Un blog de mitos, leyendas, costumbres y tradiciones de México

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El espíritu de la lechuguilla

Leyenda de la lechuguilla escuchada en Villa de Guadalupe, SLP

El ixtle era el porvenir de esta comunidad; aquí la gente vivía de tallar la lechuguilla y la palma –cuenta don Antonio Martínez, de Villa de Guadalupe–. La fibra tenía mucho valor en aquel tiempo; muchos compradores llegaban de todas partes porque era muy resistente para hacer costales. La gente de aquí hacía costales y mecates, pero también llegaban gentes de Ahualulco a comprar la fibra porque allá la beneficiaban; la llevaban en recuas de burros hasta Ahulaulco, a las haciendas de beneficio de Ahualulco. También venían para acá muchos mineros de Zacatecas para comprar las cuerdas muy macizas de la fibra de lechuguilla; ellos dejaban buen dinero a los comerciantes de aquí.

Ahora dicen que ya se acabó la lechuguilla; eso no es cierto: la lechuguilla no se acabó, todavía hay mucha. El petróleo fue el que la tumbó. Cuando al presidente Alemán se le ocurrió explotar el petróleo, muchos ingenieros idearon la manera de hacer mecates con fibra de petróleo y desde entonces se fueron acabando los talladores. Este pueblo se vino abajo. El licenciado Alemán trajo mucho progreso al país pero a nosotros nos amoló igual que amoló a muchas otras comunidades.

La lechuguilla no se ha acabado porque todavía hay mucha; todos los cerros que usted ve cerquita de aquí son puros lechuguillales enormes. Todavía se explota un poquito la fibra; aquí en la Villa habrá tres o cuatro talladores y ellos ahí venden mecatitos y también fibras para lavar los trastes. Casi no sacan mucho dinero, pero de eso viven y la mayoría son puros viejitos que toda su vida fueron talladores.

Esto que le digo de Miguel Alemán fue cierto, pero lo que mucha gente no sabe es que también la lechuguilla tiene un espíritu, el espíritu de la lechuguilla, ¿verdad? Este espíritu siempre fue muy beneficioso para nosotros, era como nuestro benefactor; entonces la gente lo trataba bien y él trataba bien a la gente, por eso en aquellos años había mucha prosperidad aquí en la Villa. Pero cuando el presidente Alemán descubrió el petróleo y lo explotó con sus ingenieros, ellos idearon la manera de desaparecer la lechuguilla, como ya le dije. Vinieron una vez unos ingenieros con tambos de petróleo y lo regaron en los cerros y le prendieron fuego. De esa manera ellos violaron al espíritu de la lechuguilla para matarlo porque el dios de ellos era y sigue siendo el petróleo; el dios del petróleo es también el dios del dinero, ¿verdad? Y desde entonces ya no hay talladores, ahora la gente prefiere comprar cuerdas de petróleo que no sirven para nada porque no amarran bien y también se amuelan con el sol.

Pero yo le voy a decir una cosa, y esto va a ser cierto aunque a mí ya no me va tocar vivirlo: la lechuguilla sigue viva en los lechuguillales y el espíritu está muy fuerte y algún día, cuando se acabe el petróleo, la gente va a volver a trabajar la lechuguilla y entonces, yo espero, esta villa va a entrar en prosperidad de nuevo.

«El espíritu de la lechuguilla» es una leyenda recopilada por Homero Adame y publicada por la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de San Luis Potosí en la plaquette Leyendas del Festival del Desierto, en la colección “Cantera la Voz”, como parte del Programa de Fomento a la Lectura durante la Feria del Libro de Matehuala, 2005.

Las fotografías fueron tomadas por Homero Adame en el Altiplano potosino.

Un árbol con figura de mujer

La mujer convertida en árbol

Leyenda de Ciudad del Maíz, SLP

Recreada por Homero Adame

Una vez que andábamos recorriendo panteones porque eran días de Muertos, aprovechamos para ir a conocer la Colonia Italiana y nos sorprendió que allí no hubiera ambiente festivo ni flores de cempasúchil o vendedores ambulantes. El cementerio es pequeño, como lo es el poblado, y en muy pocas tumbas había decoraciones, pero en las que tienen apellidos italianos, no.

Antes de seguir nuestro recorrido por otros pueblos y panteones, paramos en un tendajo a comprar unos refrescos y algo para el camino. Platicando con la gente allí nos contaron de un árbol en forma de mujer, un árbol que, según decía la gente mayor, antes no existía, nadie lo sembró, simplemente apareció un día para sorpresa de quienes lo vieron ya crecido en un lugar cerca de El Encinal donde antes no había nada parecido. Eso sucedió hace muchísimos años cuando los italianos vivían en esa región todavía. Cabe mencionar que esos italianos llegaron de Trento, Piamonte o Véneto hacia 1882 y se instalaron en la Colonia Díez Gutiérrez −mejor conocida como Colonia Italiana porque fueron 109 familias que llegaron, pero ante la desorganización gubernamental para cederles terrenos cultivables y otros problemas, sólo quedaron diez para 1883 y poco a poco se fueron yendo a otros lugares con presencia italiana hasta que no quedó ninguna de las familias migrantes originales, salvo en el panteón, y algunos descendientes.

Cuentan que uno de aquellos migrantes se fue a Ciudad Valles a buscar trabajo y le prometió a su mujer regresar a los pocos días y, en caso de conseguir trabajo, llevársela a ella y a los hijos para vivir siempre juntos. Pasaron las semanas, pasaron los meses y el hombre nada que regresaba y tampoco enviaba recados y menos dinero para la familia que había dejado en la Colonia Italiana. La gente empezó a murmurar que seguramente se había «huido jullido con otra mujer que había conocido allá en la Huasteca, que ya no quiso regresar a la Colonia Italiana porque allí no había futuro y cosas así. Esos chismes obviamente llegaron a oídos de la afligida mujer que no quería creer que su esposo la hubiera dejado por otra y mucho menos que hubiera abandonado a sus hijos, pero la duda siempre está y así la mujer le fue dando vueltas y vueltas en su cabeza hasta que empezó a salir a caminar al monte pidiendo a dios que trajera a su marido de regreso o que alguien le diera razón de él. Conforme pasaba el tiempo y el hombre no aparecía y no había señales de su paradero, la mujer fue perdiendo la esperanza y, con el tiempo, la razón.

Una tarde iba caminando por el viejo camino de herradura cuando, en su tristeza y desesperación, empezó a renegar de dios por ser tan injusto y entre sus reniegos se detuvo, levantó la vista y los brazos al cielo y gritó que de allí no se movería hasta que dios le cumpliera su deseo de tener a su marido de regreso; dijo que, aunque le salieran raíces de los pies, no se movería. Y no se movió.

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Aunque era un atardecer despejado, sin nubes, sin nada que indicara una tormenta, mientras la mujer imploraba y maldecía con los brazos y mirada al cielo, el cielo se iluminó y cayó un rayo justo donde estaba ella parada. No se sabe si le cayó el rayo a ella, pero lo cierto, según la leyenda, es que en vez de matarla o calcinarla quedó convertida en árbol. Como no la volvieron a ver y los hijos quedaron prácticamente huérfanos, la gente dijo que se había ido a buscar al marido ausente y que murió allá lejos o que se perdió.

Desde aquella tarde despejada empezó a crecer ese árbol que siempre parece estar seco, con su tronco como si fuera cuerpo de mujer y sus ramas como si fueran los brazos extendidos hacia el cielo. Pero en primavera reverdece y florece y eso se interpreta como la esperanza de que algún día el árbol deje de ser eso y vuelva a convertirse en una mujer que fue castigada por renegar de dios y, al levantársele, el castigo pueda encontrar descanso. Eso será cuando llegue a sus oídos (o a sus hojas) algún mensaje del marido ausente, un mensaje aunque sea de ultratumba.

Nota: foto cortesía de Vianney Rivera Segura

La centella de San Francisco en San Miguel de Allende

Según las crónicas históricas de San Miguel de Allende, el jueves 29 de julio de 1943, a las 4:25 de la tarde con cielo despejado, un rayo impactó en el campanario del templo de San Francisco. A continuación tenemos algunos relatos orales al respecto_

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Creo que fue en 1943 cuando pegó la centella en San Francisco. Esa centella –a mí me robaron la fotografía que yo tenía, una fotografía histórica que tenía la hora de las 4:25 de la tarde cuando vino la centella– tumbó parte del campanario de la torre de San Francisco. Abajo estaban varios albañiles haciendo una cepa y las canteras que cayeron mataron a dos de esos albañiles. Mi tío Agustín Sautto estaba parado allí enfrente, recargado en un poste de luz, que eran como rieles de ferrocarril, y ahí hizo tierra la centella y aventó a mi tío a media calle. Mi abuelo estaba en el escritorio de la casa y lo vio, lo vio que salió volando y que cayó a media calle. Corrió mi abuelo y le dijo: “¿Qué te pasó, Agustín, qué te pasó?” Y mi tío le dijo: “Nada, papá, nomás el susto”. Cuál no le pasó nada si a los nueve meses se murió. Se desprogramó, le dio el síndrome de Stokes-Adams que desprograma el ritmo sinodal del corazón. Fue varias veces a México a las especialidades de cardiología, pero como no había tratamiento a los pocos meses murió aquí en San Miguel.

Luis Miguel Villarreal

Agustín Sautto murió a los pocos días de que fue golpeado por el rayo que cayó en San Francisco. Quedó muy afectado y falleció a los pocos días.

Graciela Cruz

Agustín Sautto fue el hombre más rico que había en San Miguel, según creo yo. Él era hijo de una señora Vázquez que fue dueña de esta casa que estamos hablando (la del númbero 23 de la calle San Francisco).

José Ignacio Reyes Retana

Yo soy del 42, entonces estaba muy chiquita cuando sucedió eso de la centella que tumbó parte del campanario de San Francisco. Mi mamá tenía su puesto afuera del templo y yo estaba con ella. A un lado estaba una comadre de mi mamá con su puesto. Aunque era una tarde sin nubes, de pronto escuchamos el trueno y se dejó venir la centella que pegó en la torre y tumbó unos pedazos de cantera. Mi mamá sin saber, al escuchar el estruendo del trueno se hizo a la pared, se recargó y yo le corrí, yo aspiraba a meterme al templo, pero estaba cerrado a esa hora. Los pedazos de cantera nos pudieron haber matado porque cayeron casi encima del puestecito de mi mamá. En el puesto de la comadre, que estaba como a cinco metros, no cayó más que puro polvo. Supimos que el rayo mató solamente a una persona casi inmediatamente. Estaba en aquel tiempo la ambulancia en la calle de Núñez, pero no había carros de ambulancia; entonces llegaron corriendo los camilleros y vinieron a recoger a esa persona que estaba tirada a mitad de la calle. No me acuerdo muy bien cómo fue esto porque yo era muy niña cuando sucedió, pero parece que el rayo alcanzó a ese señor que estaba parado afuera de la casa donde estaba la primaria y el impacto lo aventó muy lejos y cayó a mitad de calle, algo así. No sé quién haya sido ese señor que murió y ojalá esté descansando en paz.

Soledad González

Mi tía Lupe la cristera contaba que cuando pegó el rayo en el campanario de San Francisco ella estaba en el jardín con otras personas y que el badajo de la campana le cayó en la falda; usaban de esas faldas largas y ahí le cayó el badajo. Si le hubiera pegado a ella o a alguien, la mata.

Maruja González

Mi hermano Juan platicaba eso de la centella porque él trabajaba en la Oficina de Rentas como empleado y una tía trabajaba haciendo el aseo en la misma casona. Decía que fue en la tarde, que él estaba en el balcón de ese lugar con otras personas y que la tía estaba barriendo afuera en la calle. Tronó muy feo y vieron que enfrente se cayó parte de la torre de la iglesia. No me acuerdo si platicara de alguien que haya muerto, pero decía que la tía corrió a mitad de calle a ayudar porque el rayo había alcanzado a un hombre que estaba tirado casi enfrente de la Oficina de Rentas. Luego mi hermano Juan y sus compañeros bajaron corriendo para ayudar también.

Salvador Ochoa

Leyendas mexicanas de sirenas

Las sirenas en Miramar

(Leyenda de Ciudad Madero, Tamaulipas)

Aquí en toda la playa hay delfines que se acercan y un poco más lejos también hay toninas, que son más grandes que los delfines. Le cuento esto porque son peces muy nobles que ayudan a la gente en peligro. Por ponerle un ejemplo: si alguien se anda ahogando, esos pescados lo empujan a la orilla para salvarlo. Me consta, lo he visto. Otro ejemplo: si alguien anda nadando y por ahí vine un tiburón, las toninas o los delfines espantan al tiburón. Por cosas así aquí en la costera de Miramar, en la rotonda, hay un monumento de un delfín con una sirena. ¿Por qué? Déjeme le cuento…

Según los asegunes, hace muchísimos años cuando aquí no había más que chozas y enramadas de pescadores, una vez andaban los niños nadando y se vino una oleada fuerte y el mar se los empezó a llevar. Las mamás se dieron cuenta y no podían hacer nada porque los papás andaban en la pesca en sus lanchas. Se habrán puesto a rezar o lo que sea, pero se dio el milagro de que los niños llegaron a la orilla sanos y salvos. No se ahogó ninguno. ¿Qué sucedió? Uno podría pensar y lo más seguro es que los delfines o las toninas los salvaron, pero estos asegunes cuentan que fueron las sirenas las que salvaron a los niños trayéndolos a la orilla. Eso es lo que las mamás dijeron porque en su desesperación vieron a los pescados que parecían mujeres y que entre el oleaje ayudaron a los niños. Y por eso está el monumento de la sirena y el delfín porque es en recuerdo a esa vez que los niños se salvaron de morir ahogados aquí en la mera playa de Miramar.

Leyenda contada por Juan Calos Núñez, vendedor de artesanías en la playa de Miramar

La imagen, tomada del artículo Sirena en Wikipedia, es obra de John Collier. Que los enlaces sirvan de crédito a sus creadores.

Fantasmas de la matanza de chinos

Mis padres son los dos de Hermosillo y cuando mis abuelos todavía vivían, íbamos allá de vacaciones. Cuando estábamos chicos nos juntábamos con los primos y los amigos del barrio y me acuerdo de que contaban historias de miedo. Una de ellas en lo particular a mí me daba mucho miedo porque era en el centro que yo conocía. Contaban que cuando ya cerraban las tiendas, o sea que ya estaba oscuro, que se oían gemidos, gritos, balazos y llantos y que hasta se veían figuras como que flotaban, así como se dice que flotan los fantasmas. Eso contaban mis primos y muchas historias más. En dos o tres ocasiones que yo fui con mis papás al centro y que se nos hizo tarde me daba un chorro de miedo de que fuéramos a ver eso o escuchar eso que nos contaban -recuerda Armando Salvatierra.

El asunto tiene un trasfondo histórico, aunque de que se vean fantasmas o que se oigan ruidos fantasmales tal vez no sea cierto, pero lo que sí fue cierto es que allá por los años 20 o 30 del siglo pasado, por alguna razón que desconozco hubo una matazón de chinos y estuvieron involucradas las autoridades y mucha gente, o sea que se pusieron de acuerdo y masacraron a los de la comunidad de chinos, y había no solamente chinos en Hermosillo sino también en Sonora, y en Sinaloa y creo que también en Baja California pero no estoy muy seguro. Algo hubo de envidias contra los chinos porque llegaron muchísimos que se establecieron y pusieron sus negocios y les iba bien; eran negocios establecidos no como ahora los puesteros donde venden puras fregaderas traídas de China que no sirven para nada y son puestos callejeros. No, en aquel tiempo allá en Hermosillo los chinos estaban bien organizados y bien establecidos y por alguna razón, yo creo que, por envidia económica, los comerciantes locales se pusieron en contra de ellos y cuando los masacraron pues obviamente se quedaron con los buenos locales independientemente de la mercancía. Y como esos chinos no tenían patria realmente y muchos eran ilegales, pues ni cómo avisarles a los familiares que vivían quién sabe dónde en China. Entonces a todos esos muertos los enterraron en una fosa común y así fue más o menos esa historia, muy horrible la verdad, como son las masacres raciales como las que sucedieron en Europa contra los judíos o más reciente en Siria, pero poco se habla de las que sucedieron aquí en México principalmente contra los chinos, en este caso, y también contra los yaquis y contra otros grupos étnicos.

Y total, esa es una de las historias que recuerdo que contaban mis primos y que me daba miedo y más cuando fui las pocas veces al centro en la tarde-noche y cuando oscurecía me agarraba de la mano de mi mamá porque no quería escuchar esos ruidos, esos llantos, esos fantasmas de los pobres chinos asesinados.

Notas:

1. Los hechos iniciaron en Torreón, Coah. en mayo de 1911 y se extendieron a otras partes del norte de México, incluyendo el estado de Sonora. Aquí un artículo al respecto. Campaña antichina

2. Las imágenes fueron tomada de La «olvidada» matanza de chinos en México

Leyenda de una sirena en Baja California

Hay muchas leyendas de sirenas que cuentan en los pueblos costeros, historias de pescadores que vienen de mucho tiempo atrás. Los científicos refutan las leyendas de sirenas y explican que pueden tener su origen en los navegantes del pasado que iban a nuevos lugares y veían fauna marina desconocida, como los manatíes de acá de la costa de Baja California y luego contaban que eran mitad pez, mitad mujer.

Yo me acuerdo que hace unos veinte años dijeron que en La Misión, un centro de investigaciones entre Ensenada y Tijuana, andaban unos estudiantes y descubrieron en el fondo del mar lo que pensaron que eran los restos de una sirena porque tiene mucho de pez y la cabeza es más humana. Creo que los llevaron al instituto de la Facultad de Ciencias Marinas, en Ensenada y allí todavía tienen los restos reconstruidos de ese pez que es una especie nueva que descubrieron esos estudiantes. Yo no lo he viso, pero una vez en el Museo de las Californias en Tijuana vi la réplica y, bueno, con algo de imaginación puede uno pensar que es como un esqueleto de sirena.

Historia contada por Rosalinda Álvarez

La imagen fue tomada del sitio de Internet seresmitologicos.net. Que el enlace sirva de crédito a sus creadores.

La cueva de la Chepa. Leyenda de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas

Mi mamá es de Tuxtla y me acuerdo de que nos contaba una historia que es leyenda, una historia de un trágico amor tipo telenovela de niño rico, niña pobre que se enamoran y su amor no es bien visto por los padres del niño rico. En Tuxtla hay varias cuevas en los cerros cercanos y una se llama la cueva de la Chepa, y se llama así en memoria de Josefina, la niña pobre que le decían Chepa.

El asunto fue que estos estaban chicos y se enamoraron sin que sus papás supieran, y se huyeron porque el niño sabía que no le iban a permitir que anduviera con una niña pobre. Juntaron sus cosas y se fueron a una cueva que Chepa conocía. Allí consumaron su amor y planearon armar su hogar. Pero el día siguiente, el niño rico dijo que iba al pueblo a traer cosas. Para esto, los papás de los niños fugados ya los buscaban por todas partes sin saber que andaban juntos. Hasta los papás se conocieron y entonces sospecharon que había un amorío entre ellos. El niño fue a su casa y al día siguiente se volvió a desaparecer, pero sus papás lo siguieron y supieron que se escondía en una cueva, pero regresaba a dormir a casa. Así fueron varios días hasta que sus papás ya no quisieron que siguiera con ese juego y lo mandaron a Mérida con unos tíos para que estudiara allá. El niño no dijo nada y tampoco contó que Chepa estaba en la cueva.

Pasó el tiempo y de Chepa nunca se volvió a saber nada. Hasta dijeron los vecinos que se la había robado el Sombrerón o la Tisigua, que son espíritus malos en Tuxtla. Como un año después, unos muchachos de los boys scouts andaban por ese rumbo y se metieron a la cueva y allí encontraron el esqueleto de una niña. Las autoridades fueron y lo sacaron y fue cuando se resolvió el misterio de la niña perdida que no había sido secuestrada ni robada por los espíritus. Luego el niño, que había ido de vacaciones a Tuxtla, contó su historia y así se supo cómo estuvo todo. Desde entonces a esa cueva la conocen como La cueva de la Chepa.

Historia contada por Marisol Balderas, de la ciudad de México

La imagen fue tomada del sitio de Internet: cityexpress.com. Que el enlace sirva de crédito a sus creadores.

Los cometas

LOS COMETAS

Leyenda de Durango

Bueno, tocante a eso de los augurios, uno que es de mal agüero es el cometa. Yo ya voy para los 80 años y he visto –qué serán– unos tres o cuatro cometas en mi vida, cometas grandes, sí señor –dice el Sr. Mario Molina. Yo me acuerdo que mi papá y sus gentes contaban del cometa que el Halley, que el más grande de todos y que trajo muchas calamidades, tantas que hasta empezó la guerra de Revolución por causa del cometa. Eso decían las gentes de antes. Luego me acuerdo que hace como unos 15 años –algo así– dijeron que “ahí viene el Halley; ahí viene el Halley” y el corredero de gente. Se metían a sus casas, cerraban ventanas, ponían listones rojos en las puertas afuera, qué sé yo. Y má, que apenas se vio una rayita en el cielo. Nada como aquel cometa Halley que contaban las gentes de antes.

Cometa Neowise

Le digo, yo he visto unos cuantos en toda mi vida y ninguno ha traído guerras ni la peste, pero lo que sí le puedo decir es que cuando han pasado los cometas o que las chivas o las vacas no dan buena leche o que se empedernen las frutas en el árbol y cosas así. Eso sí se lo puedo asegurar. Y también le puedo asegurar que viene un frío a destiempo o una sequía larga. Eso es lo que anuncian los cometas a mi parecer.

Mitos y leyendas veracruzanas: La nauyaca

LA NAUYACA

(Leyenda de El Tajín, Veracruz)

Bueno, aquí también se habla de una gran serpiente que habitaba en la selva, entre las pirámides, en las milpas, en cualquier lugar despoblado y se dice que esa gran serpiente que es el espíritu de la nauyaca. La nauyaca en sí es una víbora muy peligrosa porque su mordedura causa la muerte inmediata, en menos de media hora. Entonces cuentan que en toda esta región que de repente aparece una víbora muy gruesa y larga que al hacer su silbido vibra el ambiente. Cuando ella sale es un presagio malo –dice Dimitrio García.

[…] Bueno, es un presagio malo porque el silbido anuncia que puede venir una tormenta, que alguien se va morir, que algo malo va pasar, pues. Dicen que poquito antes de la crisis (de 1995), se oía el silbido de la nauyaca por todas partes y la gente luego luego se asustó. Todos esperaban algo malo, no sé, un asesinato como el de Colosio, una guerra de los zapatistas, y nada… que se viene esa crisis que ora sí nos desgració a todos. Ya ve, ya pasaron más de seis años y seguimos igual de fregados. Entonces como el presagio era de una cosa muy grave, los que saben luego dijeron que por eso se oían los silbidos de la nauyaca por todas partes. (Blog de Homero Adame.)

[…] No, yo no la oí, ni tampoco he visto la serpiente grande. Pero sí conozco las nauyacas, son feas como ellas solas, nomás de verlas uno se asusta más que con una cascabel o una culebrita porque sabemos que la mordedura de la nauyaca es mortal.

Notas:

1. La foto de la nauyaca de árbol manchas amarillas (Bothriechis aurifer) fue tomada de la página de Internet Naturaleza curiosa. Que el enlace sirva como crédito y agradecimiento a sus creadores.

2. La ilustración de una enorme serpiente prehistórica fue tomada del blog Esencia 21. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a su autor.

Leyendas de naguales: La doña de Bácum, Sonora

LA DOÑA DE BÁCUM

(Leyenda de Bácum, Sonora)

Y de esto que te digo, anduve en aquel tiempo en Sinaloa y en Sonora principalmente porque andábamos en la misión por aquellos rumbos. Sí, sí estuve en Hermosillo pero no me acuerdo que me hayan platicado los compañeros de allá leyendas de la ciudad, pero teníamos una conocida que había trabajado con una señora en Bácum, un pueblo yaqui por ahí cerca de [Ciudad] Obregón, y ella nos recomendó que fuéramos a platicar de la religión [mormón] con esa señora. Y fuimos entre la curiosidad y el deseo de hablarle de nuestras propuestas; la curiosidad era porque, según la leyenda, esa señora era bruja de las que se convierten en animales. Lo cierto es que sí era curandera y muy conocida en esa región. No recuerdo su nombre y obviamente no le gustaba que le dijeran bruja pero era la doña… la doña no me acuerdo qué –recuerda David González Milán, terapeuta radicado en San Luis Potosí.

Fuimos la primera vez y nos recibió y estuvimos platicando un rato. Volvimos varias veces y siempre nos recibió muy bien y nos escuchaba y nos inquiría sobre nuestras propuestas y hasta nos invitó a comer dos veces. La señora que nos la había recomendado, que había trabajado con ella y que nos había platicado que esta doña era bruja, hasta se sorprendió de que nos haya invitado a comer. Pero el caso es que nunca nos dejó pasar a una habitación en donde supuestamente tenía animales disecados, los animales en los que ella se convertía o se convierte: un perro, un águila y parece que hasta un venado. O sea que ella se convertía en las noches en alguno de esos animales dependiendo del trabajo que tuviera que hacer.

Es que dicen que en aquella región las personas que saben de esto de la brujería, y más los indios yaqui, tienen ese conocimiento de convertirse en ciertos animales. A pesar de que la mayoría de los yaquis son personas muy cerradas y así como que te escuchan pero la verdad no te están haciendo caso, esta doña siempre fue muy amable y una vez ya entrado en confianza yo le pregunté que si era bruja y ella me contestó con otra pregunta sobre mi religión que no me dio opción para seguirle preguntando. (Blog de Homero Adame.)

Te digo, ella era y quizá sigue siendo muy conocida en aquella región y mucha gente la procuraba para solicitarle servicios de curandera. De esto fue hace más de 20 años y en aquel tiempo parte de la leyenda era que esta doña se mantenía siempre igual, más o menos con una apariencia madura de una mujer de unos 50 años, pero según la gente, con la que nosotros platicamos, nos decían que ella se conservaba siempre igual. Han pasado más de 20 años y yo no he vuelto por aquellos rumbos y no sé si todavía viva la doña y si se siga manteniendo con esa misma apariencia madura pero no de vieja. Era una mujer muy amable, a pesar de lo que se decía de ella y de que fuera yaqui.

El pueblo de Bácum es uno de los ocho tradicionales pueblos de los yaquis y fue fundado en 1617 por los misioneros jesuitas Andrés Pérez de Rivas y Tomás Basilio, con el nombre de Santa Rosa de Bácum, y con la categoría de Pueblo de Misión teniendo como lugar de visita a Cócorit. En la lengua yaqui Bácum significa “lago” o “agua estancada”.

 

Notas:

  1. La foto de la iglesia de Bácum fue tomada del sitio de Internet Pueblos América con el crédito a su autor José Luis T. Nava. Que el enlace sirva de agradecimiento.
  2. La imagen del venado fue tomada del sitio de Internet DiCYT. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a su autor.
  3. La imagen del mapa con la ubicación de Bácum fue tomada de la página de Enciclopedia de los municipios y delegaciones de México. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a su autor.

Leyendas de Mazatlán: La cueva del diablo

LA CUEVA DEL DIABLO

(Leyenda de Mazatlán, Sinaloa)

Allá en el malecón de Mazatlán hay un lugar muy famoso que es una cueva y le llaman “La cueva del diablo” –dice Georgina Gpe. Gómez Gámez, radicada en León, Gto–. Según la leyenda, se supone que esa cueva llegaba hasta el centro de la tierra, al mero punto donde vive el Diablo. Entonces cuando nosotras estábamos chiquitas y para que no nos portáramos mal siempre nos decían: “Te voy a llevar a la cueva del diablo.”

De hecho ahora esa parte de Mazatlán abarca el área donde hacen el carnaval. Es una vía bastante larga donde se hace como cantina, o sea hay carpas vendiendo cerveza y tienen música a cada 100 metros –siempre hay un grupo de música diferente–. Ahora a la entrada de la cueva ya le pusieron una puerta de herrería blanca con sus barrotes que, de hecho, tienen el trinche del diablito como decoración y durante el carnaval ahí es utilizado por la policía para meter a la gente y a los borrachos que andan echando pleito. O sea que ahí los dejan, digamos como encarcelados, por un rato hasta que se les baje la borrachera y luego ya puedan salir y se vayan a sus casas sin seguir portándose mal. Es como un castigo pero también parte del carnaval para que los revoltosos se aplaquen. (Leyenda en un blog de Homero Adame.)

Quién sabe si en verdad sea una cueva muy profunda, pero siempre se ha dicho que ahí se apareció el Diablo hace muchísimo tiempo y que por eso la cueva está encantada. Siempre se nos ha hecho creer que adentro de la cueva existen bifurcaciones o túneles que llegan hasta el centro la tierra. Yo no he sabido de algún explorador que se haya metido a esas profundidades, en caso de que su existencia sea cierta, para descubrir qué hay allá abajo.

Esa cueva está sobre el malecón, por el rumbo de Olas Altas que es la parte más vieja de Mazatlán, en la punta antes de llegar al cerro. Hay muchas lomas por ahí y hoy en día ya se han construido bastantes casas, pero antes estaba despoblado. Justo arriba de la entrada de la cueva del diablo hay como unas vías del tren que pasaban por ahí y llegaban hasta el muelle, con todas las provisiones, la materia prima y los cargamentos que venían de ese lado de Sinaloa para luego cargar los barcos que se iban a otras partes del mundo. (Leyendas recopiladas por Homero Adame.)

Notas:

  1. La foto de la cueva fue tomada del sitio de Internet Way marking. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a su autor.
  2. La fotografía del sector Olas Altas fue tomada del sitio de Internet Zona turística. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a su autor.

Leyendas de Quintana Roo: «Un atropellado»

EL ATROPELLADO

(Sucedido en la región centro de Quintana Roo)

La historia del atropellado dice que lo mataron en un diciembre, y en ese mes de diciembre cuando la luna está afuera entonces dicen que ahí en la carretera se aparece el atropellado, pero que únicamente se le aparece a los tráilers, a los traileros, ¿verdad? Es que según la historia, fue un trailero el que lo aplastó, o sea que iba el trailero ese manejando ya de tarde y así como que de repente se atravesó un hombre y lo atropelló, y parece que otros traileros también le pasaron encima y lo dejaron todo hecho pedazos. No sé exactamente dónde fue eso, pero parece que fue entre [Felipe] Carrillo Puerto y Tulum –cuenta el Sr. Miguel Xool, agente de ventas radicado en Playa del Carmen al autor de este blog.

Entonces la historia dice que se presume, se presume que el hombre les hace la parada a los traileros y si ellos no se paran, luego se dan cuenta que el hombre va corriendo con el camión a la par hasta cruzar lo que dicen “La fenicia” y los traileros se asustan tanto porque lo ven que el hombre se les quiere trepar y terminan saliéndose de la carretera y se matan. Mire, se ve ese tramo de la carretera completamente limpio, no hay curvas ni nada que represente peligro, pero si viera cuántos tráileres se han volcado ahí, y todo por causa de ese atropellado porque su ánima no ha encontrado descanso y sigue penando. (Leyenda en un blog de Homero Adame.)

Notas:

  1. El dibujo del tráiler fue tomado del blog Jomagú ilustración. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a su autor.
  2. La fotografía de la autopista fue tomada del sitio de Internet Obras web. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a su autor.

Leyendas poblanas: Los túneles de Atlixco

EL TÚNEL DEL CONVENTO DE SAN AGUSTÍN

(Leyenda de Atlixco, Puebla)

Sí, aquí en Altixco también hay un túnel. Yo lo recuerdo muy bien porque cuando estábamos chicas, las amiguitas o los primos nos metíamos, pero nada más caminábamos tantito porque nos daba miedo. Lo que siempre se ha platicado es que ese túnel corre entre el convento de San Francisco, la parroquia (de Santa María de la Natividad), el Carmen, Santa Clara, y que todas las ramificaciones se unen abajo del templo de San Agustín –explica la Sra. Marta Calderón. (Blog de Homero Adame.)

También platican que cuando la Revolución llegaron aquí los zapatistas con mucho barullo y ganas de robar. Entonces la gente adinerada, como sabía que esos zapatistas andaban fusilando a los ricos, ganaron todos para el convento de San Agustín y se metieron. El sacerdote cerró las puertas. De rato, uno de los bandidos revoltosos fue y dio aviso que mucha gente se había escondido en el convento con sus pertenencias. El comandante que traía a esos bandoleros ordenó que tumbaran la puerta y mataran a todos los escondidos. Fíjese que no encontraron a nadie adentro del convento, nadie supo por dónde se habían escapado. Ahora sí sabemos que se habían metido por el túnel y luego vinieron a salir a lo que es la parroquia; iban guiados por el párroco que no me acuerdo cuál fue su nombre, pero conocía los túneles.

Notas:

  1. La foto de la fachada de la iglesia de San Agustín fue tomada del blog Peterktravels. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a su autor. Thank you, Peter.
  2. La foto panorámica de Atlixco fue tomada de la página de Multitour excursiones. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a su autor.

Leyenda de gigantes en Oaxaca

LAS PIRÁMIDES DE LOS GIGANTES

(Leyenda de Dainzú, municipio de San Jerónimo Tlacochahuaya, Oaxaca)

Hartas, hay hartas pirámides por todas partes. Casi todo el turista va pa’ Mitla –muy bonitas, muy arregladas–, o pa’ las de Monte Albán. ¿Ya conocen p’állá? […] Tan rechulas esas pirámides. Yo una vez jui a conocelas, me llevó uno de mis muchachos y me gustaron pero bastante. Luego están estas de acá, las de Yagul, ¿vedá?, pero no va tanto turista. Ellos ganan pa’ Mitla mejor. Y aquí en Dainzú vienen menos; son muy pocas las gentes como ustedes que vienen hasta acá y quieren saber –dice don Alfredo, un campesino como de 80 años.

   Hay cosas que sabemos por pláticas de la gente de ayer. Miren bien ese cerro qu’está allá. ¿Qué ven? ¡Es una pirámide! ¿Si le hallan la forma? […] Bueno, esa decían los viejitos de ayer qu’era una pirámide qu’hicieron los gigantes. Mírenla, mírenla bien, sí es de los gigantes porqu’es más grande que las de Mitla o las de Monte Albán, ¿vedá? (Blog de Homero Adame.)

   […] Bueno, decían qu’esos gigantes andaban en esta tierra antes de las lluvias. Dicen que las lluvias los ahogó a todos todos, y nomás quedaron las cosas qu’ellos hicieron, las pirámides como esa que las gentes d’estudio afirman qu’es un cerro nomás. Pero sí sabemos nosotros que aquí hubo gigantes porque nos hemos hallado huesos d’ellos enterrados. Miren, huesos d’este vuelo (como un metro) que son d’esta parte (el antebrazo). Y muelas grandototas, y costillas así de grandotas (como un metro). ¿De qué eran? ¡Pos de los gigantes! ¿De quién más, eh?

   Pero hay otras cosas que la gente no sabe porque no platican con la gente de ayer. Esa pirámide dicen qu’era donde venían antes los brujos zapotecos pa’ sacar conocimientos pa’ su magia. Entonces ellos sí sabían qu’ésta era una pirámide de más antes, y sabían que los gigantes tenían conociecia [sic] de la magia, de otra magia. Pero todo eso ya se acabó. Los brujos zapotecos ya no vienen p’acá; a lo mejor ganan p’otros rumbos pa’ lo mismo. O a lo mejor se dieron cuenta qu’esta magia d’esta pirámide ya no les servía o que ya no podían sacarle provecho porque, han de saber ustedes, todo se acaba, y a lo mejor la magia de aquí se acabó también o será que la gente di’ora ya no le sabe a esa magia.

Notas:

  1. Dainzu en zapoteco quiere decir «Cerro del Órgano», esto debido a la abundancia de esa especie de cactáceas. La fecha aproximada considerada para el inicio de este asentamiento es el año 600 a.C. Los vestigios están integrados en una gran unidad arquitectónica que va hasta la población de Macuilxochitl. A lo largo de este trayecto se encuentran varios mogotes y el cerro llamado «la Fortaleza» en donde se ubica la base de un centro ceremonial.
  2. La foto panorámica de Dainzú, con un cerro alto al fondo, fue tomada del sitio de Internet Oaxaca es. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a su autor.
  3. La imagen firmada por Lorena Cassacy fue tomada del sitio de Internet Hive mind. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a su autor.

Leyendas del estado de Hidalgo: Los Frailes

Leyenda de Los Frailes

(Municipio de El Arenal, Hidalgo)

Bueno, de esos peñascos que pregunta, sí, tienen su historia, bueno, más bien su leyenda porque de historia, historia la verdad no sé, pero de las leyendas sí –anticipa el señor Ramón Uribe, en San José Tepenené–. Mire, usted bien ha de saber que las leyendas tienen muchos cambios porque yo las cuento de una manera, usted de otra, y otra gente la cuenta como ellos quieren o como se la saben, ¿verdad? Y esta leyenda de los picachos o peñascos que les dicen que los frailes, o sea que es la leyenda de unos frailes.

Una de las leyendas dice que hace muchos, pero ya muchos años estaban los frailes agustinos construyendo sus conventos y que ya habían terminado el de Atotonilco el Grande y entonces mandaron a la gente a otras partes a poner más conventos, ¿verdad? Un grupo de frailes y monjas se vinieron para acá, bueno, iban a Actopan a construir el convento, y ahí iban ellos en peregrinación y dormían donde les cayera la noche. Entonces una noche un fraile y una monja se hicieron ojitos, se fueron a lo más oscurito y como todo hombre y mujer que se gustan y tienen sus deseos, estos dos tuvieron allí su amorío aunque fueran religiosos. Pero el fraile principal –ese que parece que le dicen que el prior– se dio cuenta y les puso una santa regañiza por pecadores y dijo un conjuro tan fuerte que la tierra tronó y el fraile y la monja se quedaron convertidos en piedra. Eso dice una leyenda. (Recopilada por Homero Adame.)

Aquí le va otra, parecida, pero un poquito diferente: cuando estaban los frailes construyendo el convento de Actopan siempre tenían que ir a donde fuera a traer agua o materiales para la construcción. Resulta que uno de ellos se fue más lejos y subió a los cerros y arriba se encontró a una muchacha muy chula y con ella rompió sus votos de la castidad. Dicen que del cielo cayeron dos rayos que convirtieron al monje y a la muchacha en piedra.

Ahora, la verdad es que eso de los picachos con esa forma viene de mucho más antes, o sea que son muy pero mucho muy antiguos y sabemos por acá que hay historias que cuentan los inditos otomíes en su lengua, su lengua que nomás ellos entienden y uno se entera porque luego hay gente que cuenta las historias de ellos pero ya en español, ¿verdad? Aquí le va una de esas leyendas de los otomíes:

Según cuentan ellos, los otomíes de más antes llegaron a lo que es el Valle de Mezquital donde pusieron sus ranchitos y empezaron a cultivar las tierras. Pero había muchos de ellos que todavía no se acostumbraban a estar en un solo lugar y se iban de cacería a los montes, a las serranías. Muchas veces se iban los hombres solos o también se llevaban a sus mujeres y familias porque se iban mucho tiempo a la cacería y regresaban al pueblo con las pieles para cubrirse en los inviernos. Algo así dice la historia. Pero la leyenda de los picachos que cuentan los otomíes tiene que ver con dos de ellos que eran digamos que marido y mujer y andaban en la punta del cerro con sus chilpayates; eso fue una tarde que empezó a tronar muy feo, con rayos y lluvia. No había donde guarecerse de la tormenta y tuvieron la mala fortuna de que un rayo los mató. Estaban ellos abrazados y el rayo los partió, o sea que los separó. Cuando terminó la tormenta llegaron otros compañeros y los encontraron bien tiesos, así como carbón; no los enterraron porque antes los otomíes no tenían esas costumbres. Los dejaron allí. Y bueno, ya con el tiempo, el sol y la lluvia los cadáveres carbonizados fueron creciendo tanto que se volvieron de piedra y los demás otomíes empezaron a venir a estos rumbos a venerar a sus antepasados, o sea a esa pareja, y también a los chamacos que desde acá no se ven pero allá están, también vueltos piedra. Y es así como empezaron a quedarse los otomíes en estas tierras que ahora son los pueblos de San José Tepenené, El Arenal, Actopan y muchos más antes de que llegaran los frailes españoles con sus ideas, su religión, su cultura.

 

Nota: la segunda fotografía que acompaña este texto fue tomada del blog De ruta por México. Que el enlace sirva de agradecimiento a su creador.

Mitos y leyendas tabasqueñas: Los yumká

LOS YUMKÁ

Leyenda de Frontera, Tabasco

Yo digo que hay dos tipos de historias, las que contamos nosotros y las que cuentan los mayas –anticipa el Sr. Maximino Álvarez. 686534-1344x840-[DesktopNexus.com]Nosotros sabemos historias de piratas, y de tesoros y de aparecidos, pero los mayas saben de espíritus, de la Xtabay, de los duendes. Le digo esto porque cuando estábamos chicos trabajó en mi casa una mujer maya que era de una comunidad chiquita allá por Naranjos, creo. Ella nos contaba historias para que según esto nos portáramos bien, y sí nos asustábamos, pero ahora ya de grande me he dado cuenta de que ella no las inventaba, sino que más bien eran historias de su gente.

Me acuerdo muy bien de una historia de unos duendes que en la lengua de los mayas les dicen «los yumká». Decía doña Chelo –así se llamaba la mujer– que en todas las selvas de Tabasco vivían esos duendes, esos yumká, pero que casi nadie podía verlos, y que también vivían en los pantanos. Que yo me acuerde nunca nos dijo cómo eran esos duendes, pero en mi imaginación yo me los figuraba vestidos de verde, con zapatos rojos y sombrerito picudo, porque así se miraban en los cuentos de hadas, pero ahora sé que los dibujos de esos cuentos son de allá de Europa, entonces los yumká no pueden ser iguales, pero la verdad no sé cómo serán, si es que existen, ¿verdad?

Entonces doña Chelo spirit-of-the-rainforest-3decía que los yumká vivían en la selva y en los pantanos porque Dios los creó para que protegieran esos lugares de la gente que quisiera destruirlos o construir pueblos, ni hacer carreteras ni talar los árboles. Entonces que cuando alguien llegaba con las intenciones de hacer un daño a la selva –a la ecología decimos ahora–, los yumká se las ingeniaban para que la gente mejor se fuera a otros lados. (Leyenda de Homero Adame.)

No sé, esas son historias y creencias de los mayas, pero algo de cierto puede haber porque, ya ve, hay muchos lugares despoblados completamente, donde es pura selva, puro pantano, y casi nadie se atreve a meterse. Y ahora ya hay hasta reservas protegidas por el gobierno, como ésta de los pantanos aquí al sur, y de seguro los mayas que todavía quedan habrán de decir que esa protección es obra de los yumká.

Cuando los españoles llegaron a los territorios de Centla (del náhuatl: «en el maizal»), en 1518, los mexicas ya tenían mucho tiempo de haber sometido a los mayas chontales. Fue hasta el año de 1780 cuando se fundó San Fernando de la Frontera. En 1826, la población recibió el título de villa, con el nombre de Guadalupe de la Frontera. Al decretarse que Tabasco fuera estado libre y soberano, en 1833, Frontera se convirtió en la cabecera municipal de Centla, y en 1896 fue elevada a la categoría de ciudad. Entre 1928 y 1937 se le llamó oficialmente Álvaro Obregón.

Notas:

1. La primera imagen fue tomada de desktopnexus.com. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a sus creadores.

2. La segunda imagen fue tomada del sitio de internet Eden project. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a sus creadores.

Libro de Homero Adame3. Una versión similar de esta leyenda, aunque editada con un tono más literario, fue publicada en el libro Mitos y leyendas de todo México. Editorial Trillas. México, D.F. 2010.

El libro se puede conseguir en muchas librerías del país, así como en todas las librerías de Trillas. Otro modo de adquirirlo es a través de su tienda en línea siguiendo este enlace:

Mitos y leyendas de todo México en Editorial Trillas

4. Ahora es común el tema del tren maya y las controversias que ha generado. Sería bueno saber si hay gente que cuente este tipo de historias de seres sobrenaturales como los yumká que van a proteger la selva amenazada por los trazos de la vía férrea.

Mitos y leyendas potosinos: Un ánima que buscaba confesión

UN ÁNIMA QUE FUE A BUSCAR CONFESIÓN

Leyenda de Moctezuma, SLP

 

Moctezuma, SLP - foto de Homero Adame en julio 2009 (13)Dícese que allá por 1923 se dio un caso muy extraño en Moctezuma, según platicaba el sacristán de aquella época. Acababa de pasar la fiesta patronal y la vida ya volvía a la normalidad. Sucedió una noche que el pueblo ya dormía cuando el padre Mesas escuchó que tocaron la puerta del curato y como Leandro, el mozo y sacristán, no se levantó, entonces el sacerdote mismo fue a ver quién era a esas horas de la noche, y pensó que sin duda se trataba de un moribundo o de alguien que se estaba muriendo en alguna ranchería y habían venido a buscarlo para que fuera a darle la bendición y ponerle los santos óleos. Se asomó el padre por el postigo y se dio cuenta que era un ánima que fue en busca de confesión. Leyenda recopilada por Homero Adame.

De acuerdo con lo que Leandro contaba a sus amigos, que según el padre Mesas le había dicho, éste confesó al ánima que le dijo: “Yo soy Fulano de Tal y vengo de tal parte y quiero confesarme con usted y con San Jerónimo”…

Al terminar la confesión, y luego de haber sido absuelta, el ánima dio vuelta y se fue como con el viento; se fue desapareciendo y lo último que el padre vio de ella fue que se dirigió rumbo al panteón.

 Moctezuma, SLP - fiesta de San Jerónimo - foto de Homero Adame (1)

Puedes leer más sobre Moctezuma siguiendo este enlace: Fiestas patronales de San Jerónimo

Mitos y leyendas chiapanecas: La Titchanila

LA TITCHANILA

Leyenda de Tapachula, Chiapas

 

Ahora que anduve en Tapachula le pregunté a varias personas cosas así de leyendas para tus libros y, entre otras historias, te tengo ésta de la Titchanila, que es como un espanto muy conocido en esos lugares. Entre plática y plática con tres maestros universitarios, todos me dieron sus versiones, así que aquí te va la mía –dice Pat Grounds, quien trabaja como asesora de proyectos especiales del Consejo Británico y radica en San Luis Potosí.

Me dijeron que afuera del panteón de Tapachula se aparece la famosa apariciones_en_el_campoTitchanila, a la que también le llaman la Mala mujer. Dicen que es el ánima de una mujer que solamente se le aparece a los hombres y quienes la han visto y han sobrevivido para contarlo afirman que es una mujer de lo más bella que te puedas imaginar. Según los recuentos de muchos, ella anda vestida de una forma muy sensual y provocativa. Por eso mismo, cuando un muchacho la ve, pues obviamente se siente atraído y se le aproxima para tratar de conquistarla. Pero el problema radica en que nada más viéndola de cerca, el iluso don Juan se da cuenta que el rostro de ella es una calavera. Cuentan en Tapachula que muchos hombres de varias edades han caído muertos de susto en el mero lugar del infortunado encuentro; al hallarlos al día siguiente, notan que sus ojos están abiertos y en sus rostros se dibuja un rictus de horror. Por eso todo mundo sabe que el muerto falleció porque vio a la Titchanila. (Leyenda publicada en un libro de Homero Adame.)

O sea, de acuerdo con lo que dicen, al día siguiente las autoridades hacen investigaciones y, después de la autopsia de ley, no encuentran absolutamente ningún factor que pueda determinar que el muchacho haya muerto por asesinato, envenenamiento, suicidio, etc. Siempre el resultado es un infarto y lo curioso es que aparentemente se trata de hombres saludables que jamás habían presentado problemas cardiacos. Entonces la conseja popular es que mueren de susto por haberse topado con la Titchanila.

Notas:

1. La imagen fue tomada del sitio de Internet de Linkmesh. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a sus creadores.

Mitos y leyendas de todo México - Libro de Homero Adame

2. Otra versión editada de esta misma leyenda fue publicada en el libro Mitos y leyendas de todo México, por la Editorial Trillas.

3. Puedes conseguir el libro en cualquiera de las sucursales de Editorial Trillas en el país o, para más fácil acceso, he aquí es el enlace directo al libro: Mitos y leyendas de todo México.

Mitos y leyendas mexicanas: Chucho “El Roto”

CHUCHO “EL ROTO”

Leyenda escuchada en Veracruz

 

Tengo entendido que a chucho-el-rotoChucho el Roto lo apresaron allá en Texcoco, cerca de la capital (Distrito Federal), y luego lo llevaron a una cárcel en Pachuca, pero de allá se les peló –siempre se pelaba– y cuando lo volvieron agarrar se lo trajeran acá a Veracruz y lo encarcelaron en la prisión de San Juan de Ulúa, que era la más gacha de aquel tiempo –explica el Sr. Matías Hernández–. Hasta hicieron una película en blanco y negro que a muchos nos tocó ver y más o menos ahí explicaban la vida y la muerte de Chucho el Roto, y así se hizo la leyenda.

Allá en San Juan de Ulúa, Veracruz - foto de Homero Adame (1)San Juan de Ulúa estuvo un tiempo y dicen que hubo un carcelero, Simón Palomo se llamaba él, que le ayudó a Chucho el Roto para que se escapara en una lancha, pero lo pescaron nomás llegando a la orilla, aquí en el puerto. Le tiraron balazos y quedó muy mal herido y no sé si esa misma noche o dos que tres días después se murió. Ya lo checaron y las autoridades dijeron que sí estaba muerto y lo metieron en una caja para mandar el cadáver a México en tren para que allá le hicieran la autopsia. El tren llegó a México –las autoridades de allá ya lo esperaban con mucho alboroto y mucha gente también– y cuando abrieron la caja no había nada. N’ombre, ese sí fue un gran alboroto y por más que investigaron nunca se supo qué pasó. Nunca se supo si Chucho el Roto se había hecho el muerto para escaparse o si alguien lo sacó muerto para que siguiera la leyenda, y la leyenda sigue porque de esto estamos hablando, ¿eh?

 

El nombre real de Chucho el Roto fue Jesús Arriaga, y también se le conocía como el «Bandido generoso». Nació en Santa Ana Chiautempan, Tlaxcala, en 1858; otras versiones afirman que fue originario de Arriaga, Querétaro. Empezó su vida productiva como carpintero, pero por una injusticia por asuntos de amores fue encarcelado en la cárcel de Belem, en el Distrito Federal y luego trasladado a San Juan de Ulúa, de donde escapó una vez. Años más tarde, luego de haberse convertido en bandido, fue capturado de nuevo y encarcelado de nueva cuenta en San Juan de Ulúa.

Según la historia oficial, fue fusilado alrededor de 1910, casi al estallido de de la Revolución mexicana. Ahora bien, según la leyenda, no murió fusilado porque o logró escapar o el gobierno le dio el indulto o alguien robó su cadáver.

 

Nota: la foto del preso fue tomada del sitio de Internet chilango.com. Que el enlace sirva de agradecimiento a sus administradores.

Leyendas de Nuevo León: El túnel de Lampazos

EL TÚNEL

Leyenda de Lampazos, NL

Lampazos - parte 1

Lampazos - parte 2

Lampazos - parte 3

Libro de leyendas de Homero AdameNota: esta leyenda fue publicada en el libro Leyendas, relatos, costumbres y tradiciones de Nuevo León, por la Editorial Font de Monterrey, en 2005. La edición estuvo a cargo de la Mtra. Déborah Chenillo Alazraki. El diseño lo hizo Beatriz Gaytán y la corrección, Mary de Lara.

Mitos y leyendas de Tlaxcala: Un charro vestido de negro

UN CHARRO VESTIDO DE NEGRO

Leyenda de Tlaxcala, Tlaxcala

Antes platicaban de un charro negrocharro negro. Dicen que era un charro elegante vestido de negro y venía con su caballo también negro. En su traje él traía así como botones y cosas doradas de oro. Ahí en el hotel (Tlaxcala) antes había una huerta y tenía muchos manantiales y albercas y por ahí veían al charro negro en su caballo. La gente platicaba que pasaba el caballo y donde daba una pisada aventaba chispas. Todas las personas que vivían aquí por la calle de Guerrero nunca los veían, pero sí escuchaban los cascos del caballo pasando por la calle. Nadie se asomaba ni de chiste.

 

Nota: la imagen fue tomada de este sitio de Internet. Que el enlace sirva de crédito a su creador.

Leyendas guanajuatenses: El alma de Juárez entró al infierno

LA ENTRADA DE UN ALMA AL INFIERNO

Una horrible visión de un Obispo

Déjame contarte una leyenda familiar y tómala así y sólo eso –anticipa Jorge Borjas Benavente, radicado en San Luis Potosí–. san-jose-de-cupertino-levitandoContaba mi tía que el abuelito de ella estaba de monaguillo en una misa en San Felipe, Guanajuato, una vez que fue un obispo de León a dar la misa. A ese obispo lo tenían por santo por muchas razones, que por su bondad y cosas así, pero sobre todo porque levitaba. Al momento de la consagración, el obispo empezó a levitar y la gente se quedó asombrada. Levitó y levitó hasta que se cayó como bulto. Se armó tanto el alboroto que uno de los sacerdotes le dijo al monaguillo, o sea al abuelito de mi tía, que fuera a la sacristía a traer sales o alcohol o lo que fuera para reanimar al obispo. Obviamente el niño se asustó mucho e hizo lo que el sacerdote le pidió.

 Años después, aquel monaguillo contaba que el obispo dijo cuando ya estuvo reanimado, pero todavía alterado por una visión: “Acabo de ver la escena más horrible que he visto en mi vida. Acaba de entrar el alma de dante__s_inferno_by_roinoirJuárez al infierno”.

Ésa es la leyenda familiar, que el bisabuelo estuvo traumado mucho tiempo por haber presenciado ese momento de la levitación del obispo, del alboroto y, sobre todo, por sus palabras. Y contaba que, efectivamente, el momento más dramático sucedió justamente cuando llegó la noticia oficial de la muerte de Benito Juárez, cuando aquel obispo estaba levitando y cayó como bulto por haber visto la peor escena de su vida, o sea que alma de Juárez había entrado al infierno, según la visión del obispo.

Nota: las fotos fueron tomadas de sitios de Internet, que los enlaces sirvan de crédito a sus creadores: monje levitando e infierno.

Milagros de San Antonio en la hacienda La Sauceda, SLP

LOS MILAGROS DE SAN ANTONIO

Leyenda de Zaragoza, SLP

 

Aquí en el pueblo hay tres iglesias, la de San Antonio, la de la Virgen de Guadalupe y la parroquia que está dedicada a San José. Los tres son muy milagrosos, pero más, San Antonio. Cuentan que él es desde la época de los hacendados, que los antiguos hacendados trajeron la imagen original y que la que ahora tenemos es otra porque la antigua creo que se la llevaron a otra parte –dice doña Toñita.

Yo me acuerdo que nuestras gentes de más antes platicaban de los milagros que obró San AntonioSan Antonio de Padua, Zaragoza, SLP - foto de Homero Adame (2) a favor de la gente. Ya ve que cada quien le pide algo y a cada quien le cumple, pero también hizo milagros para el pueblo porque en aquellos tiempos de antes la gente le tenía mucha fe. Platicaban de un milagro de un tiempo muy pero muy atrás cuando hubo que una epidemia y mucha gente se enfermó. En otras haciendas la gente se estaba muriendo y aquí casi no hubo muertitos porque los hacendados de ese entonces sacaron la imagen y juntaron a toda la gente para hacer procesión de casa en casa donde hubiera un enfermo. Y así, con la fe de la gente y con el poder milagroso de San Antonio, los enfermos se curaron y mire que en ese entonces no había tanta medicina ni clínicas y tampoco había médicos aquí. (Leyenda recopilada por Homero Adame.)

Otros milagros fueron cuando las guerras de la Revolución y también la Cristera. Cuentan que los revolucionarios llegaban a las haciendas, robaban lo que podían, abusaban de las muchachas y mataban a los hombres, pero aquí hubo muy poco de eso porque la gente se encomendó a San Antonio y él, con su poder milagroso, hizo que los revoltosos se fueran a otra parte.

Pero esto que le cuento son pláticas de más antes y ahora muy poquita gente habla de esto porque ya no tiene fe, ya no cree en los grandes milagros de los santos como nuestro San Antonio, ya no lo procuran. Y yo digo que ahora, con tanta gente mala, con tantos robos, con tanta violencia, con tantos muchachos que se dan a los vicios o al dinero fácil pero mal habido de las drogas, digo que es cuando deberíamos volver a encomendarnos a San Antonio porque su poder es grande y él desde siempre ha protegido a la gente de La Sauceda y de Villa de Zaragoza.

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Reseña histórica de la hacienda La Sauceda

 

El origen de esta Hacienda La Sauceda - Zaragoza, SLP - foto de Homero Adame (1)hacienda es minero y se remonta a finales del siglo XVI, cuando el propietario de estas tierras era Gabriel Ortiz de Fuenmayor. Hacia 1610 pasó a formar parte del latifundio de Pedro Arizmendi Gogorrón, quien la heredó a su hijo Antonio, quien no supo administrarla.

No se sabe con exactitud cuándo cambió su nombre por San Antonio de la Sauceda, pero hacia finales del siglo XVIII ya se le conocía así, cuando su dueño era José Pablo de la Serna y el giro económico de la hacienda ya era ganadero y agrícola. Sus herederos tuvieron que rematar la hacienda a favor del ayuntamiento de San Luis Potosí, en 1841. Posteriormente tuvo otros dueños y otro giro económico fue la producción de mezcal. El último propietario fue Luis Dávila, quien hacia 1950 cerró la fábrica de mezcal.

Leyendas de Nuevo León: La casa del ahorcado

LA CASA DEL AHORCADO

Leyenda de Linares, N.L.

Allá por la calle [General] Anaya, enfrente de donde está un depósito, antes había una casa abandonada. Ahí se Guadalupe, Zac - museo - foto de Homero Adame (9)ahorcó un señor hace un chorretal de años.

Pues, mira, yo pasaba por ahí y había veces que veía un foco prendido, y otras veces no. ¿Qué sería? Una casa abandonada no tiene luz, no tiene gente; la luz se la cortan después de un mes de no pagar, etcétera. Pero pasábamos y el foco estaba prendido. De curiosos nos asomábamos por la ventana y no veíamos movimiento ahí adentro. Quien quite y fuera un falso contacto, pero lo raro es que ni siquiera había medidor en la casa ésa…

El asunto es que ahí se ahorcó un señor. Pero, según esto, cuando esa persona compró la casa, o la rentaba –quién sabe–, él y su familia la arreglaron, pues estaba bien fregada por dentro. Luego ya estaban viviendo ahí y parece que el señor quería sembrar un limón y se puso a escarbar en el patio trasero y parece que se encontraron un ataúd. Total, se asustaron y todo, pero lo sacaron y le avisaron a la poli, y si mal no recuerdo se lo llevaron al panteón.

Pero a partir de que sacaron ese ataúd la cosa se puso fea. Se oían ruidos, se movían cosas, los hijos de esas gentes se despertaban asustados a media noche; en fin, estaba del carajo. Y lo peor fue que el señor ése empezó a deprimirse. Ya no salía, se echaba sus tragos y estaba como ido todo el tiempo, hasta que… hasta que una vez amaneció ahorcado. Qué gacho, ¿no? Imagínate la tragedia para la familia. Pero bueno, al poco tiempo se cambiaron, pero la pena no se la quitaron tan fácil, ¿no crees?

Total. Según platicaban antes, cuando sacaron el ataúd se salió un espíritu chocarrero que hizo que el pobre hombre se matara, y desde entonces nadie habita esa casa. Pues ¿quién le va a entrar, si la cosa está así de fea?

Mitos y leyendas potosinos: Abrieron una de las puertas del infierno

ABRIERON UNA DE LAS PUERTAS DEL INFIERNO

Leyenda de Villa Juárez, SLP

 

Bien sabemos que muchas anécdotas pueden convertirse en leyendas con el paso del tiempo, y más, si hay un acontecimiento trágico implícito. Cuando existen testimonios del suceso, se registra por lo menos una versión oficial, pero la voz popular, tarde o temprano, enriquece la historia a su manera para hacerla más dramática.

Un mal día de noviembre de 1972, en el municipio de Villa Juárez ocurrió una de las peores catástrofes jamás registradas en la historia del estado. Cuando el mineral de azufre, Guaxcamán, Villa Juárez, SLP - Homero Adame (10)Guaxcamá, estaba en pleno apogeo de producción, una tarde explotó. Cuentan que era sábado y había una boda muy concurrida en el poblado. Muchos mineros disfrutaban del convite, pero al parecer los del turno vespertino se encontraban laborando dentro de la mina. Al momento del terrible accidente, toda la gente en el exterior alcanzó a huir, pero de los trabajadores que se hallaban en el interior nada se supo; nadie se atrevió a meterse a los socavones, ya que cualquier labor de rescate hubiera resultado prácticamente imposible.

El pueblo de Guaxcamá no era pintoresco, pues fue construido en la década de los años 50’s del siglo pasado, con arquitectura moderna para la época; existían casas, oficinas, almacenes, una plaza, una iglesia, una escuela y una cancha deportiva. Algo muy extraño es que el fuego abrasó el suelo al grado de derretirlo, sin embargo, las construcciones sufrieron pocos daños y quedaron marcadas en grado mínimo por las llamas, aunque en la actualidad se encuentran en ruinas por el abandono.

Son muchas las versiones del motivo de la explosión de la mina. El veredicto oficial señaló que fue debido a un corto circuito, mientras que otras fuentes echaron la culpa a unos mineros desprevenidos que al parecer prendieron una antorcha donde había gases acumulados. Lo cierto es que durante varios meses, según testimonios de vecinos de la ex hacienda de Guascamán, de Villa Juárez e incluso de Cerritos, el fuego que salía de la boca de la mina podía verse a varios kilómetros de distancia.

Sin embargo, Guaxcamá - Villa Juárez, SLP - Homero Adame (6)una de las versiones con mayores matices de leyenda dice que los mineros habían estado excavando en profundidades insospechadas y tuvieron miedo de seguir, pues las rocas sonaban huecas, no eran sólidas y, además, se percibía un olor mucho más fétido que el azufre. Era viernes y al terminar su turno, los trabajadores explicaron a los ingenieros que tenían un mal presentimiento y que sería mejor continuar por otro socavón.

Pero los jefes no aceptaron excusas; argumentaron que requerían mayores cantidades de azufre porque la compañía había ordenado incrementar la producción. Entonces, obligaron a los trabajadores del turno vespertino de aquel sábado aciago a que avanzaran con las labores de extracción. Sólo algunos mineros se negaron a bajar a ese punto e incluso amenazaron con ponerse en huelga –ellos fueron los que vivieron para contar la tragedia y dar su versión de los hechos. Según esto, al momento en que los compañeros que andaban en las profundidades de la tierra y le pegaron con el pico a una roca muy blanda, se abrió una de las puertas del infierno y en ese mismo instante la catástrofe empezó.

 Book by Homero Adame

Esta leyenda fue publicada en el libro Mitos, relatos y leyendas del estado de San Luis Potosí, por la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado y Secretaría de Cultura. San Luis Potosí. 2007.

Algo más sobre Guaxcamá y Villa Juárez

Este territorio estuvo habitado por la tribu guascamas o guascanes –consanguíneos de los huachichiles–, aunque algunas versiones afirman que eran tének quienes vivieron ahí. Los primeros españoles llegaron en 1643 y fundaron la congregación de Santa Gertrudis de Carbonera. En el año de 1829 recibió la categoría de villa y mucho tiempo después, el título de cabecera municipal, con el nombre de Carbonera. En 1928 se cambió su nombre oficial por el de Villa Juárez.

Sus nombres históricos se originan de lo siguiente: Santa Gertrudis, por ser la patrona de la localidad, cuya fiesta se celebra el 16 de noviembre, además de ser la protectora de los carboneros; Carbonera, porque en los alrededores se explotaba el Guaxcamá - Villa Juárez, SLP - Homero Adame (11)carbón vegetal a gran escala, y Villa Juárez, en honor al Benemérito de las Américas.

Guaxcama se localiza a 3 km de la ex hacienda Guascamán y ésta a 14 km de Villa Juárez, por un camino pavimentado.

Mitos y leyendas guanajuatenses: Un tesoro en «Las Margaritas»

UN TESORO EN «LAS MARGARITAS»

Leyenda de San Bartolomé, Guanajuato

 

Ahí en «Las Margaritas» San Bartolomé, Gto - foto de Homero Adame (3)hay un tesoro que dejaron los gachupines. Dicen que son unas ánimas las que dan razón de dónde está el dinero enterrado –es harto dinero–. Dicen que se quejan las ánimas y que se ven las sombras que pasan porque hay gente que las han visto y que esas sombras señalan en dónde está enterrado ese tesoro; un tesoro muy grande. Yo entiendo que en la mera puerta de la iglesia está enterrado un cajón que mide metro y medio de largo por 80 cm. de alto y está lleno de puros centenarios que están acomodados muy bonito. Hay gente que le ha hecho la lucha pero luego les da miedo porque las ánimas los asustan. Eso me han platicado los que han ido allá a buscarlo.

Una vez unos muchachos que vieron las sombras de las ánimas se decidieron a escarbar y escarbar bien profundo y luego dijeron que sí abrieron el cajón; por eso sabemos de qué tamaño es y cómo están acomodados los centenarios. Entonces fue cuando ellos escucharon que las ánimas estaban alegue y alegue y que se les vino una tropelada de caballos, y entonces los pobres muchachos con el puro susto nomás corrieron y hasta dejaron los picos y las palas ahí tiradas.

Pero cómo son las cosas, San Bartolomé, Gto - foto de Homero Adame (1)porque a la mañana siguiente agarraron valor y fueron a buscar el tesoro, pues al fin y al cabo el pozo ya estaba abierto, y cómo se sorprendieron al darse cuenta que ya estaba tapado y ni siquiera se miraban las señales del escarbadero que hicieron la noche anterior. Yo les dije luego que lo que les falló fue que uno de ellos debería haber estado rezando y echando inciensos mientras que otro debería haber tenido un Cristo y agua bendita, mientras que los demás escarbaban. Pero lo curioso fue que encontraron otra vez tapado el pozo y ya mejor decidieron no volver a escarbar nunca.

Esas ánimas ofrecen el tesoro porque ellas andan buscando descanso. Entonces digo yo que el buscatesoros también tiene que prometerles algo, como por ejemplo dar un socorro a la iglesia o a los prójimos pobres; una donación con parte del dinero que saque. Y además debe hacer un funeral en el panteón, aunque sea con una caja vacía. Leyenda recopilada por Homero Adame.

San Bartolomé, Gto - foto de Homero Adame (2)

 

En memoria de don Cirilo Hernández (1907-2004), quien me contó esta leyenda

Mitos y leyendas de San Luis Potosí: El Cristo de Matehuala

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Esta leyenda, Libro de leyendas de Homero Adamerecopilada por Homero Adame, fue publicada en la plaquette Leyendas del Festival del Desierto, en la colección “Cantera la Voz”, como parte del Programa de Fomento a la Lectura durante la Feria del Libro de Matehuala, 2005.

Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado. San Luis Potosí. 2005.

Mitos y leyendas de San Luis Potosí: La mujer convertida en piedra

LA MUJER CONVERTIDA EN PIEDRA

Leyenda de Charcas, SLP

Uh, claro que sí. Eso que dicen aquí en Charcas que una mujer se convirtió en piedra porque tuvo malos pensamientos y renegó de Dios es cierto. Ella, o más bien la piedra, se halla de aquel lado de un arroyo que le mentamos «el Coligante», y todo el mundo la conoce como «La Piedra Blanca». Le decimos así porque es una piedra de color blanco y la cosa estuvo en que esa mujer iba caminando una tarde, vestida con su huipil blanco y con rebozo blanco también, y renegó ante Dios porque no le cumplió un deseo. Entonces el castigo divino hizo que se convirtiera en piedra y es de color blanco porque su huipil era blanco.

Hay otras pláticas de cómo renegó ella de Dios y no es porque hubiera estado teniendo malos pensamientos ni porque fuera una pecadora. Entonces dicen también que ella iba caminando por el Coligante una tarde que estaba haciendo pero muchísimo calor y que iba tan cansada que dijo: “Ojalá y Dios me convierta en piedra para así descansar un poco”, y entonces se quedó convertida en esa piedra blanca.

 

Esta leyenda, recopilada por Homero Adame, fue publicada en la plaquette Leyendas del Festival del Desierto, en la colección “Cantera la Voz”, como parte del Programa de Fomento a la Lectura durante la Feria del Libro de Matehuala, 2005.

Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado. San Luis Potosí. 2005.

Edición: Mtra. Déborah Chenillo Alazraki.

Diseño: Beatriz Gaytán Reyes.

Mitos y leyendas de San Luis Potosí: El primer milagro de San Francisco de Asís

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Esta leyenda, recopilada por Homero Adame, fue publicada en la plaquette Leyendas del Festival del Desierto, en la colección “Cantera la Voz”, como parte del Programa de Fomento a la Lectura durante la Feria del Libro de Matehuala, 2005.

Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado. San Luis Potosí. 2005.

Edición: Mtra. Déborah Chenillo Alazraki.

Diseño: Beatriz Gaytán Reyes.

Mitos y leyendas de San Luis Potosí: La escultura que llora en el panteón

UNA ESCULTURA QUE DERRAMA LÁGRIMAS

EN EL PANTEÓN DEL SAUCITO

Leyenda de San Luis Potosí

¿Has oído hablar que en el panteón del Saucito hay una escultura que llora?

Cuentan que en la tumba de una familia de apellido Bustamante, con fecha de 1895, han visto a la escultura de una virgen derramar lágrimas. En días de Muertos mucha gente va a ver esa tumba por curiosidad y le deja ofrendas.

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Puedes ver un video sobre la escultura de esta leyenda en este enlace:

La escultura que llora en El Saucito

Puedes leer más leyendas de panteones y de muertos en este enlace:

Leyendas de muertos

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