Un blog de mitos, leyendas, costumbres y tradiciones de México

Archivo para la Categoría "Leyendas y mitos de Sonora"

Fantasmas de la matanza de chinos

Mis padres son los dos de Hermosillo y cuando mis abuelos todavía vivían, íbamos allá de vacaciones. Cuando estábamos chicos nos juntábamos con los primos y los amigos del barrio y me acuerdo de que contaban historias de miedo. Una de ellas en lo particular a mí me daba mucho miedo porque era en el centro que yo conocía. Contaban que cuando ya cerraban las tiendas, o sea que ya estaba oscuro, que se oían gemidos, gritos, balazos y llantos y que hasta se veían figuras como que flotaban, así como se dice que flotan los fantasmas. Eso contaban mis primos y muchas historias más. En dos o tres ocasiones que yo fui con mis papás al centro y que se nos hizo tarde me daba un chorro de miedo de que fuéramos a ver eso o escuchar eso que nos contaban -recuerda Armando Salvatierra.

El asunto tiene un trasfondo histórico, aunque de que se vean fantasmas o que se oigan ruidos fantasmales tal vez no sea cierto, pero lo que sí fue cierto es que allá por los años 20 o 30 del siglo pasado, por alguna razón que desconozco hubo una matazón de chinos y estuvieron involucradas las autoridades y mucha gente, o sea que se pusieron de acuerdo y masacraron a los de la comunidad de chinos, y había no solamente chinos en Hermosillo sino también en Sonora, y en Sinaloa y creo que también en Baja California pero no estoy muy seguro. Algo hubo de envidias contra los chinos porque llegaron muchísimos que se establecieron y pusieron sus negocios y les iba bien; eran negocios establecidos no como ahora los puesteros donde venden puras fregaderas traídas de China que no sirven para nada y son puestos callejeros. No, en aquel tiempo allá en Hermosillo los chinos estaban bien organizados y bien establecidos y por alguna razón, yo creo que, por envidia económica, los comerciantes locales se pusieron en contra de ellos y cuando los masacraron pues obviamente se quedaron con los buenos locales independientemente de la mercancía. Y como esos chinos no tenían patria realmente y muchos eran ilegales, pues ni cómo avisarles a los familiares que vivían quién sabe dónde en China. Entonces a todos esos muertos los enterraron en una fosa común y así fue más o menos esa historia, muy horrible la verdad, como son las masacres raciales como las que sucedieron en Europa contra los judíos o más reciente en Siria, pero poco se habla de las que sucedieron aquí en México principalmente contra los chinos, en este caso, y también contra los yaquis y contra otros grupos étnicos.

Y total, esa es una de las historias que recuerdo que contaban mis primos y que me daba miedo y más cuando fui las pocas veces al centro en la tarde-noche y cuando oscurecía me agarraba de la mano de mi mamá porque no quería escuchar esos ruidos, esos llantos, esos fantasmas de los pobres chinos asesinados.

Notas:

1. Los hechos iniciaron en Torreón, Coah. en mayo de 1911 y se extendieron a otras partes del norte de México, incluyendo el estado de Sonora. Aquí un artículo al respecto. Campaña antichina

2. Las imágenes fueron tomada de La «olvidada» matanza de chinos en México

Leyendas de naguales: La doña de Bácum, Sonora

LA DOÑA DE BÁCUM

(Leyenda de Bácum, Sonora)

Y de esto que te digo, anduve en aquel tiempo en Sinaloa y en Sonora principalmente porque andábamos en la misión por aquellos rumbos. Sí, sí estuve en Hermosillo pero no me acuerdo que me hayan platicado los compañeros de allá leyendas de la ciudad, pero teníamos una conocida que había trabajado con una señora en Bácum, un pueblo yaqui por ahí cerca de [Ciudad] Obregón, y ella nos recomendó que fuéramos a platicar de la religión [mormón] con esa señora. Y fuimos entre la curiosidad y el deseo de hablarle de nuestras propuestas; la curiosidad era porque, según la leyenda, esa señora era bruja de las que se convierten en animales. Lo cierto es que sí era curandera y muy conocida en esa región. No recuerdo su nombre y obviamente no le gustaba que le dijeran bruja pero era la doña… la doña no me acuerdo qué –recuerda David González Milán, terapeuta radicado en San Luis Potosí.

Fuimos la primera vez y nos recibió y estuvimos platicando un rato. Volvimos varias veces y siempre nos recibió muy bien y nos escuchaba y nos inquiría sobre nuestras propuestas y hasta nos invitó a comer dos veces. La señora que nos la había recomendado, que había trabajado con ella y que nos había platicado que esta doña era bruja, hasta se sorprendió de que nos haya invitado a comer. Pero el caso es que nunca nos dejó pasar a una habitación en donde supuestamente tenía animales disecados, los animales en los que ella se convertía o se convierte: un perro, un águila y parece que hasta un venado. O sea que ella se convertía en las noches en alguno de esos animales dependiendo del trabajo que tuviera que hacer.

Es que dicen que en aquella región las personas que saben de esto de la brujería, y más los indios yaqui, tienen ese conocimiento de convertirse en ciertos animales. A pesar de que la mayoría de los yaquis son personas muy cerradas y así como que te escuchan pero la verdad no te están haciendo caso, esta doña siempre fue muy amable y una vez ya entrado en confianza yo le pregunté que si era bruja y ella me contestó con otra pregunta sobre mi religión que no me dio opción para seguirle preguntando. (Blog de Homero Adame.)

Te digo, ella era y quizá sigue siendo muy conocida en aquella región y mucha gente la procuraba para solicitarle servicios de curandera. De esto fue hace más de 20 años y en aquel tiempo parte de la leyenda era que esta doña se mantenía siempre igual, más o menos con una apariencia madura de una mujer de unos 50 años, pero según la gente, con la que nosotros platicamos, nos decían que ella se conservaba siempre igual. Han pasado más de 20 años y yo no he vuelto por aquellos rumbos y no sé si todavía viva la doña y si se siga manteniendo con esa misma apariencia madura pero no de vieja. Era una mujer muy amable, a pesar de lo que se decía de ella y de que fuera yaqui.

El pueblo de Bácum es uno de los ocho tradicionales pueblos de los yaquis y fue fundado en 1617 por los misioneros jesuitas Andrés Pérez de Rivas y Tomás Basilio, con el nombre de Santa Rosa de Bácum, y con la categoría de Pueblo de Misión teniendo como lugar de visita a Cócorit. En la lengua yaqui Bácum significa “lago” o “agua estancada”.

 

Notas:

  1. La foto de la iglesia de Bácum fue tomada del sitio de Internet Pueblos América con el crédito a su autor José Luis T. Nava. Que el enlace sirva de agradecimiento.
  2. La imagen del venado fue tomada del sitio de Internet DiCYT. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a su autor.
  3. La imagen del mapa con la ubicación de Bácum fue tomada de la página de Enciclopedia de los municipios y delegaciones de México. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a su autor.

Los ahorcados de la casa maldita – Leyenda de Juitepec, Morelos

Casa maldita en Morelos 1 - leyenda de Homero Adame

Para saber algo sobre Juitipec, Morelos

Jiutepec (del náhuatl Xiuhtepec o Xiuhtepetl: “En el cerro de las piedras preciosas”) estaba habitada por familias nahuas cuando llegaron los españoles. Terminada la conquista, estas tierras fueron dadas como merced a Hernán Cortés, quien las anexó a su marquesado del Valle de Oaxaca. Siglos más tarde se fundaron varias haciendas en esta región. En 1852, el pueblo de Jiutepec perdió parte de su territorio que fue integrado a la hacienda de Atlacomulco. Debido al descontento, los habitantes lucharon ferozmente contra los hacendados durante la Revolución Mexicana. Con la Reforma Agraria se reconfiguraron muchos municipios del estado, y el 10 de mayo de 1930 se fundó el municipio de Jiutepec, teniendo a esta población como su cabecera.

Si te interesa este libro y quieres saber más de su contenido, sigue este enlace: Leyendas de todo México, aparecidos y fantasmas, de Homero Adame.

Leyendas cristianas: San Judas Tadeo

EL MILAGROSO SAN JUDAS TADEO

Leyenda escuchada en Yécora, Sonora

Lo que yo le puedo decir es que la fe mueve montañas y yo soy creyente y tengo fe a los milagros divinos –afirma el Sr. Arturo Valenzuela–. Dios es el que arregla todos los problemas, pero como tiene muchas ocupaciones entonces hay santos que se hacen cargo de los problemas y Dios les da el poder de arreglarlos. Hay santos para cualquier problema, que si de salud, que si de falta de dinero, que si del mal de amores y uno tiene que encomendarse con mucha fe y el problema que traiga se le arregla porque es un milagro de Dios.

Yo me encomiendo mucho a San Juditas, que es el santo que tiene a su cargo los casos muy difíciles y desesperados, o sea que cuando alguien ya ni esperanza tiene para salir de un problema si se encomienda a San Juditas con mucha fe, él le cumple el milagro. Tengo en mi casa una imagen de San Juditas y siempre le prendemos su veladora. Una vez que fui a Ciudad Obregón allá visitamos la capilla dedicada a San Juditas –no sé si sea parroquia o nomás iglesia, pero fuimos a conocerla y le dejamos sus flores y sus veladoras.

San Juditas sí obra milagros; nomás es cuestión de pedirle con mucha fe como le digo. Pero aquí viene el asunto: es mejor pedirle para otro que para uno. O sea, si uno le pide que lo saque de un apuro, por ejemplo de que no tiene chamba, a lo mejor le cumple, pero si uno le pide que ayude a otra persona, haga de cuenta que un familiar, que un amigo en apuros, entonces de seguro sí le cumple.

Hay gente que le ofrece regalos por los favores concedidos, así como mandas, pero también hay otros que reciben el favor y luego ya se les olvida de darle algo a San Juditas. Lo que yo siempre hago es prometerle nueve días con veladoras y siempre me cumple y yo le cumplo y así quedamos los dos contentos.

A San Judas Tadeo se le festeja el día 28 de cada mes, pero su fiesta se celebra el 28 de octubre, mismo día que San Simón. En casi todas las iglesias de México existen imágenes de San Judas Tadeo, pues se trata de uno de los santos más populares porque, se cree, ayuda a los desesperados a conseguir trabajo, a recuperarse de alguna enfermedad o por cualquier otra causa difícil.

Myths and legends from Sonora: The Devil Does a Good Deed

THE DEVIL DOES A GOOD DEED

Folk story from the State of Sonora

One evening, while having dinner with don Evaristo and doña Almanda, I asked our guest if he knew any stories from the state of Sonora. “You see, Emily and I are planning to drive to Sonora for the holidays,” I said.

“Now, let me think,” don Evaristo said and thought for a while. “Ah, yes. I’ve just thought of a good one. ‘The Devil Does a Good Deed’, it’s called.”

“The Devil.” said Emily, “Are you going to frighten us?”

“Not quite. This story is about an old lady named Eulogia, who lived all alone on a small ranch, in a forgotten corner in the middle of the Sonora desert. Eulogia had very few visitors. Maybe once or twice a year, a muleteer would take a wrong turning and come across the ranch by accident. And these chance visits were the only times Eulogia received any news from the outside world.” Don Evaristo began.

“Her husband had been a member of an infamous gang of bandits, feared throughout the territory. After one particularly dangerous raid against federal troops, the leader of the gang presented Eulogia’s husband with a dramatic painting of a devil. This was his way of thanking Eulogia’s husband for saving his life during the bitter encounter. Though he was not at all happy about the subject of the painting, Eulogia’s husband could not, of course, refuse a gift from his leader and friend. That day, when he arrived home, he placed the picture behind a door, and there it stayed. Even after his death, the picture stayed there; being one of the few things he left his solitary wife to remember him by.

“Now, when our story begins, Eulogia was still in good health, though advanced in years. She still kept her own house and did her own housework, and, whenever she went through the door on which the strange painting hung, she used to say, ‘Poor thing! You never see the face of God, do you?’ Then she would take a cloth and gently sweep off the dust from the painting. This daily ritual repeated itself, day after day and year after year. After her husband’s death, she even moved the painting closer to her room, so she would not forget to dust it off.

“All flesh is weak, and so it happened that, strong as she was, one day Eulogia fell ill. Now very old indeed and all alone in the desert, she made up her herbal remedies and tried to take care of herself the best she could. But it was all to no avail. As each day passed, she grew weaker and weaker, until finally, she just lay motionless on bed, unable to move a finger. Homero Adame’s folk stories.

“When the devil in the painting saw her sad condition, he materialized, came out of the picture and approached Eulogia’s bed. She knew very well that death was near. ‘Good-bye, old friend,’ she said to the devil. When the devil heard this, he rushed out of the house as fast as he could and ran and ran down the lonely desert road towards the nearest town.

“Once in town, he rushed inside the first church he came to. When the priest saw the devil, he recoiled in horror. ‘What do you want of me?’ he demanded, in a rage. ‘I just want you to come with me and give the last rites to someone who is dying,’ replied the devil. Homero Adame’s folk stories.

“The priest found very hard to believe the devil’s words, but the idea of saving a poor soul seemed more important to him than any devil’s trickery. So, he agreed to go with the devil, but not without carefully packing a holy cross, holy water, incense and all the materials he needed for the sacrament.

“Priest and devil together hitched the horses to a carriage and hurried off back to Eulogia’s ranch. When they arrived, they found the old lady smiling tranquilly. ‘I’ve just seen a beautiful lady dressed all in white,’ she whispered. ‘She was coming down a long tunnel to meet me and little children with wings were flying all around her.’ Leyenda sonorense en un blog de Homero Adame.

“The priest then gave the old lady confession, and soon after, Eulogia passed away peacefully, and well accompanied.

“Moments later, the priest asked the devil to leave, but first he remembered to thank him for his good deed. Before they parted, the holy man said to the devil, ‘Tell me, what made you want to save a soul? Why on earth did you do a good deed? Is this a devil’s work?’

‘Well, you know, that woman was extraordinarily kind to me. She even saved me from my prison in the picture! Besides, I already have her husband’s soul,’ the devil smiled and vanished. The priest, for his part, went back to the town and to all his priestly duties.

“When the authorities and gravediggers came to bury the old lady, they found a strange painting beside her. A painting of a silhouette – the outline of a figure, where the devil’s form had once been…”

“How strange, that the devil should do such a kind thing!” Emily exclaimed. “I can’t believe it.”

“Neither can I, but who knows? Maybe even bad spirits can do good deeds, from time to time.” Don Evaristo laughed. “And it’s only a story, Emily!”

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Folk story originally published in the English textbook Orbit 3. By Homero Adame, Pat Grounds and Carol Lethaby. Ediciones Castillo, S.A. de C.V. Monterrey, Mexico. 2000. Pp. 206-207.

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