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Archivo para febrero, 2020

Judíos ashkenazitas en San Luis Potosí: las familias

Después de dos años de intenso trabajo de campo, de hacer más y más nuevos contactos, de visitas a México y San Luis Potosí, de mensajes escritos, llamadas nacionales, a Estados Unidos, Canadá e Israel, reuniones de entrevistas, conferencias con los colegas Emilio Borjas y Jesús Garza Herrera y largas horas de escritorio para transcribir más de cien entrevistas, por fin logramos publicar el primer libro de los judíos potosinos con origen ashkenazí.

Este libro es para mí el trabajo más complejo y, a la vez, más satisfactorio que he hecho en mi trayectoria como escritor e investigador de oralidad, y no hubiera sido posible sin el entusiasmo de todos los que apoyaron desde que empezó como proyecto.

La noche del 28 de septiembre de 2019 en el Centro Cultural Bella Época de CdMx fue una noche extraordinaria, maravillosa, como maravillosa la gente que abarrotó el espacio que nos facilitaron para presentar nuestro trabajo en el marco de la FILJU (Feria Internacional del Libro Judío), con el honor que implica estar allí y acompañados por Sandra Karchmer de Mitrani.

Judíos ashkenazitas de San Luis Potosí: Las familias, además, tiene desde ya un sello invaluable: su poder de convocatoria. Este libro logró reunir a más de cien personas de tres generaciones con vínculos potosinos, dígase ashkenazitas, sefaradim y goyim. Fue una noche de reencuentros entre familiares, noche de gran animación y, para mí, noche cuando finalmente conocí a personas estupendas que sólo conocía por voz o por escrito.

Y por ser hoy el día que es, no me resta más que reiterar mi agradecimiento y decir a todos los que estuvieron y a los que no pudieron estar… Shaná Tova Umetuká!

Leyenda de Mérida, Yucatán: El cura sin cabeza

EL CURA SIN CABEZA

Leyenda de Mérida, Yucatán

Una de las muchas leyendas que cuentan aquí en Mérida es la del fantasma del cura sin cabeza –anticipa la artesana Elisa Bojórquez–. Cuenta esa leyenda que uno de los primeros curas que tuvo nuestra catedral fue muy malo con los mayas; los trataba muy mal porque no querían entrar a misa y luego, a chicotazos, los obligaba a meterse al catecismo. Los mayas no entendían bien el español y por eso el cura les pegaba porque, según él, se hacían que no entendían. Aparte de malo, ese cura era muy envidioso y abusivo. Le pedía mucho diezmo a la gente rica y si no se lo daban, a la hora del sermón se burlaba de ellos, los acusaba de malos cristianos y los corría de la iglesia. Pero todo se paga, en vida o después de la muerte, y a ese cura Dios nuestro señor primero lo castigó en vida y luego también después de la muerte.

El cuento está en que una tarde, a la hora del catecismo, varios niños mayas andaban correteando en el atrio. Cuando el cura se dio cuenta se enojó mucho y agarró el chicote para darles azotes. En eso se formó un remolino muy fuerte y al cura le entró tierra en los ojos, tanta tierra que le salió sangre y se quedó ciego. Pero eso de quedarse ciego no le quitó lo malo, tampoco dejó de decir misa y seguía tratando mal a los mayas.

Pasó el tiempo con ese sufrimiento muy feo de estar ciego y una tarde se volvió loco de coraje porque alguien tocó las campanas de la iglesia cuando no era hora. Se disponía a subir las escaleras del campanario cuando oyó que unos niños mayas estaban riéndose en la parte de arriba. A tientas fue a la sacristía por el chicote para castigarlos. Luego subió las escaleras con mucha prisa; iba furioso. Casi al llegar arriba pisó mal un escalón y se vino rodando por la escalera y ahí murió decapitado. Lo más feo fue que primero encontraron su cabeza, que había rodado hasta abajo, y más arriba estaba su cadáver en un charco de sangre. (Leyenda encontrada en un blog de Homero Adame.)

Desde entonces comenzó la leyenda del cura sin cabeza, leyenda que todavía cuenta mucha gente porque ha visto su fantasma, decapitado, caminar adentro de la iglesia, por la calle o en la puerta que sube al campanario. Dicen que anda buscando su cabeza. Todos los que han visto esa aparición se asustan muchísimo y caen enfermos por causa de la impresión. Y así sabemos que el cura sigue pagando sus pecados.

También cuenta la leyenda que cuando el cura encuentre su cabeza, entonces ya podrá descansar, pero no va a ser fácil que la encuentre porque parece que la sepultaron en un panteón que ya no existe.

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Mérida fue fundada el 6 de enero de 1542 sobre las ruinas de una ciudad maya llamada T’Hó. El 30 de abril de 1605 recibió el título de Muy noble y muy leal ciudad de Mérida de Yucatán.

La catedral emeridense, también conocida como Catedral de Yucatán, fue levantada entre 1562 y 1599, siendo la primera construida en la América continental y, por añadidura, la más antigua de México.

Notas:

1. Una versión editada de esta misma leyenda fue publicada por Editorial Trillas, 2016. El libro se puede conseguir en la tienda en línea de la editorial, siguiendo este enlace: Leyendas de todo México, aparecidos y fantasmas.

2. El dibujo del sacerdote sin cabeza fue tomado del sitio de Internet diariodigitalelindependiente. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a sus creadores.

3. El grabado de la catedral de Mérida fue tomado del sitio de Internet Mérida Yucatán. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a sus creadores.

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