Un blog de mitos, leyendas, costumbres y tradiciones de México

Archivo para mayo, 2011

El mayorazgo de Jaral de Berrio – 2da parte

HACIENDAS DEL MAYORAZGO DE JARAL DE BERRIO

HACIA FINALES EL SIGLO XVIII – 2da PARTE

 

Ésta es la segunda parte de las haciendas que hacia finales del siglo XVIII pertenecían al mayorazgo de Jaral de Berrio.

Como ya dije en la primera parte (sigue este enlace: haciendas de Jaral de Berrio – 1ª entrega) se trata de un proyecto enfocado principalmente en la historia oral de las muchas haciendas que comprendieron este mayorazgo, tal vez el más importante que hubo en la Nueva España.

Veamos a continuación el resto de las haciendas de esa época. Si alguien tiene información sobre alguna de ellas y desea compartirla por este medio, a través de los comentarios, será de mucha ayuda para enriquecer la investigación. Me comunicaré directamente con todos los informantes.

Hacienda de AJUCHITLÁN

Ubicación: Colón, Querétaro

Historias: poco se platica de la época de los marqueses de Jaral de Berrio como dueños de esta hacienda. Las historias tienden a mencionar a hacendados más recientes.

Estancia de EL CARRETÓN

Ubicación: San Felipe, Guanajuato

Historias: en la época de los condes, aquí organizaban charreadas y jaripeos.

Estancia de LA CIENEGUILLA

Ubicación: San Felipe, Guanajuato

Historias: Miguel de Berrio tuvo problemas con Ana de Lanzagorta, quien era la dueña de la hacienda La Quemada porque los linderos entre ambas haciendas no estaban bien definidos en La Cieneguilla. Se fueron a litigio que perdió el marqués de Jaral.

Estancia de LAS NEGRITAS

Ubicación: San Felipe, Guanajuato

Historias: como aquí no había casas, excepto trojes, los trabajadores se las ingeniaron para construir “cuevas” en las trojes mismas, que les servían como casa-habitación.

Hacienda de ESCOLÁSTICA

Ubicación: Pedro Escobedo, Querétaro

Historias: aquí hay dos haciendas, la antigua que perteneció al mayorazgo de Jaral de Berrio y está bastante destruida, y una más reciente propiedad de una familia de apellido Aspe. La iglesia es de la época antigua, aunque ha sufrido remodelaciones.

Hacienda de LA “D”

Ubicación: Pedro Escobedo, Querétaro

Historias: el conde tenía tantas haciendas que se le acabaron los nombres y entonces empezó a nombrarlas siguiendo el abecedario; ésta fue la letra D.

Hacienda de VICENTE DE FERRER

Ubicación: El Marqués, Querétaro

Historias: la mayoría está relacionada con la contigua hacienda de Chichimequillas. ¿Alguien sabe alguna que hable sobre los Berrio o los Moncada?

Hacienda de XUCHITLANCITO

Ubicación: Pedro Escobedo, Querétaro

Historias: el casco de esta hacienda parece muy reciente, aunque tiene elementos de la época de los marqueses del Jaral de Berrio.

Mitos y leyendas de Nuevo León: Los Altares

LOS ALTARES

Leyenda escuchada en Iturbide, NL

Mire, yo no sé exactamente cuándo, ni por qué, ni quién hizo Los Altares. Allí mero tienen una placa que dice su historia, pero usté sabe que l’historia oficial es una cosa y la realidá luego arresulta qu’es otra, ¿no? –afirma el Sr. Tobías Martínez.

Yo me jui de mojao munchos años. Estaba jovencito cuando me jui, y regresé ya de grande, y el camino ya’staba terminao, y Los Altares también. Entonces no le puedo decir a ciencia cierta quién los hizo a Los Altares.

Antes estaba bien carancho ir a Linares o a Monterrey; con decirle que de Galeana a Linares se hacían dos jornadas y media. Primero pa’ llegar a Iturbide se caminaba por las veredas en la sierra, por dos cañones, y ya en Iturbide s’iba uno por todo el río hasta Linares. A Monterrey era mejor irse por Rayones. Pero antes la gente no tenía necesidá de viajar tanto. Ora las cosas son distintas.

Pero eso de Los Altares es curioso. Cuentan las gentes de por aquí que cuando empezaron hacer la carretera que se trajeron unos presos del penal de Monterrey –ha de haber sido pa’ ocuparlos en algo de provecho, ¿no?–, y pos ai los traen, en friega de sol a sol. Pero hubo uno que se les desbalagó cuando ya’staban entrads en la sierra. No se podía escapar muy lejos porque lo traiban amarrao con cadena, pero se les desbalagó y cuando lo hallaron ya’staba haciendo Los Altares.

Y es que dicen que al fulano ése le gustaba hacer figuras y que les pidió a los gendarmes y al ingeniero que lo dejaran terminar el trabajito ése. Me afiguro yo que los gendarmes les dijeron a sus superiores y éstos al gobernador y, bueno, le dieron licencia al artista ése. Luego parece que hasta solicitó ayuda a otros amigos y entre todos hicieron Los Altares. Dicen que les tomó mucho tiempo terminarlo; tanto como la carretera misma. Y es qu’está difícil de a tiro hacer esos dibujos en la pared ésa –sepa la bola cómo le habrán hecho; a la mejor con escalera y con cuerda p’amarrars’en lo más alto, ¿no?

Y bueno, cuando terminaron la carretera, y Los Altares, creo que hasta el mismo Presidente [de la República] vino a l’inaguración, y le gustó tanto Los Altares que hasta ordenó que dejaran en libertad al preso que los ideó. Eso es lo que dicen por acá. Leyenda de un libro de Homero Adame.

¿Qué eran Los Altares?

Los Altares eran una de las obras mexicanas más importantes de arte mural tallado en la roca y se encontraba en Nuevo León, en el municipio de Iturbide, a un lado de la carretera No. 58 que accede a dicha población. De acuerdo con la placa alusiva a la construcción de esa carretera y la conclusión del monumento que narraba eventos históricos del país, éste se terminó en 1962 y fue obra del arquitecto neoleonés Federico Cantú.

Lamentablemente, en el mes de junio de 2002 esa monumental obra se derrumbó por causas naturales de erosión e intemperismo, y también como resultado de la negligencia de las autoridades a quienes les compete preservar este tipo de patrimonio, las cuales nunca supieron darle la conservación adecuada.

No obstante la corta historia de Los Altares, también en su momento originó algunas pláticas, como ésta escuchada en 1995, la cual nada tenía que ver con la versión oficial de su creación.

Nota: esta leyenda fue publicada en el libro Libro de leyendas de Homero AdameLeyendas, relatos, costumbres y tradiciones de Nuevo León, por la Editorial Font de Monterrey, en 2005. Las fotografías son de Homero Adame.  La Mtra. Déborah Chenillo Alazraki estuvo al cargo de la edición. El diseño lo hizo Beatriz Gaytán y la corrección, Mary de Lara.

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Para leer más leyendas del estado de Nuevo León, sigue este enlace:

Más leyendas de Nuevo León

Mitos y leyendas del Altiplano: La cruz de mezquite

UNA LEYENDA DE LA CRUZ DE MEZQUITE

(Versión editada sobre una leyenda escuchada en Mier y Noriega, N. L.)

Los ancianos de siglos pasados contaban que la tradición de la cruz de mezquite no es cosa del cristianismo, sino que viene de más atrás, de mucho antes que llegaran los españoles a tierras del Altiplano e impusieran su religión, la cual era desconocida y ajena para los habitantes del desierto, los huachichiles. Aunque los conquistadores veían todo lo que los naturales hacían como cosa del demonio, lo único que sí aceptaban era que éstos le rindieran culto al mezquite; al tener sus brazos extendidos como si formaran una cruz, lo interpretaban como algo similar a la religión cristiana. Pero la verdad sea dicha: para los nativos representaba un poderoso espíritu de la naturaleza manifestado en un árbol con apariencia humana, con su cuerpo erguido y sus brazos abiertos, al cual se le pedía que trajera las lluvias cuando una sequía era prolongada. Leyenda de Homero Adame.

Al darse el sincretismo de creencias, Foto de Homero Adamecon el paso del tiempo se perdió la esencia huachichil y el culto al mezquite con forma de cruz tomó un giro católico; en la actualidad, a cualquier mezquite con tales características le hacen su fiesta el 3 de mayo, día de la Santa Cruz. Sin embargo, cuando hay sequía, la gente le lleva ofrendas porque sabe que hará el milagro de traer las lluvias.

En Mier y Noriega, N.L. cuentan que, en cierta ocasión, un campesino que desconocía esta tradición andaba en el monte buscando leña y al encontrarse un mezquite en forma de cruz, decidió cortarlo. Llegó a su casa con una pila de leña y con la cruz para levantarle un altar. Cuando los vecinos se enteraron, le solicitaron que hiciera algo para pedir perdón, pero él dijo que no creía en esas cosas. Al tercer día, cayó una tromba que arrasó con el pueblo, provocando la muerte de todos los integrantes de la familia del campesino. Éste, previendo que los lugareños tomarían represalias contra él, había alcanzado a huir de la comunidad y jamás se supo de su paradero. Entretanto, la gente tomó la cruz, organizó una peregrinación para devolverla a su sitio original y la enterró. La lluvia continuó por varios días más, hasta que la furia del poderoso espíritu se calmó. Pero aquí no concluye la historia: afirman que ahí mismo creció un robusto mezquite también en forma de cruz, el cual sigue en pie y la gente lo venera. Leyenda tomada del blog https://adameleyendas.wordpress.com/2011/05/02/mitos-y-leyendas-del-altiplano-la-cruz-de-mezquite/

Éste es un fragmento del relato que se publicó en mi libro Libro de Homero AdameMitos y leyendas de huachichiles, editado por la Secretaría de Cultura del Estado de Oaxaca en 2008.

El libro se puede conseguir en las librerías de San Luis Potosí

Si te interesa el tema de la cruz de mezquite, puedes leer un ensayo en este enlace:

Tradición de la cruz de mezquite el día de la Santa Cruz

También puedes leer más leyendas indígenas en este otro enlace:

Leyendas indígenas mexicanas

Para saber qué diferencia hay entre mitos y leyendas, sigue este enlace:

Mito y leyenda, ¿cuál es la diferencia?

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