Un blog de mitos, leyendas, costumbres y tradiciones de México

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El colorido primaveral de las jacarandas

LAS JACARANDAS Y SU COLORIDO PRIMAVERAL

Después del invierno, largo o corto, gris o soleado, dependiendo de las latitudes, llega la primavera con su explosión de aromas y de colores en diversas tonalidades. Es el tiempo de disfrutar desde las florecillas silvestres hasta los majestuosos árboles que adornan las calles y avenidas. Uno de estos grandes árboles es la jacaranda, que sobresale por sus flores de color violeta o morado-azul, en forma de ramilletes de trompetitas, y nos ofrece su alegría en esta época del año.

La jacaranda o jacarandá, cuyo nombre botánico es Jacaranda mimosifolia y pertenece a la familia de las Bignoniáceas, es una especie nativa de América tropical que requiere de mucho sol y de un tipo de suelo rico en materia orgánica y con buen drenaje. Su floración inicia entre marzo y abril, dependiendo de las condiciones climáticas de la región pues es muy sensible al frío, y puede durar con su singular colorido hasta inicios del verano, siempre atrayendo a los inquietos colibríes y a las alegres mariposas. Sin embargo, todavía en estas fechas de calor logra ofrecernos un espectáculo adicional, efímero y hermoso, cuando al tirar sus flores se forma una especie de alfombra de color lila celeste en banquetas, calles y plazas. Algo similar sucede con otro árbol, el flamboyán (Delonix regia, de la familia de las Cesalpiniáceas), común en los estados del norte donde casi no se dan las jacarandas, y sus flores son de un color rojo escarlata vibrante. Texto de Homero Adame.

Aunque es cierto que la jacaranda crece de manera casi silvestre, también requiere de mantenimiento para conservarse en estado óptimo; por ello, en algunas casas y en jardines públicos la podan para despuntarle sus ramas y remover las que ya están marchitas. Aún así, y dadas sus características, no se le puede dar forma artística como a ciertos arbustos ornamentales.

La jacaranda tiene dos usos principales: el arquitectónico, para adornar y dar sombra en parques y avenidas, así como para darle un toque estético a zonas públicas o áreas residenciales, y el de ebanistería, pues de algunas de las 40 especies de esta familia se aprovecha la madera, de agradable aroma, para hacer muebles finos. Sin embargo, tiene otro uso también, aunque menos conocido, ya que en medicina tradicional se prepara una infusión con las flores contra problemas estomacales.

Así, cuando esos árboles que durante el invierno todavía se miraban sin follaje pero ahora estallan en sus tonalidades de color lila, sabemos que la primavera ha llegado. A partir de entonces, y por varias semanas, disfrutaremos de las flores de las jacarandas y de los azules cielos primaverales que dan un singular contraste.

Norteñismos norestenses (letras V, Y y Z)

NORTEÑISMOS NORESTENSES

Diccionario sobre el habla y otros referentes del Noreste de México

 

Obra de Homero Adame y de Jorge Adame M.

 

Diccionario del Noreste de MéxicoConjuntar un diccionario del habla de cualquier país o región es tarea ardua que requiere de mucho tiempo de charlas, escuchar a los demás y compilar. Aún más: también requiere de clasificación y eliminación metódica, es decir, excluir las palabras o frases que son comunes en otras partes y no sólo de la región de estudio. Ése fue el reto que los autores tuvieron para poder publicar finalmente el lexicón de Norteñismos norestenses… una obra sobre el habla y la cultura de la región Noreste de México que comprende los estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, así como el Altiplano potosino. El libro tiene dos secciones:

1. El lexicón, con las palabras o vocablos que son propias de la región (en ocasiones incluyendo ejemplos para demostrar sus usos), al igual que datos geográficos, históricos y del folclor y cultura noresente, lo cual enriquece el trabajo y lo convierte en una especie de diccionario enciclopédico regional.

2. La sección de Expresiones, frases, dichos y locuciones ofrece otra faceta del habla norestense, con oraciones pintorescas que se utilizan como metáfora o en sentido figurado.

Veamos a continuación algunos ejemplos de las letras V, Y y Z que aparecen en el libro.

V

Valín, ina. adj. Chafa, de mala calidad. Ya deja de comprar cosas valinas. // 2. Cosa ilegítima, falsa, pirata. Nombre, tus películas son valinas. // 3. Persona chambona, que hace las cosas mal. El herrero es muy valín. sin.: balín (i.t.a.).

Valona. f. Bicicleta pesada, fuerte y de llanta gruesa que frena con los mismos pedales al moverlos en sentido contrario; está casi en desuso. sin.: balona.

Varejonear. v.tr. Varear; dar de golpes con una vara o varejón. Güerco latoso, si no te sosiegas te voy a varejonear.

Varitero, a. m. y f. Folc. Zahorí; persona que utiliza una vara u horqueta de algunas especies de arbustos que crecen a la orilla de los ríos o arroyos, como el membrillo, para encontrar agua o tesoros enterrados. sin.: varillero, barítono, segurín.

Verdión, ona. adj. Verde, inmaduro; «verdón». Lalita como que está medio verdiona. / Esos aguacates todavía están verdiones. // 2. Verdoso. No me gusta el color verdión de tu coche. sin.: verdioso.

Viborera. f. Accesorio de consistencia dura que cubre las piernas, hasta las rodillas, y sirve para protegerse de las mordidas de las víboras. sin.: polainas.

Virusa. adj. Atento, vigilante, en guardia. Estate virusa, no vaya ser que lleguen los sorchos.

Volquetazo. m. Maroma al aire con veloz caída. Los cirqueros estuvieron dándose volquetazos. // 2. Golpe fuerte, porrazo, zapotazo. Anoche me di un volquetazo bien feo.

Volanta. f. Punto de revisión aduanal móvil y temporal que se instala cerca de la frontera, en fechas determinadas y en lugares poco convencionales.

¡Vóitelas! interj. ¡Sopas!, ¡Mocos!, ¡En la torre! ¡Vóitelas! Qué carambazo te diste. Véase también: ¡Vóitelas con carambola!, en la sección de Expresiones y frases.

Y

Yaks. m. pl. poch. del inglés jacks: matatena. A las niñas les encanta jugar a los yaks. sin.: yaques, pinaco.

Yipa. f. rur. Jeep; vehículo automotor para todo terreno. Al rato vengo, voy a la majada en la yipa. sin.: yipe.

Yonke. m. poch. del inglés junkyard: chatarrería, depósito de chatarra. Lugar donde desarman y venden chatarra y partes automotrices. sin.: deshuesadero de automóviles.

Yuqui. m. Gast. Raspado; golosina hecha de hielo triturado o raspado que se sirve en un vasito de papel cónico y se endulza con sabores artificiales. sin.: raspa.

Z

Zambutir. v.tr. y prnl. Zambullir, sumergir. Tole zambutió al niño en la acequia. // 2. v.tr. vulg. Robar, timar. Renato metió a la cárcel a sus socios porque se lo querían zambutir. // 3. v.intr. vulg. Hacerle el amor, cogerse a alguien. A esa morra ya se la zambutieron.

Zangolengo. m. rur. desus. Acto de moverse y hablar incesantemente, yendo con habladurías de un lugar a otro. Pos qué tanto zangolengo agarras. sin.: zangoleo.

Zarcillo. m. Arete, pendiente.

Zarrapastriento, a. adj. barb. Zarrapastrón; que anda muy zarrapastroso, andrajoso, sucio.

Zopilote. adj. / m. Dícese de la persona que anda en busca de algo gratis. // 2. m. Sujeto de piel morena con apariencia sospechosa que provoca desconfianza. Tenga cuidado, mi niña, que luego en la esquina se para un zopilote muy feo.

Zoyate. Véase: soyate, en sus dos acepciones.

Zurumbas. adj. Que está atolondrado, atontado, «zurumbato», o por andar borracho, o por haber recibido un golpe, o por andar adormilado. sin.: zurumba, surumba.

Foto de Homero Adame

Notas:

1. Si te interesa adquirir este diccionario, búscalo en librerías de Ciudad Victoria, Monterrey, Saltillo, San Luis Potosí o Torreón, así como en Real de Catorce. También es posible comprarlo a través de este blog; sólo escribe un mensaje para preguntar por él.

2. Nota: puedes ver más entradas de este diccionario enciclopédico en este enlace:

Mitos, leyendas y tradiciones de México

Plantas medicinales del Noreste mexicano (letras Y y Z)

PLANTAS MEDICINALES DEL NORESTE MEXICANO

(Letras Y y Z)

 Libro de Homero Adame y de Jorge Adame M.

Esta obra es el fruto de un trabajo de recopilación y de campo que hicimos hace varios años con el objetivo de reunir en un volumen las plantas medicinales que son más comunes en Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y el Altiplano potosino. La idea surgió porque en las yerberías de los mercados de Monterrey, de Ciudad Victoria o de Saltillo, por ejemplo, venden hierbas que no aparecen en libros de naturismo o herbolaria porque son libros publicados en la ciudad de México, en Argentina, en Chile o en España y los nombres comunes de las plantas muchas veces difieren de los que conocemos en el Noreste de México.

A continuación veamos los índices de las plantas que inician con las letras Y y Z, además de una ficha completa (de la zábila, en este caso).

Plantas medicinales PORTADA reducida frente

Y

Yerbabuena (véase Hierbabuena)

Yuca (véase Palma yuca)

Z

Zábila

Zacate limón

Zanahoria

Zarzaparrilla

Plantas medicinales del noreste de México es una obra tan actual sobre herbolaria medicinal de una región de México que comprende los estados de Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y norte de San Luis Potosí, así como la franja fronteriza sur de Texas; es un tratado fundamental para los usuarios que buscan saber más de medicina tradicional o medicina natural; fundamental por la valiosa información que contiene y porque se enfoca tanto en las plantas regionales y sus nombres más comunes, como en aquellas que, pese a no ser nativas, son de uso habitual y fácil de conseguir en hierberías de mercado o en tiendas naturistas.

El libro está disponible en Amazon en formato digital (Kindle) y formato impreso: https://www.amazon.com.mx/Plantas-medicinales-del-noreste-mexicano/dp/6072950663/ref=tmm_pap_swatch_0?_encoding=UTF8&qid=&sr=

Mitos y leyendas de árboles: «El espíritu de la anacahuita»

LEYENDA DEL ESPÍRITU DE LA ANACAHUITA

Leyenda escuchada en Mina, N.L.

Pues mire que cuentan que hay espíritus muy milagrosos, así como también hay otros chocarreros que nomás andan haciendo maldades, ¿vedá? Pero, mire, yo sé bien de un espíritu protector porque me ha tocado vivirlo. Es l’ánima de l’anacahuita. Usté la conoce bien, ¿vedá? Ese arbolito que crece por todas partes.

Pos resulta Foto de Homero Adameque hace ya munchos años venía yo a caballo y estaba lloviendo bien fuerte, con rayos y truenos. Creo que el caballo se espantó con un trueno porque nomás pegó un relincho y que me tumba. ¡Bolas, que doy el costalazo! Me levanté para perseguir al caballo, pero el muy méndigo se fue a todo galope; mire que me dejó abandonado. Y pos ni modo, a caminar se ha dicho, y entre puro lodazal. (Leyenda de Homero Adame.)

Pero mire, como a los veinte pasos, me di cuenta que me dolía la pata. Me arremangué el pantalón y traiba una bolota aquí mero en el tobillo, estaba sangre y sangre. Y llueve y llueve también. Me senté en una piedra y me tantié bien la pata. ¿Creerá que la traiba quebrada? El dolor era poco, pero ah cómo me asusté de verla suelta, suelta.

¿Qué hacer? No podía andar, estaba el aguacerazo muy bravo, ya era de tarde y hasta hacía friíto. No’mbe, pensé: «Ora sí te fregates, si t’encuentran mañana o pasado, va ser todo tieso». Pero uno tiene ánimo de vivir y pos ai como pude caminé echando brinquitos hasta refugiarme debajo de un’anacahuita. Me recosté sobre el tronco y no me va creer, pero ya ni me mojé siquiera.

Yo sabía que l’anacahuita tiene un ánima buena que ayuda al desprotegido. Es que eso cuentan por aquí, ¿vedá?, pero en ese momento no pensé en eso. Yo nomás quería que pasara la tormenta y a ver quién pasaba pa’ que me diera auxilio.

Mire, pa’ no hacerle tan largo el cuento, me quedé bien dormido de a tiro, y me desperté nomás rayando el sol. Traiba un hambre de la fegada, pero como no tenía qué comer, pos me comí unas bolitas de anacahuita, que saben feas, pero ese día hasta me supieron hasta dulces las condenadas. Oiga, pos verá que el pie ya lo traiba bueno; sin hinchazón, ni bola, ni sange, ni nada. Ni siquiera me dolía. El pantalón estaba todo sangrado, eso sí. Y bueno, me fui caminando hasta que llegué al rancho; me fui bien campante, no me dolió la pata para nada, como si nada me hubiera pasado. Cosas raras, ¿no? En llegando al rancho le platiqué a mis gentes lo que pasó. Mi abuelo todavía estaba vivo, y él me confirmó que la anacahuita es muy buena con la gente. Él dijo esa vez, y muchas veces más contaba cosas d’esas, que l’anacahuita tiene un ánima que ayuda a la gente y mire que a mí me ayudó esa vez de la tormenta. Por eso yo sí creo en esas cosas. Leyenda de Homero Adame tomada de su blog: https://adameleyendas.wordpress.com/2010/10/15/mitos-y-leyendas-de-arboles-el-espiritu-de-la-anacahuita/

Nota: esta historia la escuché en el municipio de Mina, N. L., pero por su contenido no podemos decir que se trate de una leyenda exclusiva de esos lugares, ya que la anacahuita es un arbusto muy común en el Noreste de México.

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A continuación agrego una ficha técnica de esta planta, tal como apareció en el libro Norteñismos norestenses – diccionario sobre el habla y otros referentes del Noreste de México:

Anacahuita. f. Bot. (Cordia boissieri) Foto de Homero AdameArbusto de la familia de las Borragináceas que llega a medir hasta cinco metros de altura. Su tallo es leñoso, de corteza gruesa y gris; hojas ovales, ásperas y verdes por el anverso, tomentosas y grisáceas por el reverso; las flores son de color blanco; la frutilla es muy jugosa. ║ Folc. En medicina tradicional se usa el tronco, las flores y el fruto contra problemas respiratorios. ~ Nota: la flor de este arbusto es la representativa del estado de Nuevo León. Sin.: anacagüita, anacahuite, anacagua, anacahua, nacahuita, nacagüita, nacagüite, nacagua, vara blanca.

Puedes encontrar más leyendas indígenas en este enlace:

Para entender mejor sobre la diferencia entre los mitos y las leyendas, sigan este enlace: