Un blog de mitos, leyendas, costumbres y tradiciones de México

Archivo para octubre, 2011

Mitos y leyendas de la Huasteca: La Tepa del río Tancochin

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Leyendas indígenas mexicanas

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LA TEPA DEL RÍO TANCOCHIN

Leyenda huasteca

 En las márgenes y a todo lo largo del extenso río Tancochin, río que nace en la caída de agua de la sierra de Kotontepetl, en el municipio de Tancoco, y atraviesa los municipios de Naranjos-Amatlán, Chinampa, y desemboca en la laguna de Tamiahua, entre Saladero municipio de Tlamalín y Reforma municipio de Tamiahua, se han escuchado infinidad de cuentos, relatos e historias, como la leyenda de la Tepa.

Según cuentan los abuelos, la Tepa era una mujer muy hermosa, de cara bonita, alta, blanca, de larga cabellera, cuerpo bien torneado, prominentes pechos, ojos coquetos y sonrisa encantadora, cuando se apreciaba de lejos. Pero al tenerla cerca, su apariencia cambiaba totalmente. Su rostro se mostraba pálido y amarillo, sus ojos destellaban odio, su pelo desbaratado, las uñas de las manos largas y filosas y su boca demasiado enojo.

Cuando la Tepa estaba contenta, interpretaba cantos muy tristes en una lengua extraña. Totalmente desnuda se metía al agua y con un guacal se rociaba agua por todo su hermoso cuerpo; al bañarse mostraba todos sus encantos.

Hay quienes aseguran que a las 12 del día, al llegar o estando en sus milpas, de repente sentían una ráfaga de viento que movía todos los arboles, apareciéndose como por arte de magia, sin dejar pasar a nadie por el camino, llenando de ramas y abrojos todas las salidas. Produciendo enorme susto a quienes lograban ver a la Tepa, que en ocasiones sufrían de fuertes fiebres y alucinaciones por muchos días, que algunas personas fallecían por esta causa.

Todos los habitantes de esta región por generaciones, sabían y conocían muy bien el mito de esta terrorífica mujer, que algunos ya venían preparados, con agua bendita, caña o aguardiente y algunas oraciones para alejarla del lugar.

Por eso cuando sembraban preparaban mucha comida, café, agua limpia para beber, pan, tortillas y aguardiente, para comer en la milpa, acompañados de sus peones.

No sin antes ofrendarle a la Tepa en un lugar especial del monte, de la siguiente manera:

  • En siete cazuelitas muy pequeñas de barro colocaban la comida, siete tacitas también de barro colocaban los líquidos (café, agua y aguardiente).
  • Colocaban en el improvisado altar dos copaleros con brasa e incienso, figurillas de barro y caritas sonrientes conocidas como teopaquetl, hoy en día se conocen los restos de barro como tepalcates (vasijas divinas, porque se ocupaban para ofrenda).
  • Después de haber compartido con la Tepa y los peones, hacían un hoyo en medio de la milpa, donde depositaban todo lo que les había sobrado.
  • Para darle de comer a la madre tierra, también encima rociaban el agua, el café y el aguardiente.

Este ritual lo acostumbraban hacer en todas la comunidades huastecas, aunque en algunas de ellas nunca se hubiese aparecido la Tepa.

Se dice que allá por el año de 1960 en una comunidad de Tamiahua, conocida como Buena Vista, al levantar la cosecha, cuando estaban variando el frijol y a la hora de comer sus lonches, se les apareció de repente la Tepa a cinco campesinos.

Entre ellos estaba uno llamado Melitón Santiago, quien sacó su machete y le grito “¡hasta aquí llegaste bruja, hija de tu humilde madre!

 Se le echó encima a machetazos pero sin tocar su cuerpo, siguiéndola hasta perderse en el espeso monte, mientras ella se carcajeaba burlonamente.

 Sus compañeros quedaron estáticos con sus pies engarrotados, gritando angustiosamente ¡Melitón, Melitón, Melitón…!

Después se arrodillaron implorándole a Dios que los ayudara, sin saber que Melitón había desafiado a fuerzas extrañas de la naturaleza, provocando la ira de la Tepa, que se lo llevó para siempre.

Juan uno de ellos corrió a la comunidad para avisar lo sucedido. Al llegar al pueblo gritaba que ¡a Melitón se lo llevó la Tepa! Toda la gente del pueblo se organizó para buscarlo por muchos días, mas no dieron con él. Después de unos cuarenta días, unos vecinos de Tampache encontraron el cuerpo disecado totalmente, la piel bien adherida al esqueleto, como si lo hubiesen chupado. Sólo por sus ropas lo reconocieron. Sí, no había duda, ¡él era Melitón!

Durante esos cuarenta días todas las milpas sufrieron ataques de la Tepa, quebrando las plantas de maíz y arrancando de raíz las plantas de frijol, no así donde habían sembrado ajos y chonacates o cebollinas.

Y los demás campesinos empezaron a sembrar también ajos y chonacates en sus milpas, para alejar a la bruja llamada Tepa que no ha vuelto más por estos lugares.

Nota: Tancochin es una palabra téenek que tiene su origen en un pueblo huasteco del municipio de Tamiahua, muy cerca de la desembocadura del rio con el mismo nombre. Este pueblo huasteco se fundó allá por el año 1180, bajo el dominio del rey Atl-aua, rey de Tamyamija uxquae o Tamiahua la vieja.

De lo que se deriva su nombre, es porque los aldeanos de Tancochin navegaban río arriba en improvisadas balsas para cazar venado, pasando por Yancucum (hoy la laja Moralillo) municipio de Tancoco, hasta la hermosa cascada que sirve de afluente a este río, que anteriormente también se alimentaba del manantial de Agua Zarca que allá por el año de 2009 fue desviada para llenar la represa de Tlamalín y que pasó a mermar la corriente de este importante río.

Significado de Tancochin, en tének, Tan: canoa o balsa, koch u tan: anchura, chin: buche y ch`iin: lanzar o lapidar. Ta`an: ceniza, koch: carga, ko`och: higuera y ch`iin: echar. En conjunto podría ser “echar carga a la balsa” o “echar carga de ceniza”. Descartando la hipótesis de que el nombre viene de tanco por Tancoco y chin por chinampa, ya que el pueblo de Tancochin fue antes que el de Tancoco.

Leyenda publicada en el libro Cuextecatl volvió a la vida, de José Reyes Nolasco

Y enviada por su autor para publicación en este blog.

 

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Cuentos huastecos: “Miquen-Xantolo” – Culto a los muertos

“MIQUEN-XANTOLO”

(Todos muertos todos santos)

Amén de estar aquí, dejando pasar las horas, las negras nubes amenazan con desplomarse, pronto va a llover, las bancas del parque a la bandera, van quedando vacías, hoy viernes grande, viernes último del mes de octubre, allá donde las risas infantiles me confunden de niño y veo el rostro de mi padre muerto, que pronto estará conmigo compartiendo estos días de fiesta y dolor, pero es viernes grande, tianguis o plaza de la curva como se le quiera llamar, todos se preparan, compran lo esencial para recibir a sus difuntos; huacales, canastos, comales, copal, copaleros, candelabros, velas, alimentos varios. Los vendedores ambulantes pregonan sus ofertas, todo es agitación, movimiento, es calor humano compartido, el aroma a copal penetra, en mi cuerpo, penetra en mis recuerdos, liberando con ello mi redimido espíritu, el copalero es elevado con la gracia y tranquilidad que solo mi madre puede poseer, esparciendo generosamente el sahumerio, el incienso de dios, agradable sensación, misteriosa y profunda. Los cohetes afirman que ya es la entrada de los fieles difuntos, sí claro que son fieles ¿qué muerto nos podría engañar? Sólo el muerto de hambre como yo, o el muerto de miedo como tú, tú mismo miedo es lo que impide tener valor para vencer a la muerte en el nombre de Cristo Jesús. La flor despicada, esparcida sobre el camino o vereda, señala el rumbo que en vida tantas veces recorrió el difunto o difuntos, que llevan años entre sombras o gloria de salvación según el tipo de vida en que se preparo el difunto antes de su partida. El son de los viejos llega a los oídos de los mismos viejos, los jóvenes contemplan, los niños ríen, los monarcas hacen rueda y bailan, conversan, traen a un negrito que recita versos picarescamente, acompañado de un “tlaquechanequetl” (hombre vestido de mujer) que representa a la Malinche, el negrito con un machete y una máscara que se levanta cada vez que dice un verso para que se escuche mejor, y dice así:

Aman kena lamatzin, Aman kena huehuetzin, Pobres de nuestros nietos, La vida empezando para ellos

Y el mundo se va a acabar, La vida es alegría tan bella, La hermosa naturaleza

Es su hermana, su aliada esencia, La naturaleza genera energía, árboles, flores, hijos,

La vida los alimenta, Aman kena lamatzin, Aman kena huehuetzin.

“Ahora si viejita, ahora si viejito”

Danzan, caminan cansadamente, pausados, encorvados, en sentido contrario, conversan en su lengua madre, en la lengua náhuatl o mexica; la Malinche y los demás monarcas danzantes bailan en los costados dando unos pasos rústicos y a la vez cómicos, con vestimentas chuscas, con corona como si fuesen reyes, sólo que el resplandor no lo provoca el oro sino los espejos que en ella portan, también usan una capa como la usaban los nobles durante la conquista, también se cuelgan listones de colores, típicos a los reyes huastecos, cargan un morral lleno de corcholatas y lo suenan al danzar simulando tener mucho dinero, también llevan un cetro de cartón y madera en una mano y en la otra una sonaja para acompañar rítmicamente a la jarana y al violín que ejecutan los “tlozozonquemen” (músicos). Esta danza es un rito por eso se les pide a los presentes no aplaudir, ya que son días de luto y dolor, para los vivos y de fiesta para los difuntos. La música continúa, los monarcas siguen danzando y se contonean, dan la vuelta y miran las tumbas del panteón, frente a las tumbas está un arco de zempoalxochitl, olivo, alimonaría y mano de león, este arco simula el paso o la puerta que limita la vida y la muerte, que al llegar los difuntos y al atravesarlo se encuentran con nosotros los vivos por el bautismo. En el arco se cuelgan naranjas, plátanos, manzanas, mandarinas, uvas, cacahuates y pan de mono, en la parte baja, sobre hojas verdes de plátano, se colocan, tamales de pipían, de fríjol, de carnita de pollo o de puerco, atole de máiz de masa y chocolate, que según era lo que el difunto prefería. Los difuntos nos visitan, están con nosotros, desayunan, comen, cenan y se van, pero aunque se marchen regresaran, los cohetes truenan por doquier con angustia desmedida, hasta cuándo volverá mi padre, hasta cuándo volverá mi abuelito, hasta cuando mis difuntos amigos, no lo sé, simplemente esperare un largo año para tenerlos aquí, lo más extraño es que solo en estos días nos podemos acordar de ellos, porque el resto del año sólo son muertos y nada más.

Texto escrito por José Reyes Nolasco, de Cerro Azul, Veracruz

Y enviado para su publicación en este blog en octubre de 2011

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Légendes mexicaines en français: Des trésors transformés en vipères

DES TRÉSORS TRANSFORMÉS EN VIPÈRES

Légende de la bourgade de La Presita,

dans l’Etat de San Luis Potosi au Mexique

C’est ici, en ce lieu, que l’on a cherché des trésors et que l’on a fouillé de toutes parts avant qu’on ne parle de l’existence d’une outre, faite avec la panse d’un taureau et emplie de pièces d’or –explique Rosalía Carrizales Huerta–. Un jour, des personnes sont venues avec un appareil et ont fouillé le secteur presque toute la nuit sans rien trouver. On parle ici de gens qui auraient trouvé de l’argent et s’en seraient allés vivre grâce à lui à Monterrey ou aux Etats-Unis. Mon arrière grand-père, José Estrada, abandonna sa femme et s’en fut avec une autre à Reynosa. Là, il y acheta une maison mais comme il était apparemment parti sans rien, ces proches ont alors cru qu’il avait trouvé un trésor et qu’il s’en était allé avec.

Un jour, nous sommes tombés sur une grosse vipère, une vipère vraiment très grande avec des yeux ronds qui brillaient d’une horrible façon. On raconte que cet éclat provient de l’argent ensorcelé parce qu’autrefois les grands propriétaires terriens, les riches, cachaient leur argent dans des peaux de vipères, les cousaient puis les enterraient. C’est pour cela que maintenant, on voit de telles vipères. Elles sont ensorcelées.

On dit que pour désensorceler une vipère, qui est en réalité un trésor, il faut agiter un chapeau parce qu’un chapeau ou un couvre-chef ressemble à la couronne du Christ et que lorsque cela tombe sur l’animal, celui-ci retrouve son initiale nature, à moins que l’enchantement ne le quitte et que seul subsiste la peau de la vipère emplie d’argent.

Cette très grande vipère a été vue en divers endroits ici sur les vieux murs de l’hacienda. Elle est si grande qu’elle ne peut être réelle.

Tous ceux qui l’ont vue s’en vont chercher quelqu’un pour les aider et lorsqu’ils reviennent à l’endroit où se trouve l’animal, celui-ci n’y est déjà plus. Plus curieux encore, plus rien n’indique sa présence ou l’endroit où il se serait caché.

N’importe quelle vipère, aussi petite soit-elle, laisse des traces quand elle rampe et cette très grande vipère-là, je vous le dis, ne laisse aucune trace. C’est pour cela que nous savons que c’est un sortilège.

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Vous pouvez lire et écouter cette légende ici:

Cette légende a été publiée dans le livre d’Homero Adame “Haciendas de l’Altiplano. Histoire(s) et légendes”. Tome II. De l’Indépendance à la Révolution. Conaculta (Conseil National pour la Culture et les Arts) et Secrétariat à la Culture. Mexico, D.F. 2010.

Légende recueillie par Homero Adame

Traduction: Cécile Belluard

Relecture: Noële Belluard-Blondel

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Notes:

1. Musique utilisée comme fond pour la narration:

*Asael. Titre: The King of Fairies http://www.jamendo.com/fr/album/20783

In CD “The King of Fairies” (Licence de distribution: CC-BY-NC-SA)

2. Musique d’ambiance à la fin de la piste:

*Senda. Titre: “Noche clarahttp://www.jamendo.com/fr/album/76060

In CD “Tras las Huellas” (Licence de distribution: CC-By)

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Puedes leer la versión en español de esta leyenda en:

Tesoros convertidos en víboras – leyenda de La Presita, en

Villa de Guadalupe, SLP

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Mitos y leyendas de la Huasteca: El hombre que programó su muerte

EL HOMBRE QUE PROGRAMÓ SU MUERTE Y FUNERAL

Leyenda de Tamiahua, Veracruz

Existió un pintoresco pueblecito huasteco, llamado Rancho Nuevo (hoy es un rancho ganadero), entre Tampache y la hacienda de San Sebastián, dentro del municipio de Tamiahua en el estado de Veracruz. Allí vivían entre sus pobladores una señora llamada Demasía González Corona, acompañada de su hija Irene, una joven hermosa de tez morena, ojos aceitunados y larga cabellera negra. Ellas eran muy creyentes y devotas de la fe católica, que seguían al pie de la letra, así como de todos los usos y costumbres de la misma.

Como trágica experiencia tenían la muerte de Abundio Saavedra Rosas, esposo de Demasía, que en una ocasión allá por la fiesta de todos santos le dijo a su esposa que no hiciera ninguna ofrenda, mucho menos tlamales, ya que los muertos no tragaban porque ya se los había llevado la tiznada muerte, y que a sus padres les iba a prender una vela de chapopote por la espalda.

Al día siguiente, cuando salió rumbo a la milpa, tal fue su asombro que vio a una multitud de muertos vivientes, algunos gustosos saboreando ricas viandas que les dieron sus familiares como ofrenda, pero al pasar los últimos, vio una pareja retorciéndose como de dolor, que lanzaban grandes lamentos llevando una vela de chapopote prendida de bajo de la espalda. ¡Sí! No había ninguna duda: eran sus padres que lo miraban suplicantes y con reproche. Entonces Abundio corrió llorando de arrepentimiento, angustia y mucho miedo, llegó a su humilde jacal y ordenó a su esposa que buscara quien matara un marrano para hacer tamales. Mandó a comprar cirios de cera virgen, cohetes y también pidió que llamaran a su compadre Chucho González, el jaranero, y sus músicos, para que tocaran al día siguiente, junto a las tumbas de sus padres en el panteón de San Juan, por el rumbo de Toteco y Raya Obscura. Después de haber organizado todo le dijo a Demasía: “Vieja me siento muy cansado, tengo mucho sentimiento, me dan ganas de llorar, mejor voy a dormir un rato porque empiezo a ver oscuro, me está dando mucho sueño”. Y se durmió en un catre que estaba en el patio. Después de dos horas, cuando salió la primer pailada, Demasía le dijo a Irene: “Anda ve y despierta a tu padre para que cene; están ricos los chicharrones y los tamales”. Cuando Irene llegó donde estaba su padre empezó a gritar despavorida; su padre había muerto, su cuerpo rígido y sin vida, con el rostro lleno de terror y ojos exorbitantes, como si hubiese visto al mismo tlahuelilo (diablo).

Todo se llenó de tristeza y dolor en aquel pueblo, que vio por vez primera que una persona programara su propia muerte y su funeral.

Después de este acontecimiento, las pobres mujeres solas se dedicaron al servicio de la iglesia y de Dios; iban hasta Tamiahua, Tampache, Temapache, Acala, Hormiguero, Tancochin, Cuesillos y Tierra Blanca, rindiendo culto a todas las festividades y honrando a todos los santos.

Versión popular publicada en el libro “Cuextecatl volvió a la Vida, de José Reyes Nolasco, y enviada por el autor para publicarse en este blog.

 

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Mitos y leyendas de Jalisco: Leyenda de las pinturas en el templo de Flamacordis

LAS PINTURAS DEL TEMPLO DE FLAMACORDIS

Leyenda de Flamacordis, municipio de Mexticacán, Jalisco

¿Si has ido a Flamacordis, allá cerca de Mexticacán pasando Cañada de Islas, a la derecha? –me preguntó el artesano Mario Ruvalcaba, durante una charla que tuvimos en Huiscuilco–.  Es uno de los templos más antiguos que hay por acá, está solito, tiene unas pinturas especiales; si las ves te das cuenta que tienen expresión. Ahí deberías de ir para que las veas. Ahí también tienen la imagen del Niño de Flamacordis, es antiquísimo, mucha gente le tiene fe, pero las pinturas que hay en el templo no se sabe ni quién las hizo.

Platican que hace un chorro de años llegó un indito ahí –cuando el templo tenía frailes fue eso– y les pidió permiso de que si lo dejaban dormir esa noche en la iglesia. Entonces parece que en ese tiempo no querían dejar a nadie que se metiera porque apenas lo acababan de terminar. De todos modos, los frailes le dieron chance y sí se quedó la noche solo en el templo. El indito llevaba nada más un morralito. A la mañana siguiente fueron por él para despertarlo para que se fuera, pero ya no estaba y eso que las puertas estaban atrancadas por fuera, o sea que no había modo de que se hubiera salido. Entonces cuando los padres entraron el templo ya estaba todo pintado, con esos dibujos bien especiales.

Total. Cuentan que fue un milagro divino porque nadie supo jamás quién era ese indito, pero sí dejó esas pinturas que hizo en una sola noche él solito, según cuenta la leyenda, ¿verdad?

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Légendes mexicaines en français: La Pleureuse

LA PLEUREUSE

Version que l’on peut entendre à Xico, dans l’Etat de Veracruz (Mexique)

La Pleureuse fait son apparition ici, à Xico. Elle ne paraît qu’aux abords du village et non en son cœur parce qu’il y a beaucoup de gens et qu’elle n’aime sortir que lorsque tout y est tranquille.

La Pleureuse ne sort qu’à certaines heures: de minuit à une heure du matin et ne sort que là où il y a de l’eau, au bord des fleuves.

Auparavant, il n’y avait pas ici de bonnes rues et avant qu’on ne les rénove y passaient des ruisseaux où poussait du cresson que nous, les gens d’ici, allions couper pour le consommer. Les gens d’autrefois racontaient qu’ils voyaient la Pleureuse là, au bord de la rivière, lavant telle une lavandière, oui, lavant mais pleurant. Ils l’entendaient pleurer parce que -disait-on- elle avait perdu ses fils.

Mais écoutez plutôt ce qui arriva une fois: dans une ruelle déserte -il était près d’une heure du matin- allait un jeune homme qui était très amoureux, un véritable coureur de jupons pour lequel il n’était pas difficile de séduire une femme.

C’est alors qu’à quelque distance de lui, il vit une jeune femme qui marchait seule et il la suivit. Cette jeune femme marchait lentement. Il pressa donc le pas pour l’atteindre mais, comme elle pressait aussi le pas à son tour, il ne parvint pas à la rejoindre. Au moment où ils atteignaient le bout de la ruelle, il réussit à s’en approcher davantage et alors qu’il n’était qu’à trois ou quatre mètres l’un de l’autre, il osa lui parler. Écoute, mon amour, pourquoi es-tu si seule? Que fais-tu ici si seule? On pourrait te voler. Celle-ci demeura silencieuse et continua à marcher. Mais alors qu’elle marchait ainsi, sans dire un mot, le jeune homme put entendre comme des sanglots. Il n’y prêta pas attention car il voulait la conquérir.

Elle marcha finalement un moment et le jeune homme ne fit rien de plus que la suivre. A environ une centaine de mètres de lui, la femme se retourna soudain et émit un sanglot que seule la Pleureuse peut émettre et il vit aussi son visage qui était celui d’un mulet. Non… Ce freluquet en tomba raide mort.

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Vous pouvez lire et écouter cette légende ici:

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Commentaire d’ Homero Adame sur l’origine de la légende de la Pleureuse

Bien qu’on ne le sache pas avec certitude, de nombreux chercheurs estiment que la Pleureuse, en tant que personnage de la mythologie et des légendes mexicaines, tire son origine de quelques êtres ou divinités pré-hispaniques comme Ahuicanime, chez les Purépechas; Xonaxi Queculla, chez les Zapotèques; la Cihuacóatl chez les Nahuas et la Xtabay, chez les Mayas Lacandons. On l’associe toujours à l’au-delà, à la faim, à la mort, au péché et aussi à la luxure comme le suggère la fin de cette version racontée par Juan Celso Alarcón Gómez – une version de la Pleureuse parmi tant d’autres racontées à travers tout le Mexique.

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Cette légende a été recueillie par Homero Adame et peut être lue sur son blog: Mitos, leyendas y tradiciones de México. (Mythes, légendes et traditions du Mexique)

Traduction: Cécile Belluard

Relecture: Noële Belluard-Blondel

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Notes:

1. Musique utilisée comme fond pour la narration:

Arnaud Condé. Titres: 1/ *La forêt de Mag’naghan 2/*Le départ

http://www.jamendo.com/fr/album/38862
In CD «Velvorn: The Bladed Druid, Bande-Originale de l’Acte 2» (Licence de distribution: CC-BY-NC-SA)

2. Musique d’ambiance à la fin de la piste:

Senda. Titre: «Y nuestro amor» http://www.jamendo.com/fr/album/76060

In CD «Tras las Huellas» (Licence de distribution: CC-By)

Una interpretación mágico-ritual de los Días de Muertos

UNA INTERPRETACIÓN MÁGICO-RITUAL DE LOS DÍAS DE MUERTOS

El 1° de noviembre se celebra el día de Todos los Santos, que tiene su valor mágico-ritual dentro del calendario profano de México. Este día es como el preámbulo al día siguiente, que es cuando, de acuerdo con algunas creencias, todos los muertos “regresan” por un día a la Tierra para “convivir” con sus seres queridos. El día 2 de noviembre se celebra la gran fiesta.

La víspera del Día de Muertos, es decir, la noche del día 1°, es la parte mágica de toda la celebración. Es cuando los espíritus empiezan a despertar de su letargo. Las puertas de los mundos se abren. Se interconectan las líneas paralelas. Los muertos vienen, los vivos van. El día 2 es la interacción de ambos en una gran festividad. Al crepúsculo, cuando las ánimas retornan por las puertas a sus mundos, y los vivos al nuestro, la comunicación se cierra por todo un año. Ensayo de Homero Adame.

Los cementerios son lugares sagrados. De gran respeto. Donde sólo se va para algo específico, como un sepelio o para llevar flores a un difunto. A los camposantos no se va a jugar, curiosear o a matar el tiempo.

El acceso a los panteones por las noches está vedado. Hay vigilancia supuestamente para evitar profanaciones y robos. Sin embargo, de acuerdo con ciertas interpretaciones, nos damos cuenta que la prohibición radica en que durante la noche los cementerios se convierten en dominios de lo desconocido y cualquier ser viviente puede perder la vida o ser poseído. Sólo se puede ir de noche para algo específico también. Pero el permiso, tanto de las autoridades como de los moradores nocturnos, es difícil de lograr.

Sin embargo, los días 1º y 2 de noviembre se levanta la veda, se rompe la solemnidad. Entonces se mantiene el respeto hasta cierto grado, y todo se convierte en colorido y alegría. No hay obligaciones ni prohibiciones. La función específica de nosotros por igual es ir a participar por dos días y una noche de lo que sucede en los camposantos.

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Puedes encontrar más textos, fotografías y leyendas de Días de Muertos en cualquiera de los enlaces siguientes:

Tradiciones de Días de Muertos

Leyendas de difuntos

Légendes mexicaines en français: La tombe de la Pleureuse

LA TOMBE DE LA PLEUREUSE

Légende de la ville de Jerez dans l’Etat de Zacatecas (Mexique)

La tombe de la Pleureuse se trouve là, à l’entrée du cimetière des Douleurs, à droite. On dirait une vierge de grande taille qui est en train de pleurer au-dessus d’une tombe. Elle a les mains jointes et si vous regardez ses yeux, vous aurez l’impression qu’elle pleure vraiment – explique Jesús Humberto de la Torre.

Oui, c’est vraiment étrange parce que beaucoup de gens d’ici ont été témoins d’un fait très curieux sur cette tombe. Tumba de la LloronaComme je l’ai dit, la Pleureuse garde ainsi ses mains jointes mais elle les bouge ensuite et cela même alors qu’elles sont supposées être en pierre véritable. Elle bouge vraiment les mains: dans un premier temps, on les voit ainsi jointes et un peu plus tard, on remarque qu’elle les a bougées et les tient ouvertes.

Par ailleurs, ses yeux sont très laids. Non, allez maintenant la voir afin de perdre vos illusions et regardez ses yeux. Si celle-ci a les yeux ouverts, allez d’un côté puis de l’autre et vous vous rendrez compte qu’ils vous suivent. C’est assez effrayant.

On rapporte aussi une autre chose à son sujet. On raconte que si elle a les yeux fermés c’est parce qu’elle est sortie du cimetière et s’en est allée au fleuve chercher ses enfants.

On raconte en effet que la Pleureuse part chercher ses enfants qu’elle a elle-même tués. On dit qu’elle aurait poussé l’un d’entre eux dans un puits, qu’elle aurait jeté l’autre dans le fleuve quand celui-ci était assez haut et, quant au dernier, on raconte qu’elle l’aurait tué après l’avoir envoyé acheter de l’essence et des allumettes, en l’enfermant dans une pièce, en l’aspergeant d’essence pour l’y brûler vif. Elle avait trois fils et elle les a tués tous les trois d’une façon atroce.

Quand on entend marcher la Pleureuse dans les rues ou là-bas, près du fleuve, on raconte que l’on peut entendre des chaînes et même l’entendre pleurer.

Croyez- m’en… On se sent bien mal lorsqu’on l’entend ainsi pleurer, car elle ne cesse de crier: Oh! Mes enfants! et l’on ne peut trouver le sommeil durant la nuit parce qu’elle part à leur recherche.

On dit aussi que, si elle part et rencontre un enfant dans la rue ou au bord du fleuve et qu’elle se rend compte que ce n’est pas là l’un de ses fils, alors, avec le Diable elle l’emporte et tue également l’enfant, à moins que ce ne soit le Diable lui-même qui le tue.

C’est pour cela qu’on ne nous laisse pas – lorsque nous ne sommes encore que des enfants- aller seuls dans la rue la nuit et encore moins lorsque l’on sait que la Pleureuse a pleuré – ajoute Juan Manuel Chávez Juárez.

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Vous pouvez lire et écouter cette légende ici:

Vous pouvez aussi écouter cette légende ici: La tombe de la Pleureuse

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Cette légende peut-être lue dans sa version originale («La tumba de la Llorona») sur le blog Mitos y leyendas de Homero Adame

Légende recueillie par Homero Adame

Traduction: Cécile Belluardhttp://www.litteratureaudio.com/livres-audio-gratuits-mp3/tag/cecile-belluard

Relecture: Noële Belluard-Blondel

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Notes:

1. Musique utilisée comme fond pour la narration :
Coda (CD: Funeralis) de SKAVEN http://www.jamendo.com/fr/album/95975 (Licence de distribution: CC BY-NC-SA 3.0).

2. Musique d’ambiance à la fin de la piste:

Silencio de amor (CD: Tras las huellas) de SENDA http://www.jamendo.com/fr/album/76060 (Licence de distribution CC BY 2.5).

3. La piste MP3 de cette légende est distribuée sous la Licence CC BY-NC-SA 3.0.
http://www.archive.org/details/La_tombe_de_la_Pleureuse

Mitos y leyendas de San Luis Potosí: La escultura que llora en el panteón

UNA ESCULTURA QUE DERRAMA LÁGRIMAS

EN EL PANTEÓN DEL SAUCITO

Leyenda de San Luis Potosí

¿Has oído hablar que en el panteón del Saucito hay una escultura que llora?

Cuentan que en la tumba de una familia de apellido Bustamante, con fecha de 1895, han visto a la escultura de una virgen derramar lágrimas. En días de Muertos mucha gente va a ver esa tumba por curiosidad y le deja ofrendas.

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Puedes ver un video sobre la escultura de esta leyenda en este enlace:

La escultura que llora en El Saucito

Puedes leer más leyendas de panteones y de muertos en este enlace:

Leyendas de muertos

Si andas buscando más leyendas de San Luis Potosí sigue este enlace:

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Myths and legends from Sonora: The Devil Does a Good Deed

THE DEVIL DOES A GOOD DEED

Folk story from the State of Sonora

One evening, while having dinner with don Evaristo and doña Almanda, I asked our guest if he knew any stories from the state of Sonora. “You see, Emily and I are planning to drive to Sonora for the holidays,” I said.

“Now, let me think,” don Evaristo said and thought for a while. “Ah, yes. I’ve just thought of a good one. ‘The Devil Does a Good Deed’, it’s called.”

“The Devil.” said Emily, “Are you going to frighten us?”

“Not quite. This story is about an old lady named Eulogia, who lived all alone on a small ranch, in a forgotten corner in the middle of the Sonora desert. Eulogia had very few visitors. Maybe once or twice a year, a muleteer would take a wrong turning and come across the ranch by accident. And these chance visits were the only times Eulogia received any news from the outside world.” Don Evaristo began.

“Her husband had been a member of an infamous gang of bandits, feared throughout the territory. After one particularly dangerous raid against federal troops, the leader of the gang presented Eulogia’s husband with a dramatic painting of a devil. This was his way of thanking Eulogia’s husband for saving his life during the bitter encounter. Though he was not at all happy about the subject of the painting, Eulogia’s husband could not, of course, refuse a gift from his leader and friend. That day, when he arrived home, he placed the picture behind a door, and there it stayed. Even after his death, the picture stayed there; being one of the few things he left his solitary wife to remember him by.

“Now, when our story begins, Eulogia was still in good health, though advanced in years. She still kept her own house and did her own housework, and, whenever she went through the door on which the strange painting hung, she used to say, ‘Poor thing! You never see the face of God, do you?’ Then she would take a cloth and gently sweep off the dust from the painting. This daily ritual repeated itself, day after day and year after year. After her husband’s death, she even moved the painting closer to her room, so she would not forget to dust it off.

“All flesh is weak, and so it happened that, strong as she was, one day Eulogia fell ill. Now very old indeed and all alone in the desert, she made up her herbal remedies and tried to take care of herself the best she could. But it was all to no avail. As each day passed, she grew weaker and weaker, until finally, she just lay motionless on bed, unable to move a finger. Homero Adame’s folk stories.

“When the devil in the painting saw her sad condition, he materialized, came out of the picture and approached Eulogia’s bed. She knew very well that death was near. ‘Good-bye, old friend,’ she said to the devil. When the devil heard this, he rushed out of the house as fast as he could and ran and ran down the lonely desert road towards the nearest town.

“Once in town, he rushed inside the first church he came to. When the priest saw the devil, he recoiled in horror. ‘What do you want of me?’ he demanded, in a rage. ‘I just want you to come with me and give the last rites to someone who is dying,’ replied the devil. Homero Adame’s folk stories.

“The priest found very hard to believe the devil’s words, but the idea of saving a poor soul seemed more important to him than any devil’s trickery. So, he agreed to go with the devil, but not without carefully packing a holy cross, holy water, incense and all the materials he needed for the sacrament.

“Priest and devil together hitched the horses to a carriage and hurried off back to Eulogia’s ranch. When they arrived, they found the old lady smiling tranquilly. ‘I’ve just seen a beautiful lady dressed all in white,’ she whispered. ‘She was coming down a long tunnel to meet me and little children with wings were flying all around her.’ Leyenda sonorense en un blog de Homero Adame.

“The priest then gave the old lady confession, and soon after, Eulogia passed away peacefully, and well accompanied.

“Moments later, the priest asked the devil to leave, but first he remembered to thank him for his good deed. Before they parted, the holy man said to the devil, ‘Tell me, what made you want to save a soul? Why on earth did you do a good deed? Is this a devil’s work?’

‘Well, you know, that woman was extraordinarily kind to me. She even saved me from my prison in the picture! Besides, I already have her husband’s soul,’ the devil smiled and vanished. The priest, for his part, went back to the town and to all his priestly duties.

“When the authorities and gravediggers came to bury the old lady, they found a strange painting beside her. A painting of a silhouette – the outline of a figure, where the devil’s form had once been…”

“How strange, that the devil should do such a kind thing!” Emily exclaimed. “I can’t believe it.”

“Neither can I, but who knows? Maybe even bad spirits can do good deeds, from time to time.” Don Evaristo laughed. “And it’s only a story, Emily!”

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Folk story originally published in the English textbook Orbit 3. By Homero Adame, Pat Grounds and Carol Lethaby. Ediciones Castillo, S.A. de C.V. Monterrey, Mexico. 2000. Pp. 206-207.

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Tradiciones mexicanas: Los altares olvidados en Días de Muertos

LOS ALTARES OLVIDADOS EN DÍAS DE MUERTOS

Ensayo de Homero Adame

En cualquier fecha, durante nuestro trajinar obligado o recreativo por los caminos del país solemos ver por ahí determinados monumentos que poca o nada atención les prestamos porque, digamos, ya forman parte integral del paisaje. Sin importar su tamaño, color o estilo son muy abundantes y de cierto modo están dedicados a la Muerte. De hecho, se trata de recordatorios al vivo de que la Muerte es omnipresente y en ocasiones ronda algunos tramos de la carretera. Cuántas veces hemos visto puntos específicos donde estos altares, o “tumbas”, se hallan distanciados por pocos metros entre sí a un lado de la cinta asfáltica, factor indicativo de que en muchos de tales lugares han perecido los conductores descuidados, y en otros porque el trazo mismo del camino los tornan peligrosos.

Aunque estas “tumbas”, muchas sin inscripción y todas vacías, suelen pasar inadvertidas, sin duda tienen un mayor impacto que los “monumentos al conductor irresponsable” que la Policía Federal de Caminos acostumbra colocar estratégicamente en temporadas vacacionales para concientizar a los viajeros.

Algo que vale la pena notar es el respeto que se le otorga a dichos altares, en particular cuando se expande alguna carretera para agregarle carriles, pues salvo casos muy excepcionales, rara vez son removidos de su sitio. Asimismo, aun en las autopistas de cuota también es permitido levantar tales monumentos después de un fatal accidente.

¿Alguien se ha preguntado qué sucede con esas “tumbas” durante los Días de Muertos? ¿Son acaso visitadas por familiares y amigos para decorarlas con alguna ofrenda? La respuesta puede sonar muy sencilla, pero casi todas continúan tan solitarias como los otros 363 días del año, para con ello entrar en la categoría de “la tumba olvidada”, fenómeno por demás común en los panteones por igual.

Manejar por nuestras carreteras los primeros días de noviembre nos puede despejar algunas dudas. De tal modo, nos percataremos de que la mayoría de esos altares lucen ignorados, sin el alegre color dorado de los cempasúchiles o el púrpura de las patas de león. La razón puede ser que los familiares del “difunto” vivan a muchísimos kilómetros de distancia y no tengan ni los recursos ni el tiempo de darse una vuelta al lugar donde pereció, además de que lógicamente prefieren llevarle su ofrenda a la tumba del cementerio donde sus restos están en realidad sepultados.

Sin embargo, de vez en cuando uno puede encontrar las agujas en el pajar, o algunas de esas “tumbas sin difunto” con decoraciones, lo cual tal vez signifique que el trágico suceso fue reciente o que los deudos viven en las cercanías y todavía se toman el tiempo de ir al lugar de los hechos para arreglar el altar, dejarle una ofrenda y con ello mantener el recuerdo del ser querido en sus corazones.

En fin. De tal manera entendemos una vez más que las expresiones rituales en México son infinitas y muy variadas y que la fiesta de Muertos en estas fechas se siente por doquier, aunque en la mayoría de los casos los monumentos carreteros dedicados a la Muerte luzcan olvidados.

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¿Te interesa el tema de las tradiciones relacionadas con el Día de Muertos en México? Sigue este enlace:

Costumbres y tradiciones mexicanas

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Leyendas de difuntos

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