hidalgo. Las horas de visita son de lunes a viernes de 9:00 a 15:00 y los sábados de 9:00 a 18:00. Como último dato: si el visitante desea disfrutar un tranquilo recorrido, no es aconsejable que venga a ninguna hora los sábados, día en el que muchísimas familias y fotógrafos visitan el lugar para retratar novias, quinceañeras y niñas que ese día harán su primera comunión.

Mitos y leyendas de Yucatán: Tzukán, el monstruo del cenote

TZUKÁN, EL MONSTRUO DEL CENOTE

Leyenda escuchada en Chunkanán, municipio de Cuzamá, Yucatán

 

Ya había oído hablar de un monstruo que habita en los cenotes de Yucatán, pero no sabía exactamente qué o cómo era. Andando en una ocasión de viaje por la península yucateca, caímos de casualidad a una hacienda todavía henequenera, la de Chumkanán, donde en un tendajo platiqué con los hermanos Echeverría. Uno de ellos, escritor empírico tanto en español como en maya, me platicó algunas leyendas locales y me habló del cenote que se encuentra a menos de cuatro kilómetros de ahí. Obviamente fuimos a conocerlo. El recorrido se hace en «Camino al cenote de Chumkanán en truc - foto de Homero Adametruc», una especie de vagón abierto de ferrocarril, muy pequeño, y tirado por mula o caballo, que se usa para acarrear el henequén.

Como ya llevaba conmigo la referencia del monstruo del cenote, que le llaman «tzukán» (puede estar mal escrito), cuando llegamos al cenote y bajamos por una escalera de concreto hasta el tranquilo espejo de agua, le pregunté a Silverio, nuestro guía y «chofer» del truc, si sabía algo del mentado monstruo. El rostro de Silverio se tornó serio, casi sombrío, y mirando hacia todos los rincones del cenote me dijo: “Si quiere, primero dese un chapuzón y ya cuando salgamos le cuento lo que a mí me han platicado.” Su respuesta se me hizo enigmática, pero intuí por qué no quería hablar en ese momento: los yucatecos tienen un ancestral respeto por estas pozas naturales. Alrededor de una hora más tarde, ya en el exterior y bajo la sombra de un árbol, Silverio me contó lo siguiente:

“Aquí todos sabemos del tzukán. Yo nunca lo he visto ni quiero tener la mala fortuna de encontrármelo, pero dicen que vive en los cenotes, que puede salir en éste o en cualquier otro, porque todos los Cenote de Chumkanán, Yucatán - foto de Homero Adamecenotes están comunicados por abajo. Me platicaba mi papá que hace muchos años dos muchachos vieron al animal ése, y sólo uno pudo vivir para contar su experiencia.

Habrá sido hace como un medio siglo más o menos. La hacienda estaba en buena pujanza, el henequén daba riqueza y en temporada los hacendados contrataban a gente extra para darle más duro al jale de la fibra. Entonces parece que una vez que contrataron a muchos trabajadores extras andaban dos entre la bola que vinieron de un lugar que le dicen «Sotuta».

Un día se vino por este rumbo una cuadrilla en los trucs a cortar henequén y ya en la tarde se fueron de regreso. Pero esos dos muchachos, que traían un truc, se quedaron mero atrás porque dijeron que se iban a meter a darse un chapuzón aquí en este cenote –en aquel tiempo no había escalera; creo que bajaban agarrados de una riata–. Los compañeros que sí sabían la historia les dijeron que no se metieran cuando oscurece porque luego sale el tzukán, pero ellos no quisieron creer.

Contaba mi papá que habrán sido como las diez de la noche cuando llegó uno de esos muchachos bien asustado. Llegó solo, sin su compañero y sin el truc. Tzukán 2Del susto se fue corriendo hasta el pueblo y dejó el truc con bestia y carga aquí mismo. Entonces platicó ese muchacho que ya se habían bañado en el cenote y que ya se iban a salir cuando de repente como que el agua comenzó a burbujear. Los dos se asustaron y corrieron a la salida, o sea rumbo a la riata para treparse. Como él llegó primero, fue el primero en subir, pero en eso estaba cuando su compañero echó un gritote bien feo. Dice mi papá que dijo ese muchacho que vio para abajo –todavía había buena luz, aunque ya era de tarde– y que alcanzó a ver a un animal de color verde, como una serpiente de cabeza como de perro que se les venía encima. Entonces que el tzukán agarró a su compañero de un pie y lo arrastró, y que su compañero iba gritando bien feo. No, con el miedo pues no se iba a quedar a ver si le ayudaba a su amigo, ¿no?

Luego al día siguiente fueron varios hombres y encontraron bastante sangre aquí abajo junto al agua, y vieron unas huellas muy raras. Entonces sí fue cierto eso que el tzukán se comió a ese trabajador. Ah, y luego parece que el muchacho que lo vio estuvo muy malo de espanto y que mejor se regresó a su tierra. Creo que nunca volvió a Chumkanán”.

Notas:

1. El dibujo prehispánico de las serpientes fue tomado del sitio de Internet Los viajes del agua en el Mayab. Que el enlace sirva de crédito a su creador.

2. Las fotografías del truc y del cenote son de Homero Adame.

Milagros de San Antonio en la hacienda La Sauceda, SLP

LOS MILAGROS DE SAN ANTONIO

Leyenda de Zaragoza, SLP

 

Aquí en el pueblo hay tres iglesias, la de San Antonio, la de la Virgen de Guadalupe y la parroquia que está dedicada a San José. Los tres son muy milagrosos, pero más, San Antonio. Cuentan que él es desde la época de los hacendados, que los antiguos hacendados trajeron la imagen original y que la que ahora tenemos es otra porque la antigua creo que se la llevaron a otra parte –dice doña Toñita.

Yo me acuerdo que nuestras gentes de más antes platicaban de los milagros que obró San AntonioSan Antonio de Padua, Zaragoza, SLP - foto de Homero Adame (2) a favor de la gente. Ya ve que cada quien le pide algo y a cada quien le cumple, pero también hizo milagros para el pueblo porque en aquellos tiempos de antes la gente le tenía mucha fe. Platicaban de un milagro de un tiempo muy pero muy atrás cuando hubo que una epidemia y mucha gente se enfermó. En otras haciendas la gente se estaba muriendo y aquí casi no hubo muertitos porque los hacendados de ese entonces sacaron la imagen y juntaron a toda la gente para hacer procesión de casa en casa donde hubiera un enfermo. Y así, con la fe de la gente y con el poder milagroso de San Antonio, los enfermos se curaron y mire que en ese entonces no había tanta medicina ni clínicas y tampoco había médicos aquí. (Leyenda recopilada por Homero Adame.)

Otros milagros fueron cuando las guerras de la Revolución y también la Cristera. Cuentan que los revolucionarios llegaban a las haciendas, robaban lo que podían, abusaban de las muchachas y mataban a los hombres, pero aquí hubo muy poco de eso porque la gente se encomendó a San Antonio y él, con su poder milagroso, hizo que los revoltosos se fueran a otra parte.

Pero esto que le cuento son pláticas de más antes y ahora muy poquita gente habla de esto porque ya no tiene fe, ya no cree en los grandes milagros de los santos como nuestro San Antonio, ya no lo procuran. Y yo digo que ahora, con tanta gente mala, con tantos robos, con tanta violencia, con tantos muchachos que se dan a los vicios o al dinero fácil pero mal habido de las drogas, digo que es cuando deberíamos volver a encomendarnos a San Antonio porque su poder es grande y él desde siempre ha protegido a la gente de La Sauceda y de Villa de Zaragoza.

——

Reseña histórica de la hacienda La Sauceda

 

El origen de esta Hacienda La Sauceda - Zaragoza, SLP - foto de Homero Adame (1)hacienda es minero y se remonta a finales del siglo XVI, cuando el propietario de estas tierras era Gabriel Ortiz de Fuenmayor. Hacia 1610 pasó a formar parte del latifundio de Pedro Arizmendi Gogorrón, quien la heredó a su hijo Antonio, quien no supo administrarla.

No se sabe con exactitud cuándo cambió su nombre por San Antonio de la Sauceda, pero hacia finales del siglo XVIII ya se le conocía así, cuando su dueño era José Pablo de la Serna y el giro económico de la hacienda ya era ganadero y agrícola. Sus herederos tuvieron que rematar la hacienda a favor del ayuntamiento de San Luis Potosí, en 1841. Posteriormente tuvo otros dueños y otro giro económico fue la producción de mezcal. El último propietario fue Luis Dávila, quien hacia 1950 cerró la fábrica de mezcal.

Las tortas compuestas de Linares – una riqueza gastronómica de Nuevo León

TORTAS COMPUESTAS

Dádiva culinaria de Linares

Uno de los platillos más vistosos y representativos de Linares, N.L. son las tortas compuestas. Nadie sabe con exactitud desde cuándo se prepara, quién lo inventó, pero según algunas versiones, fue una monja del Colegio Modelo quien las dio a conocer, pues ella había llegado de otra parte del país y conocía la receta. Otra versión explica que dichas tortas son típicas de Guadalajara y quien trajo la receta a Linares fue la Srita. Fidelfa de la Garza que junto con otras personas comenzó a prepararlas para las fiestas de la iglesia de San José. Sea cual sea la versión correcta, es sabido que tanto en esa institución educativa como en las iglesias han conservado la tradición de prepararlas y venderlas en las kermeses.

Las tortas cTortas compuestas de Linares, NL - imagen tomada por Homero Adame (1)ompuestas tienen como base la mitad de una “margarita” (pan de media noche) que se baña con salsa de chorizo entomatada y se le agrega picado de papa, zanahoria, huevo duro y orégano; también puede añadírsele betabel y/o chícharos como variante. Quien las prefiere con chile, les agrega chile del monte (raras veces se les pone salsa picante).

A simple vista, las tortas compuestasTortas compuestas de Linares, NL - imagen tomada por Homero Adame (3) parecen ser un platillo sencillo de preparar, pero lo cierto es que es muy minucioso y toma mucho tiempo. Por esta razón, poca gente las elabora y de cierto modo ha quedado relegado a ocasiones especiales, como son las kermeses y las fiestas religiosas. Es común que cuando el Colegio Modelo, la Casa Parroquial o el Seminario van a preparar tortas compuestas, llamen a sus clientes y amigos para vendérselas bajo pedido, y nadie desaprovecha tal oportunidad.

Para quedar satisfecho con estas tortas se recomienda comer por lo menos tres, y tienen la peculiaridad de ser tan deliciosas que uno quisiera seguir comiéndolas. Por lo general se comen frías, por lo tanto son un platillo muy fresco, además de muy lucidor por su colorido.

Mitos y leyendas de animales: El vampiro

EL VAMPIRO

Leyenda de Norias del Conde, municipio de Guadalcázar, SLP

 

Andaba una vez regando yo la alfalfa ahí en el canal, como a las once o doce de la noche, cuando de repente veo un animalón que venía volando hacia mí, así bajito, bajito, derechito hacia mí. Era un animalón grande, prieto, pero no era una lechuza ni tampoco era tecolote porque no tecuruquiaba. Era… pos no supe qué era –recuerda el Sr. Misóforo Campos Delgado.

       Entonces como me di cuenta que venía volando hacia mí, yo le grité: “¡Aja, aja!” y el animalón seguía su vuelo. Entonces agarré yo mi cuchilla y que le empiezo a hacer así en el aire, como para espantarlo y le seguía gritando: “¡Aja, aja!” y luego el animalón se detuvo y se paró cerquita de mí, ahí sobre un árbol. Y ya lo vide grandote, prieto, pero más grande que cualquier pájaro que yo había visto antes. Era como un zopilote, pero más grande y con ojos t054571agrandes; y lo curioso es que no podía ser zopilote porque esos no vuelan en la noche.

       Entonces yo le seguía gritando: “¡Aja, hijo de la…, aja!” y no se movía. Quién sabe qué sería, pero, como le digo, era un animalón grande porque las ramas del árbol donde estaba parado hasta crujían. Por eso yo creo que era un animal muy pesado y pues ahí se estuvo un buen rato y yo no le quitaba la vista. Yo lo que quería era que se fuera, ¿verdad? Entonces me le acerqué un poquito más, me envalentoné, y con la cuchilla le pegué al tronco del árbol y el animalón ése echó un chillido; un chillido pero raro de veras que yo nunca había escuchado y se fue para el mismo rumbo. Se fue volando y el aleteo era pesado, se oía pesado.

       Y bueno, pues ya se fue y yo terminé de regar la alfalfa y de rato, ya más noche, llegué a la casa y le platiqué a un hermano y me dijo que él también había visto lo mismo. Dijo que parece que a ese animal le dicen «vampiro». Entonces pues será, porque yo nunca había visto un animalón así.

Nota 1: muchos relatos y leyendas de este tipo serán publicados próximamente en mi nuevo libro titulado Creencias, mitos y leyendas de animales en el Altiplano de Coahuila, Nuevo León, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas.

Nota 2: la imagen del quiróptero fue tomada del sitio de Internet http://www.mamiferos.galeon.com. Que el enlace sirva de crédito a su autor.

Nota 3: la fotografía de Norias del Conde es de Homero Adame.

– – – – – – 0 – – – – – –

Uno de los muertos vivientes, sin alma, del folclor universal es el vampiro. Los mitos y leyendas sobre estos seres se distribuyen por todo el orbe (China, India, Indonesia, etc.), pero es un motivo típico del folclor de los países eslavos (Bulgaria, Eslovenia, Polonia, Rusia, etc.), aunque en Rumania, Hungría, Albania y Grecia es más común. En el continente americano, y en particular en México, este símbolo alcanzó gran difusión gracias a Drácula, el personaje de la literatura y el cine. (Análisis y comentario de Homero Adame.)

       En términos zoológicos, por otra parte, el vampiro es un mamífero quiróptero que tiene su hábitat en América tropical y cuya alimentación consiste básicamente en frutos e insectos, aunque también se han reportado casos aislados que chupan la sangre de animales y humanos.

       En el relato que acabamos de leer se habla de un vampiro de gran tamaño, casi humano, el cual ha sido visto en ciertas regiones del Altiplano potosino.

– – – – – – 0 – – – – – –Norias del Conde, Guadalcázar, SLP - foto de Homero Adame (1)

Norias del Conde es una comunidad ubicada en la parte desértica del municipio de Guadalcázar. Allí existen las ruinas de una estancia que perteneció a la hacienda de Peñasco. De hecho, el nombre del lugar lo toma por el conde de Nuestra Señora de Guadalupe del Peñasco, José María Sánchez Mora.

¿Buscas más leyendas sobre animales? Sigue este enlace:

El origen del machacado con huevo

Ciénega de Flores y su dádiva culinaria

 Texto y fotografías: Homero Adame

 ¿Has probado el machacadoMachacado con huevo en Ciénega de Flores, NL - foto de Homero Adame (1) con huevo –también llamado «machaca»?– ¿Sabes cuál es su origen? Bueno, por si no y para que lo sepas, una historia anecdótica cuenta lo siguiente:

Uno de los platillos más representativos del norte de México es sin duda el «machacado con huevo»; platillo típico en los desayunos que ya no solamente se acostumbra en esa región, sino que se sirve por doquier y también ha cruzado nuestras fronteras. Pero, ¿quién sabe dónde y cómo surgió? Las respuestas pueden ser muchas, ya que es posible que se trate de uno de los tantos inventos anónimos que terminaron arraigándose en el gusto de la gente. Sin embargo, existe un lugar en el estado de Nuevo León, al norte de Monterrey, donde, según cuenta la historia, hubo una mujer que fue la inventora de esta dádiva culinaria. Artículo escrito por Homero Adame.

De acuerdo con esta versión, el origen del machacado con huevo se remonta al año de 1928, cuando en la apacible población de Ciénega de Flores doña Fidencia Quiroga, mejor conocida como «Tía Lencha», comenzó a prepararlo para los trabajadores que estaban construyendo por ahí el tramo de la carretera Monterrey-Laredo. La memoria de esta legendaria mujer, y de su legado, sigue vigente no sólo en el restaurante que aún existe, sino gracias a la empresa local que, llevando el mismo nombre, produce la carne seca a nivel industrial y la comercializa a cualquier rincón del país e, incluso, del extranjero. Este producto se vende en varias presentaciones: deshebrada, en rollo y tasajo tipo cecina.

Como dato histórico más preciso leemos lo siguiente en un recetario que regalan tanto en el restaurante original como en la pequeña empresa local. “La tía Lencha y el machacado con huevo forman parte integral en la historia costumbrista de la región norte del país, en particular del área que rodea a Monterrey. Fidencia Quiroga Chavarría fue una mujer típica norteña, sencilla y afable en su trato, acostumbrada a luchar contra la aridez de la tierra donde le tocó vivir. En unión de su esposo Reynaldo Quiroga, llevó una vida de intenso trabajo a principios del siglo XX. Cuando el paso hacia los Estados Unidos era sólo una brecha, ella atendía en su merendero a los ingenieros y demás trabajadores que construían la carretera Nacional. Desde entonces se le conoció simplemente como «La Tía Lencha».”

Bien sabemos que en aquellos años aún no había refrigeradores, y menos en esas cálidas tierras. Sin embargo, y valiéndose de una técnica ancestral, para poder conservar la carne era necesario tenderla al sol y al viento para que se secara, lo cual le daba una textura y hasta un sabor muy peculiar. Puesto que la «Tía Lencha» se afanaba en ofrecerle a su clientela la mejor atención, cuentan que experimentó con la carne seca hasta que luego de freírla en trozos desmenuzados y agregarle huevo, además de chile piquín al gusto, finalmente logró este platillo tan exquisito que tanta fama ha dado a Nuevo León y a la cultura gastronómica del Noreste en general. Texto de Homero Adame.

El ingrediente principal del machacado con huevo es la carne de res seca deshebradaMachacado con huevo en Ciénega de Flores, NL - foto de Homero Adame (4), la cual se fríe en aceite o manteca, con tomate, cebolla, ajo y chile y, por supuesto los huevos, de ahí el nombre. Se come con tortillas de maíz o de harina y, generalmente, va acompañado con frijoles refritos y salsa de chile o chile del monte (piquín) fresco.

Cabe mencionar que en el lexicón norestense a dicho platillo se le llama «machacado con huevo», como ya hemos explicado, sin embargo, la palabra «machacado» designa exclusivamente a la carne seca de res que se destina para estos propósitos. Aún más, existe otra palabra, «machaca», que es de uso común en el noroeste del país (Sinaloa y Sonora) y significa lo mismo que «machacado». Esto viene a referencia para comentar que, como ya se dijo, se cree que el «machacado con huevo» fue un invento de la Tía Lencha, aunque aquí cabe remontarnos a la antigüedad y hacer una reflexión histórica dado que los pueblos cazadores-recolectores fueron los verdaderos inventores de la técnica de poner a secar determinados alimentos para evitar su descomposición y, más importante aún, poder así mantener las provisiones necesarias durante los inviernos o las épocas de escasez. Este es un legado cultural y culinario de tiempos arcaicos que ha sobrevivido hasta nuestros días, aunque con significativas modificaciones gracias a las nuevas tecnologías. Es un hecho que ya casi nadie se toma ni el tiempo ni la molestia de poner a secar la carne, el pescado u otros alimentos como hasta hace pocos años se hacía de manera artesanal y tradicional. En este caso la carne seca se lograba en los “tendederos”, así llamados los lugares donde colgaban los tasajos de carne hasta que se secaban. Eran una especie de jaulas cerradas con tela de alambre (mosquitero) para prevenir que las moscas no se acercaran o se posaran sobre la carne. Este proceso ya ha caído en desuso, pues en la actualidad es más fácil, rápido y económico secarla en deshidratadoras industriales.

Pero volviendo al tema hay que hablar un poco de Ciénega de Flores, donde nos tocó almorzar en el merendero original de la Tía Lencha Machacado con huevo en Ciénega de Flores, NL - foto de Homero Adame (3)ya modernizado. No obstante haber quedado esta población un poco fuera de la ruta principal, es decir, la supercarretera Monterrey-Laredo, todavía mucha gente viene ex-profeso al restaurante para disfrutar de este platillo que si bien cualquiera lo puede hacer en su casa, el sabor de aquí es muy especial. Asimismo, muchas de las personas que pasan por aquí y debido a que el restaurante se halla sobre la carretera libre Monterrey-Laredo, suele detenerse con el mismo propósito. Dentro de las anécdotas se cuenta que grandes personajes del cine y la televisión, como Pedro Infante, María Félix y Paco Malgesto, durante alguna estancia en Monterrey hicieron viaje especial a este lugar para corroborar que la fama del machacado con huevo era real, y se fueron con “la panza llena y el corazón contento”.

Según nos comenta la señora Lidia Treviño, cocinera del restaurante, lo más tradicional es evidentemente el machacado con huevo, pero hay otros platillos que vale la pena saborear. Por ejemplo, el «caldillo» es un caldo que se guisa con machaca, especias, chile morrón y salsa de tomate. (Esta es, incluso, una receta regional para cortar las gripas, pero con la variante de en vez de chile morrón se le agrega chile verde y cebolla.) También la carne seca frita es muy solicitada como entremés. “Todo tiene su secreto”, dice la cocinera, “y el secreto está en el tiempo de cocción o freimiento y en la salsa de tomate, la cual se debe dejar hervir hasta que ya no hace espuma”. La misma cocinera, quien ha trabajado ahí interrumpidamente por unos diez años, añade que la mayoría de los comensales suelen acompañar los platillos de machaca con tortillas de harina en vez de las de maíz. Sin embargo, esto no es necesariamente indicativo de las preferencias norestenses, pues a muchísima gente le gusta más la de maíz. En otras palabras, aquí es cuestión de gustos y paladares.

Ciénega de Flores, Ciénega de Flores, NL - imagen de Homero Adamecabecera del municipio del mismo nombre, es un pueblo que creció a un lado de la carretera Nacional y nunca despuntó en su desarrollo; se quedó pequeño. No es muy pintoresco que digamos, aunque por ahí podemos observar algunas fachadas de estilo muy norestense. La debacle, si así lo pudiésemos llamar, sobrevino cuando se construyó la supercarretera Monterrey-Laredo a principios de los años 90, pues al desviarse el tráfico vehicular por la nueva ruta, bajó considerablemente el trajinar por esta población y con ello disminuyó el comercio.

No obstante la tranquilidad del pueblo, hay tres épocas que se llena de algarabía por las fiestas: una en febrero, cuando se celebra la fundación; otra en septiembre, con la singular Feria del Machacado; y las patronales, en diciembre. En los tres casos, por casi dos semanas hay feria, buen ambiente y visitantes al por mayor.

Los jicos, una extraña tradición de Nuevo León narrada a manera de cuento y leyenda

LOS JICOS

Costumbre, cuento y leyenda del Altiplano

Hay extraña una costumbre que es propia de algunas poblaciones altiplanenses del sur de Nuevo León, dentro de los municipios de Doctor Arroyo y de Mier y Noriega. Se trata de una especie de fiesta sin comparación, la cual se celebra de manera espontánea y tiene como base el compadrazgo.

Todo surge de un fenómeno natural y poco frecuente que se da en algunas plantas, cuando dos frutas crecen juntas o pegadas, dígase dos tunas, dos elotes o dos calabazas, a las cuales regionalmente se les conoce como Foto de Homero Adame“jicos”. La costumbre consiste en que la persona que encuentra y corta los jicos se los regala a otra, y ésta queda comprometida a secarlos y reducirlos en harina y luego prepararla como dulce para después entregar la mitad del producto a quien se lo regaló. Al hacer esto, se realiza la fiesta y los dos amigos se convierten en compadres.

¿De dónde o cómo surge dicha costumbre? Nadie parece saberlo, pero hay una leyenda, que algunos ancianos narran a guisa de cuento, que bien podría darnos una pista.

Hace muchos años, tantos que ya no hay quien recuerde cuántos, andaba una joven mujer huachichil en el monte cortando frutas. El tiempo de frío había llegado y era su obligación juntar provisiones para el largo invierno. Ella estaba embarazada y pronto iba a dar a luz. Como buena indígena, sabía que, de ser necesario, pariría sola, sin la ayuda de alguien, como lo habían hecho su propia madre y todas las otras mujeres de su aldea. Si le llegaba el momento andando sola en el monte, no debería haber problema.

La época de tuna ya había concluido y era la fruta más preciada por los huachichiles. En eso, la mujer descubrió unos jicos de tuna en lo alto de una nopalera. Inútilmente trató de alcanzarlos con su mano; luego, buscó una vara larga o cualquier cosa que le ayudara, sin suerte alguna. Pensó en tumbarlos de una pedrada, pero eso hubiera hecho que las tunas se echaran a perder. Siguió intentando de muchas formas, incluso poniéndose en riesgo, hasta que pudo cortarlos con la mano. Para su mala fortuna, perdió el equilibrio y cayó entre la nopalera. Como nadie estaba cerca de ella para auxiliarla, no pudo moverse y quedó muy grave, tanto por el frío como por las heridas de las espinas. En la mañana, aún con vida, unos cazadores la encontraron y la cargaron de regreso a la aldea. Llevaba aferradas en sus manos las dos tunas, los jicos.

Resulta que antes de morir, dio a luz a dos niños, algo al parecer inusual, al menos en esa aldea huachichil. Como el hombre de ella andaba de cacería con otros compañeros, la gente esperó su regreso para que él mismo decidiera qué hacer con los bebitos. Mientras tanto, éstos fueron entregados a dos mujeres para que los amamantaran.

Pasó el invierno y el padre de los dos niños jamás regresó ―es posible que haya muerto durante una cacería―. Los gemelos hubieran crecido en la misma aldea de no haber sido por una circunstancia imprevista: hubo una lucha territorial entre huachichiles y xi’oi; a las mujeres y niños los llevaron a sitios seguros, lejos del campo de batalla. Fue así como los hermanos quedaron separados, al igual que los pobladores de aquella aldea, quienes con el paso del tiempo formaron dos o tres clanes distintos.

Transcurrieron los años y varios clanes de la nación huachichil decidieron hacer alianzas entre ellos para crecer en número y unir la fuerza de sus guerreros con el propósito de hacerles frente a los enemigos de otras tribus o naciones. Para lograr las alianzas, era necesario desposar a los jóvenes de diferentes clanes, quienes no tenían inconveniente en hacerlo. Así, el jefe de un clan, y padre de dos hermosas doncellas, ofreció a sus hijas a sendos jóvenes guerreros. Como hubo muchos pretendientes, el hombre les dijo que las daría en matrimonio a los dos guerreros que trajeran las mejores ofrendas. Todos salieron en busca de algo para complacer al futuro suegro.

Al tercer día, regresaron los pretendientes con sus ofrendas o dotes. Las exhibieron ante el padre de las doncellas para que tomara su decisión. No batalló mucho en hacerlo. Dio las manos de sus hijas a dos jóvenes que habían traído, cada uno por su lado, jicos de tunas, pues eso había sido algo excepcional. Encontrar jicos no es tarea fácil; encontrar dos jicos de una misma fruta es más difícil; que dos jóvenes hubieran llevado una ofrenda igual era algo por demás inusual, y por dicha razón el jefe del clan decidió de inmediato quiénes serían sus yernos.

Lo que tal vez él no supo, ni los jóvenes tampoco, fue que ellos eran aquellos gemelos cuya madre murió cortando jicos. El destino los volvió a unir, ahora casados con dos hermanas.

Esta leyenda se publicó en el libro Portada de Mitos y leyendas de huachichiles, con guerrero huachichilMitos y leyendas de huachichiles, de Homero Adame, por la Secretaría de Cultura del estado de Oaxaca como resultado del trabajo ganador del Premio Mito y Leyenda «Andrés Henestrosa», 2007.

Mitos y leyendas potosinos: Abrieron una de las puertas del infierno

ABRIERON UNA DE LAS PUERTAS DEL INFIERNO

Leyenda de Villa Juárez, SLP

 

Bien sabemos que muchas anécdotas pueden convertirse en leyendas con el paso del tiempo, y más, si hay un acontecimiento trágico implícito. Cuando existen testimonios del suceso, se registra por lo menos una versión oficial, pero la voz popular, tarde o temprano, enriquece la historia a su manera para hacerla más dramática.

Un mal día de noviembre de 1972, en el municipio de Villa Juárez ocurrió una de las peores catástrofes jamás registradas en la historia del estado. Cuando el mineral de azufre, Guaxcamán, Villa Juárez, SLP - Homero Adame (10)Guaxcamá, estaba en pleno apogeo de producción, una tarde explotó. Cuentan que era sábado y había una boda muy concurrida en el poblado. Muchos mineros disfrutaban del convite, pero al parecer los del turno vespertino se encontraban laborando dentro de la mina. Al momento del terrible accidente, toda la gente en el exterior alcanzó a huir, pero de los trabajadores que se hallaban en el interior nada se supo; nadie se atrevió a meterse a los socavones, ya que cualquier labor de rescate hubiera resultado prácticamente imposible.

El pueblo de Guaxcamá no era pintoresco, pues fue construido en la década de los años 50’s del siglo pasado, con arquitectura moderna para la época; existían casas, oficinas, almacenes, una plaza, una iglesia, una escuela y una cancha deportiva. Algo muy extraño es que el fuego abrasó el suelo al grado de derretirlo, sin embargo, las construcciones sufrieron pocos daños y quedaron marcadas en grado mínimo por las llamas, aunque en la actualidad se encuentran en ruinas por el abandono.

Son muchas las versiones del motivo de la explosión de la mina. El veredicto oficial señaló que fue debido a un corto circuito, mientras que otras fuentes echaron la culpa a unos mineros desprevenidos que al parecer prendieron una antorcha donde había gases acumulados. Lo cierto es que durante varios meses, según testimonios de vecinos de la ex hacienda de Guascamán, de Villa Juárez e incluso de Cerritos, el fuego que salía de la boca de la mina podía verse a varios kilómetros de distancia.

Sin embargo, Guaxcamá - Villa Juárez, SLP - Homero Adame (6)una de las versiones con mayores matices de leyenda dice que los mineros habían estado excavando en profundidades insospechadas y tuvieron miedo de seguir, pues las rocas sonaban huecas, no eran sólidas y, además, se percibía un olor mucho más fétido que el azufre. Era viernes y al terminar su turno, los trabajadores explicaron a los ingenieros que tenían un mal presentimiento y que sería mejor continuar por otro socavón.

Pero los jefes no aceptaron excusas; argumentaron que requerían mayores cantidades de azufre porque la compañía había ordenado incrementar la producción. Entonces, obligaron a los trabajadores del turno vespertino de aquel sábado aciago a que avanzaran con las labores de extracción. Sólo algunos mineros se negaron a bajar a ese punto e incluso amenazaron con ponerse en huelga –ellos fueron los que vivieron para contar la tragedia y dar su versión de los hechos. Según esto, al momento en que los compañeros que andaban en las profundidades de la tierra y le pegaron con el pico a una roca muy blanda, se abrió una de las puertas del infierno y en ese mismo instante la catástrofe empezó.

 Book by Homero Adame

Esta leyenda fue publicada en el libro Mitos, relatos y leyendas del estado de San Luis Potosí, por la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado y Secretaría de Cultura. San Luis Potosí. 2007.

Algo más sobre Guaxcamá y Villa Juárez

Este territorio estuvo habitado por la tribu guascamas o guascanes –consanguíneos de los huachichiles–, aunque algunas versiones afirman que eran tének quienes vivieron ahí. Los primeros españoles llegaron en 1643 y fundaron la congregación de Santa Gertrudis de Carbonera. En el año de 1829 recibió la categoría de villa y mucho tiempo después, el título de cabecera municipal, con el nombre de Carbonera. En 1928 se cambió su nombre oficial por el de Villa Juárez.

Sus nombres históricos se originan de lo siguiente: Santa Gertrudis, por ser la patrona de la localidad, cuya fiesta se celebra el 16 de noviembre, además de ser la protectora de los carboneros; Carbonera, porque en los alrededores se explotaba el Guaxcamá - Villa Juárez, SLP - Homero Adame (11)carbón vegetal a gran escala, y Villa Juárez, en honor al Benemérito de las Américas.

Guaxcama se localiza a 3 km de la ex hacienda Guascamán y ésta a 14 km de Villa Juárez, por un camino pavimentado.

Tradiciones mexicanas: Fiestas de San Miguel Arcángel

FIESTAS PATRONALES DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL

En San Luis Potosí y en Mexquitic

San Luis Potosí, SLP - fiesta de San Miguelito - foto de Homero Adame (2)

El 29 de septiembre es la fecha dedicada a San Miguel Arcángel por las efemérides cristianas. En algunos lugares del estado de San Luis Potosí se celebra ese día la fiesta patronal, por ejemplo:

En el barrio de San Miguelito de la capital potosina. Fiesta de San Miguelito en SLP - foto de Homero Adame (2)Dicho barrio se fundó en 1597, bajo la advocación de la Santísima Trinidad, pero en 1830 tomó su nombre actual y desde entonces es considerado como el barrio más tradicional de la ciudad.

La novena da inicio el día 20 con una misa cantada, para que los ocho días siguientes lleguen diversas peregrinaciones a dejarle flores y cera a San Miguelito. El domingo previo al día 21 la imagen patronal es bajada de su nicho para llevarla a recorrer sus dominios (algunas calles del popular barrio).

El día 29 se cantan las mañanitas y se oficia la misa de los ausentes y luego la de los difuntos. A lo largo del día hay movimiento en la plaza, con juegos mecánicos, antojitos y vendimias. A las 7:00 el arzobispo celebra la solemne misa y luego concluye la celebración con la quema de pólvora.

El día 30 concluye la fiesta cuando los mayordomos suben a San Miguelito a su nicho previo a la misa.

En Mexquitic de Carmona, también en el estado de San Luis Potosí, se organiza la Feria Regional de Mexquitic (FEREMEX) dentro del marco de las fiestas patronales. Aquí también es una novena que inicia cuando se baja la imagen de San Miguelito de su nicho en la parroquia y luego se organiza una peregrinación con música y pólvora por las calles del pueblo.

Mexquitic, SLP - fiesta de San Miguel - foto de Homero Adame (2)

En la tarde del día 28 salen los carros alegóricos y se presentan las candidatas a reina de la Feria, la cual será electa durante el baile popular esa misma noche.

El 29 amanece con los cohetones que anuncian la llegada de tan esperado día y el canto de las mañanitas. A media mañana se celebra una misa dedicada a los niños que habrán de hacer su primera comunión. Al mediodía los grupos de peregrinos, guiados por matachines, recorren las calles antes de entrar a la iglesia, donde esperan a las altas autoridades eclesiásticas que habrán de oficiar la solemne misa. Por lo general ésta la celebra el arzobispo de San Luis Potosí. Por la tarde llegan más grupos con cera para ofrecérsela al santo de su devoción y en la noche hay juegos artificiales y baile popular.

Las festividades concluyen el día 30, cuando al mediodía se sube la imagen de San Miguel de nuevo a su nicho, entre la algarabía popular.

Nube de etiquetas