Un blog de mitos, leyendas, costumbres y tradiciones de México

Archivo para la Categoría "Leyendas y mitos de Zacatecas"

Haciendas del Altiplano, historia(s) y leyendas. De la Independencia a la Revolución. Tomo II.

Ya está publicada la segunda edición de este trabajo de investigación originalmente publicado en 2010. Ahora, Homero Adame hizo una reestructuración de contenido y de diseño, agregó material inédito para quedar en 25 haciendas de las más de 150 que recorrió durante el trabajo de campo, esas que tuvieron su origen en la época virreinal, pero que se fragmentaron con el México independiente y dieron pie al surgimiento de nuevas haciendas, esas que tuvieron un esplendor de 100 años aproximadamente, pues posterior al tiempo de la Revolución se disolvieron con la repartición ejidal. Un primer tomo de esta extensiva investigación se se titula, precisamente, Haciendas del Altiplano, historia(s) y leyendas. Grandes latifundios virreinales, libro también imperdible para conocer más de la microhistoria de las haciendas mexicanas y de esa región de México conocida como Altiplano.

El contenido de esta obra, publicada en formato papel y en digital, está estructurado de la siguiente manera, casi como en la edición original de 2010:

• Ficha informativa del casco de la hacienda.
• Descripción arquitectónica y las condiciones del casco hasta 2010.
• Breve reseña histórica.
• Fragmentos de oralidad.
• Una o dos leyendas que tienen a la hacienda como escenario.
• Fotografías seleccionadas por el autor e investigador.

En el prólogo del libro, Homero Adame recuerda que, en 1956, Manuel Romero de Terreros, en su libro Antiguas haciendas de México hizo un exhorto sobre la necesidad de realizar un estudio detallado de la arquitectura de las haciendas de campo, dígase otrora propiedad de las órdenes religiosas, o bien, propiedad de civiles o cabeceras de mayorazgos. Han transcurrido casi 70 años desde la publicación de aquella obra y lo cierto es que pocos estudios se han hecho al respecto, poco se ha trabajado a fondo la historia de las haciendas y menos la historia oral y la tradición oral que perviven en las mismas. Nunca es tarde para hacerlo, sobre todo si tomamos en cuenta que cada vez hay más cascos de haciendas que se van a la ruina y cada vez hay menos ancianos que puedan compartir sus testimonios, sus recuerdos.
En algunos estados, como en San Luis Potosí, hay interés de las delegaciones del INAH para hacer registros de estos monumentos, incluyendo fotografías o bocetos de la arquitectura. En tiempos más recientes, hay interés de investigadores por la parte histórica y cada vez se publican (aunque poco se divulgan) más tesis de maestría o doctorado en el tema, mientras que la historia oral y las leyendas siguen relegadas. Sin embargo, cada quien hace lo que puede y, de tal manera, todos juntos contribuyen a rescatar la riqueza cultural de las haciendas. Aquí, vale señalar que Homero Adame nos aclara que no es arquitecto ni historiador, que su formación académica es la arqueología y que ahora hay quienes le llaman “arqueólogo de la memoria colectiva” por su reconocido interés en la tradición oral y por las publicaciones que ha hecho en torno a la oralidad, ya sea leyendas, relatos y cuentos o historia oral, o bien, también le llaman “cronista del desierto” por su expresa afinidad con el Altiplano.

El libro está a la venta en librerías potosinas y de Monterrey.

También está disponible en Amazon para formato impreso: https://www.amazon.com/dp/6072933769

Y en Kindle, para formato electrónico: https://www.amazon.com.mx/dp/B0CTY38TCF

On how God created the Huachichiles

In 2018, Homero Adame was invited to the San Miguel Writer’s Conference as a guest speaker and participated in the oral storytellers’ section.
He told a legend about the Huachichiles, a major ethnic group of the Mexican desert that became extinct at the end of the 19th century, based on a creation myth that he himself compiled some years ago at some undetermined point in the Potosinian desert.

Leyendas zacatecanas: El hacedor de lluvia

EL HACEDOR DE LLUVIA

(Leyenda de Villa de Cos, Zacatecas)

Aquí es una tierra muy seca, pero hay aguajes de la antigua hacienda de Illescas, de la de Sierra Hermosa y hasta de la de Guanamé; aquí pues es el desierto y no es muy llovedor, ¿verdad? Pero cuentan que mucho más antes había gente que sabía traer la lluvia. Como por ejemplo hubo un hombre, que yo creo que era indio de no sé qué tribu –porque antes había aquí varias tribus, unos de Zacatecas [zacatecos o caxcanes] y otros de por el rumbo aquí del estado de San Luis [huachichiles]–. Entonces dicen que los hacendados de Illescas mandaban traer a uno de esos hombres que vivía en un ranchito serrano de Villa de Cos –está del lado zacatecano– para que hiciera llover y se llenaran los aguajes porque había temporadas muy largas de sequías muy duras –explica la Sra. Inés Sosa Domínguez, radicada en Santo Domingo, SLP.

Este hombre sabía las danzas de la lluvia. Pero eran danzas no como de los matachines o las pastorelas que van a Catorce a las festividades de San Panchito, o los matachines que bailan aquí el 4 de agosto en la fiesta patronal. No, ese hombre que le digo era pues hacedor de lluvia porque él sabía bailar, y dicen que lo llevaban primero a la hacienda y luego a los aguajes de la hacienda. Aquí mero en Santo Domingo estaba uno de los aguajes –todavía quedan partes de las ruinas del aguaje que le digo, vaya a verlo al ratito, está de aquel lado–. Entonces ese indio zacatecano –habrá sido huichol a lo mejor–iba a los pueblos y las haciendas y ponía sus no sé, serían monitos o las plumas de algunas aves, y luego prendía candelas y que hacía un círculo con braceros y que echaba una plantita seca que creo le llaman «istafiate». Y el hombre se ponía a bailar con sus cascabeles aquí en las pantorrillas y tocaba un tamborcito. Bailaba, bailaba y bailaba toda la tarde cuando había tarde de nubes, y ya para cuando empezaba a pardear la tarde, cuando se metía el sol, empezaban los rayos y los truenos y es cuando él echaba más hojitas del istafiate ese que le digo en los braceros y de rato empezaba la lluvia. ¡Y eran aguaceros, grandes aguaceros de los que ya no se ven!, pero tampoco eran culebras, de esas culebras de agua; eran lluvias fuertes que se lograban gracias al conocimiento –o sería la magia– de ese indio del rumbo de Zacatecas que le digo. Pero se acabó o se habrá muerto o quién sabe qué habrá sido de él porque de esto que le digo fue hace muchos años, muchos muchos años. Entonces a lo mejor ya no quedó alguien que siguiera la costumbre de él o alguien a quien él le haya pasado el conocimiento ese de hacer llover. Y pues se acabó él y luego se acabaron las haciendas, y los aguajes pues ya quedaron abandonados y con eso se acabó la lluvia que este señor sabía traer.

Y ahora las lluvias vienen nomás de vez en cuando, pero ya no tanto como en aquel tiempo cuando ese hombre que le digo sabía cómo organizar las nubes para que cayera el agua e inundara todo este rumbo y llenara los aguajes.

Los llamados «graniceros» o «teciutleros» (cuyo origen viene de los teciuhtlazque nahuas) son personas que, entre otras funciones, tienen el conocimiento para hacer llover y todavía en la actualidad existen por doquier. La narración aquí presentada nos habla de un granicero, y sus rituales, que era contratado para traer los chubascos a la región de Villa de Cos, Zacatecas y Santo Domingo, SLP, una de las más áridas del Altiplano. No sabemos a cuál etnia haya pertenecido, pero entre corchetes pusimos las posibilidades.

Para saber más de la hacienda de Sierra Hermosa tenemos el libro Haciendas del Altiplano, historia(s) y leyendas, de Homero Adame. Se publicó originalmente en 2012 y la segunda edición, corregida, mejorada y aumentada salió en 2024. Está disponible en la tienda de Amazon para formato digital (Kindle) o impreso:

Si te interesa el tema de los huachichiles, Mitos y leyendas de huachichiles, libro de Homero Adame, está disponible en Amazon, tanto para formato digital (Kindle) como para impreso.

Haciendas del Altiplano, conferencia organizada por Café con Historia

Hay dos libros publicados de este trabajo de investigación y ambos libros se pueden conseguir a través de Amazon tanto en formato digital (Kindle) como en formato impreso.

Haciendas del Altiplano, tomo I

y

Haciendas del Altiplano, tomo II

Los ahorcados de la casa maldita – Leyenda de Juitepec, Morelos

Casa maldita en Morelos 1 - leyenda de Homero Adame

Para saber algo sobre Juitipec, Morelos

Jiutepec (del náhuatl Xiuhtepec o Xiuhtepetl: “En el cerro de las piedras preciosas”) estaba habitada por familias nahuas cuando llegaron los españoles. Terminada la conquista, estas tierras fueron dadas como merced a Hernán Cortés, quien las anexó a su marquesado del Valle de Oaxaca. Siglos más tarde se fundaron varias haciendas en esta región. En 1852, el pueblo de Jiutepec perdió parte de su territorio que fue integrado a la hacienda de Atlacomulco. Debido al descontento, los habitantes lucharon ferozmente contra los hacendados durante la Revolución Mexicana. Con la Reforma Agraria se reconfiguraron muchos municipios del estado, y el 10 de mayo de 1930 se fundó el municipio de Jiutepec, teniendo a esta población como su cabecera.

Si te interesa este libro y quieres saber más de su contenido, sigue este enlace: Leyendas de todo México, aparecidos y fantasmas, de Homero Adame.

Supersticiones y leyendas de animales: El tecolote

EL TECOLOTE

Leyenda de Pinos, Zacatecas

El tecolote 1 - de Homero Adame

Para leer más sobre animales en el folklore, consulta Creencias, mitos y leyendas de animales, un libro de Homero Adame que se enfoca en un aspecto muy específico del folkore: la etno-zoología, es decir, las muchas creencias y supersticiones que existen sobre animales e insectos y forman parte de la cultura popular o, incluso, de la conciencia colectiva.

El autor aborda este trabajo desde más allá de lo antropológico, desde la perspectiva de la leyenda, es decir, muchos de los relatos incluidos le fueron narrados como leyenda. Puesto que por muchos años Homero Adame se ha dedicado a recopilar historias y leyendas en todas las regiones de México, se le conoce como «el hombre leyenda» o «el arqueólogo de la conciencia colectiva».

Creencias, mitos y leyendas de animales fue publicado originalmente en 2015 por la Dirección de Publicaciones de la Secretaría de Cultura de San Luis Potosí. Ahora, en 2024, el autor ha hecho una segunda edición con material inédito que enriquece aún más el acervo del folklore potosino y mexicano.

El libro está disponible en librerías y también en Amazon para formato impreso y para formato electrónico Kindle:

 

Leyenda zacatecana del Cristo de oro perdido

LEYENDA DEL CRISTO PERDIDO

Leyenda zacatecana

 

Esta leyenda se cuenta tanto en Saltillo como en Concepción del Oro, al igual que en otros lugares. Dice que era tanto el agradecimiento que sentían los mineros y gambusinos de la región, por tantas bendiciones recibidas en sus minas y sus arroyos, que decidieron juntarse y cooperar todos con un poco de lo recibido para mandar hacer un crucifijo de tamaño natural. Nadie se opuso a la idea y así todos aportaron algo de su oro para hacer aquel Cristo que sería la ofrenda de su agradecimiento. Para tal efecto, una vez reunida la cantidad suficiente de oro lo enviaron fundir a la ciudad de Saltillo. Los feligreses acordaron que cuando estuviera listo el crucifijo, se procedería a hacer una peregrinación desde Saltillo hasta Mazapil.

En la fecha acordada, el artesano entregó el cristo-de-sciancalepore-en-torreciudadcrucifijo en Saltillo y desde allá partió la peregrinación, entre danzas, inciensos, cánticos y cohetones. Como el trayecto es largo, los peregrinos se detuvieron cerca de Bonanza para descansar, pernoctar y reponer fuerzas, principalmente porque el siguiente trayecto sería el más difícil: atravesar la sierra.

Se dice que cuando todos estaban dormidos fueron asaltados por una gavilla de ladrones de las tantas que asolaban esa región, dándoles muerte a casi todos los peregrinos y enterrando el Cristo con la idea de después regresar por él; esto debido al peso y tamaño de la obra. Entre la masacre solamente quedó un niño con vida, que estuvo observando a los ladrones en silencio ante el temor de que se dieran cuenta que estaba vivo y también lo mataran. Cuando los maleantes se fueron, ese niño se encargó de pedir ayuda en el poblado más próximo, Bonanza - Mazapil, Zacatecas- Foto de Homero Adame (2)Bonanza. Los pobladores de inmediato se organizaron y al ver la masacre que habían cometido los ladrones, fueron en su búsqueda. Era tal la ira que sentían contra ellos que cuando los encontraron los mataron sin contemplaciones.

El niño que había sobrevivido era un indio irritila. Como no había quién entendiera su dialecto, no pudo decir dónde habían enterrado el Cristo los ladrones, tampoco pudo decir le a la gente el lugar exacto, ya que todo ocurrió de noche y, además, con la caminata que hizo al pueblo se desorientó.

Desde entonces, mucha gente, sobre todo la que de alguna manera ha escuchado la leyenda, se ha aventurado en la búsqueda del Cristo perdido sin poder dar con él. (Leyenda tomada de Mitos y leyendas mexicanas de Homero Adame.)

Notas:

1. Esta leyenda fue originalmente enviada por Eliseo Pérez Reyes al blog de Homero Adame en http://xpresandote.com. Gracias, «Lichos».

2. La imagen del Cristo fue tomada del blog Secretos de Torreciudad. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a su creador.

Leyendas de haciendas zacatecanas: La Niña Conchita

LA «NIÑA CONCHITA»

Leyenda de Villa González Ortega, Zacatecas

Esta puerta era un El Carro, pasadizo - González Ortega, Zac - Homero Adame (3)pasadizo que comunicaba a la iglesia con la hacienda (de El Carro) y cuentan que la hija del conde siempre venía por acá a oír misa. El pasadizo hace un puente y dicen que allí en ese puente, donde hay un arco, se aparece el fantasma de la hija, que le decían la «Niña Conchita». La sacristana cuenta que ella sí la ha visto, que es muy bonita, con el pelo largo, que siempre anda con unas enaguas blancas y que siempre se aparece a los doce del día y a las doce en la noche. La sacristana la ha visto de noche porque se queda aquí a dormir –cuenta la Sra. Francisca Mauricio..

        Cuenta una historia que María Conchita Moncada –así se llamaba ella y luego fue la dueña de aquí– cuando todavía era jovencita se enamoró de un peón y por mucho tiempo llevaron su amor a escondidas porque eran de clases sociales diferentes. Ella sabía que si su papá se daba cuenta hasta podía matarla y por eso por mucho tiempo ella y el peón llevaron su amor en secreto. Cuando ella venía a escuchar misa, pasaba por el puente donde está el arco y salía por el pasadizo para llegar aquí a la iglesia. Como entre el puente y el pasadizo hay un lugar oscuro, ahí siempre la estaba esperando el muchacho para besarla y decirle cosas bonitas. Quién sabe cómo estuvo el asunto, pero un día el conde se enteró y aunque la Niña Conchita negó ese amor, tarde o temprano tuvo que decir la verdad porque había quedado encinta. Aunque el conde era un tipo muy duro, se apiadó de su hija porque ella era su hija predilecta. Entonces la mandó a un convento en México y ella nunca volvió para acá en vida del conde. Empezó a venir cuando ya era dueña de la hacienda, luego de que su papá había muerto y la heredó a ella.

        La «Niña Conchita» nada más venía a pasar las vacaciones aquí, y dicen que casi todo el día andaba con su hábito de monja, hasta cuando se sentaba a hablar de negocios con los administradores o cuando salía con ellos a supervisar cosas de la hacienda. Pero también dicen que siempre al mediodía y en la media noche se ponía ropa normal porque quería ir al templo como mujer y no como religiosa. Pero la verdad es que ella quería encontrarse con su amor, o al menos recordar los momentos felices que vivió con él. De la casa cruzaba por el puente, luego el arco y se quedaba en el pasadizo, como si ahí estuviera el peón esperándola. Dicen que la oían llorar y es por eso que su ánima todavía se aparece en ese mero lugar a esas horas.

         Lo que no sabemos es qué pasó con el peón ni con el hijo que seguramente engendró la «Niña Conchita». Eso nadie lo cuenta porque no se sabe, pero una se puede imaginar que el conde mandó matar al peón o él mismo lo ha de haber matado porque desgració a su hija. Y del niño, o sea el nieto del conde, quién sabe. Habrá nacido y de seguro lo habrán dado en adopción a una familia de México porque ese secreto tenían que guardarlo muy bien, pero los secretos por muy secretos que sean siempre se saben, y ya ve, de este mismo secreto estamos hablando ahora.

Esta leyenda fue publicada en el libro Haciendas del Altiplano, historia(s) y leyendas. Tomo I. Grandes latifundios virreinales, 2012. El libro fue reeditado, corregido, aumentado y actualizado en 2024 con cambios notorios en el diseño editorial, otra tipografía, portada y contraportada diferentes y fotografías distintas.

Se puede adquirir en la tienda de Amazon tanto en formato de Kindle (digital) o impreso.

Leyendas indígenas y de haciendas: El cerro del Papantón

EL CERRO DEL PAPANTÓN

(Leyenda de la ex-hacienda de San Tiburcio, municipio de Mazapil, Zac.)

 

Acá del lado de Zacatecas está el pueblito de San Tiburcio en Mazapil, Zac - Fotos de Homero Adame (1)San Tiburcio donde hubo una hacienda muy rica. Una de mis abuelas era de allá –explica el Sr. Rosendo Lara. El lugar está así como en un valle plano, plano, y hay un cerrito que le dicen que Papatón. Mi abuela contaba que ahí asistían los indios de más antes (huachichiles) que no eran como los huicholes de ahora que van a [Real de] Catorce porque se han encontrado muchos chucitos y hasta metates que hacían ellos. Pero también platicaba que vivían en cuevas que ellos hicieron adentro del cerro. Ahí vivían muy a gusto hasta que llegaron los gachupines y les quitaron sus tierras, los quisieron esclavizar para que trabajaran en la hacienda, pero como no se dejaron, entonces los mataron o se fueron a otro lado. Según esto, de repente todavía ven así como bolitas de fuego abajo del cerro y parece que dicen que son las ánimas de los indios que ahí quedaron muertos.

Ah, y también contaba mi abuela que parece que los hacendados hicieron un túnel desde la hacienda hasta el Papantón, pero que está cerrado porque las ánimas de los indios no dejan que nadie se meta. Bueno, son pláticas de la gente de antes; uno como que no cree en esas cosas, ¿verdad?

Y bueno, San Tiburcio - Mazapil, Zac - cerro del Papantón 2011 - Foto de Homero Adamearriba del cerro está una capillita de la Santa Cruz, pero ésa la levantaron los hacendados porque como es el único cerro en todo ese rumbo —ya ve que todo está plano—, los hacendados querían poner una santa cruz en alto para cuidarse de las brujas, que eran cosas de los indios. Y bueno, parece que antes la capillita era diferente, pero luego la arreglaron.

Yo nunca he ido, pero sé que el 3 de mayo hacen una fiesta en el Papantón, o sea que organizan las danzas de la Santa Cruz. Mi abuela contaba que la tradición de subir al cerro y bailar venía de muy atrás, cuando los indios hacían los rituales para sus dioses o sus creencias. Y no sé si sea cierto, pero según esto, en aquellos tiempos el cerro estaba pedregoso y picudo y parece que de tanto que bailaban los indios terminaron aplanándolo.

 Notas:

1. Esta leyenda está publicada en el libro Haciendas del Altiplano, historia(s) y leyendas. Tomo I. Grandes latifundios virreinales. El libro se puede conseguir a través de la tienda de Amazon:

 

2. Para leer más sobre los huachichiles, la segunda edición de Mitos y leyendas de huachichiles, publicada en 2024, tiene relatos inéditos que Homero Adame recopiló tiempo después de la primera edición (en 2008) durante sus recorridos por las semi desérticas llanuras altiplanenses; relatos que aluden directamente a los huachichiles, grupo del cual poco se sabe, pero Homero Adame nos da una muestra a través de la óptica legendaria, área que le es muy conocida. Debemos recordar que la historia conocida es la versión de los vencedores, sin embargo, gracias a estos relatos y leyendas recopiladas por el también  “arqueólogo de la tradición oral” podemos dar un atisbo de la vida y las creencias de los vencidos.Y para dar un cierre inesperado a este trabajo, el también escritor y novelista incluyó un relato adicional, obra de su pluma, de su creatividad literaria y de su fascinación por los huachichiles; relato que nos permite imaginar cómo eran estos habitantes del ayer, cómo vivían, cuáles eran sus idiosincrasias y muchas cosas más. 

El libro está disponible en Amazon, tanto para formato digital (Kindle) como para impreso.

Mitos y leyendas del Altiplano: Auroras boreales

AURORAS BOREALES EN EL ALTIPLANO DE MÉXICO

Testimonio escuchado en algún lugar donde convergen los estados de

Coahuila, Nuevo León, San Luis Potosí y Zacatecas

 

—Mire que hay cosas que uno no se puede explicar porque no sabemos qué son –anticipa don Ramón Maldonado, un campesino como de 85 años de edad, radicado en el municipio de El Salvador, Zacatecas–. Se lo cuento porque luego unos dicen que son cosas que de fantasmas, que del diablo, que de Dios y que hasta de los marcianos –ansinita mero decían antes, que de los marcianos. Esto que le voy a platicar a mí me tocó verlo cuando estaba chiquitillo, y vivíamos allá por los rumbos de San Jorge, y no nomás a mí me tocó verlo sino que a muncha gente también. Sí sabe usté de los cometas, ¿vedá? Bueno, eso que veíamos en el cielo no eran cometas, eran luces que se movían de un lado a otro, ansina como borniándose. Haga de cuenta que ya en la noche, de esas noches sin luna, en el cielo, hacia el norte, salían luces de colores que bailaban, sí, haga de cuenta que bailaban. ¿Qué serían? Vaya usté a saber. (Historia recopilada por Homero Adame.)

—Han de haber sido lo que en ciencia se llaman auroras boreales –le digo a don Ramón–. Se sabe que muy al norte, cerca del Polo, se dan esos fenómenos de luz, pero es raro, muy raro, que se vean hasta acá.

—Ah, mire… Entonces son cosas de la ciencia. Pero de esto que le cuento fue nomás una vez, cuando yo estaba chiquitillo y pastoreaba cabras.

—¿Cómo cuántos años tendría usted entonces?

—No, ¿pos qué será?, como unos diez.

—¿Y cuánto tiempo duró eso que veía?

—Duraba muncho rato. Yo creo que toda la noche hasta el amanecer, pero no nos quedábamos mirando eso porque nos recogíamos temprano; sí, antes la gente se recogía temprano. (Testimonio recopilado por Homero Adame.)

—¿Y fueron varios días?

—Sí, yo me recuerdo que sí. ¿Qué habrán sido? A lo muncho una semana y luego ya no volvimos a mirar esas luces en el cielo.

—¿Y de qué color se veían esas luces?

—Me acuerdo que eran varios colores, que rojos, que amarillos, que verdes y todo el cielo hacia acá el norte se miraba muy bonito.

—Oiga, ¿y las chivitas no se ponían más locas? (Relato recopilado por Homero Adame.)

—No. Ya ve que ellas campean de día y en la noche uno las mete a los corrales o se echan a dormir en el monte. Por eso no podría decirle si con aquellas luces se pusieran más locas. Los perros sí se daban cuenta y le ladraban a las luces en el cielo; de eso sí me acuerdo. (Historia recopilada por Homero Adame.)

—¿Y por qué cree usted que la gente pensaba que era cosa de los marcianos?

Pos habrá sido por “falta de ignorancia”, creo yo. Es que ya ve que cuando uno no se puede explicar algo, pos le echa la culpa a los fantasmas o a las brujas o a lo que sea, y como eso se miraba en el cielo, pues créibanos nosotros que era cosa de los marcianos; sí, eso decían las gentes mayores.

—¿Y las gentes mayores habían visto algo así antes?

—Me parece que sí, pero no me acuerdo bien. O sea que decían que era como los cometas que luego vienen de vez en cuando.

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Nota: las imágenes de auroras boreales fueron tomadas de dos sitios de Internet, Arteleku y Euroexpress. Que los enlaces sirvan de crédito a sus autores.

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Haciendas del Altiplano – historia(s) y leyendas. Tomo I – Grandes latifundios virreinales

HACIENDAS DEL ALTIPLANO – HISTORIA(S) Y LEYENDAS. TOMO I.

Grandes latifundios virreinales

Haciendas del Altiplano Tomo 1 PORTADA 2024

  • Este libro es el primero de un proyecto de investigación emprendido por Homero Adame, de manera independiente, gracias a su interés en las haciendas mexicanas, en la historia y las historias que siguen contándose acerca de ellas.
    Este primer volumen aborda 24 grandes haciendas que se fundaron en los primeros años de la Colonia en una parte del Altiplano, una extensa región semidesértica que abarca municipios de San Luis Potosí, Coahuila, Zacatecas, Tamaulipas y Nuevo León, región explorada a fondo por el autor, a quien se le conoce como el «cronista del desierto» y quien ve al Altiplano de modo sui generis, como un contexto geográfico y cultural que se justifica por su historia prehispánica, su historia colonial y su historia post Independencia.
    El segundo tomo de este trabajo se titula Haciendas del Altiplano, historia(s) y leyendas. De la Independencia a la Revolución y abarca ese periodo entre guerras.Cada capítulo de la obra está estructurado de la siguiente manera:
    – Una ficha informativa general de la hacienda.
    – Una descripción arquitectónica y las condiciones del casco hasta 2012.
    – Una reseña histórica.
    – Una sección de fragmentos de historia oral, testimonios y anécdotas.
    – Una o dos leyendas que tienen a la hacienda o a su casco como escenario.
    – Varias fotografías seleccionadas.

    Las haciendas incluidas en este libro son:
    * Albarcones, N.L.
    * Bocas, S.L.P.
    * Carbonera, S.L.P.
    * Cedros, Zac.
    * Cruces, S.L.P.
    * El Carro, Zac.
    * El Potosí, N.L.
    * El Salado, S.L.P.
    * Espíritu Santo, Zac.
    * Guanamé, S.L.P.
    * Illescas, S.L.P.
    * La Boca, S.L.P
    * La Soledad, N.L.
    * Laguna Seca, S.L.P.
    * Peñasco, S.L.P.
    * Peotillos, S.L.P.
    * Pozo del Carmen, S.L.P.
    * Punteros, S.L.P.
    * San Agustín de los Amoles, S.L.P.
    * San Juan de Vanegas, S.L.P.
    * San Tiburcio, Zac.
    * Santiago, Zac.
    * Sierra Hermosa, Zac.
    * Solís, S.L.P.

Este libro, al igual que el Tomo II, está disponible en Amazon.

Haciendas del Altiplano, tomo I

y

Haciendas del Altiplano, tomo II

También están a la venta en los siguientes lugares:

En San Luis Potosí

En Monterrey, NL

  • PubliArte (Vasconcelos 150 Pte – en la Plaza Bosques de San Pedro Garza García)

Légendes mexicaines en français: La tombe de la Pleureuse

LA TOMBE DE LA PLEUREUSE

Légende de la ville de Jerez dans l’Etat de Zacatecas (Mexique)

La tombe de la Pleureuse se trouve là, à l’entrée du cimetière des Douleurs, à droite. On dirait une vierge de grande taille qui est en train de pleurer au-dessus d’une tombe. Elle a les mains jointes et si vous regardez ses yeux, vous aurez l’impression qu’elle pleure vraiment – explique Jesús Humberto de la Torre.

Oui, c’est vraiment étrange parce que beaucoup de gens d’ici ont été témoins d’un fait très curieux sur cette tombe. Tumba de la LloronaComme je l’ai dit, la Pleureuse garde ainsi ses mains jointes mais elle les bouge ensuite et cela même alors qu’elles sont supposées être en pierre véritable. Elle bouge vraiment les mains: dans un premier temps, on les voit ainsi jointes et un peu plus tard, on remarque qu’elle les a bougées et les tient ouvertes.

Par ailleurs, ses yeux sont très laids. Non, allez maintenant la voir afin de perdre vos illusions et regardez ses yeux. Si celle-ci a les yeux ouverts, allez d’un côté puis de l’autre et vous vous rendrez compte qu’ils vous suivent. C’est assez effrayant.

On rapporte aussi une autre chose à son sujet. On raconte que si elle a les yeux fermés c’est parce qu’elle est sortie du cimetière et s’en est allée au fleuve chercher ses enfants.

On raconte en effet que la Pleureuse part chercher ses enfants qu’elle a elle-même tués. On dit qu’elle aurait poussé l’un d’entre eux dans un puits, qu’elle aurait jeté l’autre dans le fleuve quand celui-ci était assez haut et, quant au dernier, on raconte qu’elle l’aurait tué après l’avoir envoyé acheter de l’essence et des allumettes, en l’enfermant dans une pièce, en l’aspergeant d’essence pour l’y brûler vif. Elle avait trois fils et elle les a tués tous les trois d’une façon atroce.

Quand on entend marcher la Pleureuse dans les rues ou là-bas, près du fleuve, on raconte que l’on peut entendre des chaînes et même l’entendre pleurer.

Croyez- m’en… On se sent bien mal lorsqu’on l’entend ainsi pleurer, car elle ne cesse de crier: Oh! Mes enfants! et l’on ne peut trouver le sommeil durant la nuit parce qu’elle part à leur recherche.

On dit aussi que, si elle part et rencontre un enfant dans la rue ou au bord du fleuve et qu’elle se rend compte que ce n’est pas là l’un de ses fils, alors, avec le Diable elle l’emporte et tue également l’enfant, à moins que ce ne soit le Diable lui-même qui le tue.

C’est pour cela qu’on ne nous laisse pas – lorsque nous ne sommes encore que des enfants- aller seuls dans la rue la nuit et encore moins lorsque l’on sait que la Pleureuse a pleuré – ajoute Juan Manuel Chávez Juárez.

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Vous pouvez lire et écouter cette légende ici:

Vous pouvez aussi écouter cette légende ici: La tombe de la Pleureuse

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Cette légende peut-être lue dans sa version originale («La tumba de la Llorona») sur le blog Mitos y leyendas de Homero Adame

Légende recueillie par Homero Adame

Traduction: Cécile Belluardhttp://www.litteratureaudio.com/livres-audio-gratuits-mp3/tag/cecile-belluard

Relecture: Noële Belluard-Blondel

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Notes:

1. Musique utilisée comme fond pour la narration :
Coda (CD: Funeralis) de SKAVEN http://www.jamendo.com/fr/album/95975 (Licence de distribution: CC BY-NC-SA 3.0).

2. Musique d’ambiance à la fin de la piste:

Silencio de amor (CD: Tras las huellas) de SENDA http://www.jamendo.com/fr/album/76060 (Licence de distribution CC BY 2.5).

3. La piste MP3 de cette légende est distribuée sous la Licence CC BY-NC-SA 3.0.
http://www.archive.org/details/La_tombe_de_la_Pleureuse

El mayorazgo de Jaral de Berrio – 2da parte

HACIENDAS DEL MAYORAZGO DE JARAL DE BERRIO

HACIA FINALES EL SIGLO XVIII – 2da PARTE

 

Ésta es la segunda parte de las haciendas que hacia finales del siglo XVIII pertenecían al mayorazgo de Jaral de Berrio.

Como ya dije en la primera parte (sigue este enlace: haciendas de Jaral de Berrio – 1ª entrega) se trata de un proyecto enfocado principalmente en la historia oral de las muchas haciendas que comprendieron este mayorazgo, tal vez el más importante que hubo en la Nueva España.

Veamos a continuación el resto de las haciendas de esa época. Si alguien tiene información sobre alguna de ellas y desea compartirla por este medio, a través de los comentarios, será de mucha ayuda para enriquecer la investigación. Me comunicaré directamente con todos los informantes.

Hacienda de AJUCHITLÁN

Ubicación: Colón, Querétaro

Historias: poco se platica de la época de los marqueses de Jaral de Berrio como dueños de esta hacienda. Las historias tienden a mencionar a hacendados más recientes.

Estancia de EL CARRETÓN

Ubicación: San Felipe, Guanajuato

Historias: en la época de los condes, aquí organizaban charreadas y jaripeos.

Estancia de LA CIENEGUILLA

Ubicación: San Felipe, Guanajuato

Historias: Miguel de Berrio tuvo problemas con Ana de Lanzagorta, quien era la dueña de la hacienda La Quemada porque los linderos entre ambas haciendas no estaban bien definidos en La Cieneguilla. Se fueron a litigio que perdió el marqués de Jaral.

Estancia de LAS NEGRITAS

Ubicación: San Felipe, Guanajuato

Historias: como aquí no había casas, excepto trojes, los trabajadores se las ingeniaron para construir “cuevas” en las trojes mismas, que les servían como casa-habitación.

Hacienda de ESCOLÁSTICA

Ubicación: Pedro Escobedo, Querétaro

Historias: aquí hay dos haciendas, la antigua que perteneció al mayorazgo de Jaral de Berrio y está bastante destruida, y una más reciente propiedad de una familia de apellido Aspe. La iglesia es de la época antigua, aunque ha sufrido remodelaciones.

Hacienda de LA “D”

Ubicación: Pedro Escobedo, Querétaro

Historias: el conde tenía tantas haciendas que se le acabaron los nombres y entonces empezó a nombrarlas siguiendo el abecedario; ésta fue la letra D.

Hacienda de VICENTE DE FERRER

Ubicación: El Marqués, Querétaro

Historias: la mayoría está relacionada con la contigua hacienda de Chichimequillas. ¿Alguien sabe alguna que hable sobre los Berrio o los Moncada?

Hacienda de XUCHITLANCITO

Ubicación: Pedro Escobedo, Querétaro

Historias: el casco de esta hacienda parece muy reciente, aunque tiene elementos de la época de los marqueses del Jaral de Berrio.

Jaral de Berrio y su mayorazgo – Parte 1

EL MAYORAZGO DE JARAL DE BERRIO

Éste es un proyecto enfocado principalmente en la historia oral de las haciendas que comprendieron el mayorazgo de Jaral de Berrio. Se dice que “el conde” tuvo 99 haciendas, lo cual parece ser sólo una conseja popular. Del marquesado de Jaral de Berrio hubo alrededor de 30, mientras que las heredadas del condado de San Mateo hubo 36. A esa suma habrá que agregarle las que se adquirieron en el siglo XIX, pero no llegaron a 99, excepto si se cuentan los ranchos como Lequeitio, que en el siglo XX se convirtió en hacienda, con otros dueños.

Si alguien sabe anécdotas o leyendas relacionadas con el conde o con las haciendas de Jaral de Berrio y desea compartirlas a través de este medio para enriquecer el proyecto, extiendo mi agradecimiento anticipado y me comunicaré directamente con los informantes para añadirlos en los créditos del libro y hacerles llegar una copia cuando esté publicado.

Antecedentes del mayorazgo de Jaral de Berrio

Los antecedentes de Jaral de Berrio se remontan a 1601, cuando Juan de Zavala, oriundo de Luzúa, Vizcaya, en España, se estableció en esos rumbos y tuvo otras estancias y ranchos. A su fundo se le conocía como La Carbonera de Juan de Zavala. Años más tarde, Prudencio de Armenta adquirió esas tierras y les llamó Xaral, pero de algún modo volvieron a la familia anterior, ya que se sabe que Juan Ruiz de Zavala y Lois vendió sus haciendas, incluyendo Jaral, a Joseph de Retes en 1687. Este hombre fue uno de los más ricos de la Nueva España en el siglo XVII, teniendo propiedades en la capital y sus alrededores, pero más en el centro norte del país. Él heredó su latifundio a su sobrina Teresa Josefa de Zaldívar, hija de Dámaso de Zaldívar. Ella se casó en segundas nupcias con  Andrés de Berrio, nacido en Orduña, Vizcaya, en 1669. Con la fortuna de ella y los contactos políticos de él, inició el auge de San Diego del Jaral, pues se anexaron otras haciendas como Cerritos de Bernal, Huizache, Ovejas, Pozo Blanco, San Martín de Ovejas, San Vicente Ferrer y Sierra Hermosa. Andrés de Berrio murió en la ciudad de México en 1747).

Miguel de Berrio y Zaldívar y el marquesado

Su hijo Miguel de Berrio y Zaldívar (1716-1779) heredó aquellas haciendas y con el paso del tiempo anexó otras para extender su latifundio, como las de Cabras, Deseadilla, Gallinas y San Onofre. Él contrajo matrimonio con Anna María de la Campa y Cos (1734-1799), condesa de San Mateo de Valparaíso y de tal modo se incrementó el gran latifundio. En 1774 obtuvo el título de marqués del Jaral de Berrio.

Miguel de Berrio y Anna María de la Campa y Cos crearon un mayorazgo a favor de su nieto Adeodato de Moncada y Berrio (hijo de María Ana), para así proteger los caudales patrimoniales. Esto sucedió en 1779, año de la muerte de Miguel de Berrio.

María Ana de Berrio y de la Campa y Cos de Moncada

Esta mujer fue la 2da marquesa de Jaral de Berrio. Ella se casó con Pedro de Moncada, 1er marqués de Villafont, aunque se le conocía con el inexistente título de marqués de Moncada.

Dado que este italiano era un caza fortunas, vividor y manirroto, los marqueses de Jaral habían creado el mayorazgo en favor de su nieto Adeodato, hijo mayor de María Ana.

Con los fallecimientos de Miguel de Berrio, de Anna María de la Campa y Cos, así como del heredero inmediato de éstos, Adeodato de Moncada y Berrio en 1781, y de María Ana de Berrio y de la Campa y Cos de Moncada, en 1803, la fortuna y los títulos pasaron a Juan Nepomuceno de Moncada y Berrio, 3er y último marqués del Jaral de Berrio.

Juan Nepomuceno de Moncada y Berrio

Fue en esta época cuando el mayorazgo de Jaral de Berrio tuvo su máximo esplendor, pues este marqués, mejor conocido como “el conde”, incrementó su latifundio por compra-venta para así convertirse en el máximo terrateniente del siglo XIX. Entre otras, se añadieron las haciendas de Agostadero, El Carro, La Ventilla, Sierra Hermosa y Trancoso.

El marquesado terminó en 1829, cuando se abolieron los títulos nobiliarios en México; sin embargo, los terratenientes continuaron. Juan Nepomuceno de Moncada y Berrio, nacido en 1781, dejó una numerosa descendencia. A su muerte, en 1850, repartió la herencia entre sus herederos y las haciendas que habían sido parte del marquesado del Jaral de Berrio siguieron existiendo. Incluso, hacia finales del siglo XIX Manuela Moncada adquirió la extensa hacienda de Cedros, en el municipio de Mazapil, Zac.

Fin del linaje y de Jaral de Berrio

El linaje de los Berrio, de la Campa y de Moncada se mantuvo como de grandes hacendados hasta ya entrada la Revolución. Las últimas tierras y haciendas se perdieron con la repartición ejidal. La última propietaria del extenso latifundio fue Margarita Raigosa y Moncada de Moncada, segunda esposa de Francisco Cayo de Moncada y Fernández de Córdoba, descendiente directo de Juan Nepomuceno de Moncada. Cuando vendió la hacienda de Jaral, en 1949, se terminó aquella historia de riqueza y abolengo.

Bibliografía:

Ibarra Grande, Pedro. Jaral de Berrio y su marquesado. León, Gto. 2002.

Reyna, María del Carmen. Opulencia y desgracia de los marqueses de Jaral de Berrio. Instituto Nacional de Antropología e Historia. México, D.F. 2002.

Haciendas del mayorazgo de Jaral de Berrio en el siglo XVIII

Jaral de Berrio

Ubicación: San Felipe, Guanajuato

Anécdotas: 1. el conde tuvo 99 haciendas, una para cada hijo. 2. El “castillo” o palacio de Jaral de Berrio lo remodeló Francisco Cayo de Moncada y Fernández de Córdoba, hacia finales del siglo XIX sobre construcciones anteriores de sus ancestros.

Leyendas: cuentan que el fantasma de una mujer, posiblemente hija del conde, se aparece en la casa.

Hacienda de Cabras

Ubicación: San Diego de la Unión, Guanajuato

Anécdotas:

Hacienda de Cerro Prieto

Ubicación: Mexquitic de Carmona, San Luis Potosí

Anécdotas: se dice que el corazón de Miguel Miramón, quien fue fusilado junto con Maximiliano y Tomás Mejía, estuvo en la capilla de esta hacienda.

Hacienda de El Huizache

Ubicación: San Felipe, Guanajuato

Anécdotas: cuentan que el conde organizaba jaripeos en los corrales.

Hacienda de Gallinas

Ubicación: Villa de Arriaga, San Luis Potosí

Anécdotas: se sabe que la segunda esposa del conde Juan Nepomuceno Moncada nació aquí. Se llamaba Teodora Hurtado de Mendoza y Tapia y se dice que tuvieron hijos antes de casarse.

Hacienda de Rincón

Ubicación: San Felipe, Guanajuato

Anécdotas: cuentan que Andrés de Berrio se subió al cerro más alto y dijo: “hasta donde veo es mío y allí pondré mis haciendas”.

Hacienda de San Andrés del Cubo

Ubicación: San Felipe, Guanajuato

Anécdotas:

Nota: aquí tengo una duda que ojalá alguien la pueda aclarar. Me han dicho que hay una hacienda llamada Rincón al sur de Dolores Hidalgo. ¿Saben dónde queda exactamente?

Hacienda de San Bartolo

Ubicación: San Felipe, Guanajuato

Anécdotas: dicen que en esta hacienda hubo un convento, pues la dueña, hija del conde, era religiosa y allí hacía retiros espirituales con otras monjas.

Hacienda de La Estancita

Ubicación: San Felipe, Guanajuato

Anécdotas: una vez al año venía toda la familia del conde a celebrar la fiesta del herradero.

Nota: en el testamento de Miguel de Berrio se menciona a La Estancita como hacienda, pero no pude ver restos del casco y/o casa grande, excepto de corrales. Es posible que haya sido sólo un rancho.

Hacienda de San Martín

Ubicación: Pinos, Zacatecas

Anécdotas: se dice que el conde le regaló esta hacienda a una de sus amantes.

Hacienda de San Onofre

Ubicación: Pinos, Zacatecas

Anécdotas: cuentan que cuando abandonaron la hacienda, la imagen del Cristo que estaba en la capilla se perdió, pero luego apareció en la vecina hacienda de Gallinas.

Hacienda de Santa Rosa

Ubicación: San Felipe, Guanajuato

Anécdotas: cuentan que cuando Francisco Javier Mina asaltó la hacienda de Jaral de Berrio, pasó por aquí con las carretas cargadas de oro y que una de ellas se perdió.

Hacienda de Sierra Hermosa (ahora Sierra Vieja)

Ubicación: Villa de Cos, Zacatecas

Anécdotas: se sabe que esta hacienda se llamaba Sierra Hermosa en la época de Miguel de Berrio, pero cuando el conde Juan Nepomuceno Moncada adquirió una hacienda contigua, a la nueva le llamó Sierra Hermosa y a la original le cambió el nombre por Sierra Vieja.

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No he podido ubicar algunas haciendas de esta época. Ojalá alguien tenga información y la comparta a través de los comentarios.

  • Hacienda de Barrancas
  • Hacienda de Deseadilla

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Sigue cualquiera de los enlaces de abajo para leer textos o leyendas relacionadas con las haciendas de Jaral de Berrio:

Las leyendas como puente entre lo intangible y lo tangible

CUANDO LOS PATRIMONIOS TANGIBLES E INTANGIBLES

SE ENCUENTRAN

En términos generales, por patrimonio se entiende el conjunto de bienes sujeto a herencia entre personas, el conjunto de bienes con un valor económico y susceptible a transferirse por compra-venta, el conjunto de bienes que es propio de un pueblo o una nación. El concepto incluso se extiende a la humanidad misma, cuando se habla de patrimonio de la humanidad, como si ésta fuera una entidad que de manera muy abstracta posee algo.

De acuerdo con la UNESCO y otros organismos, el patrimonio visto como el conjunto de bienes propios a un pueblo, nación o humanidad se puede dividir en dos grupos, a su vez divididos en distintos niveles, comenzando por el más cercano, que es el familiar, para continuar con el patrimonio local, el nacional y el mundial o de la humanidad. Los dos grupos de patrimonio son:

1. El Patrimonio Natural, que está constituido por todo aquello que se considera monumento natural (formaciones geológicas, lugares y paisajes) y se le da un valor de relevancia científica, ambiental o estética, o bien, la flora y fauna de que son endémicas o están en peligro de extinción.

2. El Patrimonio Cultural, que está formado por los bienes artísticos legados por los ancestros a una nación o los que en la actualidad se crean y la sociedad les otorga una importancia especial, dígase histórica, simbólica, estética o incluso científica. Este tipo de patrimonio es considerado como el testimonio de la existencia de los antepasados, su cosmovisión, manifestaciones de formas de vida, de creencias.

A su vez, y siendo lo que nos tiene reunidos en este coloquio, el Patrimonio Cultural se divide en dos tipos: tangible e intangible.

Patrimonio tangible (Acervo material)

El patrimonio tangible es, sin duda, el elemento más visible del patrimonio cultural. Se compone de dos grupos:

1. Los bienes inmuebles, como son los lugares arqueológicos y los conjuntos históricos (monumentos, edificios, etc.). Asimismo, en ocasiones ciertos elementos naturales (árboles, grutas, lagos, montañas, etc.) entran en la categoría de patrimonio tangible cuando forman parte de las tradiciones de un pueblo o son considerados como tótems.

De tal modo, podemos categorizar este tipo de bienes de la siguiente manera:

  • Patrimonio arqueológico
  • Patrimonio arquitectónico
  • Patrimonio de elementos naturales

2. Los bienes muebles, que incluyen las piezas de interés arqueológico (armas, utensilios, vestimenta que reflejan técnicas de elaboración o de uso tal vez desaparecidas y objetos rituales o de la vida cotidiana de algún grupo del ayer) y las artesanías y obras de arte tanto del ayer como las que siguen produciéndose en el presente y gracias a su valor artístico se anticipa que en un futuro serán representativas de una época, de una corriente o de un autor. En este grupo también se incluyen los documentos históricos, así como los instrumentos musicales y las vestimentas.

Así, los bienes muebles pueden ser categorizados de este modo:

  • Patrimonio arqueológico
  • Patrimonio artístico
  • Patrimonio histórico documental

Patrimonio intangible (Acervo inmaterial)

Este tipo de patrimonio es aquel considerado como abstracto, el no necesariamente material. Incluye las creencias, como la religión, los ritos; los usos y costumbres, patrones de comportamiento; la oralidad (mitos, cuentos, leyendas, historia oral, lenguaje), la música, la danza y otros etcéteras que de manera individual o en conjunto reflejan y constituyen la identidad de un grupo o de un pueblo. También se le conoce como patrimonio intelectual porque abarca las creaciones de la mente, como la literatura, las teorías filosóficas y científicas.

Existen varias maneras de enlistar el patrimonio intangible, por ejemplo:

Creencias:

  • Actos festivos
  • Creencias mágicas
  • Religión
  • Ritos
  • Sistemas de creencias y relaciones sociales

Oralidad:

  • Lengua (el 21 de febrero es el Día Internacional de la Lengua Materna)
  • Mitos, cuentos y leyendas
  • Historia oral
  • Refrenaría popular

Usos y costumbres:

  • Cocina
  • Códigos de ética
  • Medicina tradicional y herbolaria
  • Fiestas

Creatividad:

  • Filosofía
  • Literatura
  • Y todos los conocimientos científicos, sociales, culturales, etc.

Expresiones artísticas:

  • Artes escénicas
  • Danza folclórica
  • Música

Como podemos ver, esta lista no es del todo exacta, pues en ocasiones algunos de sus componentes pueden entrar en dos o más rubros que, en sí, engloban las relaciones sociales.

Los puntos de unión entre los patrimonios

Ahora bien, los patrimonios tangible e intangible no están del todo separados por un abismo que divide lo concreto de lo abstracto. Por ejemplo, la literatura (intangible) se convierte en patrimonio tangible gracias a la imprenta, cuando se imprime una obra literaria. Las partituras musicales son otro ejemplo, al igual que las imágenes fotográficas o de video que documentan una danza, o bien, la artesanía efímera manifestada en los altares de muertos. Así podemos encontrar muchos más, en fonogramas, documentales, escritos y otros objetos materiales. Aún más: los ejemplos se pueden extender a los exvotos (mal llamados “retablos”) que parten de una creencia y quedan manifestados en una pintura artesanal.

Y así llegamos a un punto de mi trabajo que se enfoca en la oralidad (mitos, leyendas e historia oral). En 2009 inicié un proyecto apoyado por el Fondo Estatal para la Cultura y las Artes, de la Secretaría de Cultura, para el cual me di a la tarea de tomar las haciendas como marco de investigación. El primer resultado del proyecto fue la reciente publicación del tomo II de Haciendas del Altiplano, historia(s) y leyendas (es el tomo II porque han sido muchas las haciendas investigadas que incluirlas todas en un mismo volumen sería éste incosteable. Entre paréntesis diré que salió primero el tomo II que el I, el cual sigue en imprenta).

Como bien sabemos, las haciendas caen en el grupo del patrimonio tangible, como patrimonio arquitectónico, artístico, en ocasiones histórico-documental, o bien, fotográfico. Sin embargo, se convierten en patrimonio intangible cuando son escenario de cuentos y leyendas, cuando encontramos fragmentos de historia oral, cuando son parte esencial de la memoria colectiva que, de algún modo, le da identidad a un pueblo o comunidad. Las haciendas –o mejor dicho, los cascos de éstas– son espacio tanto histórico como actual donde coexisten grupos sociales que apelan a sus recuerdos para narrar pasajes históricos, anécdotas dramatizadas o eventos ficcionalizados que se convierten en valores compartidos, en identidad.

Por su parte, la historia oral, por muy discutida que pueda ser su veracidad, es un patrimonio intangible que se vuelve tangible cuando se convierte en material escrito con un alcance que trasciende la comunidad.

Ahora bien, un monumento, como huella del pasado, es también un evocador de un evento histórico y su simple presencia trasciende las celebraciones oficiales. Por ejemplo, en once lugares del Altiplano potosino existen estelas, monumentos o cabezas de águila que recuerdan el paso de Miguel Hidalgo por allí, hace 200 años, en febrero de 1811. Gracias a esos monumentos, la gente cuenta historias del día que “el padre de la paria” estuvo en su tierra; historias sin sustento histórico, pero que forman parte de la memoria colectiva.

Miguel Hidalgo es un personaje histórico, real, cuya vida y obra está documentada, y de cierto modo podríamos decir que es un personaje tangible. Un ejemplo más intangible es la Llorona, mítico personaje de la imaginería popular que tiene sus orígenes en varias culturas prehispánicas. De ella se cuentan infinidad de historias, de sus terroríficas apariciones, y ha sido material de literatura, canciones y películas.

La Llorona bien puede considerarse como la unión entre lo intangible y lo tangible cuando el personaje mítico se ve transformado en un monumento. Por citar dos ejemplos: en la hacienda 7 Reales, en el municipio de Dolores, Guanajuato, en medio de una milpa hay un monumento de cantera que tiene una inscripción que dice: “Se levantó en septiembre de 1913. Aquella persona que rece un Ave María, tendrá 300 días de indulgencia”. Narran los lugareños, a guisa de leyenda, que dicho monumento fue levantado en ese lugar para ahuyentar a la Llorona, que tenía aterrorizada a la población. Un sacerdote hizo un exorcismo en donde se oían los llantos y colocó una cruz. Desde entonces el espíritu chocarrero dejó de andar por allí. A casi un siglo de aquella ceremonia, la gente recuerda el evento y afirma que la Llorona no aparece en 7 Reales porque el exorcismo surtió efecto.

El otro ejemplo es una tumba que se encuentra en el panteón de Jerez, Zacatecas. Gente de cualquier edad explica que la efigie en esa tumba es la Llorona y que ésta sale del panteón cuando la efigie abre sus ojos. La efigie sólo abre sus ojos, no se convierte en un ser de carne y hueso, pero sí en espíritu que recorre las calles del pueblo, llorando lastimeramente en busca de sus hijos.

Para concluir, un ejemplo más reciente del punto de encuentro entre los patrimonios tangible e intangible. En Sombrerete, Zacatecas, vivió don Fernando de la Campa y Cos, un personaje nacido en Cos, ayuntamiento de Mazcuerras, España, en 1676. A la edad de dieciséis años se avecindó en Sombrerete, donde inició su fortuna que le otorgó los títulos de conde de San Mateo de Valparaíso, coronel de infantería española y caballero de la Orden de Alcántara. A más de dos siglos y medio de su muerte, quedó como un personaje histórico referido en textos de historia regional y zacatecana, aunque en menor medida también pervivió su memoria como un fantasma, es decir, en la imaginería popular hasta hace poco tiempo se le citaba como una aparición y era sujeto de miedo para aleccionar a los niños. “No andes en la calle de noche porque te va a salir el conde”, era la voz popular, y mucha gente afirma que lo han visto. En otras palabras, el personaje tangible se convirtió en un personaje intangible y bien pudo haber seguido así si no hubiera sido por una singular situación que se dio hace pocos meses.

Resulta que Marcos Rodríguez, un entusiasta de la historia, se puso a investigar acerca de don Fernando de la Campa y Cos y encontró en los archivos zacatecanos, de Guadalajara y de la Nación varios documentos. Y no sólo eso, sino que en México consiguió una fotografía tomada de un óleo de don Fernando. Esta persona regresó a Sombrerete y tuvo la ocurrencia de pedirle a un pintor local que reprodujera la fotografía. Así lo hizo.

De pronto, aquel personaje histórico casi olvidado tomó forma, se convirtió en un rostro con expresión. Los habitantes de Sombrerete fueron una y otra vez a conocer al conde, a ver su pintura y algo hizo “click” en la memoria colectiva. Dejó de ser un fantasma, se volvió a hablar de él, desde otra perspectiva. Y lo más fascinante de todo es que en Sombrerete se ha ido creando un culto alrededor de él. En muchos comercios y hogares tienen pequeñas reproducciones de la nueva pintura y, se dice, a todos los que le tienen fe les está yendo mejor en la vida.

Ponencia de Homero Adame

En la Facultad del Hábitat, de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí

Febrero 23 de 2011

Mitos y leyendas de Zacatecas: El niño enterrado en la hacienda

EL NIÑO ENTERRADO EN LA HACIENDA

(Leyenda de la hacienda de Sierra Hermosa, en Villa de Cos, Zac.)

Cuentan en Sierra Hermosa que en un área del interior de lo que era la casa grande de la hacienda se escuchan llantos de niño, llantos de ultratumba. Según se cree, son los llantos de un niño que fue asesinado por su tío y enterrado clandestinamente adentro de la casa. (Leyenda en un blog de Homero Adame.)

El llanto proviene del suelo, abajo del marco de una puerta entre un pasillo y el comedor. Cuentan que hace varios años, los inquilinos de la casa decidieron escarbar en ese punto no para buscar un tesoro, sino para tratar de encontrar los restos del niño y darle cristiana sepultura. Empezaron a escarbar y a menos de un metro de profundidad primero encontraron tubería, que es más reciente, y siguieron escarbando más abajo hasta que encontraron una piedra de cantera, tipo lápida. Todas las personas que estaban escarbando sintieron algo feo y decidieron ya no seguirle. Rociaron la lápida con agua bendita y la volvieron a cubrir.

Los llantos siempre salen de ahí. Por pláticas de antes se sabe que son los llantos de un niño chiquito que era el hijo de doña Manuela Moncada. Ella había fallecido tiempo antes y su hijo quedó bajo la tutela de su tío Francisco. Este niño iba a ser el heredero de Sierra Hermosa y de otras que habían sido propiedad de doña Manuela. Francisco era entonces el albacea y administrador de todos los bienes de su difunta hermana, y sabía que su sobrino iba a heredar todo esto. Como el niño estaba indefenso, entonces lo desapareció, lo mató a él o lo mandó matar y parece que sí lo sepultaron ahí. Todo hubiera quedado como un misterio sin resolver, pero los llantos de ese niño delatan que sí hubo un asesinato.

Notas:

  1. Esta versión es el resultado de una amena plática que sostuve con don Mauro Lara y doña Rosa Bordallo, quienes viven en Sierra Hermosa, Zacatecas.
  2. Puedes leer otra versión de esta leyenda siguiendo este enlace:

Para saber más de la hacienda de Sierra Hermosa tenemos el libro Haciendas del Altiplano, historia(s) y leyendas, de Homero Adame. Se publicó originalmente en 2012 y la segunda edición, corregida, mejorada y aumentada salió en 2024. Está disponible en la tienda de Amazon para formato digital (Kindle) o impreso:

Libro de «Haciendas del Altiplano – historia(s) y leyendas». Tomo II

HACIENDAS DEL ALTIPLANO – HISTORIA(S) Y LEYENDAS. TOMO II

De la Independencia a la Revolución

Ya está publicada la nueva edición del tomo II de la investigación de las haciendas del Altiplano qque iniició como un proyecto de investigación en 2009, con un apoyo del FECA (Fondo Estatal para la Cultura y las Artes); para publicarse, con el apoyo del Programa de la Conmemoración del Bicentenario del Inicio de la Independencia Nacional y Centenario del Inicio de la Revolución Mexicana. (La imagen que tenemos al lado es la portada original de 2010).

La estructura del libro es la siguiente:

  1. Una ficha introductoria que menciona la ubicación, de la hacienda, el municipio, el giro económico y las distancias a la cabecera municipal y la capital del estado.
  2. Una ficha con descripciones arquitectónicas del casco de la hacienda y sus condiciones actuales.
  3. Una ficha o reseña histórica que menciona fechas de fundación, nombres de dueños en distintas épocas y eventos relevantes que fueron consignados por la historia documentada.
  4. Un apartado de historia oral con anécdotas o datos históricos que no fueron documentados, pero siguen contándose.
  5. Una o dos leyendas que tienen a la hacienda (el casco) como escenario.
  6. Varias fotografías de cada hacienda.

Para este libro fueron seleccionadas 25 haciendas que surgieron con el México independiente, y son las siguientes:

• Hacienda de Buenavista, municipio de Guadalcázar, S.L.P.
• Hacienda de Cerro Gordo, en Lázaro Cárdenas, municipio de Tula, Tamaulipas
• Hacienda de Cerros Blancos, municipio de Mier y Noriega, N.L.
• Hacienda de Derramaderos, municipio de Villa de Arista, S.L.P.
• Hacienda de El Canelo, municipio de Doctor Arroyo, N.L.
• Hacienda de El Epazote, municipio de Venado, S.L.P.
• Hacienda de El Mezquite, municipio de Saltillo, Coahuila
• Hacienda de El Peñuelo, municipio de Galeana, N.L.
• Hacienda de Hacienda de El Potrero, municipio de Catorce, S.L.P.
• Hacienda de El Sotol, en Santa Rita del Sotol, municipio de Cedral, S.L.P.
• Hacienda de Jazminal, municipio de Saltillo, Coahuila.
• Hacienda de La Cocinera, en la cabecera municipal de Villa de Ramos, S.L.P.
• Hacienda de La Corcovada, municipio de Villa Hidalgo, S.L.P.
• Hacienda de La Enramada, municipio de Moctezuma, S.L.P.
• Hacienda de La Poblazón, en Poblazón, municipio de Catorce, S.L.P.
• Hacienda de La Presita, municipio de Villa de Guadalupe, S.L.P.
• Hacienda de Las Antonias, municipio de Bustamante, Tamaulipas.
• Hacienda de Los Patos, en la cabecera municipal de Matehuala, S.L.P.
• Hacienda de Majoma, municipio de Mazapil, Zacatecas
• Hacienda de Presa de Guadalupe, en Ejido Guadalupe, municipio de Guadalcázar, S.L.P.
• Hacienda de Presa de Guadalupe, municipio de Saltillo, Coahuila.
• Hacienda de San Cayetano de Vacas, municipio de Doctor Arroyo, N.L.
• Hacienda de San José de Raíces, municipio de Galeana, N.L.
• Hacienda de Santa María, municipio de Salinas, S.L.P.
• Hacienda de Santa Teresa, municipio de Ahualulco, S.L.P.

Veamos a continuación una página escaneada del libro, correspondiente a la hacienda de Derramaderos:

Este libro, al igual que el tomo I, está disponible en la tienda de Amazon:

Mitos y leyendas de Zacatecas y de Coahuila: El “marqués de Aguayo” y el tesoro perdido

LEYENDA DEL “MARQUÉS DE AGUAYO” Y EL TESORO PERDIDO

(Leyenda de Coahuila y de Zacatecas)

Dice una leyenda que “el marqués de Aguayo”, amo y señor de el Real de Mazapil, era un hombre temido tanto por sus amigos como por sus enemigos, pues tenía fama de ser un hombre de horca y cuchillo, cruel y despiadado con sus enemigos, pero también benévolo y tolerante con quienes le servían de manera leal. Aquel hombre tan temido por todo el mundo tenía una debilidad muy grande por su esposa, a quien amaba e idolatraba –no había deseo que tuviera y que no le cumpliera–. Pero no todo era miel: esa gran devoción que sentía por su bella esposa estaba acompañada por unos celos inmensos que lo hacían dudar del amor de ella, así que encargó a uno de sus mozos más fieles la tarea de seguirla y espiarla para ver si se encontraba con alguien durante las largas ausencias que tenía, debido a lo extenso de sus dominios. Así pues, “el marqués” se retiró confiado de que a su regreso tendría un extenso reporte de lo que hacía su bella esposa.

Cuál sería su sorpresa al volver, las noticias no podían ser más devastadoras: su esposa lo engañaba con uno de los mozos de la hacienda; aprovechando la ausencia de su marido, ella le permitía a ese mozo la entrada a sus habitaciones por las noches y salía poco antes de despuntar el alba. “El marqués” no cabía en sí del asombro que tal noticia le causara; su honor había sido mancillado por la persona que más amaba, montó en cólera y su primera intención fue matarla en ese mismo instante. Pero se contuvo. No convenía poner su honor por los suelos a causa de una mala mujer, no iría a la cárcel y tribunales a ventilar las razones de su acción, así que lo pensó mejor.

Pronto sería el cumpleaños de su mujer y ésa sería la mejor oportunidad para matarla sin pagar por su crimen, y sin que su honor sufriera mella, así que puso en acción su plan: haría dos fiestas simultáneas, una en la hacienda de Los Patos (hoy Presidencia Municipal de General Cepeda, Coah.) de la cual era dueño y en la que estaría el, y otra en el Real de Mazapil en la que estaría su esposa. Así que puso manos a la obra y pensó: “Si algo sale mal tendré que protegerme”. Entonces empezó a trasladar su dinero y joyas, así como el oro que tenía, a la hacienda de Bonanza. Lo llevó a través de túneles que tiempo atrás había mandado construir, y que comunicaban de Mazapil hasta la hacienda de Los Patos y otras haciendas, túneles que poca gente conocía, salvo algunos mozos y jinetes que transportaban el oro por abajo para evitar asaltos por cuenta de las gavillas que asolaban la región.

Así pues, trasladando y enterrando su tesoro en Bonanza, para lo que pudiera salir mal, tenía su plan asegurado. Sin embargo, existía un problema: ¿cómo le haría para estar en la hacienda de Los Patos y en Mazapil el mismo día si era una distancia enorme? Aún a través del túnel y un caballo no era suficiente, así que lo estuvo pensando hasta dar con la solución: llegado el día pondría a varios mozos con caballos frescos en tramos razonables para, a mancacaballo, llegar y regresar lo más rápido posible sin que se notara su ausencia.

Teóricamente, solucionado el inconveniente, llegó el día de la fiesta, así que a festejar, cada quien por su lado. En Los Patos estuvo con sus amigos brindando por su bella esposa. En un momento determinado solicitó permiso a los asistentes para retirarse a sus habitaciones, pues dijo sentirse mal. No se retiró sin antes dejar órdenes de servir más vino y comida, así como a los músicos que siguieran tocando alegremente, ya que la fiesta duraría días, como se acostumbraba en aquellos tiempos. Al retirarse, “el marqués” entró de inmediato al túnel, donde ya lo esperaba un mozo con su caballo, y a todo galope partió hacia Mazapil, llegando en un tiempo récord.

Al llegar, se dirigió a su habitación, en la cual había una entrada secreta para que no se dieran cuenta de su presencia. Fue suerte o el destino, pero ahí se encontraba su bellísima esposa, a quien abrazó y felicitó con un beso. Ella feliz de que “el marqués” estuviera en su festejo, le pidió bajar juntos a la fiesta. Él aceptó, pero pidió hablarle al mozo (el supuesto amante de su mujer) para darle ciertas instrucciones y que fuera una sorpresa para los asistentes.

Llegó el mozo y “el marqués” le dio indicaciones de que fuera al túnel donde otro compañero esta y allí lo esperaran; también le hizo jurar que no diría a nadie que estaba en Mazapil, pues quería que su presencia fuera una sorpresa. Acto seguido, le pidió a su esposa que brindaran juntos por su felicidad. Así lo hicieron, bebiendo ella de una copa envenenada que le causó la muerte inmediata. Leyenda de «Lichos en un blog de Homero Adame.

Una vez cometido el crimen, “el marqués” se dirigió al túnel, donde ya lo esperaban los mozos (el de la ofensa y el de los caballos), así que llegando lo primero que hizo fue matar a ambos mozos y de inmediato emprender el regreso a la hacienda de Los Patos. Adentro del túnel también asesinó a todos los mozos y caballos que le habían servido para cometer su crimen. Reapareció en la fiesta, sin que nadie sospechara nada y todo siguió muy normal. De tal modo, “el marqués de Aguayo” eludió la justicia.

Añade la leyenda que tiempo después de su artero crimen, “el marqués” se enteró de que su esposa no le había sido infiel con aquel mozo ni con nadie, y que todo había sido una calumnia urdida por un mal amigo, debido a la envidia y celos por la predilección que ella tenía para con “el marqués”. Se cuenta que a partir de ese momento comenzó a perder la razón, lamentándose por haber cometido aquella atrocidad, en la mujer que era todo para él, y en los inocentes que murieron sin saber por qué. Algunos dicen que “el marqués” murió en una cueva como un ermitaño y totalmente loco, otros que en un convento en una sierra de Sonora, otros en Chihuahua y algunos dicen que en Torreón. Sea cual fuere, el caso es que, según la leyenda, murió solo y abandonado.

¿Y el tesoro? Ah, de aquel fabuloso tesoro poco a poco fue enterrando en la hacienda de Bonanza nunca se supo si lo encontraron o no. Lo que sí se sabe es que mucha gente lo ha buscado, destruyendo casi en su totalidad lo que fuera una hermosa hacienda en busca de dinero fácil, pero no lo han logrado. Aún en la actualidad hay quien se aventura a probar suerte, sin resultado. Ojalá que algún día alguien lo encuentre.

Lo que sí: triste final para un hombre de tal poderío que lo tuvo todo y murió sin nada. ¿Se lo merecía? ¿Justicia Divina? ¿Ustedes qué opinan?

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Notas:

1. Esta leyenda fue escrita y enviada por Eliseo Pérez Reyes, “Lichos” a otro de mis blogs en Xpresandote.com

2. A Francisco de Urdiñola se le atribuye el título de marqués de Aguayo, sin que sea correcto, pues históricamente se sabe que dicho título se le otorgó a uno de sus nietos.

3. Existen muchas leyendas en torno a este caso de asesinato, leyendas que históricamente pueden ser rebatibles, pues la historia explica la vida y obra de Francisco de Urdiñola, además de cómo murió su esposa.

4. Las fotos en este post son de Homero Adame.

Para saber más de haciendas zacatecanas tenemos dos libros de Haciendas del Altiplano, historia(s) y leyendas, de Homero Adame. Están disponibles en la tienda de Amazon para formato digital (Kindle) o impreso:

Mitos y leyendas de Zacatecas: Una joven huachichil y un muchacho irritila

UNA JOVEN HUACHICHIL Y UN MUCHACHO IRRITILA

Leyenda de Concepción del Oro, Zacatecas

 

Años atrás se hablaba de un hombre que vestía de una manera muy rara. Se le veía con un arco y una flecha y más que caminar parecía que flotaba. Siempre se dirigía al mismo lugar, donde hoy se localiza El Grasero. Se hincaba y ponía su frente en el suelo. Permanecía un tiempo allí y luego se desaparecía, se esfumaba. (Luego se supo que era un indígena huachichil, de los muchos que poblaban las sierras de lo que hoy es Concepción del Oro.)

Una hermosa y joven mujer de la tribu de los huachichiles acostumbraba andar por el que hoy conocemos como el cerrito de la Cruz. Juntaba mezquites, que formaban parte de su alimentación. Un día, andando en esos menesteres, sintió que alguien la observaba. Reprografía de Homero AdameAl dirigir su mirada a lo alto del cerro, descubrió que a un apuesto indígena de la tribu de los irritilas, hombre alto, muy bien formado, que andaba de cacería con su arco y su flecha. Tras saberse descubierto, el joven bajó despacio por la ladera del cerro, sin perder de vista a la joven. Cuando ya estaba a cierta distancia, preparó su flecha en el arco y la dirigió hacia la joven. Ella se quedó petrificada, anticipando lo peor. El joven disparó la flecha y en unos instantes cayó una serpiente que estaba enroscada en una rama del mezquite. La hermosa huachichil recuperó el aliento y corrió hacia el irritila; lo abrazó y le dio las gracias de todo corazón. Ése fue un momento en que por primera vez se vieron a los ojos y sintieron que el amor los había atrapado. A partir de aquel día, se les veía por todas partes siempre corriendo entre las florecillas del campo. Sus risas eran acompañadas por el canto de los pajarillos. Se sentaban bajo la sombra de los pirules; y un lugar muy especial al que acudían era al arroyito de las aguas cantarinas donde se les veía refrescar sus cuerpos siempre felices, siempre riendo. Pero siempre algo sucede que nubla la dicha de una pareja que vive tan feliz…

Resulta que un huachichil se moría de celos porque pretendía a la joven y ella no le correspondía. A cada momento la seguía. A la distancia la observaba con el irritila, al tiempo que urdía la forma de acabar con ese amor que no pudo ser para él. Un día siguió a la joven y precisamente en ese lugar que hoy se conoce como El Grasero y que era el lugar donde se reunían los enamorados, le dio muerte con su puñal, clavándolo en su pecho. En ese preciso momento llegaba el joven irritila a reunirse con su amada. Al darse cuenta, el huachichil preparó su arco y su flecha y le disparó a su rival de amores, hiriéndolo de muerte. El joven irritila se arrastró hasta donde estaba su amada, puso su cabeza sobre el pecho de ella y allí murió. El joven huachichil se fue furioso porque ni en la muerte logró separarlos. Leyenda de Lucila Torres Ortiz.

Cuentan que ese día el cielo se obscureció y empezó a llover; que era una lluvia triste como si el cielo llorara por la muerte de esos enamorados. Los pájaros dejaron de emitir sus cantos y las flores del campo doblaron sus tallos en señal de duelo. Leyenda de Concepción del Oro.

Se dice que el hombre que aparece y desaparece en El Grasero es el joven irritila que de vez en cuando va al lugar donde le quitaron la vida a él y a su amada. Leyenda tomada de https://adameleyendas.wordpress.com/2010/12/05/mitos-y-leyendas-de-zacatecas-una-joven-huachichil-y-un-muchacho-irritila/

Nota: Esta leyenda fue compartida por Lucila Torres Ortiz, nativa de Concepción del Oro, Zacatecas, quien radicaba en Monterrey. La foto fue tomada por Carlos C. Ponce.

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Mitos y leyendas de huachichiles es un libro con muchos relatos que Homero Adame ha recopliado durante sus recorridos por las semi desérticas llanuras altiplanenses; relatos que aluden directamente a los huachichiles, grupo del cual poco se sabe, pero Homero Adame nos da una muestra a través de la óptica legendaria, área que le es muy conocida. Debemos recordar que la historia conocida es la versión de los vencedores, sin embargo, gracias a estos relatos y leyendas recopiladas por el también  “arqueólogo de la tradición oral” podemos dar un atisbo de la vida y las creencias de los vencidos.Y para dar un cierre inesperado a este trabajo, el también escritor y novelista incluyó un relato adicional, obra de su pluma, de su creatividad literaria y de su fascinación por los huachichiles; relato que nos permite imaginar cómo eran estos habitantes del ayer, cómo vivían, cuáles eran sus idiosincrasias, sus temores y muchas cosas más. 

El libro está disponible en Amazon para formatos digital e impreso:

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Haciendas del Altiplano – historia(s) y leyendas. Estancias y ranchos – A

HACIENDAS DEL ALTIPLANO – HISTORIA(S) Y LEYENDAS

ESTANCIAS Y RANCHOS – A

El proyecto original de Haciendas del Altiplano – historia(s) y leyendas ha proporcionado suficiente material para publicar varios tomos, pues son muchas las haciendas visitadas y fotografiadas en la región Altiplano que comprende el sur de Coahuila, el sur de Nuevo León, el norte de San Luis Potosí, el suroeste de Tamaulipas y el noreste de Zacatecas.

Como ejemplos presento aquí algunas estancias y ranchos (también llamadas “haciendas menores”). Si alguien tiene información sobre estos lugares, así como anécdotas y leyendas, y desea compartirlos para enriquecer los futuros libros, puede enviarlos a través de los comentarios. Responderé directamente a cada uno y, cuando se publique el libro, por supuesto que se dará el crédito del informante.

CHACANQUERO – municipio de Villa Hidalgo, SLP.

  • Condiciones actuales: lo que era la casa del administrador está abandonada. El templo, muy austero, se construyó en una troje hace algunos años.
  • Pertenecía a la hacienda de Peñasco o quizás a la de Peotillos.
  • Giro económico: ganadero e ixtlero.
  • Historias:
  • Leyendas:

EL MILAGRO – municipio de Villa de Guadalupe, SLP.

  • Condiciones actuales: sólo queda en pie una troje. El resto fue adaptado como casas-habitación por algunos lugareños.
  • Pertenecía a la hacienda de Vallejo.
  • Giro económico: ganadero e ixtlero.
  • Historias:
  • Leyendas:

EL TULILLO – municipio de Ahualulco, SLP.

  • Condiciones actuales: la fábrica de mezcal está abandonada y partes en ruina.
  • Pertenecía a la hacienda de Santa Teresa
  • Giro económico: mezcalero.
  • Historias:
  • Leyendas:

HACIENDA DE GUADALUPE – municipio de Villa de Ramos, SLP.

  • Condiciones actuales: muy bien conservada, incluyendo la antigua noria. La casa grande es de uso vacacional para sus dueños.
  • Pertenecía a la hacienda de Cruces, en el municipio de Moctezuma, SLP
  • Giro económico: ganadero.
  • Historias:
  • Leyendas:

IPIÑA – municipio de Ahualulco, SLP.

  • Condiciones actuales: la fábrica de mezcal se ven en muy buen estado, aunque dejó de producir hace pocos años. Sin embargo, sigue habiendo administrador y ocasionalmente producen vino cuando la fábrica de Santa Teresa no se da abasto.
  • Pertenecía a la hacienda de Santa Teresa
  • Giro económico: mezcalero.
  • Historias:
  • Leyendas:

JARILLAS – municipio de Villa de Guadalupe, SLP.

  • Condiciones actuales: la fábrica de mezcal se conserva en buen estado y aunque no produce vino con regularidad, en ocasiones se echa a andar cuando es necesario incrementar la producción en Santa Isabel.
  • Pertenecía a la hacienda de Santa Isabel.
  • Giro económico: mezcalero.
  • Historias:
  • Leyendas:

LA ASCENCIÓN

Ubicada en La Providencia, municipio de Santo Domingo, SLP.

  • Condiciones actuales: la antigua noria fue renovada entre 1893 y 1894, agregándole un estilo barroco en su fachada.
  • Pertenecía a la hacienda de Illescas.
  • Giro económico: ganadero.
  • Historias: algunos lugareños tienen la inquietud de convertir esa edificación en un Centro Cultural.
  • Leyendas:

LA HERRADURA – municipio de Villa de Ramos, S.L.P.

  • Condiciones actuales: lo que era la casa del administrador está dividida en varias propiedades casa-habitación. Hay partes en ruina, como algunas trojes. Hay una noria que ahora, con ayuda de un papalote, sigue ofreciendo agua a la comunidad. El templo está en una troje y es parte de la comunidad.
  • Pertenecía a la hacienda de Cruces, en Moctezuma, SLP.
  • Giro económico: ganadero y mezcalero.
  • Historias: se dice que los dueños jamás vinieron a conocerla, pues era una más de las tantas propiedades que tenían. Otras versiones cuentan que perteneció a la hacienda de Illescas.
  • Leyendas: cuentan que hay un túnel que va desde la noria hasta la fábrica de mezcal, en un cerro hacia el norte.

LA HINCADA – municipio de Guadalcázar, S.L.P.

  • Condiciones actuales: el casco de lo que era la casa del administrador ha sido adaptado para comercios y bodegas comunitarias. El templo se conserva en buen estado y es parte de la comunidad.
  • Pertenecía a la hacienda de Presa de Guadalupe
  • Giro económico: ixtlero.
  • Historias: se dice que cuando estalló la Revolución, en estos rumbos no hubo enfrentamientos entre villistas o carrancistas, pero sí llegaron los cedillistas, comandados por Saturnino Cedillo, quienes quemaron las trojes llenas de ixtle porque los trabajadores se negaron a darles de comer a los caballos de los “bandidos”.
  • Leyendas:

LLANOS DEL CARMEN – municipio de Villa Hidalgo, SLP.

  • Condiciones actuales: bien conservada es la antigua noria, a la cual le han agregado una bomba eléctrica, pero el papalote sigue funcionando. Algunas construcciones del casco son ahora casa-habitación de los lugareños.
  • Pertenecía a la hacienda de La Tapona.
  • Giro económico: ganadero.
  • Historias:
  • Leyendas:

NORIAS DEL CASTILLO – municipio de Matehuala, SLP.

  • Condiciones actuales: en completa ruina, aunque algunas paredes fueron aprovechadas para la construcción de casas-habitación.
  • Pertenecía a la hacienda de Pastoriza.
  • Giro económico: ganadera e ixtlero.
  • Historias:
  • Leyendas:

SALITRILLOS – municipio de Villa de Arista, S.L.P.

  • Condiciones actuales: quedan pocos vestigios de la casa grande. La iglesia del pueblo fue adaptada utilizando una troje.
  • Pertenecía a la hacienda de Peotillos.
  • Giro económico: minero y ganadero.
  • Historias:
  • Leyendas:

SANTA GERTRUDIS – municipio de Pinos, Zac.

  • Condiciones actuales: muchas trojes están en buen estado, pero abandonadas.
  • Pertenecía a la hacienda de Espíritu Santo.
  • Giro económico:
  • Historias:
  • Leyendas:

Dos libros de este proyecto ya han sido publicados y se pueden adquirir a través de Amazon tanto en formato digital (Kindle) como en formato de libro impreso. Sigue los enlaces:

Haciendas del Altiplano. Tomo I             y             Haciendas del Altiplano. Tomo II

Mitos y leyendas de Zacatecas: La tumba de la Llorona

LA TUMBA DE LA LLORONA

Leyenda de Jerez, Zacatecas

La tumba de la Llorona está ahí en la entrada [del panteón de Dolores], así a mano derecha, y es como que se ve una virgen, así grande, que está llorando arriba de una tumba. Ella hay veces que está así con las manos juntas y si le ve los ojos se ve como si estuviera llorando de a de veras ―explica Jesús Humberto de la Torre. (Leyenda recopilada por Homero Adame.)

Sí, es bien raro porque muchas gentes de aquí hemos visto una cosa muy rara en esa tumba porque, como le digo, la Llorona tiene sus manitas así juntas pero luego las mueve y eso que supuestamente es de pura piedra, pero mueve las manos y uno primero las ve así juntas y más al rato ya las ve que las movió y las tiene así como abiertas.

Pero también los ojos de ella son muy feos. No, vayan ahorita a verla para que se desengañen, para que le vean a los ojos. Si los tiene abiertos usted camine tantito hacia un lado y luego hacia otro lado y fíjese que los ojos de ella lo van siguiendo, y eso da bastante miedo. Dicen también otra cosa de esa Llorona porque dicen que si tiene los ojos cerrados es porque se salió del panteón y se fue a caminar al río a buscar a sus hijos. Es que dicen que la Llorona anda buscando a sus hijos porque ella misma los mató. Dicen que a uno lo aventó en un pozo de agua, que a otro lo echó en el río cuando llevaba bastante agua y al otro dicen que lo mandó a comprar gasolina y unos cerillos y lo encerró en un cuarto y aventó la gasolina y lo quemó vivo. Eran tres hijos y a los tres los mató bien feo. Leyenda subida por Homero Adame.

Cuando se oye que anda la Llorona en las calles o allá en el río también dicen que se oyen cadenas y también se oye que llora ella. No’mbre, se siente bien gacho cuando uno oye que va llorando porque grita y grita “¡Ay, mis hijos!” y no deja dormir porque ahí anda en la noche buscando sus hijos. Pero también dicen que si ella va y se encuentra a un niño en la calle o en el río y se da cuenta que no es uno de sus hijos de ella, entonces se lo lleva con el Diablo y también lo mata al niño, o sea que el Diablo es el que mata al niño; por eso a nosotros que todavía estamos chicos no nos dejan que andemos solos en la calle en las noches y menos cuando saben que ha llorado la Llorona ―añade Juan Manuel Chávez Juárez. (Leyenda recopilada por Homero Adame y tomada de su blog https://adameleyendas.wordpress.com/2010/10/13/mitos-y-leyendas-de-zacatecas-la-tumba-de-la-llorona/)

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Algo sobre Jerez, Zacatecas

Jerez es un municipio que se localiza en la Foto de Homero Adamezona centro del estado de Zacatecas. Al norte colinda con los municipios de Calera y de Fresnillo, al oriente con Zacatecas y Villanueva, al sur por Susticacán y al poniente con Valparaíso.

Se estima que hacia 1531 llegaron a estas tierras los primeros españoles comandados por Cristóbal de Oñate, quienes encontraron gran resistencia y oposición por cuenta de los zacateós, los huachichiles y posiblemente los caxcanes también. La fundación hispana ocurrió en 1570, cuando el capitán Pedro Carrillo Dávila estableció un asentamiento con el propósito de custodiar la ruta comercial entre Guadalajara a Zacatecas. A ese lugar se le dio el nombre de Jerez de la Frontera.

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Puedes leer y escuchar esta misma leyenda en francés siguiendo este enlace:

La tumba de la llorona en francés

Si deseas leer algunas leyendas de Días de Muertos, más leyendas de Zacatecas o de la Llorona sigue cualquiera de estos enlaces:

If you rather read some Mexican folk stories in English, click on these links:

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Varios libros de leyendas, costumbres o folklore de Homero Adame están disponibles en Amazon tanto para formato impreso como para el digital. Búscalos en este enlace: Biblioteca Homero Adame mitos y leyendas