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Archivo para junio, 2015

Mitos y leyendas mexicanas: Chucho “El Roto”

CHUCHO “EL ROTO”

Leyenda escuchada en Veracruz

 

Tengo entendido que a chucho-el-rotoChucho el Roto lo apresaron allá en Texcoco, cerca de la capital (Distrito Federal), y luego lo llevaron a una cárcel en Pachuca, pero de allá se les peló –siempre se pelaba– y cuando lo volvieron agarrar se lo trajeran acá a Veracruz y lo encarcelaron en la prisión de San Juan de Ulúa, que era la más gacha de aquel tiempo –explica el Sr. Matías Hernández–. Hasta hicieron una película en blanco y negro que a muchos nos tocó ver y más o menos ahí explicaban la vida y la muerte de Chucho el Roto, y así se hizo la leyenda.

Allá en San Juan de Ulúa, Veracruz - foto de Homero Adame (1)San Juan de Ulúa estuvo un tiempo y dicen que hubo un carcelero, Simón Palomo se llamaba él, que le ayudó a Chucho el Roto para que se escapara en una lancha, pero lo pescaron nomás llegando a la orilla, aquí en el puerto. Le tiraron balazos y quedó muy mal herido y no sé si esa misma noche o dos que tres días después se murió. Ya lo checaron y las autoridades dijeron que sí estaba muerto y lo metieron en una caja para mandar el cadáver a México en tren para que allá le hicieran la autopsia. El tren llegó a México –las autoridades de allá ya lo esperaban con mucho alboroto y mucha gente también– y cuando abrieron la caja no había nada. N’ombre, ese sí fue un gran alboroto y por más que investigaron nunca se supo qué pasó. Nunca se supo si Chucho el Roto se había hecho el muerto para escaparse o si alguien lo sacó muerto para que siguiera la leyenda, y la leyenda sigue porque de esto estamos hablando, ¿eh?

 

El nombre real de Chucho el Roto fue Jesús Arriaga, y también se le conocía como el «Bandido generoso». Nació en Santa Ana Chiautempan, Tlaxcala, en 1858; otras versiones afirman que fue originario de Arriaga, Querétaro. Empezó su vida productiva como carpintero, pero por una injusticia por asuntos de amores fue encarcelado en la cárcel de Belem, en el Distrito Federal y luego trasladado a San Juan de Ulúa, de donde escapó una vez. Años más tarde, luego de haberse convertido en bandido, fue capturado de nuevo y encarcelado de nueva cuenta en San Juan de Ulúa.

Según la historia oficial, fue fusilado alrededor de 1910, casi al estallido de de la Revolución mexicana. Ahora bien, según la leyenda, no murió fusilado porque o logró escapar o el gobierno le dio el indulto o alguien robó su cadáver.

 

Nota: la foto del preso fue tomada del sitio de Internet chilango.com. Que el enlace sirva de agradecimiento a sus administradores.