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Leyendas zacatecanas: El hacedor de lluvia

EL HACEDOR DE LLUVIA

(Leyenda de Villa de Cos, Zacatecas)

 

Aquí es una tierra muy seca, pero hay aguajes de la antigua hacienda de Illescas, de la de Sierra Hermosa y hasta de la de Guanamé; aquí pues es el desierto y no es muy llovedor, ¿verdad? Pero cuentan que mucho más antes había gente que sabía traer la lluvia. Como por ejemplo hubo un hombre, que yo creo que era indio de no sé qué tribu –porque antes había aquí varias tribus, unos de Zacatecas [zacatecos o caxcanes] y otros de por el rumbo aquí del estado de San Luis [huachichiles]–. Entonces dicen que los hacendados de Illescas mandaban traer a uno de esos hombres que vivía en un ranchito serrano de Villa de Cos –está del lado zacatecano– para que hiciera llover y se llenaran los aguajes porque había temporadas muy largas de sequías muy duras –explica la Sra. Inés Sosa Domínguez, radicada en Santo Domingo, SLP.

Este hombre sabía las danzas de la lluvia. Pero eran danzas no como de los matachines o las pastorelas que van a Catorce a las festividades de San Panchito, o los matachines que bailan aquí el 4 de agosto en la fiesta patronal. No, ese hombre que le digo era pues hacedor de lluvia porque él sabía bailar, y dicen que lo llevaban primero a la hacienda y luego a los aguajes de la hacienda. Aquí mero en Santo Domingo estaba uno de los aguajes –todavía quedan partes de las ruinas del aguaje que le digo, vaya a verlo al ratito, está de aquel lado–. Entonces ese indio zacatecano –habrá sido huichol a lo mejor–iba a los pueblos y las haciendas y ponía sus no sé, serían monitos o las plumas de algunas aves, y luego prendía candelas y que hacía un círculo con braceros y que echaba una plantita seca que creo le llaman «istafiate». Y el hombre se ponía a bailar con sus cascabeles aquí en las pantorrillas y tocaba un tamborcito. Bailaba, bailaba y bailaba toda la tarde cuando había tarde de nubes, y ya para cuando empezaba a pardear la tarde, cuando se metía el sol, empezaban los rayos y los truenos y es cuando él echaba más hojitas del istafiate ese que le digo en los braceros y de rato empezaba la lluvia. ¡Y eran aguaceros, grandes aguaceros de los que ya no se ven!, pero tampoco eran culebras, de esas culebras de agua; eran lluvias fuertes que se lograban gracias al conocimiento –o sería la magia– de ese indio del rumbo de Zacatecas que le digo. Pero se acabó o se habrá muerto o quién sabe qué habrá sido de él porque de esto que le digo fue hace muchos años, muchos muchos años. Entonces a lo mejor ya no quedó alguien que siguiera la costumbre de él o alguien a quien él le haya pasado el conocimiento ese de hacer llover. Y pues se acabó él y luego se acabaron las haciendas, y los aguajes pues ya quedaron abandonados y con eso se acabó la lluvia que este señor sabía traer.

Y ahora las lluvias vienen nomás de vez en cuando, pero ya no tanto como en aquel tiempo cuando ese hombre que le digo sabía cómo organizar las nubes para que cayera el agua e inundara todo este rumbo y llenara los aguajes.

 

Los llamados «graniceros» o «teciutleros» (cuyo origen viene de los teciuhtlazque nahuas) son personas que, entre otras funciones, tienen el conocimiento para hacer llover y todavía en la actualidad existen por doquier. La narración que tenemos enseguida nos habla de un granicero, y sus rituales, que era contratado para traer los chubascos a la región de Villa de Cos, Zacatecas y Santo Domingo, SLP, una de las más áridas del Altiplano. No sabemos a cuál etnia haya pertenecido, pero entre corchetes pusimos las posibilidades.

Haciendas del Altiplano – historia(s) y leyendas. 4ta parte

Aquí tenemos la cuarta entrega fotográfica del proyecto Haciendas del Altiplano – historia(s) y leyendas. Como resultado de dicho proyecto ya está publicado el libro Haciendas del Altiplano – historia(s) y leyendas. Tomo II. de la Independencia a la Revolución y se encuentra a la venta en librerías, mientras que el tomo I Haciendas del Altiplano – historia(s) y leyendas. Los grandes latifundios virreinales está en imprenta.

Algunas de las haciendas que veremos en esta cuarta entrega formarán parte del tomo III o del IV. Agradezco de antemano cualquier dato histórico, anecdótico o leyenda que sepan y deseen compartir de estas haciendas o de otras que hay en el Altiplano (sur de Coahuila, sur de Nuevo León, norte de San Luis Potosí, suroeste de Tamaulipas y noroeste de Zacatecas).

Nota para los posibles informantes: no olviden anotar su nombre completo y correo electrónico para comunicarme directamente con ustedes.

Hacienda de BONANZA, municipio de Mazapil, Zacatecas

Estado actual: lo que fue la casa grande de Francisco de Urdiñola (el mal llamado “marqués de Aguayo), y posteriormente del administrador o de dueños ulteriores, está ahora fraccionada en varias casas-habitación. El área donde se beneficiaban los metales extraídos de las minas aledañas está abandonada y casi en ruinas. Sobresale el torreón de la fundidora. El templo se conserva en magníficas condiciones y es parte de la comunidad.

Giro económico: minero.

Distancias: ¿? km de Zacatecas // ¿? km al norte de la cabecera municipal

Dueños en distintas épocas: ¿?

Anécdota histórica: ¿?

Leyenda: se cuenta que hay un túnel hecho en la época del “marqués de Aguayo” que corre desde Mazapil hasta la hacienda y una de las ramificaciones sigue hasta llegar a la hacienda Los Patos, en General Cepeda, Coahuila.

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Hacienda de ELORZA, municipio de Charcas, S.L.P.

Estado actual: la casa grande está en pie, pero no en buen aspecto. El templo es parte de la comunidad.

Giro económico: ganadera y mezcalera

Distancias: ¿? km de la cabecera municipal

Fecha aproximada de construcción: ¿?

Dueños en distintas épocas: ¿?

Anécdota histórica: ¿?

Leyenda: ¿?

Nota: como dato curioso podemos mencionar que mucha gente le llama “La Ursa” y algunos mapas la citan como “Eloisa”.

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Hacienda de JAZMINAL, municipio de Saltillo, Coahuila

Estado actual: todo está abandonado y en ruinas. Hay una pila en buenas condiciones, pero en desuso. El templo es parte de la comunidad y sólo lo abren en fechas especiales. Sus dueños actuales tienen el proyecto de restaura partes del casco.

Giro económico: guayulero e ixtlero.

Distancias: 78 km de la cabecera municipal.

Fecha aproximada de construcción: ¿?

Dueños en distintas épocas: ¿?

Anécdota histórica: ¿?

Leyenda: cuentan que por muchos años vivieron personas en algunos cuartos alrededor de la hacienda, pero que prefirieron irse de allí porque en las noches se escuchaban ruidos tenebrosos.

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Hacienda de LA PRESA, municipio de Villa de Guadalupe, SLP

Estado actual: el casco de esta hacienda tiene partes que se conservan en buenas condiciones, toda vez que fueron adaptados para uso habitacional. La mayoría de las trojes siguen utilizándose. La fábrica de mezcal está abandonada. Hay un torreón hecho con cuartón (también llamado cuarterón o sillar) muy impresionante; era el campanario y puesto de vigía.

Giro económico: agrícola, ganadero y mezcalero.

Distancias: ¿? km de San Luis Potosí // ¿? km al norte de la cabecera municipal

Dueños en distintas épocas: Matías Aguirre.

Anécdota histórica: por aquí pasó Miguel Hidalgo en febrero de 1811. Se dice que él y su ejército se hospedaron aquí.

Leyenda: ¿?

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Hacienda de LA TAPONA, municipio de Villa Hidalgo, S.L.P.

Estado actual: la casa grande está ocupada por tres familias. Los establos están en uso, al igual que la estupenda e impresionante noria. Hay muchas trojes abandonadas.

Giro económico: ganadero.

Distancias: ¿? km de la cabecera municipal.

Anécdota histórica: fue una estancia o rancho anexo de la gran hacienda de Peotillos, hasta que ésta se fragmentó y La Tapona se convirtió en hacienda independiente.

Leyenda: ¿?

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Hacienda de LOS CHARCOS, municipio de Tula, Tamps.

Estado actual: la casa grande está abandonada y casi en ruinas. Ciertas construcciones que fueron casas de los trabajadores son ahora casa-habitación de algunos lugareños.

Giro económico: ixtlero.

Distancias: 4 km al sur de la cabecera municipal.

Fecha aproximada de construcción: ¿?

Dueños en distintas épocas: ¿?

Anécdota histórica: ¿?

Leyenda: ¿?

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Hacienda de SAN ANTONIO CORONADOS, municipio de Catorce, S.L.P.

Estado actual: el casco de esta hacienda quedó integrado a la comunidad, con casas-habitación o comercios. De la casa grande la fachada se ve en relativas buenas condiciones.

Giro económico: agrícola y ganadero.

Distancias: ¿? km al sur de la cabecera municipal.

Fecha aproximada de construcción: ¿?

Dueños en distintas épocas: ¿?

Anécdota histórica: ¿?

Leyenda: ¿?

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Hacienda de SAN ISIDRO DE FERNÁNDEZ, municipio de Doctor Arroyo, NL.

Estado actual: lo que fue la casa grande es ahora casa particular y se sigue utilizando como tal, al igual que los corrales. Sin embargo, está muy deteriorada.

Giro económico: ixtlero y ganado menor.

Distancias: ¿? km al oriente de la cabecera municipal.

Fecha aproximada de construcción: ¿?

Dueños en distintas épocas: ¿?

Anécdota histórica: ¿?

Leyenda: ¿?

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Hacienda de SAN JOSÉ DE IPOA, municipio de Matehuala, S.L.P.

Estado actual: casi todas las construcciones fueron adaptadas para casa-habitación de familias de la comunidad. En unos cuartos estuvo la escuela primaria, pero hoy en día están abandonados.

Giro económico: ixtlero y ganadero.

Distancias: ¿? km al oriente de la cabecera municipal.

Fecha aproximada de construcción: ¿?

Dueños en distintas épocas: ¿?

Anécdota histórica: ¿?

Leyenda: cuentan que los conquistadores pensaban establecer el primer asentamiento en este lugar, pero los huachichiles no les permitieron y entonces se trasladaron a Matehuala.

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Hacienda de SANTA MARÍA DE LA PAZ, municipio de Moctezuma, S.L.P.

Estado actual: sus dueños actuales han mantenido la casa grande en buenas condiciones y la utilizan como sitio vacacional. Hay trojes y caballerizas abandonadas o en ruina.

Giro económico: ganadero.

Distancias: ¿? km al oriente de la cabecera municipal.

Fecha aproximada de construcción: ¿?

Dueños en distintas épocas: ¿?

Anécdota histórica: ¿?

Leyenda: ¿?

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Hacienda de SANTO DOMINGO, municipio de Guadalcázar, S.L.P.

Estado actual: la fachada de la casa grande fue remozada hace pocos años, aunque está en desuso. La capilla se encuentra en lo que era una troje. Hay construcciones abandonadas, mientras que otras han sido adaptabas para uso familiar o comercial.

Giro económico: ixtlero y ganadero.

Distancias: ¿? km al oriente de la cabecera municipal.

Fecha aproximada de construcción: ¿?

Dueños en distintas épocas: ¿?

Anécdota histórica: ¿?

Leyenda: cuentan de una serpiente grandísima que se aparece donde hay un tesoro que nadie ha podido encontrar.

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Hacienda de SIERRA VIEJA, municipio de Villa de Cos, Zac.

Antigua hacienda de Sierra Hermosa, ZacatecasEstado actual: casi todo está en ruina, aunque algunas construcciones han sido adaptadas y renovadas para uso habitacional. La iglesia es magnífica; está en muy buen estado y es parte de la comunidad.

Giro económico: ganadero.

Distancias: ¿? km al norte de la cabecera municipal.

Fecha aproximada de construcción: ¿?

Dueños en distintas épocas: Miguel de Berrio y Zaldívar. Juan Nepomuceno de Moncada y Berrio.

Anécdota histórica: se cuenta que el hacendado no quería que su propiedad fuera cabecera municipal, y por eso él mismo destruyó la hacienda, aunque no pudo destruir el templo porque la gente se lo impidió.

Leyenda: cuentan que la imagen patronal actual, San Benito de Palermo, fue hallada por una anciana en un pozo y ella se lo dijo al hacendado, quien respondió: “Ah, sí, yo la escondí allí cuando vinieron los revolucionarios”. Entonces se apropió de la imagen y la dejó como el patrón de la iglesia.

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Mitos y leyendas de Zacatecas y de Coahuila: El “marqués de Aguayo” y el tesoro perdido

LEYENDA DEL “MARQUÉS DE AGUAYO” Y EL TESORO PERDIDO

(Leyenda de Coahuila y de Zacatecas)

Dice una leyenda que “el marqués de Aguayo”, amo y señor de el Real de Mazapil, era un hombre temido tanto por sus amigos como por sus enemigos, pues tenía fama de ser un hombre de horca y cuchillo, cruel y despiadado con sus enemigos, pero también benévolo y tolerante con quienes le servían de manera leal. Aquel hombre tan temido por todo el mundo tenía una debilidad muy grande por su esposa, a quien amaba e idolatraba –no había deseo que tuviera y que no le cumpliera–. Pero no todo era miel: esa gran devoción que sentía por su bella esposa estaba acompañada por unos celos inmensos que lo hacían dudar del amor de ella, así que encargó a uno de sus mozos más fieles la tarea de seguirla y espiarla para ver si se encontraba con alguien durante las largas ausencias que tenía, debido a lo extenso de sus dominios. Así pues, “el marqués” se retiró confiado de que a su regreso tendría un extenso reporte de lo que hacía su bella esposa.

Cuál sería su sorpresa al volver, las noticias no podían ser más devastadoras: su esposa lo engañaba con uno de los mozos de la hacienda; aprovechando la ausencia de su marido, ella le permitía a ese mozo la entrada a sus habitaciones por las noches y salía poco antes de despuntar el alba. “El marqués” no cabía en sí del asombro que tal noticia le causara; su honor había sido mancillado por la persona que más amaba, montó en cólera y su primera intención fue matarla en ese mismo instante. Pero se contuvo. No convenía poner su honor por los suelos a causa de una mala mujer, no iría a la cárcel y tribunales a ventilar las razones de su acción, así que lo pensó mejor.

Pronto sería el cumpleaños de su mujer y ésa sería la mejor oportunidad para matarla sin pagar por su crimen, y sin que su honor sufriera mella, así que puso en acción su plan: haría dos fiestas simultáneas, una en la hacienda de Los Patos (hoy Presidencia Municipal de General Cepeda, Coah.) de la cual era dueño y en la que estaría el, y otra en el Real de Mazapil en la que estaría su esposa. Así que puso manos a la obra y pensó: “Si algo sale mal tendré que protegerme”. Entonces empezó a trasladar su dinero y joyas, así como el oro que tenía, a la hacienda de Bonanza. Lo llevó a través de túneles que tiempo atrás había mandado construir, y que comunicaban de Mazapil hasta la hacienda de Los Patos y otras haciendas, túneles que poca gente conocía, salvo algunos mozos y jinetes que transportaban el oro por abajo para evitar asaltos por cuenta de las gavillas que asolaban la región.

Así pues, trasladando y enterrando su tesoro en Bonanza, para lo que pudiera salir mal, tenía su plan asegurado. Sin embargo, existía un problema: ¿cómo le haría para estar en la hacienda de Los Patos y en Mazapil el mismo día si era una distancia enorme? Aún a través del túnel y un caballo no era suficiente, así que lo estuvo pensando hasta dar con la solución: llegado el día pondría a varios mozos con caballos frescos en tramos razonables para, a mancacaballo, llegar y regresar lo más rápido posible sin que se notara su ausencia.

Teóricamente, solucionado el inconveniente, llegó el día de la fiesta, así que a festejar, cada quien por su lado. En Los Patos estuvo con sus amigos brindando por su bella esposa. En un momento determinado solicitó permiso a los asistentes para retirarse a sus habitaciones, pues dijo sentirse mal. No se retiró sin antes dejar órdenes de servir más vino y comida, así como a los músicos que siguieran tocando alegremente, ya que la fiesta duraría días, como se acostumbraba en aquellos tiempos. Al retirarse, “el marqués” entró de inmediato al túnel, donde ya lo esperaba un mozo con su caballo, y a todo galope partió hacia Mazapil, llegando en un tiempo récord.

Al llegar, se dirigió a su habitación, en la cual había una entrada secreta para que no se dieran cuenta de su presencia. Fue suerte o el destino, pero ahí se encontraba su bellísima esposa, a quien abrazó y felicitó con un beso. Ella feliz de que “el marqués” estuviera en su festejo, le pidió bajar juntos a la fiesta. Él aceptó, pero pidió hablarle al mozo (el supuesto amante de su mujer) para darle ciertas instrucciones y que fuera una sorpresa para los asistentes.

Llegó el mozo y “el marqués” le dio indicaciones de que fuera al túnel donde otro compañero esta y allí lo esperaran; también le hizo jurar que no diría a nadie que estaba en Mazapil, pues quería que su presencia fuera una sorpresa. Acto seguido, le pidió a su esposa que brindaran juntos por su felicidad. Así lo hicieron, bebiendo ella de una copa envenenada que le causó la muerte inmediata. Leyenda de «Lichos en un blog de Homero Adame.

Una vez cometido el crimen, “el marqués” se dirigió al túnel, donde ya lo esperaban los mozos (el de la ofensa y el de los caballos), así que llegando lo primero que hizo fue matar a ambos mozos y de inmediato emprender el regreso a la hacienda de Los Patos. Adentro del túnel también asesinó a todos los mozos y caballos que le habían servido para cometer su crimen. Reapareció en la fiesta, sin que nadie sospechara nada y todo siguió muy normal. De tal modo, “el marqués de Aguayo” eludió la justicia.

Añade la leyenda que tiempo después de su artero crimen, “el marqués” se enteró de que su esposa no le había sido infiel con aquel mozo ni con nadie, y que todo había sido una calumnia urdida por un mal amigo, debido a la envidia y celos por la predilección que ella tenía para con “el marqués”. Se cuenta que a partir de ese momento comenzó a perder la razón, lamentándose por haber cometido aquella atrocidad, en la mujer que era todo para él, y en los inocentes que murieron sin saber por qué. Algunos dicen que “el marqués” murió en una cueva como un ermitaño y totalmente loco, otros que en un convento en una sierra de Sonora, otros en Chihuahua y algunos dicen que en Torreón. Sea cual fuere, el caso es que, según la leyenda, murió solo y abandonado.

¿Y el tesoro? Ah, de aquel fabuloso tesoro poco a poco fue enterrando en la hacienda de Bonanza nunca se supo si lo encontraron o no. Lo que sí se sabe es que mucha gente lo ha buscado, destruyendo casi en su totalidad lo que fuera una hermosa hacienda en busca de dinero fácil, pero no lo han logrado. Aún en la actualidad hay quien se aventura a probar suerte, sin resultado. Ojalá que algún día alguien lo encuentre.

Lo que sí: triste final para un hombre de tal poderío que lo tuvo todo y murió sin nada. ¿Se lo merecía? ¿Justicia Divina? ¿Ustedes qué opinan?

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Notas:

1. Esta leyenda fue escrita y enviada por Eliseo Pérez Reyes, “Lichos” a otro de mis blogs en Xpresandote.com

2. A Francisco de Urdiñola se le atribuye el título de marqués de Aguayo, sin que sea correcto, pues históricamente se sabe que dicho título se le otorgó a uno de sus nietos.

3. Existen muchas leyendas en torno a este caso de asesinato, leyendas que históricamente pueden ser rebatibles, pues la historia explica la vida y obra de Francisco de Urdiñola, además de cómo murió su esposa.

4. Las fotos en este post son de Homero Adame.

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